Camina jovialmente hacia la barra, como lo suele hacer siempre. Al parecer ha llegado temprano que ni los chicos están bajo el árbol.

Cuando llega a su destino se sienta deliberadamente. Busca con la mirada con quién le gustaría pasar el rato y sonríe al encontrarla.

–¡Eunha! –saluda pícaro cuando ella nota su presencia y se dirige hacia él.

–Hola, Vante –pasa su cabello por detrás de su oreja, tímida–. Aquí estás de nuevo. ¿Qué te trae por aquí? ¿Vienes  a visitar a alguien en específico? ¿Alguien como yo? –bromea.

–Sí, no es lo mismo si no eres tú quién me prepara los licores en Mask –sigue con el juego amistoso–. Y dime, ¿Qué tienes para mí esta noche? Esta semana ha sido muy pesado –apoya su mentón en ambas manos y pestañea unas cinco veces.

Los ojos de Eunha se iluminaron más ante la respuesta del chico frente a él. Ella no puede creer que él coquetee con ella después de tanto tiempo.

–Bueno, si es así... y si se trata de ti, tengo un especial para esta noche, ¿Qué dices? –insinua acercándose mucho al rostro de Taehyung.

Él se aleja casi al instante y sonríe algo incómodo.

–Está haciendo algo de calor por aquí... –se excusa al ver la cara fruncida de la chica. Se abaniquea con las manos y decide seguir con su pedido–. Por el momento puedes darme un Cosmopolitan en un vaso de martini por favor.

–Sí que está haciendo calor aquí, quizás alguien sea quien lo provoque –ella trata de parecer como si nada hubiera pasado y sigue con su juego–. ¿Eso quieres por ahora? –arquea una ceja y rie delicadamente–. A la orden, lindo.

Unos segundos después su pedido está justo frente suyo con Eunha sonriente luciendo lo más sexy que puede en esos instantes. Incluso se ha quitado la chaqueta que traía y ahora tiene el escote libre. Hay muchos mirones observándola pero ella solo se enfoca en él, espectante.

–Gracias, preciosa –mueve su mano hacia su bolsillo buscando su cartera para sacar un billete.

–Oh, no te preocupes, invita la casa –ella habla rápidamente para que el castaño no cumpla su cometido.

Taehyung está apunto de rotar sobre el asiento y darle la espalda para irse pero ella vuelve a hablar antes de que pierda su oportunidad.

–Tae –lo llama dudosa. Mira al piso, a la gente al rededor que se divierte y escucha la música de fondo. Es el momento indicado para invitarlo a otra cita; aunque esta vez ella desea una noche más, ella solo desea verlo de nuevo sin un antifaz–. Piénsalo bien ¿si?

Él solo frunce el ceño sin querer entender.

–Sobre el quizás especial de esta noche. Ya sabes... como antes –más que proponer lo pide con todo su ser. Tiene ilusiones.

Él solo le da la espalda y hace lo que pensaba hacer desde que tuvo su bebida en la mano: irse.

Mientras vuelve sobre sus pasos por la pista, baila sin remordimiento por cómo acaba de comportarse.

Se mueve con sensualidad al escuchar Odd Eye de SHINee, se deja llevar por sus lentos movimientos al ritmo de la pegajosa música. Cierra los ojos y baila solo por segundos hasta que luego se convierten en minutos cuando siente que alguien se le arrima.

Sus manos tocan un cuerpo nuevo; fuera de sus límites. Acaricia la delgada cintura, atrae el cuerpo hacia él y huele el cuello de la persona. ¿Son fresas? Inconscientemente calcula que aquel extraño o extraña mide como dos centímetros menos que él aunque siente que solo le llega hasta el pecho.

Ese holor le parece conocido. Ese holor ya lo ha sentido antes. ¿Pero en dónde? Se niega a abrir los ojos, no quiere saber quién es; se siente mareado con tan solo un trago.

Él ha parado de moverse pero el extraño cuerpo sigue en movimiento rasgándose sobre él.

Su cabeza le da vueltas y tarda unos segundos en darse cuenta que ya tenía los ojos abiertos desde hace unos momentos. Ve un antifaz de encaje color negro enfrente, y un par de ojos mirándolo con afán; entonces es ahí cuando se da cuenta que la chica que tiene enfrente es la misma con quién bailó su primera vez en "the masked club", la chica que abandonó en el patio con un vestido rojo muy sexy.

–¿Te has perdido, preciosa? –pregunta  apartándose; sin embargo, ella vuelve a apegarse colocando sus manos sobre sus hombros.

–Me había perdido hasta hace unas semanas... pero ya estoy en el lugar que deseo –la joven ejerce fuerza en sus brazos atrayendolo con precisión frente a su rostro.

Taehyung traga saliva indeciso. Normalmente le seguiría la corriente, si fuera en otra ocasión hasta hubiera aceptado la propuesta de Eunha, pero la silueta de cierto chico pelirrojo en la baranda del segundo piso no lo deja concentrarse. Se relame los labios nervioso.

Luego de que otra canción comenzara a retumbar en el lugar decide volver a subir lentamente sus manos hacia la cintura de la chica, juega un momento y la apega aún más a él. Ella suspira lo suficiente para que él lo escuche, aunque Taehyung solo mira a un solo lugar, más bien dicho, a una sola persona.

Se divierte unos minutos así hasta que J-hope se aleja de la barandilla y baja las escaleras sin retomar el contacto visual con el castaño hasta que sale al patio trasero. Taehyung, burlón, suelta sorpresivamente a la chica y desaparece hacia el mismo sitio en donde desapareció el pelirrojo sin antes escuchar un:

–¡Ey! ¿¡A dónde vas!? ¡Espera!

No hace caso a ningún llamado.

Cuando siente la frescura de la noche exhala y ubica casi al instante a su objetivo. Camina con ironía hacia el árbol en donde suele encontrarse con los demás.

Cuando pasa por el lado de la piscina no se espera que una gran cantidad de agua salpique en él. Gira su cabeza para ver a las personas causantes de lo sucedido y frunce su entrecejo cuando ve a una pareja bastante cerca sin prestarle importancia a lo que acaba de ocurrir siendo ellos mismos los que lo mojaron.

–¿Acaso son ciegos? –pregunta incrédulo–. Deberían fijarse para la próxima si hay gente alrededor.

Espera una respuesta pero su enojo hace presencia cuando la pareja lo ignora.

–Les estoy hablando a ustedes, idiotas –vuelve a hablar subiendo el volumen de su voz. Esta vez la parejita voltea a verlo–. Hasta que uno no los trate bonito no prestan atención eh –sonríe sarcástico–. Me acaban de salpicar con sus estúpidos juegos, deberían pedir disculpas –ordena.

–Ay, perdón –habla el hombre de forma añiñada. Taehyung entrecerró los ojos–. ¿Te salpicamos agua, princesita?

La mujer que lo acompaña comienza a reírse junto a otra pareja que está al otro extremo de ellos. Al parecer ya llamaron la atención de unas cuantas personas, aunque no lo suficiente para que el pelirrojo se de cuenta.

El castaño reacomoda su antifaz con un gesto de fastidio en su cara. Él tan solo quería ir a pasar el rato con J-hope.

–Miren, no estoy jugando, si no me piden disculpas sinceramente llamaré a seguridad para que los saquen por no utilizar antifaces; no creo que les agrade congelarse allá afuera en ropa de baño –amenazó sin titubear.

El joven con una cicatriz en el cachete deja de reír para luego apartar a la chica de su regazo y salir de la piscina. Taehyung observa cada movimiento del contrario y retrocede un paso cuando se da cuenta que el hombre es más alto que él por una cabeza.

–¿Qué dices? –el sujeto le da una oportunidad para que se retracte pero el castaño no lo hace.

Se desafían con la mirada por segundos hasta que el hombre escupe cerca de él. Taehyung está a punto de propinarle un puñetazo pero una mano lo detiene, voltea molesto a ver quién se atreve a detenerlo y sus sentidos se activan aún más cuando ve a J-hope. Este solo lo mira con súplica y hace que baje el puño.

–¿Y quién es este? –pregunta el individuo que estaba preparándose para contestar el golpe–. ¿Te perdiste, precioso? –pregunta después de analizar al más bajo de los tres.

El castaño vuelve a perder la paciencia y siente cómo j-hope se posiciona al lado suyo. Frunce con fuerza el ceño.

–¿Qué hac...

–Usted tiene la culpa –le interrumpe el pelirrojo dirigiéndose al hombre de tes bronceada– Usted fue quien le arrojó agua a propósito –aclaró.

El sujeto se pone colérico y está apunto de lanzar puñetazos a los que se encuentran enfrentándolo–. ¿Quién te crees? No eres nada para ir en mi contra. ¿Quieres morir?

–Usted...

El pelirrojo no puede seguir hablando porque el hombre ha vuelto a escupir cerca de ellos–No quieran molestarme –contradice.

Taehyung no puede aguantarse más al ver que el chico que le atrae se ve comprometido en su problema; piensa en la posibilidad de ser él quién pida disculpas, pero cuando da indicios de que lo hará, j-hope lo detiene con la mirada; el pelirrojo le dice que no lo haga con un movimiento de cabeza. Taehyung no sabe cómo reaccionar cuando ve la cara de J-hope sonreír con mofa.

–¿Por cuánto apostaron? –preguntó después de que el hombre se les acercó más para terminar de intimidarlos.

–¿De qué hablas, imbécil? –el señor lo mira con confusión.

–Hablo de las chicas –dice señalando con la cabeza a las dos jovencitas que están dentro de la piscina; la que lo acompañaba y la otra con el otro hombre–. ¿Fue 2000 o 4000? –siguió–. Me parece que 3000 por lo enfadado que estás. Nosotros no estamos dentro de tu juego, ¿o si?

–¿Quién eres y qué quieres? –interroga el hombre caucásico con patéticas facciones en el rostro–. No sabes lo que dices.

Taehyung siente su corazón acelerarse cuando detalla al chico pelirrojo que está a su lado. Sus ojos se ven totalmente fascinados por lo que está pasando, su labio forma una espléndida sonrisa burlona y su cuerpo dan signos de que la situación ni siquiera le importa.

–Cariño –la supuesta pareja del hombre lo llama– ¿de qué está hablando el chico? –ella sale didutativa del agua–. ¿A qué se refiere? ¿De qué estúpida apuesta habla? –vuelve a preguntar cuando está a un paso de ellos, comenzando a sentir el frío viento golpear contra su desnuda piel.

Taehyung pone su atención en el hombre y luego a su acompañante, por último, a la pareja que está dentro de la piscina teniendo, al parecer, una discusión en medio del agua; las dos chicas denotan pura confusión mientras que los dos hombres ruedan los ojos hastiados.

–¿Sabes qué? –empieza hablando el sujeto bruscamente–. No me importa quién seas en realidad –objeta mirando directamente a través del antifaz al pelirrojo–. Solo...

–¿¡Solo me vas a ignorar!? –pregunta la mujer histérica–. ¡Eres un... idiota! –vuelve a gritar para después toser débilmente y abrazarse con fuerza tiritando de frío.

El hombre restriega sus manos en su cara con enojo, voltea a ver a la mujer y luego a la pareja en la piscina para que sus expresiones de furia desaparezcan, como si algo lo motivara–. Solo váyanse. No quiero perder mi tiempo con ustedes –terminó de hablar el hombre.

–Pero... –pronuncia el castaño cuando ve al hombre conversar con la mujer y llevársela dentro de la gran residencial, para quizá, ir al camerino a abrigarse.

Luego de unos segundos pestañea confundido en dirección al pelirrojo que vuelve bajo el árbol. Allí visualiza ya a la mayoría de los chicos preparando los aperitivos para el juego de esa noche; también ve ahí a Jimin y Jungkook. Lo menos extraño es que su amigo peliazul conversa animadamente con Ash mientras que Jungkook se encuentra a un lado mirándolos interactuar con celos evidentes.

♡