Jimin permaneció de brazos cruzados. A veces su mejor amigo era muy terco y no paraba de insistir hasta conseguir su objetivo. Como en este caso, conseguir una noche de "diversión entre patas" era su meta.

–¿Te animas? Solo será una noche, Minie –suplicó Taehyung, llamándolo por su apodo con cariño.

–Ya he dicho que no me agradan esos lugares. No me terminan por convencer. Tú tampoco deberías ir, Tae –replicó, tomando una postura desaprobatoria.

–Ya hemos hablado sobre eso. Los eventos son seguros, por eso mismo también voy –contradijo tratando de evitar otra discusión–. Yo compraré los tickets, no tienes que preocuparte por eso.

–No me vas a convencer.  Échate para atrás.

Hace unas semanas Taehyung le propuso crearse una cuenta en la aplicación Mask.

Al peliazul le pareció una pésima idea, ya que no buscaba con quién liarse. Sin embargo, el menor instó tanto que, al final, tuvo frente a él su celular con un nombre de usuario que se lo inventó en el momento:

P.J

Fueron las iniciales de su apellido y nombre: Park Jimin. Muy creativo.

La cuenta se había creado, pero Jimin nunca ingresó ni una sola vez. Ni siquiera por curiosidad. No le agradaba la situación de conocer a gente de esa forma. Uno nunca sabe con qué clase de personas te podías encontrar ahí, y evidentemente le preocupaba el hecho de que su amigo siempre se amaneciera en esa clase de fiestas. Era muy peligroso.

Pero por más que Jimin le advirtiera, Taehyung trataba de persuadirlo para que lo acompañase y dejase de ser tan "soso", como solía llamarlo.

–Vamos, Minie~. No seas pesado, solo tienes que acompañarme y divertirte. Fácil –hizo un puchero y entrelazó su brazo izquierdo con el del peliazul. Este suspiró.

–No me digas que el famoso Vante no tiene con quién salir –habló con mofa–. Según por lo que me cuentas ya eres muy conocido en ese lugar. ¡Hasta el de seguridad debe saber quién eres! Y eso que ni ha visto tu cara –agregó.

Taehyung rio–. Pensé que te darías cuenta –sonrió y lo miró a los ojos–. Es que quiero ir contigo, no quiero estar con un extraño esta vez. Me cansa verte todo el día siguiendo tu monótona rutina –explicó–. Todas las mañanas en la universidad y durante la tarde en la biblioteca, incluso los fines de semana estás todo el día en tu academia. Solo acompáñame hasta las dos de la madrugada, ¿si?

Jimin quería negarse una vez más a la invitación de Taehyung pero, por raras circunstancias, esa noche tenía ánimos de salir junto a su amigo. No quería ser tan obvio por lo que quería que su amigo esperara un poco hasta que se dignara a aceptar.

–Te prometo que también te gustará. ¿O será porque tienes miedo a que alguien te vea? No te preocupes por eso, el antifaz te protegerá –se le apegó un poco más–. ¿Vendrás? 

–¿Y qué si me reconocen? –alegó.

–Eso mismo pienso, Minie –sonrió–. ¿Entonces si vienes?

–No, Tae. Es peligroso. 

–Pero estarás conmigo. Si no vienes tendré que salir con el primer perfil que me aparezca en Mask –hizo un ademán de prender su celular y buscar la aplicación.

Jimin trató de no inmutarse ante la provocación pero...

–Solo esta noche, ¿si? – Taehyung utilizó su táctica de ojos de cachorrito.

Fue débil. Y como último acto fingió dudar un poco aunque al final aceptó. No quería ver más a su amigo rogarle.

Taehyung, al ver que accedió, saltó del sofá y comenzó a hacer extraños movimientos de baile.

–¡No te vas a arrepentir!

Jimin consideró la idea de invitarlo a una de sus clases de la academia porque parecía más un mono convulsionando que su propio mejor amigo feliz.

–Tae, ¿seguro que no quieres acompañarme a mis clases de baile este fin de semana? –bromeó.

El castaño le dio un pequeño golpecito en el brazo–. No, estoy seguro que no quiero, tontito.

Ambos rieron.

Sin perder tiempo, Taehyung salió del  departamento con prisa hacia su casa, ya que acordaron que esa misma noche saldrían a algún club de Mask.

Jimin suspiró. Después de incontables meses por fin había aceptado salir con Taehyung.

Como antes no se había osado a abrir la aplicación, no tenía alguna cita con algún joven que haya conocido. Él sabía que su amigo sí tenía muchas solicitudes, por lo que formó una mueca en su cara cuando pensó que el azabache dejaría a esos chicos de lado para salir con él.

Movió su cabeza de un lado a otro. Dirigió su mirada hacia el reloj de la pared.

8:45pm.

–Debería alistarme de una vez... –susurró para sí mismo.

Pero ni bien dio unos pasos hacia su habitación para ducharse, su celular sonó. Alguien lo estaba llamando. Volvió a suspirar y sonrió cuando vio el nombre de su amigo en la pantalla.

–¿Olvidaste algo, TaeTae? –habló después de poner el altavoz. Caminó hacia alguna parte de la cocina y cogió una mandarina.

–Minie, por casualidad, ¿tienes una máscara o antifaz para que asistas a la fiesta? Dudo que tengas uno en casa, ya sabes la temática.

Miró hacia el vacío. Metió media fruta a su boca y comenzó a masticar. ¿Para qué tendría una de esas cosas consigo? Su amigo bien sabía que solo había asistido a esa clase de reuniones una vez en su vida desde que ingresaron a la universidad; y no por que él haya querido. Rio por su pensamiento repentino.

–¿No tienes verdad? – en la otra línea se escuchó un sonido bajo, como si su amigo estuviera buscando una solución–. No te preocupes mi estimado. Cuando vaya a tu casa haré alguna parada para comprarte el antifaz más sexy que haya existido.

–Pero que no me haga ver tan guapo porque todos se me van a amontonar encima –respondió sarcásticamente.

Sabía que el antifaz solo le cubría la cara hasta tal punto que no podrías reconocer si algún profesor tuyo estaba en aquella fiesta, nadie se daría cuenta lo cuan fanfarrón fueses, solo buscaban diversión en secreto. 

–Recuerda, a las 10 en la puerta de tu casa, ya listo para irnos a divertirnos. No olvides que sea cual sea la circunstancia no debemos llamarnos por nuestros nombres. Y ponte algo provocativo, eso les encanta a los chicos.

Para cuando quiso protestar, Taehyung ya había colgado la llamada. Maldijo en voz baja. Sonrió de nueva cuenta y ahora sí se dirigió hacia su habitación para darse una ducha relajante.

Estaba listo. Recostado sobre su sofá esperando a su amigo. Tenía que admitir que sentía cierto entusiasmo por salir después de tanto tiempo. Ni siquiera recordaba qué hacían los jóvenes en las fiestas que organizaba Mask.

Por cierta parte también sentía curiosidad. ¿Llegará a conocer a alguien allí? ¿Alguien como quién? Jimin quiere creer estar abierto a conocer  nuevas personas. Sea quién sea, quiere tratar con jóvenes de su edad sin limitarse.

Constantemente se suele reprochar el de ser tan reservado y cerrado para desconocidos. Esta noche quizá sea una oportunidad para liberarse, y lo aprovechará con Taehyung.

A lo largo de 5 minutos se iba perdiendo más en su mente. Recordaba sus momentos en la secundaria y en la prepa. De cuando su amigo formaba alborotos con las chicas y chicos con quiénes ligaba y al día siguiente ignoraba.

No entendía cómo terminó siendo amigo del de ojos cafés. 

Eran amigos desde la primaria. 

Pasaron su adolescencia juntos. 

El bachillerato no fue una excepción.

Y menos la universidad.

Sin duda habían formado una gran amistad. Jimin quería mucho a Tae, y Tae demostraba quererlo, pero no de la misma forma e intensidad que el peliazul.

🌻[Nota]
Antes de continuar con los demás capítulos quiero aclararles que el nombre del personaje que yace en el título del capítulo no es el que va a narrar, simplemente se va a tratar del entorno de aquella persona. Caso contrario, cuando quiera que un personaje narre el capítulo habrá un "Pov" antes de iniciar.

Ahora sí, muac muac ＼（＠￣∇￣＠）／