Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Chapter 16 (Taehyung)

Advertencia: mención de una práctica sexual delicado a lo cual si no estás relacionado puede llegar a ser fuerte. Leer bajo responsabilidad.

___________________________________________
___________________________________________

Fue en ese preciso instante en donde una tenue luz roja se apoderó de sus pieles y todo lo que traían puesto.

Una rara combinación entre chocolate, cigarrillo y arcilla inundaron sus fosas nasales.

Y como si fuera incomprendible, una música nueva se infiltró en el pasillo y sus oídos; al parecer rock intenso.

Estantes llenos de libros frente a ellos, bloqueando a un grupo de personas.

Los dos chicos dieron pasos lentos, estudiando cada metro cuadrado a su alrededor. Dejaron de moverse en la distancia que pensaron adecuada para espiar al grupo; justo detrás de un estante bastante ancho.

Todo lo que habían visto era lo de menos, porque lo que sus ojos visualizaron por ese cortísimo lazo los dejó pasmados.

Durante inexistentes segundos diferentes escenas recorrían sus ojos a gran velocidad:

Personas bien vestidas y pulcras con una copa de vino en sus manos, reunidos alrededor de sucesos morbosos, disfrutando cada pequeño detalle.

El sadismo y masoquismo en su máxima expresión frente a sus presencias.

Cinco personas en medio:

Una joven totalmente desnuda, recostada sobre una amplia mesa, sus brazos y piernas sujetados toscamente con una cuerda, y como si fuera poco, portaba una correa de perro en su cuello.

Un joven se masturbaba mientras salpicaba cera caliente sobre las piernas enrojecidas de la chica.

Un hombre sujetaba su cabello con fuerza y la insultaba, de vez en cuando introduciendo la mayor parte de sus dedos dentro de la boca de la joven.

Otro hombre más viejo golpeaba su parte íntima con ayuda de un látigo.

La última persona era una mujer, quien besaba y mordía sus encogidos pechos.

¿Y la chica? La chica gemia en cuanto podía pidiendo por más.

Al parecer el grupo de personas que se encontraban en la amplia habitación no se habían dado cuenta de la intromisión de ambos jóvenes. El primero en despertar de la estupefacción fue Jhope.

–Vante, debemos irnos –sugirió.

Procuró mover su cuerpo al pasillo pero Taehyung seguía paralizado viendo cada movimiento–. Vante, por favor, hay que irnos.

Siguió intentando halando de su brazo, pidiéndole irse. 

Al no obtener afirmación obtó por otra alternativa de llamar la atención del chico pasmado a su lado.

Cuando la escena frente a ellos se tornó aún más morbosa, el pelirrojo no tiene más opción que dar el último paso:

Estancar sus labios contra los de Vante.

Al principio un simple toque de ambos labios presionados entre ellos, únicamente hasta que los sentidos aturdidos de Taehyung volvieron a la realidad, luego sus cuerpos tomaron el control.

Salieron de la sala y cerraron la puerta como pudieron entre el beso, que pasó de ser una interrogante a una completamente anhelada.

Al encontrarse en el pasillo, el ruido que provocan sus acciones y el de sus corazones eran los únicos existentes junto a la música de la fiesta de arriba.

Los gemidos,  el rock, los chasquidos, todo se había desvanecido. Solo se concentraron en recuperar aire en cuanto se alejaron. Sus frentes se habían juntado entre sí, mirándose directamente a los ojos.

A pesar de sus desenfrenadas respiraciones, Taehyung lograba percibir un picor insistente en la palma de sus manos, luego en la planta de sus pies.

Sus labios querían volver a saborear ese sentimiento, sus manos querían sujetarlo fuertemente, su cuerpo entero quería envolverlo.

Pero lo único que hizo fue extinguir el contacto.

–¿Qué es lo que acabas de hacer? ¿Qué fue eso? –preguntó vacilante.

–Lo siento –parpadeo–. No era mi intención pero no lograba que saliéramos de ahí. Tienes suerte que nadie nos haya visto.

–Había formas, ¿sabes? Me sorprendió que me hayas besado así de repente.

–No es como si estuviéramos en una situación normal –murmuró.

En ese instante el castaño cayó en cuenta de lo que habían visto. Estaban en problemas. Eventos como ese debían de ser confidenciales, escondido del ojo público y sus reglas.

–Tienes razón, Hope, creo que tampoco deberíamos seguir aquí –tomó precaución, sería mejor que lo hablasen en otro lugar y momento–. ¿Regresamos por donde entramos? Si alguien nos ve estamos fritos.

–Sería lo mejor, ya no quiero continuar aquí –respondió el pelirrojo girando su campo visual hacia el resto del pasadizo con las diferentes puertas, quedándose con la intriga de lo que haya adentro de cada una.

Cuando menos se lo esperaron la música de fondo se silenció de repente y un bullicio inundó la primera planta. No se les pasó desapercibido y se miraron extrañados.

–¿Qué fue eso? ¿Por qué hacen bulla?

–No lo sé, Vante, quizás se desconectó el equipo.

–¿Eso qué tiene que ver con que griten?

–La verdad no lo sé, estoy igual que tú.

–¿Ahora qué hacemos?

–Hay que salir, ven con cuidado –Jhope tanteó un poco para encontrar las manos del contrario, al final lo sintió y entrelazó.

Ambos volvieron a hacer silencio y caminaron sigilosamente hacia la recepción en donde habían llegado primero.

Antes de cruzar la cortina tenían que asegurarse  de que no haya bajado algún guardia o persona involucrada, ante eso se sorprendieron cuando notaron que ningún destello lograba colarse por la rasgada cortina, lo cual era  de extrañarse. Todo estaba oscuro.

Voltearon a mirarse, aunque ninguno podía verse con claridad.

–Por lo menos sigue vacío, ¿verdad? –susurró.

–No estoy seguro pero creo que tienes razón, no se escuchan movimientos.

Soltaron un suspiro totalmente recargado de nervios al no sentir presencia alguna.

–Rápido, ahora ven conmigo –dijo Taehyung cuando reajustó con fuerza la mano del pelirrojo.

Lo hizo cruzar la tela con dificultad y a ojos cerrados por toda la habitación hasta las escaleras.

Un último atisbo y no dudaron en dirigirse a la primera planta.

–¿Qué crees que hacían allí abajo, Hope?

–¿No es obvio? –respondió el pelirrojo–. Estaban teniendo sexo en grupo. Quizás sean personas de alto rango realizando sus más bastos deseos.

–¿Una especie de orgia?

–Es una práctica sexual muy rara, ¿no? Aunque no solo es eso, si te das cuenta era una reunión organizada especialmente para eso, no fue casual.

–¿Para qué?

–La habitación está preparada para el ruido, a pesar de estar del otro lado no se escuchaba nada. Podrían estar torturando a alguien aquí abajo y nadie de la fiesta lo escucharía.

Taehyung vio como el chico lo miró de soslayo con una sonrisa tierna. Un escalofrío recorrió su piel.

–¿A qué te refieres?

–Eres más inocente de lo que pareces –soltó una sutil risa.

–Solo dímelo, Hope–no entendía el cambio de comportamiento.

–Era sadomasoquismo practicando el BDSM en grupo. Dudo que lo comprendas.

Simplemente ya no respondió. Lo que más le sorprendía era la actitud del chico que sujetaba su mano con delicadeza.

En cuanto vieron que se estaban aproximando hacia la salida/entrada subieron con más prisa hasta llegar a la puerta que daba al pasadizo, y por consecuencia, a la fiesta.

–Hope, ¿crees que los chicos sigan bajo del árbol? –preguntó entre la oscuridad.

–No lo sé, nos hemos demorado más de la cuenta; además, al parecer hay un apagón –se detuvieron antes de jalar la puerta que les daría espacio a la sala de baile, en donde escuchaban con intensidad a los jóvenes reclamando–. Vante –llamó.

–Dime –respondió titubeante.

–Creo que no deberíamos mencionar esto a nadie –se sobó la nuca.

–¿Lo del beso? –preguntó ignorando a lo que realmente se refería. Mantenía su ceño fruncido.

¿Por qué le pediría eso cuando lo primero que quería hacer era contárselo a su mejor amigo?

–Lo mejor sería que nadie se entere, no debe haber ni un mínimo rumor, sino habrán más personas curiosas como nosotros y no sabemos lo que sucede en las demás puertas –lo miró a los ojos–. ¿Piensas lo mismo?

Sus manos aún seguían tocándose.

–Sí, lo que digas.

Taehyung se dio la vuelta para empujar la puerta.

–Y sobre el beso –evitó que cruzara la puerta y lo jaló hacia él–. Lamento que haya sucedido así pero, no lo olvides, ¿si?

No contestó nada. Se quedó inmóvil sintiendo un poco de brío al ver los labios de Jhope. Ninguno dijo nada durante un segundo. 

–¿Vante? –cuestionó en un susurro.

–De acuerdo –respondió acercándose decidido.

–Entonces...

El castaño decide esta vez ser el que de ese paso. Encogió su estatura dos centímetros y le dio un corto pico. El pelirrojo sonrió en respuesta.

Las voces de trasfondo no permite que ninguno de los dos chicos escuchen los pasos fuertes que da un guardia al subir las escaleras desde el subterráneo.

















🌻

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro