Capítulo 24
Narra Omnisciente
El deportivo entero estalla en vítores y festejos cuando el equipo de Carsson termina el partido con la mayor puntuación. Carsson corre a las gradas para abrazar a Madeline y hacerla girar en el aire antes de besarla en frente de todos.
—Te lo he dicho, siempre gano —le susurró al oído, aunque su vista estaba fija en Aspen, más atrás, que pudo leer sus labios con facilidad, haciéndolo enfadar— ¿Lista para ir a la fiesta? Esta noche será la mejor de todas.
—Supongo —sonríe Madeline con dudas pero intentando estar segura de que aún quería ir.
Carsson le pide que la espere para irse juntos luego de cambiarse de ropa como todos los de su equipo. Los jugadores van a los vestidores y se dan una rápida ducha. Paul, un amigo de Carsson, llama su atención con unos leves golpes en el brazo y apunta hacia Theo, que estaba distraído mientras se colocaba sus pantalones.
—De seguro está pensando en esa vieja —se burla Paul riendo por lo bajo y haciendo aparecer la sonrisa de Carsson, quien vuelve a mirar a Theo.
—Eh, Theo —lo llama Carsson—. ¿Jennifer Parks? ¿En serio?
—¿Qué tiene, amigo? —sonríe Theo—. Me gusta.
—Lo sé, y no lo entiendo. Esa chica está más abierta que una maldita perra en celo —se burla Carsson haciendo reír a todos, menos a Theo.
—El que se haya acostado con varios hombres no la hace diferente a nosotros, ¿con cuántas chicas te has acostado tan solo en esta semana, Carsson? —lo reta Theo.
Los del equipo canturrean un provocativo "uhh", pero Carsson sonríe más y sin molestia alguna de aceptar la verdad, levanta las manos a modo de paz admitiendo su derrota. Ni siquiera podía recordar un número aproximado.
—Pero ya en serio, ¿no te gusta cuando son más apretadas? Se siente mucho mejor —insistió Carsson.
—Sí, el capitán tiene razón.
—La tiene. Son más ricas al estar apretadas —los demás hacen muecas placenteras y gestos obscenos.
—Creo que eso no tiene importancia cuando te gusta la chica. Lo entenderías si dejaras de jugar con ellas, especialmente con Madeline Lennor. ¿Qué planeas Carsson? Jamás te habías fijado en ella antes.
—Es porque antes no me interesaba, Dios, tenía unos frenos que le quedaban horribles y no tenía nada por aquí, ni allá —apuntó a los senos y luego al trasero consiguiendo hacer reír a sus compañeros—. Pero ahora... ¡Joder! Desaparecer por un tiempo le hizo tan bien. Si hubiera sabido de su gran cambio desde antes con gusto iba a su tonta fiesta de máscaras.
—Uy, recuerdo esa noche. Justo fue cuando nuestros reyes ganaron el partido ¡Que grandes! —comenta otro jugador haciendo festejar a los demás.
—Carsson... Le insististe para que vaya a la fiesta hoy, ¿qué piensas hacer? —Theo ya sabía la respuesta pero quería que lo dijera para poder golpearlo mejor.
—¿No es obvio? La voy a desvirgar como Dios manda —Carsson golpea los cinco con Paul y otros jugadores—. Haremos lo mismo que con Lena cuando comenzamos a salir. No te acobardes esta vez.
—Ya veo...
De repente, y sin que nadie pudiera preverlo, el capitán del equipo cayó al suelo con la nariz goteando sangre. Todos se levantaron mientras Theo sacudía su mano luego del golpe que le ha dado a Carsson.
—¡¿Qué mierda, Theo?!
—¡Oye! ¡¿Qué te pasa?!
—Eres despreciable, Carsson. No entiendo cómo pude ser tu mejor amigo durante tanto tiempo y no notarlo antes. Me das asco.
—¡Joder! —Carsson se levanta adolorido y mira furioso a Theo—. ¿Qué esperan? Sujétenlo.
Sus compañeros le hicieron caso al instante, no importaba cuanto Theo forcejeara para librarse, eran más que él. Carsson se le planta en frente y le da un golpe en la mejilla con fuerza.
—Pasar tanto tiempo con la zorra de tu novia te ha hecho daño. Theo. Haz olvidado con quien te estás metiendo y cuál es tu posición.
Carsson le da con la rodilla en el estómago hasta hacerlo perder el aire y caer de rodillas. Él sigue golpeando a Theo tantas veces hasta dejándolo medio inconsciente al final, ordena que lo suelten y él cae al suelo adolorido.
—Vámonos, la fiesta nos espera.
Todos asienten estando de acuerdo y salen de los vestidores ya listos para irse. Theo se mantuvo allí sin poder moverse demasiado por el dolor que le recorría de punta a punta por todo el cuerpo, empezó a toser y un poco de sangre escapa de sus labios, manchando el suelo.
—Linda, lamento la espera —Carsson se acerca a Madeline para abrazarla, como si no hubiera pasado nada.
—Carsson, ¿estás bien? ¿Qué te ha pasado? —preguntó Maddie preocupada al ver su nariz golpeada.
—Oh, ¿esto? Solo un idiota del equipo rival que no supo aceptar la derrota, no te preocupes. Mejor, ¿nos vamos?
—¿Seguro quieres ir así?
—Claro. Ya quiero llegar a la fiesta con mi novia.
"Y no aguanto por estar dentro de ti de una vez por todas".
Carsson sonríe ante sus pensamientos, agarra a Madeline por la cintura y se la lleva consigo hasta su auto para llevarla a la fiesta.
Jen solo los ve irse con un suspiro profundo y comenzando a preguntarse en dónde estaba Theo, ¿por qué aún no salía? Ella decidió ir a buscarlo al cabo de unos minutos, ya impaciente. Llegó hasta los vestuarios del equipo masculino y entró sigilosa, hasta darse cuenta de que no había nadie más.
—¿Theo? —miró a todos lados hasta dar con él, aún tendido en el suelo— ¡Oh, Dios! ¡Theo!
Ella se apresura a socorrerlo y detener el sangrado de su nariz. Theo abre los ojos apenas y la mira sujetando su cabeza.
—Jen... —él empieza a toser de nuevo por la sangre que molestaba en su garganta—. Carsson...
—Él ya se ha ido con Ellie a la fiesta.
—¿Qué? No... —Theo intenta levantarse pero le fue muy doloroso tan solo tratar de hacerlo—. Madeline no debe llegar a esa fiesta.
—¿Qué dices? ¿Por qué?
—Carsson... él solo quiere follar a Madeline, y cuando termine de estrenarla hará que el equipo haga lo mismo, como hizo con Lena hace años.
—¡¿Qué?! —grita Jen sorprendida y horrorizada por esa revelación, pero entonces se escuche un gran golpe tras ellos que los hizo mirar a la entrada del vestuario.
Aspen sale rápidamente luego de azotar la puerta y corre hasta su auto para conducir como un verdadero desquiciado hasta la casa de Carsson. No le importó casi chocar varias veces, o ir por calles de un solo sentido y hacerlo al contrario. Él solo quería llegar antes de que Madeline cometiera semejante estupidez.
—Aquí tienes, linda —Carsson le deja una bebida en sus manos y ella le agradeció por lo bajo.
Madeline miró el vaso con alcohol, aprovechando que Carsson no veía por estar tomando del suyo y tiró del contenido en una planta a un lado. No estaba de humor para tragos y tampoco es que le gustara demasiado de todos modos... Lo que no sabía es que eso la acaba de salvar de algo peor, pues Carsson había disuelto una píldora en su bebida. Siguiendo los mismos pasos que usó con Lena en su momento.
—Wau, ¿ya te lo acabaste? Creí que dijiste que esta era tu segunda vez en una fiesta —se sorprende Carsson con una sonrisa de oreja a oreja.
—Sí, bueno... Jen me enseñó un par de cosas en la primera.
"Al menos sirvió de algo esa zorra."
Carsson besa a Madeline con intensidad y la toma de las manos para levantarla de su asiento y bailar. Disimuladamente les dedica una mirada a los chicos que ellos ya conocían, pues en cualquier momento Maddie tendría que caer...
Carsson y Madeline bailaban al ritmo de la música, consiguiendo que Madeline se divirtiera realmente, soltándose sin la necesidad del alcohol en su cuerpo, y bailó con Carsson hasta que lo hizo creer que ya estaba funcionando la píldora sin que ella lo supiera. Carsson empezó a besarle el cuello y bajar hasta su pecho, entonces volvió a su oreja.
—Vamos arriba, mi amor...
Madeline entró en pánico internamente por saber lo que Carsson quería, sus dudas volvieron, pero había venido hasta aquí sabiendo lo que podría pasar. Asintió estando de acuerdo y él la guio escaleras arriba. Llegaron a su habitación en donde él cerró la puerta y la acorraló por esta para besarla con intensidad, sus manos recorrieron su cuerpo, subiendo por sus muslos hasta por debajo de la falda que llevaba puesta, pero Ellie lo detuvo.
—¿T..Tienes un condón? —preguntó apenada recordando las advertencias de Jen, y quizás también para ganar algo de tiempo en lo que se mentalizaba.
—Eso molesta, no me dejará sentirte bien... —Carsson vuelve a besarla pero ella insiste volviendo a detenerlo.
—Por favor, Carsson...
Él resopla frustrado, en su interior estaba maldiciéndola de verdad por ser tan molesta y no dejarlo seguir.
—Creo que tengo alguno en el baño. Ahora vuelvo... Ponte cómoda.
Él entró al baño para buscar el "dichoso condón", como él lo dice. Madeline mira a su alrededor con dudas pero termina por suspirar y empezar por quitarse las bragas, pensando en que no quería sentirse muy expuesta aún y ese era un buen primer paso -aunque de todos modos se sintiera así-.
—¿Hm? —ella notó algo brillar en un estante, algo escondido.
Se acercó allí pero justo en ese momento Carsson sale del baño con un condón en mano.
—Lo tengo, ¿mejor? —cuestionó.
Madeline asiente y prefiere ignorar lo que había en el estante para centrarse en su novio. Carsson ve las bragas en el suelo y sonríe con satisfacción al saber que ya no llevaba nada por debajo de su falta. Le tiende las manos y la hace sentarse en el borde de la cama, él se arrodilla mientras acaricia sus piernas y sube sus manos hasta colarse debajo de su ropa, acercándose cada vez más a su intimidad.
—E..Espera.
—¿Ahora qué? —preguntó Carsson intentando no sonar tan fastidiado como realmente lo estaba.
—N..No sé si pueda... ha..hacer esto —admitió finalmente—. Lo siento.
—¿Qué?
Madeline se levanta para irse apresurada, pero Carsson no lo iba a permitir, ya esperó demasiado y ya había llegado lo suficientemente lejos como para detener esto.
—No, tú no te irás como si nada —él la jala hasta tirarla sobre la cama de nuevo. Madeline cierra las piernas con fuerza e intenta alejarse lo más posible.
—¿C..Carsson? —él se coloca encima de ella, apresando sus piernas bajo su cuerpo y al igual que sus muñecas, sujetándolas a ambos lados de su cabeza—. Carsson, por favor. No estoy lista para esto... E..Estoy asustada...
—Y eso solo me confirma que esta es tu primera vez. Así que se sentirá mucho mejor...
Acerca su rostro a sus labios pero termina besando su cuello, bajando a sus senos.
—P..Pero...
—Vamos, Ellie... me tienes como loco todos los días, ¿no puedes ayudarme un poco aunque sea? ¿Tenerme compasión?
Sujeta sus muñecas con una mano para librar la otra y poder acariciar su cuerpo, colándose por debajo de su top, intentando alcanzar sus senos.
—Eres tan hermosa...
—Carsson. D..Déjame, por favor. No quiero.
—Agh, ¿por qué mierda aún no obedeces? Se supone que la píldora debía hacerte efecto ya —soltó Carsson con enfado porque ella no se sometiera a él, haciendo sorprender a Madeline.
—¿P..Pildora?
—Joder, sí, ¿qué tan lenta eres? Te has tomado el trago, ¿verdad? Debería funcionar entonces.
—Suéltame.
—No lo haré... —Carsson sujeta a Madeline por las mejillas para que lo mirase—. He esperado mucho por este momento, que ya me he hartado. Pero ni el idiota de Donnovan podrá arruinar mi plan como lo hizo en la fiesta anterior.
—¿Qué estás diciendo? ¡Suéltame ya! —ella forcejea pero Carsson aprieta aún más el agarre en sus muñecas hasta el punto de comenzar a hacerle daño, pero eso le importaba poco, pues comenzaba a sentir como la mano de Carsson se metía bajo su falda. Estaba más que aterrada.
—¿No recuerdas? El vaso que él te ha quitado... el que tenía algo más que alcohol. Los chicos que te la pusieron seguían mis órdenes pero fueron tan incompetentes que no consiguieron nada... —Carsson se burla y toca los pliegues de Madeline, haciéndola sobresaltarse—... y yo fui más lejos sin la necesidad de esas drogas. Aunque intenté usarlas y al parecer tú no la tomaste, viniste a mí sin esfuerzo... eso es un logro para mí.
—¡D..Déja de tocarme! ¡Basta ya. No quiero esto!
Con lo último ella consigue darle un rodillazo en su parte privada, Carsson se retuerce de dolor y ella aprovecha para levantarse, agarrar sus bragas y ponérselas de nuevo para sentirse un poco más protegida que sin ellas. Al ver como Carsson comenzaba a levantarse aún más enojado, ella se apresura a tropezones a alcanzar la puerta.
—Maldita perra.
Carsson atrapa el cabello de Madeline quien suelta un quejido de dolor, la hace girar y le da un golpe en la mejilla que la tira al suelo con el labio partido. Ella se arrastra hacia atrás cuando el avanza y entonces intenta patearlo de nuevo pero Carsson sujeta su pie antes de que pudiera acertarle.
—Buen intento. Pero no funcionará dos veces.
Madeline levante el otro pie y vuelve a patearlo hasta que la suelta. Ella se levanta y sale corriendo de la habitación escaleras abajo y con las lágrimas nublando su visión. Golpeaba a los demás para que la dejaran pasar, algunos estaban tan borrachos que ni siquiera se les podía ocurrir reclamarle como otros lo hacían.
—Madeline —de repente su cuerpo choca con alguien que inmediatamente sujeta sus brazos, Aspen al fin había llegado, pero más tarde de lo que quisiera.
Él la vio y supo de inmediato lo que había pasado. Madeline, se suelta de su agarre y vuelve a salir corriendo mientras solloza en el camino. Aspen quiso correr tras ella pero se detuvo apretando los puños y fue por el lado contrario. Llegó hasta la habitación en donde los amigos de Carsson le estaban poniendo hielo en su entrepierna.
—¡No me toquen! —los espanta a todos, cuando ellos se apartan le permiten a Carsson encontrarse con Aspen— ¿Qué haces tú aquí? ¡Lárgate!
—Ten por seguro que lo haré tan pronto como termine con ustedes.
Aspen cierra la puerta tras él y truena sus dedos asustando a la mayoría, incluso Carsson se notaba nervioso. Aspen no fue con rodeos y les dio a todos una gran golpiza, no dejó escapar a ninguno aunque no hayan hecho nada ahora, se lo merecían completamente y nadie pudo detenerlo. Todo un equipo de básquetbol terminó en el suelo, algunos inconscientes, otros llorando y pidiendo que los perdonaran y que los dejaran en paz. Aspen se acerca a Carsson, a quien le tuvo especial atención, y lo levanta sujetándolo por el cuello de su remera.
—La próxima vez no seré tan blando. Si te veo cerca de ella otra vez, esto que acaba de pasar habrá sido nada comparado con lo que te espera.
Carsson no fue capaz de responder por todos los golpes que tenía en el rostro, sin embargo, algo brillante en el estante igualmente llamó la atención de Aspen, soltó a Carsson y caminó hasta allí, revelando una cámara oculta y aún encendida. Encontró el video de cuando Madeline y Carsson llegaron a la habitación, cuando ella le pidió un condón y cuando se quitó las bragas. Eliminó los vídeos apenas viendo los primeros microsegundos hasta que se quedó al ver cuando ella se arrepintió y golpeó a Carsson dos veces y se fue.
Dejó notar una leve sonrisa de alivio luego de saber que Carsson no había conseguido lo que tenía planeado. Borró todo por completo y luego lanzó la cámara contra una pared antes de pisar los restos.
—Eres un verdadero hijo de puta —pateó la cabeza de Carsson y por fin pudo correr en busca de Madeline.
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