Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5

—Vamos, no puede ser tan malo —Jen intenta animarme luego de lo que le había contado acerca de Aspen.

—¿No tan malo? No dejó de insultarme en todo momento, cada palabra que salía de su boca era con veneno puro —cerré mi taquilla, intentando no hacerlo con mucha fuerza—. Aparentemente soy una niña mimada básica, que no sabe hacer otra cosa más que solo lo que sus padres le dicen.

—Bueno, solo un poco... —murmuró, la fulminé con la mirada y ella me sonrió—. Aun así te amo, corazón.

Rodé los ojos y me alejé con ella exigiendo que la espere. Cerró su taquilla e intentó alcanzarme rápidamente.

—¡Oye, Ellie! Lo siento, ¿sí? Estaba bromeando —respondió.

—Gran sentido del humor el que tienes, eh —hablé haciendo evidente mi sarcasmo, aunque realmente ambas sabíamos que solo estaba jugando con ella.

—Te encanta mi sentido del humor, admítelo. Me amas.

—Por desgracia.

Bufé mientras ella reía antes de aparentar indignación. Olvidé mi enojo por culpa de su mala actuación que me hizo reír, ambas salimos de la escuela pues esta había terminado y yo me acerqué a mi auto.

—Oye, ¿cuándo tendrás tiempo para mí? Te extraño —Jen me hace ojitos de cachorro.

—Siempre nos vemos, ¿no? ¿O ahora no estás aquí? —rodó los ojos.

—Me refiero a salir juntas, como solíamos hacerlo. ¿Cuándo me acompañarás a alguna fiesta?

—Quizás cuando mis padres dejen de darme sorpresas —suspiré—. Hoy me pidieron que vaya con ellos luego de la escuela porque tienen algo que decirme, estando en este punto... ya me da hasta miedo.

—No creo que algo malo vaya a pasar. Solo escúchalos, que digan lo que tengan que decir y les das el aviso de que saldremos.

—Ojalá. Debo irme.

Ambas nos abrazamos como una despedida y nos separamos para ir cada una a su auto. Me subí al mío y enseguida se puso en marcha, miré mi celular en todo momento hasta llegar a casa. Aunque antes de bajar me llega un mensaje de Jen pidiendo que le hiciera caso y que salgamos hoy.
Suspiré y le respondí mientras caminaba hasta la oficina de mi padre.

—Ya estoy aquí —avisé cuando me dejaron entrar— ¿Querías verme, padre?

—Sí, tengo algo que comentarte —menciona papá haciéndome una seña para que me sentara frente a él, eso hice. Mamá no estaba presente pues tenía trabajo que hacer.

—¿Qué ocurre? —pregunté.

—El hijo mayor de los Donnovan, Aspen, se mudará a tu escuela mañana —soltó papá haciéndome abrir los ojos de par en par—. Y quiero que tú lo guíes y le presentes a tus amigos para ayudarlo a integrarse mejor.

¿Cuáles amigos? Si solo tengo a Jen.

Me levanté intentando no ser tan brusca pero cuando se trata de ese idiota no hay forma de no molestarme.

—Padre, me gustaría negarme —pedí.

—¿Y eso por qué? —enarcó una ceja.

—Porque... bueno... es insoportable. No me agrada y peor aun cuando se la pasa diciéndome cosas insultantes —admití arrugado la nariz, algo siempre hago cuando me enfado.

—Te pediré ahora yo que no te dirijas de esa forma al hijo de mi socio y amigo —su tono de voz cambió a uno firme haciéndome cerrar la boca y apartar la mirada— ¿Por qué insinúas que te ha insultado?

—Pues en la cena se la pasaba riéndose de mí y luego me dijo que soy muy básica entre mi tipo de personalidad. Entre otras cosas irritantes.

Papá suspiró profundo, levantando ambas cejas a la vez, conocía esa actitud... no me creía. Prefería creer que su amigo no había educado así al chico que conoció.

—¿Lo ha dicho con esas mismas palabras?

—N..No... pero... —él me detuvo al levantar la mano.

Odiaba que hiciera eso pero no podía impedir que la voz se me cortara de inmediato. Bajé la cabeza y él la mano.

—Simplemente creo que por el hecho de no agradarte, exageras y tu mente te hace creer cosas que quizás no sean ciertas.

—Pero, padre...

Volvió a levantar la mano y nuevamente mi voz se cortó aunque me gustaría decirle todo lo que en verdad Aspen me ha dicho. Fruncí los labios y suspiré intentando calmar mi frustración.

—Te lo diré una vez más y espero escuchar una mejor respuesta —sentenció—. Ayudarás a Aspen a integrarse en la escuela y a que haga nuevos amigos. ¿Está claro?

—Sí, padre.

—Mejor. Puedes retirarte.

Asentí con la cabeza agachada y sin mirarlo me alejé hasta salir de la oficina. Fui a paso rápido hasta mi habitación, me encerré allí, me apoyé en la puerta y suspiré profundo. No podía creer que tendría que volver a ver a Aspen, no quiero hacerlo y menos todos los malditos días.

Mi celular empieza a sonar en ese momento y vi que era Jen, ¿quién más si no? Respondí a la vez que me acercaba a mi cama para tirarme allí.

—Hey —saludé.

—Nada de "hey". Dime, ¿vendrás?

—Ah... vas a disculparme, Jen, se me ha pasado preguntar —bufé agarrándome el puente de la nariz—. Lo siento, mi padre hizo que mi humor cambie demasiado rápido.

—¿Qué ocurrió? —preguntó.

—Aspen se mudará a nuestra escuela y yo tendré que integrarlo.

—Ow, lo siento por ti, cariño. Es una lástima —me senté haciendo una mueca.

—Deja de burlarte de mí. Es serio, no me agrada ese tipo.

—Lo sé, lo sé, porque te ha insultado. Quizás ambos están cometiendo un error y se juzgaron demasiado rápido. Solo tienen que conocerse más —comentó.

—No me interesa conocerlo, la primera impresión siempre es importante y él, además de haber llegado tarde, es un inmaduro.

—Ya suenas a mi papá con eso de la primera impresión —se queja—. Pero bueno, no hay mucho que se pueda hacer... No vamos a ir a la fiesta, ¿no?

Estaba por negar cuando repentinamente recordé las palabras de Aspen, ¿qué sigo órdenes como un robot? ¡pff! Eso no es verdad. Y también odiaba como mi padre manejaba mi vida a su antojo, eso debería cambiar. Además... no he escuchado que mis padres me hayan negado ir... es verdad que ni lo saben pero, ¿qué más da? Tampoco lo sabrán, espero...

—Mm... Dame quince minutos y estoy en tu casa —me levanté de mi cama.

—¿Eh? ¿Qué?

—Vamos a ir, quiero saber qué se siente estar en una fiesta contigo, así que me prepararé.

—¿No que no has preguntado? —cuestiona Jen realmente sorprendida.

—Es verdad, pero si nadie sabe no hay a quien hacerle daño.

—¡Joder, mujer! ¡¿Vas a escaparte?! ¡Esto sí que no me lo esperaba!

Créeme que ni yo... pero bueno, ya lo he dicho y con Jen no hay forma de retractarse. Me despedí de ella y colgué la llamada, me puse a ver mi ropa y me cambié a algo que ella siempre dice que debo usar para las fiestas. Un conjunto de dos piezas con lentejuelas.

Me maquillé y arreglé mi cabello rápidamente hasta estar lista. Salí de mi habitación mirando por los pasillos para asegurarme de que nadie me estaba viendo, salí por completo y bajé las escaleras con mis tacones en mano.

—Ejem...

Mierda. No sirvo para esto.

Me di vuelta lentamente hasta encarar a mamá que me veía junto a las escaleras de brazos cruzados y una ceja arqueada.

—Mamá, yo... l..lo puedo explicar.

Ella niega con la cabeza haciéndome agachar la mía por sentirme culpable y como si le hubiera fallado en algo.

—Maddie, cariño... si vas a escapar al menos dímelo a mí y yo te cubriré de tu padre.

—¿Eh? —la miré rápidamente pero ella me abraza.

—¿Crees que yo no hice lo mismo a tu edad? —ríe y me mira al rostro—. A mí nunca me atraparon.

—¿Qué? ¿En serio? —asintió.

—Hay cosas de la vida que ni encerrándote hasta tu vejez podremos evitar. Una de ellas es que vayas a fiestas y te diviertas... me gustaría que lo hicieras —me sonríe—. Experimenta, sal y diviértete. Toma diferentes tragos y aprende... porque después es más difícil saber qué hacer en esas situaciones.

—Entonces... ¿puedo ir?

—André —llamó ella y enseguida vimos al chófer—. Lleva a Madeline a donde te diga, luego puedes irte a casa.

—Sí, madame.

Abracé a mamá con cariño y agradecimiento, ella apoya su mano en mi cabeza y besa mi sien.

—Tu padre debe aprender también a dejarte ser más libre, o si no te hará más daño él que los de afuera.

—Gracias, mamá.

—Anda, vete ya o tu padre nos descubrirá —asentí y me alejé de ella—. Por cierto, Maddie... estás muy bella pero la próxima vez usa una falda más corta, resaltará tus piernas.

Me sonrojé por la repentina recomendación de mamá pero solté una leve risa antes de asentir. Ella se despide y se va hacia la oficina de papá, yo salí de casa y me fui al auto con André, que me llevó a la casa de Jen, a la que se lo conté todo.

—¡Tu madre es grandiosa! ¡Eso señora Selena!

—Lo es, aunque me sorprendió mucho —respondí.

—Pero bueno, ¡Vamos ya!

Asentí. André vuelve a poner en marcha el auto cuando Jennifer se subió y nos llevó al lugar de la fiesta. No puedo creer que estaba por hacer esto y con mamá cubriéndome, esto es fantástico.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro