Capítulo 10
—Me acosté con Aspen.
—Hola Madeline, ¿cómo estás? ¿Qué tal tu mañana? —hablé sarcástica abriendo mi casillero mientras ella reía y rodaba los ojos.
—Hola Ellie, ¿cómo estás? ¿Sabes algo? Me acosté con Aspen y fue mi mejor decisión en toda mi vida.
—Estoy bien, gracias —saqué unos libros y cerré mi casillero para huir de la conversación explícita que veía que quería tener.
—¡No me ignores! —se queja Jen persiguiéndome.
—Lamento no querer escuchar tu interesante actividad sexual con el hijo del socio de mi padre —mencioné haciendo muy evidente el sarcasmo aún en mi tono de voz—. Algunos debemos entretenernos con otras cosas para no pensar en nuestra triste vida sin sexo.
—Es verdad, pobre de ti, mi otaku que no se baña —ella me abraza y yo la empujé.
—¡Sí lo hago! —bufé entrando a clase y notando que Aspen ya estaba allí.
Noté las miradas lujuriosas que se lanzaban él y Jennifer, ella de inmediato fue hasta Aspen para coquetear con él y sentarse en sus piernas. Quise simular una arcada pero me detuve y fui a sentarme en mi lugar.
Levanté la mirada cuando en ese momento entró Carsson con sus amigos y por primera vez, su mirada se fijó en mí y dejó ver una sonrisa ladina. ¡Joder, denme aire! Mejor que él me haga respiración de boca a boca... ¡Contrólate, Madeline!
Pasó a mi lado para ir a sentarse, pero al estar junto a mí me guiñó un ojo. ¡¿Qué es esto, Dios mío?! ¡¿Qué está pasando?! ¿Desde cuándo Carsson me nota?
—Señorita Parks, el regazo de su compañero no es su asiento —reaccioné cuando la profesora entró a la clase.
—¡Oh! ¿En serio? Ups, me he equivocado, lo siento —mi mejor amiga se levanta y le dedica una sonrisa sensual a Aspen antes de sentarse en su verdadero lugar junto a mí.
Los miré a ambos un segundo para luego rodar los ojos y volver la vista al frente, cuando la profesora empezó con su explicación. Me concentré tanto como pude en la primera hora, pero en la segunda empecé a sentir leves golpecitos en mi silla que lograban molestarme. Lo ignoré todo lo posible pero ya hasta se me había aparecido un TIC en el ojo que también molestaba, así que suspiré y volteé a ver a Aspen tratando de mantener la calma y no estallar como la última vez.
—Oye, ¿puedes parar de golpear mi silla, por favor? —y eso que traté de ser educada.
—Hm... no me apetece.
Me sonríe con burla haciéndome aparecer de nuevo el TIC en el ojo. Me giré y llevé mi silla más al frente, pero fue como si buscara molestarme porque me alcanzó de nuevo. Apreté los puños y conté hasta cinco para tranquilizarme, ¿en serio esto de contar le funciona a alguien? ¡Porque a mí no! ¡Para nada funciona!
—Jen, cariño... ¿le dices a tu novio que deje de golpear mi silla? —pedí.
—¡Pero Ellie! —susurra y se hace la sorprendida antes de sonreír—. Novios no, compañeros de cama sí.
—Pero dile...
Ella ríe antes de girarse hacia Aspen para llamar su atención, eso funcionó pues él se concentró en ella y dejó de golpear mi silla. Suspiré aliviada y pude concentrarme en lo que estaba haciendo.
El cambio de hora llegó y todos nos levantamos para ir a por nuestras cosas de la siguiente asignatura. Sin embargo, noté que Aspen y Jen reían cómplices cuando Jen se me acercó.
—Nena, lo siento, te dejaré sola esta hora. Nos vemos en el almuerzo, ¿te parece? —ella me veía desesperada por dejarme e ir con Aspen pero por ser mi amiga no lo hacía aún.
—Me dan asco, ¿lo sabías? Estamos en la escuela, loca —la regañé haciendo que Jen dejara escapar una risa con ganas.
—Y eso lo hace más excitante.
Sacudí la cabeza con una mueca para quitarme esa imagen de la cabeza a la vez que abanicaba la mano en una seña para espantarla.
—Vete, vete. Que parecen no poder aguantarse el celo.
Jen me abraza riendo para luego ir junto a Aspen y casi correr a algún lugar en donde hacer sus cochinadas. Bufé, agarré mis cosas, cerré mi casillero y me di vuelta para irme, pero de repente volví a chocar con alguien que me sujetó antes de caer.
—Deberíamos dejar de toparnos así —Carsson me ayuda a enderezarme— ¿Estás bien?
—S..Sí, sí... lo siento, de nuevo —mencioné nerviosa y apenada porque pasara lo mismo por segunda vez.
—No te preocupes, de todos modos quería encontrarte.
—¿Eh? ¿A..A mí? —pregunté incrédula.
¿Carsson me buscaba a mí? ¡¿A mí?! Creo que voy a desmayarme... auxilio.
—Sí, a ti —sonríe de una forma que me hace debilitar las rodillas—. Eres buena en los estudios... y necesito mejorar mis notas para seguir en el equipo de básquet, así que... quería saber si... ¿te importaría ayudarme?
¿Darle clases particulares a mi amor platónico de toda la vida con el que estaré a solas mientras lo hago? ¿Es ganar o perder? Porque me vería siendo una torpe por estar a su alrededor.
—B..Bueno... si es por ayudarte a seguir en el equipo no me molestaría —sonreí un poco pero su sonrisa se hizo más grande.
—Te lo agradecería demasiado, incluso puedo pagarte por las clases —negué rápidamente.
—N..No necesitas hacerlo.
—¿Segura? —asentí en respuesta—. Genial, eres muy amable. Oh... una cosa más —de la nada me entrega su celular en la aplicación de contactos—. Dame tu número, así podemos coordinar mejor esto de los estudios.
Agarré su celular nerviosa, con las manos temblorosas y espero que no sudando. Escribí mi número, cerciorándome de no haber puesto nada incorrecto. Se lo entregué de nuevo y él lo miró antes de sonreír otra vez.
—Estupendo, gracias, Madeline...
Joder... escuchar mi nombre siendo pronunciado por él era mejor que en mis sueños, se sintió tan bien que quise desmayarme otra vez.
—No fue... nada.
Él se alejó y fue hasta la clase de nuevo, lo seguí luego de unos segundos en los que no pude reaccionar, pero al entrar a la clase me di cuenta de una mirada asesina sobre mí... Me había olvidado por completo de la novia de Carsson, joder esa chica da miedo.
Aparté la mirada y fui casi corriendo hasta mi asiento, me sentí más aliviada pero volteé a mirar por encima de mi hombro, notando que Carsson me veía y sonreía al notar que lo vi.
Me sonrojé y de inmediato, volví la vista al frente, sacudí disimulada la cabeza para reaccionar y agarré mis cosas. Empecé a escribir todo lo que el profesor dictaba pero de vez en cuando me perdía, pues no podía dejar de pensar en lo que estaba pasando. Uy, cuando Jen se entere gritará más que yo.
Hablando de ella... Me la encontré ya cuando empezó el almuerzo. Estaba apenas arreglada y agotada cuando se sentó frente a mí con una sonrisa.
—Me dieron la acomodada de matriz más estupenda de toda mi existencia en la escuela —soltó.
—Oye, estoy comiendo —me quejé.
Ella se volteó por completo hacia mí para empezar a hablarme sobre su vida sexual con Aspen pero de repente unos gritos agudos nos hicieron voltear como a todos los presentes.
—¡¿Qué quieres decir Carsson?! ¡No puedes hacerme esto!
—Uy, uy, problemas en el paraíso —Jen mira con una sonrisa divertida hacia la pareja.
—No hagas un escándalo, Lena —Carsson se veía avergonzado por los gritos de su novia.
—¡No! ¡No me pidas eso cuando ahora mismo tú me pides un tiempo!
—Wau, finalmente van a romper —Jen realmente estaba sorprendida y me mira en busca de mi reacción. Yo no podía creerme nada de esto, quiero decir, ellos han estado juntos desde hacía años, desde que Carsson empezó como capitán del equipo.
—Pues es así. Adiós, Lena.
Carsson se aleja de ella mientras Lena continúa chillando y pidiéndole que vuelva. Pero Carsson no lo hace y en su lugar se detiene para mirarme a mí y dejar escapar una leve y casi imperceptible sonrisa antes de desaparecer dentro del edificio.
—¡¿Qué ha sido eso?! —Jen me mira buscando explicaciones— ¡En serio! ¡¿Eso qué fue?!
—Am... Carsson me sonrió —dije inocente.
—¡¿Desde cuándo pasa esto?! ¡¿Por qué no me dices nada, mujer?!
—En primera, pasó desde tu huida con Aspen. Carsson se me acercó y me pidió ser su tutora para subir sus notas y seguir en el equipo —expliqué—. En segunda, tú ni me das la oportunidad, llegaste y lo que hiciste fue hablarme de tu acomodada de matriz.
Ella parece recordar lo que hizo con Aspen porque suspira embobada y mordiendo su labio inferior. Sacude la cabeza para reaccionar y vuelve a mirarme incrédula.
—Vas a ser tutora de Carsson... ¡Eso sí es un golazo tuyo!
Sonreí sintiendo mis mejillas arder pero aquella sonrisa se esfuma cuando Aspen llega abrazando a Jen por detrás.
—¿Quién ha hecho un golazo? —preguntó.
—Nadie que conozcas, metido —solté cerrando los ojos y comiendo de mi almuerzo.
—Ellie le dará clases particulares a Carsson.
—¡Jennifer! —le reclamé por contar algo que no debía a la persona menos indicada.
—¿Qué? No tiene nada de malo que él lo sepa —comentó.
Déjala, Maddie... Ella no tiene ni idea. Pero luego puedes darle su merecido.
Aspen me mira con gran sorpresa y pareciera que su sonrisa se esfumó por eso.
—¿Le darás clases a él? —preguntó.
—Agh, sí ¿y qué? —espeté.
—No me importa en realidad pero solo te diré que no te conviene acercarte mucho a ese tipo.
Fruncí el ceño y lo miré incrédula. Negué con la cabeza y me levanté agarrando mi bandeja del almuerzo.
—Tienes razón, no te importa. Ni a mí me importa tu opinión.
—Solo ha sido un aviso, Lennor ¿por qué la agresividad? —sonríe como un idiota.
—¡Tsk! Mantén a tu novio lejos de mis asuntos, Jen —me di vuelta y me alejé.
—¡Compañero de cama, mujer!
Rodé los ojos y seguí adelante. Fui hasta la cafetería para dejar la bandeja donde debía.
—Madeline.
Me giré ante la voz que me llamó y me sorprendió el ver a Theo acercándose a mí. Él es el mejor amigo de Carsson e igualmente su compañero en el equipo de básquet.
—Theo, ¿hola? —hablé claramente sorprendida y confundida.
—Hola... quería preguntarte algo —dijo un poco apenado.
—¿Qué ocurre?
—¿Jennifer y Donnovan... están saliendo?
Su pregunta me deja con la mandíbula desencajada. ¿Theo preguntando por Jennifer y Aspen? Se ve incluso hasta rojo por haber preguntado por eso. Parpadeé un par de veces para reaccionar y suspiré profundo.
—No, son solo "compañeros de cama" como ella le llama —rodé los ojos a la vez que hacía comillas con mis dedos.
Sin embargo noté la disimulada sonrisa de Theo cuando me escuchó confirmar que Jen y Aspen no estaban saliendo como una pareja oficial.
—Genial, gracias... Oh, oye... ¿podrías no decirle nada de esto? Por favor.
—Am... claro.
Él se va casi corriendo de regreso con Carsson y su grupo.
¿"Genial"?
Tenía el impulso de ir corriendo donde Jennifer a contarle todo lo que acaba de ocurrir, pero cuando la vi con Aspen besándose tan apasionadamente algo me lo impedía, ¿fue por decirle a Theo que no lo haría o por no querer acercarme al idiota de Aspen? Quizás no quería interrumpir el momento tan fogoso y calenturiento que estaban teniendo. Como sea, no lo hice y me sentí bien y mal por no haberlo hecho, aunque todo fue olvidado cuando entramos a nuestra siguiente clase y el estudio me mantuvo ocupada de la cabeza. De verdad... olvidé todo sobre Theo y su pregunta.
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