Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6

La música estaba tan fuerte que mis oídos se sentían que iba a explotar, el olor a alcohol y otras cosas a las que jamás me había acercado tanto afectaban mi olfato hasta casi hacerme cubrir la nariz todo el tiempo, era muy fuerte. Jennifer sostenía mi mano y me llevaba por el lugar hasta encontrar un pequeño bar desmontable con alguien atendiéndolo. La fiesta era en la casa de uno de nuestros compañeros de clase, específicamente, del mejor amigo de Carsson, Theo.

—Voy a querer una caipiriña, ¿y tú? —me pregunta Jen.

—Am, lo mismo, supongo.

El hombre del bar asiente y enseguida empieza a preparar nuestras bebidas. El alcohol me hizo sentir ansiosa, pues no estaba segura si era buena idea o si debía hacerlo, jamás había tomado. Al estar listos, él nos entrega nuestros vasos y nosotras nos alejamos, ella me mira con una sonrisa.

—Vamos, Ellie, prueba ya.

—Está bien, solo... dame tiempo.

Rueda los ojos pero me hace caso. Suspiré profundo mientras me mentalizaba esto y entonces le di un trago a la bebida que enseguida me hizo sentir el picor en mi garganta. ¡Le había echado más vodka que limón! Empecé a toser como una loca, Jennifer se ríe de mí pero también me ayuda.

—Ya, tranquila, te acostumbrarás —comentó bebiendo de su trago.

—Lo dudo.

Bufé. Suspiré al calmarme y Jennifer no tardó en arrastrarme a la pista de baile improvisada en cuanto sonó su música favorita. No me sentía tan cómoda, así que mis movimientos eran los de un tronco.

—¡Vamos, corazón! ¡Toma más y baila! ¡Te aseguro que perderás la vergüenza! —tuvo que gritar por encima de la música.

Resoplé antes de aceptarlo, no quería ser la malhumorada del lugar. Le di un gran trago a la bebida, ya siendo consciente de cuánto alcohol tenía. Jennifer aúlla como loca al verme tan animada y... he de admitir que tuvo razón, beber más me hizo soltarme. Pronto mis movimientos fueron más fluidos e iguales a los de ella, en realidad no sabía bailar este tipo de música pero con tan solo ver los movimientos de Jennifer y otras chicas pude acoplarme e imitarla.

—¡Así se hace, nena! —dice Jennifer alegre de que por fin estuviera divirtiéndome.

Ella me hace dar un par de vueltas y volvemos a bailar juntas. Sonreí más y bebí aún más, realmente me estaba gustando tanto que incluso mis pies empezaban a doler luego de que se nos pasara el tiempo bailando. Jennifer me hace dar media vuelta para unos movimientos más provocativos pero que entre nosotras estaban bien y eran divertidos.

—¡¿Huh?! —abrí los ojos de par en par cuando, al mirar al frente, encontré los de un ojiazul muy claros.

Aspen me mira con una sonrisa y una ceja arqueada, noté que su vista pasaba de mi cabeza a mis pies, recorriendo mi cuerpo y bebió de su trago en mano antes de girarse hacia una chica que acarició su mejilla y besarla como si ni siquiera me hubiera visto.

—Ellie, ¿qué ocurre? —pregunta Jen.

Negué con la cabeza y me giré para verla a ella de nuevo. Agarré su vaso y tomé de su contenido, pues del mío ya se había acabado.

—¡Hey! —intentó reclamar pero terminó riendo—. Te lo perdono por ser tu primera fiesta.

De repente ambas nos sorprendimos cuando un par de manos se posaron en la cintura de mi amiga y Theo le pide al oído un baile con ella.

—Estoy con mi... —interrumpí a Jen.

—Toda tuya —sonreí. Jen me mira rápidamente—. No te preocupes, de todos modos ya me he cansado y tú aún quieres bailar. Iré a sentarme.

Su sonrisa no pasó desapercibida, pero aun así me preguntó si estaba segura. Asentí y los dejé para que bailaran. Conozco a mi mejor amiga, ella ha querido llamar la atención de Theo desde siempre, le gusta pero no lo admitirá y en su lugar dirá que solo lo quiere para tener sexo con él y listo. Así es ella.

Me fui a sentar en uno de los sillones de afuera, pues aquí era más tranquilo que adentro... aunque no demasiado, ya que en este lugar estaban las parejas. Me alejé de ellos tanto como pude y me senté, dejando el vaso con algo de bebida a un lado, saqué mi celular para distraerme por lo menos un tiempo y no parecer deprimida al estar sola. Podía sentir mis mejillas ardiendo por el alcohol pero no me sentía ebria como lo hubiera imaginado. En los libros describen la ebriedad como un colapso total, mareada, con una mala pronunciación al hablar... pero no me he sentido así.

—Por si no lo sabías, en una fiesta se hace de todo menos leer —me sorprendí al escuchar a Aspen tras de mí. Me levanté de donde estaba y lo fulminé con la mirada por espiar mi celular.

—En primera, ¿por quién me tomas? ¿Una T/N? Solo revisaba algo. Y en segunda... ¿Tú por qué estás haciendo aquí? Aún no has ido a la escuela.

—No es como que haga falta ser de tu escuela para venir, tengo conocidos —se encogió de hombros— ¿En serio crees que todos aquí son de tu escuela? La mayoría son incluso de diferentes universidades.

Miré a mi alrededor notando ahora a los que se ven mucho más mayores que nosotros. Aspen tenía razón, no conocía a muchos de aquí ni recordaba haberlos visto ni una sola vez, aunque antes creía que solo eran nuevos a los que no pude conocer por haber faltado a la escuela durante unos años.

—Se nota que eres una novata en esto de las fiestas —ríe levemente.

—¿De nuevo? ¿Te acercaste solo para burlarte de mí?

—Quizás un poco —ríe.

Rodé los ojos y le di la espalda para volver a sentarme y mirar mi celular. Agarré el vaso a mi lado con intenciones de beber pero de la nada Aspen me lo quita de la mano.

—¡Hey! —le reclamé.

—Regla número uno de las fiestas, preciosa: nunca descuidar tu bebida o no volver a tomar del mismo vaso —él derramó el contenido en una plantera y apuntó hacia unos tipos que se veían molestos pero al notar que los estábamos viendo se alejaron rápidamente.

—¿Qué? —me quedé sorprendida.

—Es por esto por lo que sé que eres una novata. No sabes lo que ocurre en las fiestas, aunque sean de tu escuela —bufó.

Bajé la mirada hacia el vaso que dejó caer hasta el suelo y lo pisó para que no se usara. Reaccioné poco a poco justo cuando él se dio la vuelta para irse.

—Gracias —solté haciéndolo detenerse.

—Lo que acabo de hacer no merece agradecimiento. Frustrarle la noche a esos tipos fue por algo personal, no lo hice por ti.

Fruncí los labios y apreté los puños con molestia. Él me miró por encima del hombro con algo de burla.

—No todo gira en torno a ti.

—Joder, eres insoportable —me levanté y pasé junto a él golpeando mi hombro con el suyo, o bueno, con su brazo, porque al hombro no llegaba.

Lo escuché reír pero pronto su risa se opacó por la música alta. Busqué a Jennifer con la mirada, quería irme, ya era demasiado tarde. Pero al encontrarla la vi besándose con Theo en medio de la pista, las manos de él apoyadas en su trasero y ella sin ninguna pinta de querer separarse.

Decidí dejarla seguir con lo que quería hacer, sabía lo que seguía así que le mandé un mensaje a mamá para saber si estaba despierta.

Maddie:

Mamá. 2:13 a.m.

¿Estás despierta? 2:13 a.m.

Madre:
Lo estoy, cariño. 2:14 a.m.
¿Qué ocurre? 2:14 a.m.

Maddie:
Estoy cansada. 2:15 a.m.
Me gustaría volver
a casa ya. 2:15 a.m.

Madre:
Espera 20 minutos. 2:17 a.m.

Maddie:
Está bien. 2:17 a.m.

Guardé mi celular suspirando aliviada de saber que ya pronto me iría a casa. Fui a esperar en el patio de en frente para que el ruido no me molestara al igual que el olor. Le dejé un aviso a Jen sobre que ya me iba, sabía que cuando se pregunte por mí verá el mensaje.

Los veinte minutos pasaron y pronto vi mi auto acercarse, pero lo que me sorprendió fue ver a mi madre manejando.

—Mamá, no me esperaba que me buscaras tú —sonreí subiendo al auto y saludándola con un beso en la mejilla.

—Pues ya todos se fueron a sus casas y no iba a despertar a tu padre —respondió volviendo a poner en marcha el auto— ¿Cómo estuvo la fiesta?

—Creo que bien, al comienzo fue un poco incómodo pero... me he divertido —admití.

—El trago ayuda mucho, yo sé lo que te digo —ríe leve—. Extraño una buena caipiriña.

—¿Se huele mucho? —cubrí mi boca para aspirar mi aliento.

—Solo un poco, pero da igual. No es como que alguien pueda entrar a una fiesta y salir con el mismo olor a perfume caro con el que entró.

Sonreí dándole la razón ya que ahora lo entendía. Tantos olores que se quedan en tu ropa es imposible de evitar.

—Veo que aún caminas derecho, ¿cuánto has tomado? —preguntó.

—Siendo honesta... un vaso y tres cuartos —comenté imitando la altura del vaso con mis manos—. Era más o menos así.

—Wau y lo único que estás es más sonrojada y habladora. Sacaste mi resistencia, estoy orgullosa.

Mamá me hizo reír con su comentario antes de preguntarme otras cosas hasta llegar a casa. Ella me ayudó a ser silenciosa, nos separamos cuando cada una entró a su habitación. Fui a quitarme todo el maquillaje y a darme una ducha antes de meterme en la cama. Estaba tan cansada que no tardé en caer rendida ante el sueño.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro