Narra Madeline

Guie a Aspen por la zona para poder llegar a mi casa. El camino era un poco silencioso, pero no duró mucho, cuando Aspen me dejó poner la música que yo quisiera desde su celular conectado al auto.

—¿Lo que yo quiera, en serio? —pregunté mirándolo dudosa.

—Lo que quieras. Tengo un gusto muy variado.

—Está bien.

Lo pensé un poco antes de decidirme por algunas músicas que me gustaban mucho, lo notaba moviendo la cabeza con algunas y dando leves golpes al ritmo de la melodía, luego decidí poner las canciones de Måneskin, "The Loneliest" era una de las que más me gustaba aunque fuera algo deprimente, pero podría escucharla muchas veces y jamás aburrirme. Recordé la noche anterior, cuando Aspen y yo la cantamos al mismo tiempo. Ambos nos miramos un segundo antes de volver a cantarla, pues al parecer a él también le gustaba, y entonces, al acabarse esta, empezó a sonar "Coraline" del mismo grupo.

Nunca antes me había interesado tanto por la letra de esta canción, pero después de lo de anoche... creo que le conseguí dar un significado más profundo a sus frases, y al parecer no soy la única que lo notó...

—"E ho detto a Coraline che può crescere
Prendere le sue cose e poi partire
Ma sente un mostro che la tiene in gabbia, che
Che le ricopre la strada di mine"
(Y le dije a Coraline que ella puede crecer
Tomar sus cosas y luego partir.
Pero siente un monstruo que la retiene en una jaula
Que le cubre el camino lleno de minas)

Podía sentir la mirada de Aspen sobre mí pero intentaba ignorarla, pues el que ahora conociera todos mis tormentos me hacía sentir vulnerable.

—"Ma Coraline non vuole mangiare, no
Sì, Coraline vorrebbe sparire"
(Pero Coraline no quiere comer, no
Sí, Coraline quiere desaparecer.)

—"E Coraline piange
Coraline ha l'ansia
Coraline vuole il mare ma ha paura dell'acqua
E forse il mare è dentro di lei"
(Y Coraline llora
Coraline tiene ansiedad
Coraline quiere al mar pero le tiene miedo al agua
Es porque el mar está dentro de ella)

Dejé escapar un suspiro pesado y casi imperceptible, Aspen vuelve la vista al frente en cuanto el semáforo cambia a verde pero la canción me hizo concentrarme en él.

—"E ogni parola è un'ascia
Un taglio sulla schiena
Come una zattera che naviga in un fiume in piena"
(Y cada palabra es un hacha
Un corte en su espalda
Como una balsa que navega en un río caudaloso)

Fue mi turno de voltear a mirar a Aspen y que él no me viera a mí, sino a cualquier otro lado. Mi vista se desvió a su espalda, pensando en el dolor que ha de estar sintiendo, ¿cómo siquiera puede recostarse por el asiento y no demostrar un dolor inmenso? Por lo que he podido ver la noche anterior... aquellas heridas están abiertas y son realmente dolorosas, incluso con tan solo mirar puedo sentirlas como si me las hubieran hecho a mí, pero claro, no con la misma intensidad que a él mismo.

Sin poder evitarlo me había preocupado, me sentía culpable de que ahora mismo él estuviera aquí, llevándome a mi casa en lugar de estar descansando y manteniendo su espalda lejos de cualquier contacto, incluyendo los roces de la ropa. Hice una mueca y bajé la mirada hacia mis manos apretadas contra mis muslos, pero todo pensamiento negativo se esfumó cuando escuché la voz de Aspen por encima de la de Damiano.

—"Sarò il fuoco ed il freddo
Riparo d'inverno
Sarò ciò che respiri
Capirò cos'hai dentro
E sarò l'acqua da bere
Il significato del bene"
(Seré el fuego y el frío
Un refugio de invierno
Sere lo que respires
Entenderé lo que hay dentro de ti
Y seré el agua que bebas
El significado del bien)

De repente y notándose un poco de duda en sus acciones, Aspen toma una de mis manos y las lleva hasta sus labios, no me mira pero besa mis nudillos con una calidez que jamás había sentido de alguien más.

—"Sarò anche un soldato
O la luce di sera
E in cambio non chiedo niente
Soltanto un sorriso
Ogni tua piccola lacrima è oceano sopra al mio viso
E in cambio non chiedo niente
Solo un po' di tempo
Sarò vessillo, scudo
O la tua spada d'argento"
(También seré un soldado
O la luz en la noche
En cambio no pido nada
Tan solo una sonrisa
Cada pequeña lágrima que tu derramas es como un océano sobre mi rostro
En cambio no pudo nada
Solo un poco de tiempo
Seré tu bandera, tu escudo
O tu espada de plata)

Aquello encendió algo en mi interior, como una llamarada ardiente de emoción y pasión. Aspen me ve un instante para luego sonreír de lado y apoyar nuestras manos juntas en medio de ambos. Sin soltarnos...
Miré nuestras manos con atención pero de repente la mía se cerraba sobre la suya, sonreí levemente antes de apartar la mirada de regreso a la ventana y contemplar el paisaje mientras iba reconociendo la zona y las casas... hasta dar con la mía.

—Gracias por traerme, Aspen —suspiré profundo—. Nos vemos...

—¿Es aquí? —su pregunta me hace confundir, pues se veía sorprendido.

—Sí... ¿por qué?

Aspen no respondió al instante, sino que se mantuvo pensativo hasta finalmente negar con la cabeza y sonreírme de nuevo.

—No, por nada. Adiós, princesa.

En el momento en que nuestras manos se soltaron fue como sentir una corriente de viento helado chocar contra la mía, a pesar de tener las puertas y ventanas cerradas. Salí del auto y me acerqué a la entrada, volví a girar solo para despedirme una vez más de Aspen quien igualmente levanta la mano en despedida y sonríe. Él se va y yo entré a mi casa, siendo recibida por mi madre al instante.

—¡Oh, Dios, estás bien! —ella me abraza—. Estaba tan preocupada, no respondiste en toda la noche y... ¿Te ha pasado algo?

—No, mamá... No me ha pasado nada, estoy bien —sonreí sabiendo que gracias a Aspen era verdad—. Solo se me ha acabado la batería, lo siento.

—Está bien... lo bueno es que ya estás aquí —ella vuelve a sonreír más tranquila y me abraza.

Escuchamos pasos acercarse, vi a mi padre pasar junto a nosotras pero sin importarle mi regreso. Ni siquiera me volteó a ver... y realmente fue doloroso.

—Magnus. Tu hija ha vuelto —lo intenta regañar mi madre.

—Está bien. Estaré en mi oficina —dijo sin más.

—¡Magnus...!

—Mamá... —le sonreí—. Estoy agotada, me iré a descansar.

—Claro... descansa, cariño.

Le di un beso en la mejilla como despedida, papá solo se mantuvo allí para decirle algo a un guardia, aun así hice una reverencia como muestra de respeto antes de alejarme e ir a mi habitación. Vi el peluche sobre mi cama y sonriendo me acosté a su lado para abrazarlo, mi corazón se sintió acelerado en cuanto en mi mente apareció la imagen de Aspen. Sacudí la cabeza para quitarlo de allí, pero fue inútil.