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⚠ ADVERTENCIA ⚠
Mención de Kookmin y Vhope, no hay que alterarse
NOTA:
Y un poco de Namjin.
Jimin estaba molesto, triste, decepcionado. Se odiaba a sí mismo por confiar en alguien como Yoongi, se odiaba porque estaba comenzando a encariñarse con ese hombre de traje que prácticamente lo había secuestrado <<Aunque si es a voluntad, tampoco es del todo un secuestro>>
El chico híbrido salió corriendo sin esperar alguna explicación. Sólo quería llorar, y estar sólo... o quizá acompañado.
Subió a la habitación de Jungkook, quien estaba leyendo uno de los tantos libros que Yoongi le había regalado. Quitó las sábanas de su cuerpo para levantarse y colocarse un bóxer <<Sí, estaba desnudo>>
— Jimin... ¿Sucedió algo? — Pregunta Jungkook preocupado acercándose al minino para abrazarlo y consolarlo acariciando su cabeza.
— Yoongi~ Tiene una hija~ Él~ — Hablaba entre sollozos levantando la mirada para encontrarse con Jungkook frente a frente.
— Lo sé... Se llama Min Hyunle — Responde separándose mientras toma un suspiro. — Tiene apenas tres añitos, es muy linda — Sonríe sentándose en el borde de la cama.
— ¿Lo sabías? — Sorbe por la nariz y limpia su rostro con la manga de su camisa <<que era una de las camisas de Yoongi>>
— No te preocupes... La madre es amiga nuestra, no se ha acostado con Yoongi. Es demasiado gay para hacerlo — Suelta una risa. — Fue por inseminación. Ella quiso tenerla y le pidió a Yoongi. Él me preguntó y dije que si... No fu nada del otro mundo. Después de todo fue linda la experiencia... Le, el apodo de la madre de la niña, es lesbiana... No te alteres — Explicó con una sonrisa palmeando la cama a su lado para que se sentara junto a él.
Jimin calmó su llanto y se sentó al lado de Jungkook. Se sintió terrible. Cómo era posible que había juzgado a Yoongi sin siquiera dejarlo hablar. Era un pésimo novio, o lo que sea que fueran.
Sus orejitas bajaron de nuevo y su labio inferior tembló. — Soy un niño horrible~ Yoongi quiso explicarme y no lo dejé~ — Cubrió su rostro pero Jeon tomó sus muñecas y apartó sus manitas.
— No lo eres, Jimin. Sólo actuaste, no tiene nada de malo alterarse por algo así. Yo también me alteré cuando Yoongi me dejó por ti. Fue difícil, pero pude superarlo un poco hasta ahora al darme cuenta de que eres tan buena persona a pesar de ser un prostituta — Bromeó ganándose el puchero y mala mirada del menor.
— Tú también eres una prostituta, idiota — Bufó el minino cruzándose de brazos.
— Jimin... Disculpa... — Suelta un suspiro. — Además... Eres muy lindo y tierno... Y sexy... — Cada vez que hablaba se iba acercando más y más hasta estar a pocos centímetros del rostro de Jimin.
Miró sus labios y se relamió los suyos. Su dedo pulgar acarició el belfo inferior del híbrido que estaba hipnotizado con cada movimiento del contrario.
— Jungkook... Yo- — Iba a decir algo pero fue interrumpido por unos labios sobre los suyos. Cerró los ojos dejándose llevar un poco mientras sus labios se movían lentamente. La caricia de la mano ajena en su mejilla le hizo sonrojar un poco.
Tan pronto ladearon su cabeza, chasquidos se oyeron y las lenguas se juntaron, dando paso a un beso del todo necesitado.
Estaban tan concentrados en lo que hacían, en su propia fatiga, que no se dieron cuenta de que había alguien parado en la puerta observando la escena del todo prometedora. Un carraspeo ronco les hizo separarse agitados y relamer sus labios hinchados. Voltearon y abrieron los ojos como platos al ver de quién se trataba.
— Yoongi... Yo... — Musitó Jimin con miedo mientras limpiaba las comisuras de sus labios un poco.
— Jeon Jungkook. Mañana vas a trabajar. Y ya sabes a donde me refiero. Así que ve preparándote. Hoseok buscará el resto de tus cosas al departamento que compré... Y tú, Jimin — Le lanzó una mirada asesina con el rostro inexpresivo. — Vas a ir a la maldita habitación ahora — Ordenó cruzándose de brazos.
Jungkook estaba temblando. No quería volver a ese lugar. Trabajar en aquel bar como mesero había sido la peor experiencia de su vida. No quería volver a pasar por eso. Sin embargo, ya no tenía remedio.
Jimin caminó dudoso a la puerta, pasando a un lado de Yoongi con el rostro bajo, mirando sus pies y prestando atención a sus pasos apresurados. Se alejó lo más rápido posible la habitación donde había sido mandado y dejó caer lágrimas por sus mejillas.
— Yoongi~ Por favor~ No lo hagas~ — Suplicó Jungkook con los ojos vidriosos viéndole y pidiéndole piedad con la mirada.
— Oh si, Jungkook. Claro que lo haré, y con mucho gusto, sobre todo al saber que le pusiste el ojo a Jimin... Así aprenderás a comportarte — Espetó barriéndolo con la mirada.
Se retiró dejando a Jungkook sólo y sacó su celular de su bolsillo. Llamó a un taxi para que llevara a las chicas junto a guardaespaldas a una casa con protección. Hizo otro par de llamadas y con el teléfono en la mano entra a la habitación viendo a Jimin sentado en la orilla de la cama con la vista puesta en sus pies que se movían nerviosos.
— Jimin — Lo llamó captando su atención. Cruzaron miradas y volvió su vista al celular con una sonrisa mientras toqueteaba con su dedo índice la pantalla. — ¿Sabes qué estoy haciendo? — Preguntó divertido.
— N- No... — El menor estaba realmente nervioso. No sabía cómo reaccionar ante lo que le diría.
— Reduciendo el radio de señal de la pulsera en tu muñeca. ¿Sabes? ¿Esa que te coloqué y que mandará corrientes eléctricas para nada agradables por todo tu cuerpo? Esa... Ahora... — Termina de teclear y guarda su teléfono después de bloquearlo. — No podrás salir de la maldita habitación... ¿Ves? Todo resuelto. Serás el gatito castigado — Alzó sus hombros.
— Lo siento~ Yo no quise besarlo~ Él me besó~ — Susurró con los ojos llorosos.
— Te disculpo, pero tendrás que ser castigado de todas formas — Le dijo mientras se sentaba a su lado y desabrochaba su camisa.
No sería tan fácil escapar para Jimin, ya la había cagado
~o~
— Amor... ¿Puedo pasar? — Preguntó tocando la puerta. Había esperado todo un rato afuera, esperando a que Jin se desahogara. Le había pedido que lo dejara sólo en la habitación. Lo escuchó llorar desde afuera durante horas, hasta que el llanto se detuvo y decidió pedir permiso para entrar.
No recibió respuesta. Tragó grueso despegando su oreja de la puerta y giró la perilla lentamente. Su novio estaba sentado en la cama con la vista al suelo. Sorbía por la nariz repetidas veces y limpiaba sus lágrimas con un pañuelo. Su rostro estaba rojo e hinchado a causa de los prolongados sollozos.
— Necesito que hables conmigo... Por favor Jin — Pidió cerrando la puerta detrás de él. Se sentó al lado del nombrado y tomó su mano. — Te amo y te seguiré amando sin importar qué. Eres realmente especial para mí. Mucho — Dijo tomando el rostro lloroso de Jin para que le viera a los ojos. — Así que cuéntame, desahógate conmigo.
Jin suspiró. Tomó las muñecas de Namjoon y apartó sus manos. Sonrió un poco y volvió su mirada al suelo.
— Ellos... Me gritaban y pedían información sobre ti. No sabía nada sobre tus cuentas bancarias o dónde escondías tu dinero. Y aunque me golpearan hasta desmayarme, no diría nada en caso de que lo supiera. Tampoco les dije tu nombre real ni nada personal... Me golpearon y al ver que no tuvo resultado alguno~ Me~ tocaron y~ — Su voz comenzó a temblar. — Fue asqueroso Namjoon~ Aún me duele el maldito culo~ El cuerpo~ Tengo marcas por todos lados y moretones~ — Se abrazó a sí mismo sollozando de nuevo. No pudo seguir hablando. Todo era demasiado para él. Volver a recordar cada cosa le daba náuseas.
— Calma... — Lo abrazó y acarició su cabello. — Te amo, Jin. Yo no pienso que seas asqueroso o no. Para mí eres perfecto sin importar qué. Me encantas, y jamás voy a abandonarte.
Esas palabras llegaron al corazón, no... Al alma de Jin. Sonrió y desbordaron más lágrimas ahora de felicidad. Devolvió el abrazó y apretó sus ojos.
— Te amo tanto~ Namjoon~ Te amo~ — Dijo entre sollozos.
— También te amo, mi príncipe — Sonrió y luego besó a su novio en los labios con dulzura.
No podía negarlo, estaba tontamente enamorado, y algún día violaría por el culo a todos esos malnacidos.
~o~
Jungkook empacó lo necesario en un bolso no tan grande y suspiró caminando fuera de la habitación. Se encontró con Hoseok que ya había recibido las instrucciones de Yoongi. Le dolía ver a Jungkook en esa situación, pero no podía hacer más nada.
Cuando el menor se fue en el taxi, suspiró. Tenía que buscar las cosas del pelinegro en aquel apartamento.
Se vistió casual y se fue en un taxi. No llegaría en limosina o llamaría la atención.
Tae resolvió algunos trámites con su padre en la empresa. Había comenzado a trabajar con él para no pagarle tanto de alquiler. Por lo menos eso se lo redujo a más de la mitad. Al volver, se llevó una gran sorpresa cuando entró en el departamento y no se encontró con ninguno de los dos menores. Ni siquiera las cosas de Jimin estaban allí. Buscó desesperado por la habitación, el armario, el baño... Nada.
— Maldición. ¿Quién se cree que es para dejarme así nada más? Y llevarse a Jungkook... Mierda... En serio me gustaba ese niñato estúpido y altanero — Gruñó pasando una de sus manos por su cabello, echándolo para atrás.
Bajó la mirada al suelo y frunció el ceño al notar que estaba pisando una tarjeta. Se agachó y la tomó. Al instante una sonrisa surcó sus labios.
— Con que Min Yoongi... ¿No? — Se levantó y guardó la tarjeta en su bolsillo. — Creo que se metió con la persona equivocada.
Salió dispuesto a tomar medidas pero se encontró con un chico de buena figura que nunca antes había visto. Le pareció curioso que estuviera intentando girar la llave de la puerta del departamento que era de Jungkook.
— ¿Y tú quién eres? — Preguntó acercándose con una sonrisa coqueta. Era lindo y no perdería la oportunidad de jugar un rato con algún amigo de Jungkook. Después de todo sería una venganza por haberlo abandonado sin explicaciones.
— ¿Acaso importa? Vengo a buscar algunas cosas a mi departamento — Bufó con indiferencia sin ver a Tae. Tomó la perilla y abrió la puerta. Se detuvo en seco y cerró la puerta de golpe abriendo los ojos en grande cuando sintió 'algo' contra su trasero, acompañado de una respiración cálida en si oído.
— No recuerdo que vivieras aquí... Hasta hace poco se mudó un chico lindo con cabello negro. ¿Será tu amigo? — Susurra travieso tomando a Hoseok de los hombros y apegándose más a él.
— Es... Mi amigo — Apenas y pudo pronunciar acalorado pegando su frente a la pared. Joder, este extraño que era realmente sexy lo estaba poniendo en una situación en la que pronto no le importaría ser del todo fácil.
Agradeció y a la vez maldijo cuando su teléfono sonó en su pantalón. Tragó y entró al departamento apresurado sacando su teléfono y contestó la llamada.
— Si Yoongi... Ya estoy aquí. Ya voy... No seas molesto. Voy a colgar... Adiós — Intentó hablar bajo pero Taehyung lo escuchó todo.
'Con que Yoongi...' Pensó acercándose a Hoseok.
— ¿Cómo te llamas, lindo? — Mordió su labio inferior acorralando al recién llegado en una de las paredes más cercanas.
— Hoseok... Jung~ Hoseok — Pasó saliva y su respiración comenzó a agitarse cuando los labios del contrario estuvieron tan cerca de su boca
— Yo soy Kim Taehyung... Tu vecino. Será un gusto conocerte y hacerte gemir — Esto último lo dijo tomando el mentón de Hoseok para luego besarlo.
Hoseok era su pieza clave. El chico que lo acercaría al maldito de Min Yoongi
~o~
La madre de la hija de Yoongi, es LE, que es pareja de Hani [Ambas, integrantes de EXID]
Anotaré el nombre de su hija: Min Hyunle. Soy muy olvidadiza.
¡Gracias por leer!
Besos
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