Capítulo 20
—¡Ellie! —Jen levanta la mano y me saluda cuando me ve llegar a la escuela.
Sonreí levemente dirigiendo mis pasos hacia ella, pero antes de empezar a caminar, Carsson apoya su brazo sobre mis hombros y besa mis labios por sorpresa.
—Hey, linda ¿cómo estás?
—Bien, ¿y tú? —sonreí un poco menos.
—Excelente.
Me hizo caminar, pasando de largo junto a Jen que se me quedó mirando, esperando a que regresara con ella. Di vuelta la cabeza para verla y le sonreí como disculpa antes de que Carsson volviera a llamar mi atención al saludar a sus amigos.
—Hey, amigo —Theo le pasa la mano y luego me mira a mí con una leve sonrisa—. Hola Madeline.
—Hola —lo saludé a él y a los demás.
El timbre del inicio de clases resuena por todo el lugar y Carsson se despide de sus amigos que se alejaron para ir a sus clases, puesto que algunos no estaban siquiera en nuestro curso.
—Hey, hoy es un día libre para el equipo y debemos terminar el proyecto en grupo. ¿Te parece ir a mi casa después de la escuela? Claro que también deberíamos invitar al idiota de Donnovan, pero no importará... Si intenta hacernos algo mis guardias lo sacarán de mi casa, así que no te preocupes.
—Claro... —fue mi única respuesta.
En realidad no me gustaba esa idea de que sus guardias se harían cargo. Aspen no lo golpearía sin razón, ¿o sí? ¿Tuvo alguna razón cuando lo golpeó por primera vez? ¿Sería capaz de golpearme a mí
Sacudí la cabeza para borrar todo tipo de pensamientos con respecto al tema y volví a sonreír, pero justo en ese momento vimos a Aspen pasar frente a nosotros para entrar a clase.
—Eh, Donnovan —lo llama Carsson. Apenas sentí su mirada sobre mí, mi cuerpo se tensa y estremece un poco—. Después de la escuela en mi casa, haremos el proyecto allí.
—¿Por qué sería en tu casa? —preguntó enarcando una ceja.
—Porque claramente no lo haremos en la tuya, ¿quién sabe? Quizás entrenaste a tus pulgosos perros dóbérmans para atacarnos.
Aspen frunce los labios ante el insulto a sus perros, me mira esperando a que hiciera algo antes de que él mismo lo hiciera, yo solo hice una mueca y jalé a Carsson.
—Ya, vámonos.
Él suspira y por suerte me hace caso, quise pasar junto a Aspen para entrar por fin, pero Carsson tenía otros planes, él me jala del brazo y me acorrala contra la pared para besarme con intensidad, incluso mordió mi labio inferior.
—¡Tsk!
Aspen se va y yo separé a Carsson para tocar mi labio, pues me había cortado un poco.
—¿Por qué hiciste eso? —pregunté molesta.
—¿No te parece graciosa su expresión enfadado? Porque a mí sí —empezó a reír levemente a la vez que me tomó por la cintura y me apegó aún más a él—. Queriendo tener algo que no puede conseguir... Lo hace sentirse frustrado, se nota que siempre obtuvo lo que quiso desde que nació. No sabe perder.
Ríe mientras vuelve a besarme pero yo negué con la cabeza y lo alejé ligeramente, aunque no quería que se enojara por haber hecho eso, así que le dediqué una pequeña sonrisa antes de dejar un casto beso en su mejilla.
—Vamos antes de que empiece la clase.
Suspiró pero terminó asintiendo resignado. Me tomó por la cintura de nuevo y ambos entramos al salón, yo aún tocaba mi labio inferior por el ardor y el sabor metálico de la sangre. Miré al frente y vi a Theo junto a Jen y frente a Aspen... en mi lugar. Aspen me mira con severidad, niega con la cabeza para sí mismo y aparta la vista hacia un compañero a su lado con el cuál entabló una conversación. Cruzamos por su lado pero me sorprendió cuando disimuladamente alcanzó mi mano y la rozó con sus dedos. Lo miré de reojo y luego a Carsson, aunque este no lo había notado... por suerte, no quería que volvieran a pelear.
Carsson y yo nos sentamos en nuestros lugares, él se dispuso a hablar con otro de sus amigos del equipo. Yo miré al frente y vi a Jen mirándome, me sorprendió a mí misma el que no pudiera sostenerle la mirada, apartando la mía y terminando por notar a Aspen. Él me miró por encima del hombro pero lo distrajo el profesor hablando sobre el proyecto.
A pesar de lo que había pasado en estos días supe separar mi realidad de mis trabajo, hice la mayoría de mi parte y también noté que Aspen hizo completamente lo suyo. Solo faltaría Carsson... pero al estar de vuelta en el equipo le consume tanto tiempo que no puede hacerlo.
Aunque hoy lo haremos. ¿Cómo será estar en una misma habitación ahora con mi novio y el tipo que me odia? ¿Qué se supone que quiso decir Carsson hace rato? ¿En qué se supone que Aspen perdió?
Dejé de pensar en esas trivialidades para prestar atención a las clases a partir de ahora. Mantuve mi cerebro ocupado haciendo mis tareas para no pensar en nada más, ni siquiera en Carsson a mi lado. Pero en el almuerzo no pude evitarlo, él me arrastró hasta su mesa con sus amigos cuando quise ir con Jen a nuestro lugar de siempre.
—Vamos, linda, siéntate conmigo. Me gusta tenerte cerca de mí —Carsson me abraza al sentarme a su lado y no pude negarme. Pero entonces uno de sus amigos le da un leve codazo para llamar su atención.
—Hey, miren allí. Ese tipo, ¿qué se supone que está usando? —se burla su amigo de un chico que tenía una remera del anime "Death Note", una remera que yo también tenía guardada en mi armario.
—Es uno de esos raritos que de seguro ni se bañan —le sigue otro llamando mi atención. Las risas de todos se hicieron más fuertes y yo sentía que su ambiente me excluía completamente.
—¿Qué no sabe que esos son dibujos para niños? ¡Es tan ridículo! —miré a Carsson sorprendida por su comentario tan básico de las personas que no toleran que a otros les guste el anime.
—Seguro tiene una almohada con una de esas monas chinas pintada, para abrazarla y besarla —uno de sus amigos simula abrazar una almohada y besarla como una burla.
Me sentí tan fuera de lugar... Bajé la mirada hacia mi comida pero entonces Carsson me da un leve empujón.
—Oye, ¿Qué pasa, nena? ¿No te parece ridículo ese tipo? —suelta leves risas—. No me digas que te gustan esas cosas.
—Oh no, claro que no. Me parecen... muy infantiles —sonreí y Carsson me abraza aún más. Ahora que sé su opinión con respecto a las personas que vemos anime, será mejor que nunca se entere que soy una de esas "raritas".
—Esa es mi chica.
—Te has conseguido un mejor partido, Lena era tan aburrida —dice uno de sus amigos.
—¡Joder y que cuerpazo! —los demás me miran con tanto descaro que me hizo sentir tan incómoda—. Tu nueva novia sí que está bien buena.
Me sobresalté por sus comentarios completamente inapropiados y miré a Carsson esperando a que los insultara o algo, que me defendiera... pero en su lugar empezó a reír y a asentir, demostrando que estaba de acuerdo con ellos.
—Claro, yo siempre busco lo mejor para mí.
Hice una mueca asqueada e intenté irme en ese mismo instante, pero Carsson me agarra del brazo y me hace volver a sentarme.
—Eh, ¿a dónde vas, linda?
—Carsson, lo siento pero los comentarios que hacen sobre mi cuerpo me están incomodando. Y como tú no haces nada para detenerlos, prefiero irme.
Todos abren los ojos de par en par y sueltan un "uhhh" largo y provocador. Carsson frunce el ceño y me mira incrédulo, como si el que me defendiera o demostrara mi desagrado fuera una tontería.
—¿En serio te molesta? ¡Dios! ¿Quién te entiende? Le diste dos bofetadas a Donnovan porque dijo que le daba asco tu cuerpo y ahora también te quejas porque te dicen que te ves bien. Mujeres, jamás están contentas con nada.
—Alto. ¡¿Le dio dos bofetadas a Donnovan?! ¡Genial!
—¡Joder que ovarios!
—¡Y sigue con vida! Tu mujer sí que es una fiera, capitán.
—Quizás quieras compartirla algún día como lo hacías con Lena —de repente siento una mano en mi trasero que me espantó hasta hacerme dar un brinco en mi lugar.
Me levanté de golpe y me di vuelta para ver a aquel que me había tocado, se alejó unos pasos levantando las manos a modo de paz y sonriendo satisfecho por mi reacción.
—Wow, tranquila. Era una broma —dijo él.
—Ten cuidado, Jhon, no vaya a ser que también de abofetee a ti.
Miré a Carsson en busca de apoyo pero él solo se reía, ¡¿Cómo es que solo se ríe?! De verdad, ya tuve suficiente de esto, me aparté de ellos y salí de la cafetería a paso apresurado, aunque no tardé en escuchar pasos tras de mí.
—¡Maddie! ¡Madeline, vuelve! ¡Ellos solo estaban bromeando!
—¡¿Bromeando?! ¡Me tocó el culo, Carsson, y tú solo te reías! —me agarré el puente de la nariz y conté hasta el número que sea para calmarme. De nuevo ¡No funciona esto de contar!
—Lo sé, lo sé, son unos idiotas, lo reconozco. Pero son mis amigos y me gusta cuando mis novias se llevan bien con mis amigos.
—¿Te refieres a compartirlas con ellos?
—Eso es... —lo interrumpí.
—Yo no soy Lena, Carsson. No esperes que me acueste con cualquiera solo porque son tus amigos y tú estás de acuerdo con eso. No me gusta, la simple idea la aborrezco...
—Lo sé y no espero que lo hagas —me acarició los brazos y besó mi frente con ternura para intentar apaciguarme—. Lo siento, Maddie... No volveré a permitir esto, en serio.
—Por favor no lo hagas.
—No lo haré... lo prometo —me abrazó consiguiendo que finalmente pudiera calmarme y creer en él.
—No quiero ir de vuelta ahí, al menos no por hoy.
—Está bien, vamos a otro lugar —dijo sujetando mi mano y jalando de mí levemente para que lo siguiera.
Así lo hice, y además me animé a colgarme de su brazo. Carsson me sonríe y yo también le regresé el gesto al estar más tranquila. Fuimos a un pasillo vacío en el edificio y nos sentamos en las escaleras de éste, me coloqué entre sus piernas y me apoyé en su pecho.
—Oye, ¿en serio crees que es ridículo que a alguien de secundaria o preparatoria le guste el anime? —cuestioné.
—Pues... sí. Después de todo, son dibujitos animados que ven los niños.
—Bueno... tienes razón.
Apoyé mi cabeza en su hombro y suspiré pesadamente. En realidad no la tiene, pero no quería pelear por algo tan tonto como eso, solo no debía comentarle sobre que yo soy una rarita más y ya. Todo estaría bien entre ambos.
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