Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Mascarada

Una historia de sexo, mucho amor/devoción, misterio y venganza.-

Disfruten :D Espero que noten como en un punto la historia iba por un la A y llega a un punto que se va al lado Z... ni yo entiendo como pasa eso. NUNCA cuando comienzo  a escribir pienso ni imagino que terminara como termina.

FIC DAMIRAE. Desde ya les aviso. Amo a Emiko Queen (hermana de Oliver Queen- Flecha)
⭐Comenten ⭐

----------------------------------------------------------------------------------------------------

ONESHOT: MASCARADA

Emiko estaba recostada en el sofá del living y miro de reojo a Raven cuando la vio entrar a la sala.

Ella llevaba unos jeans oscuros y una chaqueta a tono.

- Te espero hace tiempo princesa. ¿No te dijeron que hoy nos toca entrenar juntas?-

- Si. Me lo mencionaron pero creo que lo olvidé.-

Emiko era por de más disciplinada y puntual.

Raven lo era pero honestamente no le entusiasmaba nada entrenar con ella a solas.

Era imprudente, impredecible y tenía una fascinación por hacerla perder los estribos sin igual.

Fue a la cocina a buscar algo para beber.

Tomo un jugo directo de la botella y una pequeña flecha se incrustó en el plástico logrando verter todo su contenido en el suelo.

- Maldita sea. ¿Qué demonios te ocurre?-

- Vienes ahora mismo o entrenamos aquí. Tu sabes bien que no bromeo.-

De ninguna manera iba a ser responsable de que la lunática de Emiko destruyera la torre.

Sin decir más fue hacia el área de entrenamiento y la arquera la siguió con una sonrisa.

- Que lindo trasero tienes. Robin tiene buen gusto. Es una lástima que no pueda decir lo mismo de ti.-

Ella rodo los ojos.

- Vine a entrenar. No a hablar. ¿Eso querías, no?-

Los ojos de la hechicera se nublaron oscuros y el suelo comenzó a temblar.

Las baldosas de concreto comenzaron a ir contra la arquera y ella las esquivo con destreza.

Se arrojo al suelo y atino a apuntarle a Raven con una de sus flechas pero un escudo la envolvía.

El concreto seguía elevándose.

Otro ataque era inminente.

- Esto no es justo. Puedo equilibrar un poco la balanza...-

- ¿De qué hablas?-

La chica de cabello corto corrió a su derecha.

Tomo altura trepando una pared y estando en el aire apunto una flecha especial contra ella que nunca llego a darle si no que guardaba algo más dentro.

Un gas que la hizo toser de inmediato.

Perdió la concentración y todo el concreto que estaba elevado se precipitó al suelo.

- ¿Así que manipulando objetos a tu antojo? El idiota de Damian una vez me menciono que tuviste una pequeña aventura con un mago...-

Eso era imposible.

Nunca mencionaría tal cosa a nadie.

Menos a Emiko que sabía que tarde o temprano se mofaria de tal cosa.

- ¿De qué mierda hablas?-

- Oh si. Tu novio es muy hablador de vez en cuando. Digamos que lo atrapé haciendo todo lo posible para que Nightwing no le pidiera a ese tal Zachary que colaborará en una misión...-

Que estupido...

Raven se sentía extraña.

Exhausta.

- ¿Qué me arrojaste?-

- Una especie de tranquilizante que mantendrá a raya tus poderes por un rato. Te lo dije. No es justo con ellos. Equilibro el campo. Nada más. -

- Dame tu mejor tiro.-

- Okey.-

Emiko en cuestión de un segundo ya tenía una flecha que iba directo a su precioso rostro.

No temiendo ni por un segundo hacerle real daño.

Lo que ocurrió no se lo espero...

...nunca.

Raven con sus pequeñas y delicadas manos freno su flecha.

¿Cómo podía ser posible?

- Cómo verás con o sin mí magia puedo contigo Queen.-

- ¿Y eso?-

Era curioso.

¿No sé suponía que la princesa mimada de la Torre era totalmente inútil sin su magia?

- Antes si. Ahora no tanto. Llevo cinco años con Robin. ¿Enserio creíste que no me enseñaría un par de trucos?-

- ¿Acaso le absorbes las habilidades a cada uno de tus amantes? ¿Qué eres?-

- Ya cállate.-

- Da un poco de miedo.-

- No tuve nada con Zach y se que Damian jamás te diría tal cosa.-

- Es la primera vez que te escucho usar un nombre de mascota dulce con un chico. "Zach". Debió ser muy especial.-

- Vete al diablo.- Arrojo con desprecio sus flechas y se dispuso a marcharse.-

- ¡Oye! Hoy salgo a un club bastante interesante en la ciudad. ¿Te gustaría acompañarme? Implicaría máscara obligatoria y anonimato absoluto. Esas son las reglas del lugar.-

- ¿A qué clase de lugares vas tú Emiko?- Le pregunto con un tono de burla.

- A la clase de lugar donde no me tengo que preocupar de que descubran quien soy y tú no tendrías que soportar el acoso de los reporteros "noviecita de Damian Wayne".-

-¿A quién le dices noviecita?-

- Te lo juro cariño. Aquí no hay nada de maldad en mi invitación.-

- Perra.- Murmuró la ojiazul.

La arquera sonrió sabiendo que se negaría pero que decir... tenía que intentarlo.

Odiaba ir sola.

Además le interesaba ver como se desenvolvería la bruja en un lugar como ese tan ...tan interesante.

Raven se fue a preparar otro té para calmar sus nervios y con la esperanza de que sus poderes pronto volvieran a responderle bien.

El atrevimiento fue mucho.

¿Quién se creía?

Era una excelente titan e invaluable para el equipo pero no tenía disciplina ni respeto por ninguno en absoluto.

Un año llevaba allí y Damian debía hacer algo con ella cuando volviera.

Entro a la sala una vez más y Chico Bestia al verla se transformo en un halcón y volvió a su forma humana al estar justo delante de ella.

Los aleteos del plumífero la hicieron estornudar.

Le tapo los ojos y la giro hacia la puerta a los gritos.

- ¿QUÉ TE PASA? ¿ACASO TODOS ENLOQUECIERON AQUÍ?-

Era lo que le faltaba.

Que el idiota del cambiaformas del equipo la atacará sin sentido.

- Por favor. Vete. ¡NO ESCUCHES!-

Lo empujo con sus poderes que volvieron gracias al cielo y miro lo que tanto ocultaba.

En la pantalla de ochenta pulgadas estaba su novio besando a otra mujer.

A una desconocida para ella pero evidentemente no para Gotham.

Abrió la boca queriendo decir algo pero nada salió.

Esto podría ser un mal entendido.

Quizás ella lo beso y lo sorprendió.

¿A uno de los asesinos más letales del planeta?

¿Sorprender?

¡A quién engañaba!

Siempre pudo haberla rechazado.

Pudo haberlo evitado.

JODER.

- GGGR. - Apretó los puños y se tranquilizó asimisma.

No iba a hacer un escándalo en medio de la sala.

Emiko entro y vio lo mismo que ella.

Jaime la siguió segundos después.

- Lo sient...-

- Sh. Ni una palabra. Guardatela. - Le pidió.

Casi le suplico a Jaime.

Se marchó de allí.

No sabía ni que decirles.

Ciertamente no quería que la vean humillada por él de esta manera.

Camino por los pasillos.

A pasado pesado.

Su mano estaba sobre su mejilla.

Se miraban a los ojos.

Dulce.

Un beso tierno le regalaba a esa chica.

¿Quién era?

¿Por qué no le dijo que salía con alguien más?

¿Cómo se le ocurría dejarla en ridículo de tal manera?

Su comunicador sonó.

¿Quién más iba a ser?

Arrojo su comunicador allí mismo.

Al diablo con él.

Llego a su habitación y se arrojo en su cama.

Esto tenía que ser una pesadilla.

Su Robin jamás le haría tal cosa.

Confiaba en él.

Sus labios...

Su mirada.

¿Cómo se le ocurría compartirlos con otra?

Dolor.

Su corazón estaba oprimido.

Le dolía pensar que podía perderlo.

No.

- Jamás debiste hacerme esto.-

Maldito.

Comenzó a golpear su almohada como una estúpida adolescente resentida.

Pero era liberador.

Relajante.

---------------------------------------

~ Gotham ~

- No me contesta.-

- ¿Y qué esperabas? ¿Una invitación a la cama con frutillas y crema incluida?- Jason fue el primero en hablar luego de colgar.

Dick y Timothy comenzaron a reírse.

Todos estaban en la baticueva haciendo un plan para la noche cuando Jason recibió un mensaje y transmitió las noticias del "amor" allí mismo para que todos vieran lo que decían los medios de su pequeño hermanito.

- Que fascinación la tuya por meterte dónde nadie mierda te llama.-

- Ella lo entenderá D. Yo si quieres puedo tener una conversación con Raven antes de que le veas. Le contaré lo que ...-

- Lo mejor es que lo haga yo. Todos sabemos aquí que en quién más confía es en mi. -

- Traga vidrio Drake.- Le grito de inmediato el ojiverde de brazos cruzados.

Sabía que fue una mal idea desde el comienzo.

- Necesitábamos las huellas de la chica para poder entrar en la fortaleza. ¿Qué íbamos a saber que tenía tan mal gusto la jodida irlandesa?-

- Para un poco.- El mayor de ellos le advirtió al hombre de mechón blanco.- Robin. Tu sabes que el plan era que fuera yo en tu lugar pero se intereso en ti y era la única forma que...-

- Ya callense todos. Yo y solo yo hablare con mi novia.-

Jason comenzó a reirse desaforadamente.

- Ay. Santo cielos. Es tan gracioso escucharlo a él hablando de "novia". ¿Cuándo voy a tener el placer de conocerla en familia? Si es que siguen juntos claro después de esto...-

Damian se abalanzo sobre él y Tim entre los presentes se le ocurrió detenerlo.

Nightwing estaba totalmente dispuesto ya a que arreglaran sus asuntos a su manera.

Toda la noche anterior estuvo llena de insultos y gritos.

No paraban nunca.

- Vamos ayuda Dick.-

- No. Que se maten de una vez así terminamos esto pronto.- Estaba exhausto. Nadie lo culparía.

- Yo creo que tiene miedo de que la bruja se quiera vengar. Por eso esta tan furioso el mocoso...-

- No digas tonterías. Raven debe estar en su habitación odiándolo no más.-

- Entonces se ve que le hace falta un amigo como yo en su vida. ¿No lo creen?-

Amaba hacerlo enfadar.

Pero meterse con Raven rompía todas las barreras de su tolerancia.

Timothy decidió soltarlo.

Dick tenía mucha razón...

Jason se merecía un par de golpes y Damian desahogarse.

----------------------------------------------------------------------

San Francisco- Tres años atrás-

- Creo que esto va muy rápido.- Murmuró Raven que estaba mirando las cámaras de seguridad en la sala de cómputos.

Robin estaba sentado a su lado.

Dejo de hacer lo que hacía para mirarla.

Era seria.

Entendía a que se refería pero ¿Acaso pensaba que él la estaba presionando?

- Tarde o temprano se darán cuenta pero si no quieres decírselos estoy de acuerdo con ello.-

- No es no querer. Es solo que implicaría que todos lo sepan y que las miradas estén sobre mi. No quiero ni deseo ese tipo de atención.-

No quería mencionar la palabra "cariño" ni "amor".

No quería sonar tampoco como si no fuera capaz de hacer ningún "sacrificio" por él pero ...

- No tienes que darme ninguna explicación. No pienses tanto.-

Lo miro y sonrió.

Las cosas eran fáciles con él.

Bastaba una mirada para que la entendiera por completo.

- Lo disfrute.-

- Yo también.-

Ahora no se miraban.

Durmieron juntos. Se levantaron uno en los brazos del otro muy a gusto.

En silencio.

Apenas se cruzaron palabras en el día hasta ese momento.

- Lamento si...- Quiso disculparse por si hizo algo mal.

Sentía que había algo que no estaba bien entre ellos desde ese entonces.

No quería perderla por ningún motivo.

Quería que las cosas fueran como siempre o mejor.

- Robin, ¿Puedo dormir contigo está noche?- Lo dejo sin palabras con aquello.

Se la oía tan inocente.

Tan dulce.

Ella no era así .. jamás.

Solo para él.

Sonrió levemente.

- Desde luego.-

Era especial para él.

Siempre lo fue desde que la conoció.

Siempre sintió algo por ella que con el tiempo se convirtió en algo más... intimo.

La noche anterior fue algo que jamás olvidaría.

Intento ser prudente y no asustarla.

Cuidadoso y escuchar cada una de sus peticiones.

Ella no lo sabía pero una vez que se durmió se dedico a mirarla por un largo rato.

Acarició su mejilla. Sus labios.

Estaba fascinado por su fisionomía como buen dibujante apreciaba desde el más mínimo detalle.

A sus ojos Raven era perfecta y ella era todo lo que necesitaba hoy...

...y probablemente siempre.

------------------------------------------------------------

.Hoy. San Francisco.

- ¿Dónde está Raven?- Kon volvió justo para entrenar en el simulador y vio a todos muy extraños.

Para colmo no veía a la chica de sus sueños por ningún lado.

- Hoy es tú día de suerte Romeo.-

- ¿De qué hablas Emi?-

- Una vez más me llamas así y te obligaré a tomar un zumo de Kriptonita idiota.-

- Demasiado ruda siempre ¿No?-

Era tan linda como neurótica su compañera a sus ojos.

Las prefería más tranquilas.

Cómo Raven.

Ardientes y misteriosas pero claro.

Renunció a ella hace mucho por el bien de su amistad con Robin.

Suspiro.

- Robin la está engañando con una pollita de Gotham.-

Kon se comenzó a reír histéricamente.

- No bromees. A Robin no le da la cabeza para hacerle tal cosa a nadie. Menos a Raven. Aunque no lo crean amigos es uno de los últimos "románticos de las viejas épocas" que quedan...-

- Ya sabemos cómo es pero la evidencia habla por si misma. Enciende el televisor un rato y verás de lo que hablamos. No hablan de otra cosa hace horas- Le dijo Jaime mientras se estiraba.

- Iré a verla. - Se quitó la playera sudada y quedó sin nada.

El hombrecito de acero demostró en un segundo porque lo apodaban así.

Ocho abdominales bien marcados en su abdomen.

Nada de cicatrices y unos brazos...

Emiko atrapó uno de ellos con un lazo de una de sus armas que guardaba en su muñeca izquierda y evito que se fuera.

- Sobre mí cadáver te acercaras a ella. No lo harás ni hoy ni mañana. Más bien quizás puedas recién cuando llegue Robin.-

- Gracias Queen pero no necesito nadie que me cuide. - Raven se materializo de la nada frente a todos.

Kon le sonrió estúpidamente.

Ella lo ignoro.

- Estoy perfectamente bien. No necesitan callarse todos frente a mí ni tenerme pena. - Suspiro. - No me importa lo que haga de ahora en más ¿Entendido?-

Quizás nunca debió aceptar decírselo a ellos.

Si hubiera callado no estaría pasando este momento incómodo.

Por un año tuvieron algo sin decírselo a nadie y las cosas marchaban bien pero Kon y las escenas de celos de Robin precipitaron todo.

Emiko la veía minuciosamente.

- ¿Sigue en pie tu invitación?- La chica de cabello castaño oscuro la miro sorprendida.

- Por supuesto.-

- ¿Tienes algo...-

Asintió contenta por su decisión.

- Vamos.-

Los chicos las miraron extrañados.

Nunca las vieron tener una interacción tan cercana.

De hecho todos pensaban que se odiaban.

La situación era por de más extraña.

- ¿Chicas?- Pregunto Chico Bestia atreviendose a decir algo.

Ambas lo ignoraron.

- ¿Saben? Tengo un mal presentimiento con esto...-

- ¿Solo tú?-

Emiko era dinamita.

Raven era fuego cuando le encendian la mecha.

Bien lo sabía gracias a su súper oído.

Los escuchaba casi a diario a esos dos.

Y Raven era todo menos una mujer inocente aunque parecía serlo.

Esto no estaba nada bien...

- Tengo que llamar a Robin.-

- No amigo. No te metas en sus problemas. Él sabrá cómo salir en la que se metió.-

- Lo sé Jaime pero esa chica está loca. - Refiriéndose a la arquera que tantas veces lo enveneno en los entrenamientos...

- No les pasará nada. Descuida. Saben defenderse.-

Kon suspiró.

Tal vez estaba pensando demasiado.

A Raven se la veía molesta pero ...triste.

Una combinación conveniente para Damian hasta en tanto llegará.

------------------------------------------

Hora más tarde...

- ¿Dónde es dices?-

- La quinta y Balmory. No es un lugar que esté a la vista de todos. Se entra con unos pases. Costosos si me lo preguntas pero nada que una Queen no pueda pagar.-

- ¿Es legal siquiera lo que hacen en ese lugar?-

- ¿Diablos quien te crees que soy? Solo aceptan mayores de edad. Nada de niños.-

- Me quedo más tranquila.- Raven tomo el labial que Emiko le dió.

Se le veía bien.

La arquera la tomo de los hombros por detrás.

- Diviértete. Déjate llevar. Olvida a Damian está noche. Porque recuerda. Él cuando besaba a esa zorra te olvido a ti. ¿No?-

Asintió.

Raven no se divertía.

Ella no bailaba y mucho menos se dejaba llevar.

Robin fue su primer y único novio.

Su primer absolutamente todo.

Desde el primer beso a la primera noche de amor.

Desde que tenía dieciséis años estuvo a su lado.

Tres maravillosos años.

"Siempre serás la única Habibti."

- Jura que no te quedarás sentada en una banca llorando por él.-

Se sentía horriblemente mal.

Quizás era un mal entendido y debía responderle sus llamados.

- Y si...-

- No. Lo hizo. Se expuso patéticamente a la prensa en una terraza y te dejo así. Que se joda Raven.-

- ¿Pero y si era parte de una misión lo que paso?-

- ¿Tú hubieras besado y vaya a saber que más a otro sujeto por una misión sin importarte una mierda humillarlo por ejemplo?-

Tragó saliva.

Sus poderes amenazaban con irse de control.

- Yo lo amo.- Se acercó a su oído.

- Lo sé y no digo que dejes de quererlo de la noche a la mañana pero diviértete. Demuestra que tu puedes tener una vida sin él también. Aprende a hacerlo porque está no será la última vez que Damian Wayne te deje llorando como una niñita en tu habitación. ¿No lo ves?-

- Yo no estuve llorando.-

Ella lanzo una pequeña carcajada.

- No intentes mentirme bruja.-

- Ya vamos.- Le dijo Raven levantándose que con tacos aguja se veía sorprendentemente más alta que ella.

Era más delgada.

Quizás eso hacia que le diera la impresión ...

- Espera. Olvidas la máscara. La regla más importante del lugar es que no puedes preguntar el nombre de quién tienes delante. -

- Emiko yo no busco sexo casual. ¿Lo entiendes,no?-

- Si. Eres una total mojigata. A lo mucho espero que bailes con un chico y te olvides cinco minutos de él.-

- Gracias por tus palabras.- Tomo la máscara y las envolvió a ambas en una nube oscura que las llevo a la dirección exacta que dijo la arquera.

- Que frío. Prefiero la motocicleta. Enserio. No te ofendas.-

Rodo los ojos.

Un par de chicos que pasaban por allí obviamente iban al mismo lugar que ellas por cómo vestían.

Las miraron de arriba a abajo.

Se las comieron con la mirada.

- Fascinante. Algo como eso necesitaba en mí vida.- Murmuró Raven esperando algo más que ricos cachondos.

Jamás encontraría alguien ahí que llegara a los talones a Damian.

Aspirar a encontrar a alguien con quién tener una charla interesante era imposible allí.

Lo intuía.

Ni siquiera tenía que entrar para saberlo.

- Raven tu no tienes idea aún...-

La tomo de la mano y la arrastró allí dentro.

Se dejó llevar.

Una vez que llegaron a la puerta Emiko entrego los pases y entraron.

Estaba muy oscuro.

Demasiado oscuro.

No veía absolutamente.

Solo escuchaba pasos.

Había gente delante y detrás de ella.

Siguió caminando más rápido con cuidado por temor a tropezar hasta llegar a una pista de baile.

Musica electrónica.

Humo por doquier.

Camino adentrándose en la marea de gente.

- Emi. ¡Emi!- Intento verla pero a dónde fuera que viera todos lucían igual.

Todos llevaban la misma máscara.

Siguió caminando hasta llegar a una barra.

La música estaba muy alta.

¿Cómo podía ser posible que la perdiera así?

- Oye linda. ¿Te invito un trago?-

- Largo. - Quizás fue demasiado brusca. - Vine con alguien.- Aclaro.

Él asintió con una sonrisa y se marchó.

Jamás iba a poder fingir comportarse como alguien normal.

Jamás.

Miro al cantinero y le pidió un trago.

Bebió el contenido del pequeño vaso en un sorbo.

Su novio, amante y líder vivía rodeado de hermosas mujeres.

Con frecuencia se iba a Gotham por días, semanas o quizás al otro lado del planeta.

Está vez supo de esta pequeña aventura y si...

¿Y si no era la primera vez que la engañaba?

El alcohol quemó su garganta.

Dolía.

Al menos le hacía olvidar un tanto la opresión que sentía en el pecho desde que vio eso.

Se dio la vuelta para ver a su alrededor.

Emiko no estaba en ninguna parte.

La manera en que todos bailaban...

Los cuerpos se rozaban tanto.

Era como si en la pista de baile más de uno estuviera haciendo el amor allí mismo con la ropa puesta.

Hizo un gesto al bartender.

Otro trago.

Está vez pidió un vaso más grande.

Lo volvió a tomar de un sorbo.

Quemaba.

Amaba prenderse fuego de vez en cuando.

El calor siempre fue su mejor aliado.

La manera en que se besaban hombres con hombres. Más de un hombre con una mujer.

Cómo se tocaban.

Más de uno camino al segundo piso.

¿Qué habrá allí?

Justo cuando miro hacia ese lugar vio unas botas que reconoció de inmediato.

- ¿Emi?-

Camino una vez más entre la marea de gente.

Habían mozos en la pista de baile ofreciendo copas.

Mientras camino por la marea de gente sintió manos indiscretas sobre ella.

Camino más rápido.

Tanto humo...

Las luces hacían ver el lugar como el mismísimo infierno.

Calor.

Sentía tanto calor...

Antes de que pudiera llegar a la escalera un sujeto la freno.

- Disculpe señorita. Se sube con al menos un acompañante allí arriba. Consiga uno o más y vuelva.-

- ¿Es una broma?-

- Las reglas.-

Respiro hondo y exhaló.

Otro mozo paso delante de ella y le quitó otra copa.

Miro alrededor y negó.

No quería estar con nadie más que con Robin.

Tenía que irse.

Camino nuevamente entre la marea de gente y paro cuando sintió que se desvaneceria en cualquier momento.

Su cabeza le daba vueltas.

Bebió un poco más.

Comenzó a sonreír tontamente.

Cayó de espaldas en brazos de un extraño.

Miro su quijada.

Su cuello.

- Damian...-

Ese aroma tan varonil inundó sus sentidos.

Él no entendía porque lo llamaba por ese nombre.

Habían varias reglas.

¿Sería que la chica buscaba su "Damian" en alguien más?

¿Una fantasía tal vez?

Tenía unos ojos muy peculiares.

Una boca muy agradable y una piel suave.

Si.

Se tomó el atrevimiento de acariciarla.

Ella se reincorporo para abrazarlo del cuello.

Picoteo sus labios.

Sabía a champagne.

Alzó su pierna y la envolvió en su cintura.

Tragó saliva.

Tenía un cuerpo exquisito.

Era de mediana altura.

Delgada pero se la sentía atlética.

Tenía cabello oscuro y largo.

- No tires de las cuerdas de un hombre así.- Le murmuró al oído.

- Te necesito Habibi...-

Lo veía con cariño.

Con amor.

No recordaba la última vez que una mujer lo viera así.

Comenzó a besarlo sin previo aviso.

A meter sus manos debajo de su polera.

A tocar su piel la cual se erizo al tacto.

- No pue...-Ella poso su dedo índice en su boca para callarlo.

- No te disculpes. De nada. Hoy no. -

Suspiro.

Esa mujer lo dejaba totalmente sin palabras.

Era tan dulce.

Su voz le recordaba a alguien pero no sabría decir exactamente a quién.

Conoció a muchas mujeres en su vida.

Era mucho más joven que él.

Lo intuía sin preguntarselo.

Quizás en sus veinte años andaría.

La tomo del brazo y la llevo a los cuartos.

Los dejaron pasar está vez.

Ella miro el lugar detenidamente.

Todo le daba vueltas en su mente.

Muchas puertas.

Un pasillo amplio y elegante.

Paso una tarjeta y abrió una habitación.

Estaba tenuemente iluminada.

El hecho de que tuviera una gran vista a la ciudad y a la luna hacía el entorno bastante romántico.

Raven se acostó en la cama sin dejar de mirarlo.

Lo llamo con la mirada.

Ambos seguían con sus máscaras puestas.

Camino hacia ella.

Se comenzó a quitar lo que llevaba puesto.

Le dejo ver su cuerpo.

Sonrió.

Damian...

Abdominales bien marcados.

Cicatrices.

Entre cerro los ojos.

No me puedo enojar contigo...

Abrió las piernas y él se recostó encima.

Con cuidado.

- ¿Es claro que quiero acostarme contigo, no?-

Lo sentía inseguro por alguna razón.

Nervioso.

Por eso fue directa.

No era común sentir eso de él salvo aquella primera vez.

¿Acaso se sentía culpable?

- Me gusta todo de ti. ¿Sabes?-

Y con eso es como todo rastro de raciocinio se le fue por la borda.

Arranco su vestido de su piel y la dejo totalmente desnuda tan fácil.

Tenía varios magullones en sus pechos.

Ese Damián era real sin dudas e hizo un buen trabajo allí.

Con ella.

¿Por qué la dejaría?

¿Por qué estaba allí una mujer así con un novio?

Tocó sus senos con una mano.

Estrujo con fuerza y lo succionó mirándola.

El sonido precioso que salieron de sus labios lo hizo endurecerse tanto...

Era muy motivante.

El tamaño de sus pechos y su canto.

Mordió, succionó, beso mientras ella lo sujetaba por el cuello y enredaba sus dedos en su cabello.

Arqueaba su espalda buscando sentirlo.

Era tan evidente que lo quería...

Lo tomo desprevenido y lo comenzó a besar.

Lo dejo tan vulnerable de un segundo al otro.

Lo acostó contra la cama.

Se sentó sobre sus caderas y de alguna manera se las arreglo para quitarle con mucha facilidad los pantalones.

Se meció con su erección ya dentro de su cuerpo.

Recostó su cuerpo contra el suyo y lo beso mientras seguía con el mismo ritmo.

No necesito lubricación alguna. Estaba muy mojada ya...

- Nunca me ... cansaré de ti. -

Abrió la boca extasiada de placer.

Él se sentía pleno...

Quería y pretendía pasar la noche con esa chica tanto como pudiera.

Tal vez acabar sobre ella dos o tres veces hasta el amanecer.

Seguía enojada. Molesta pero tampoco lo podía odiar.

Él era su todo y estaba completamente segura de que era reciproco. 

Sus poderes no le dejarían equivocarse.

Estaba llegando en la cima y a juzgar por su rostro también.

- Acaba dentro de mi. Me encanta cuando haces eso.-

Nunca. 

No podía hacer tal cosa cuando no llevaba protección.

Pero si se le ocurría otra...

La arrojo a un lado de la cama y comenzó a masturbarse justo encima de ella.

Arrojo hasta la última gota sobre sus pechos.

La mujer de cabello oscuro estaba muy sorprendida por tal acción.

Eso era nuevo.

Se sentía exhausta, cansada, sucia...

Su respiración era agitada.

Gran parte de su cuerpo por encima de su cintura estaba lleno de hematomas color sangre.

Que hermosa mujer...

Se acostó a su lado y la abrazo como si la conociera.

Como si fueran algo.

No quería que se fuera.

Al menos no pronto.

- Déjame descansar ...un rato y en un momento estaré de nuevo para ti habibti.- Le dijo mientras cerraba sus ojos lentamente. 

Su tono era dulce y cariñoso.

Él sonrió y le beso los labios.

Le daría todo el tiempo que necesitará.

Mierda...

No le podía preguntar su nombre. 

Ni ella a él. 

Pero necesitaba saber quien estaba detrás de esa máscara al menos.

Lentamente se la quito un tanto inseguro y cuando vio quien estaba allí no pudo creerlo.

Ay, no.

Nunca en su más jodidas pesadillas podría imaginar que estuviera ante este escenario tan...

Me van a matar.

Esta vez si lo harán. Si no es él será ella.

Se levanto de inmediato y tomo sus cosas.

No podía estar un minuto más ahi.

Se vistió aún horrorizado y antes de largarse le hecho un vistazo.

Uno de sus muslos estaba descubierto.

¿Cómo Raven podía comportarse así en la cama?

Es decir ella siempre era tan...

Fría.

Lejos estaba de serlo con él evidentemente.

"Habibi"

Estaba tan jodido...

---------------------------------------------------------------

La mañana siguiente...

Mentiría si dijera que no se sentía cómoda.

Escucho que alguien golpeaba su puerta.

¿Desde cuándo hacían eso?

Recordó de pronto que arrojo su comunicador en algún lado de la Torre.

Se levanto y vio que no estaba en su habitación.

Desnuda.

- ¿Estás aquí?- Evito decir su nombre.

Se miro asimisma y entendió que había pasado pero y...¿Dónde estaba Damian?

Se levanto y vio los restos de su ropa totalmente inutilizables.

Con sus poderes se vistió y abrió la puerta al saber que era Emiko por su voz y presencia.

- ¿QUÉ HICISTE?- Grito la arquera. 

La hechicera no entendía en absoluto porque la juzgaba.

- Me encontré con Damian y ahora no se dónde...-

- RAVEN. DAMIAN NUNCA ESTUVO AQUÍ. - Al ver su rostro lleno de terror decidió calmarse. - Nightwing me dijo que en una hora llega con Robin a la ciudad. Lograron detener  a Shogun.-

- Tome demasiado. Pensé que era él.- Murmuró tomándose el estómago.

Recordando un poco lo de anoche.

Recordando las caricias de ese hombre que pensó que era Robin...

Se sintió bien.

Ni siquiera pensar eso.

- Emiko..- La miro suplicante.

- ¿Cómo se te ocurre que diré algo? Olvidemos está noche ¿Si?-

- ESTO ES CULPA TUYA.- Grito queriendo golpearla.

La dejo sola allí apenas entraron al salón.

¿Cómo se le ocurría?

- ¿Al menos fue bueno?-

- ¿Te parece que es momento de bromas?-

- Tienes razón. Pensaste que era Robin. Supongo que hizo un buen trabajo al menos para ti ...-

- NI UNA PALABRA.- Le advirtió apuntándole con el dedo y desapareció justo frente a ella.

S

uspiro.

- Quien iba a decir que se darían vuelta los papeles para ti Damian...-

Mentiría si no dijera que le daba un poco de gracia todo esto.

Raven se veía bastante bien.

Incluso tenía una sonrisa en los labios antes de que le dijera lo que pasó.

Lo disfruto.

¿Quién será el sujeto?

---------------------------------------

Horas más tarde...

Robin subió a la azotea y vio a su novia en la pileta.

Esa era muy extraño.

La vio antes allí pero no era lo usual.

Estuvo sumergida bastante tiempo.

No la llamo.

No sabía cómo empezar.

Ella lo vio al salir.

Sonrió.

Tal sonrisa en sus labios extraño al ojiverde.

- Lo siento. Estaba en una misión y Grayson no fue del agrado de esa mujer. -

Salió de la pileta y tomo una toalla que dejó cerca.

- No me tienes que dar explicaciones.-

Camino hacia él.

- Quiero dartelas. Nunca jamás debí acceder a lo que me pidieron por nada en el mundo. No volverá a suceder.-

- Tu trabajo es salvar vidas. No tengo nada que decirte ni reclamarte.-

Escucho a Chico Bestia decir que estaba molesta.

Muy molesta.

Incluso menciono no le importará en absoluto lo que hiciera.

No esperaba esto.

Ni sus palabras ni su comprensión.

Esperaba cuánto mínimo una dolorosa bofetada.

La esperaba y la quería en un punto.

- ¿Dónde fuiste con Emiko?-

No podía decirle lo estúpida que fue.

No solo le avergonzaria decir tal cosa si no que en un punto implicaba aceptar que no lo conocía lo suficiente.

Que cualquier hombre le daba lo mismo cuando no era así.

Cuando juro tantas veces ser suya hasta la muerte y más...

- A un antro y me abandono apenas cruzamos el umbral de entrada.

Insistió en que salgamos juntas y accedí. Fue la peor decisión de mí vida. -

- ¿Desde cuándo te involucras con Queen?-

- Ni yo lo sé pero puede ser muy persuasiva cuando alguien está un tanto inestable mentalmente.-

- No quise causarte daño ni exponerte así.-

En Gotham hace un año atrás la presento como Rachel Roth.

Su 'flamante' novia.

Nadie la reconoció como Raven de los Titanes gracias a su atuendo.

Un cabello recogido. Un poco de maquillaje...

Nadie jamás pensaría que la gótica e invisible heroína de San Francisco era la misma que se rotulaba ahora como la novia del millonario heredero más codiciado de la ciudad.

Los flashes ese día la encandilaron.

Sobrevivió al acoso gracias a él.

La repercusión en general fue positiva.

La veían "linda", "risueña".

"Misteriosa".

Prácticamente no le conocieron la voz. Ni esa vez ni nunca.

"Gracias". "Debo dejarlos". Fueron sus únicas palabras.

Sintió a Robin siempre muy orgulloso.

- No me importa lo que digan los tabloides de mí para serte honesta. -

Evitaba verlo a los ojos.

- ¿Qué pasa Raven?-

Tocó su rostro y alzó su mirada.

Lo miraba ahora y sin embargo la sentía lejos.

- Te amo Robin. Lo siento. Siento mucho haber desconfiado de ti y haberme dejado llevar por mí enojo aunque sea por un minuto. -

Lo abrazo.

Sentía tanta culpa en Raven.

Acarició su cabello.

- Habibti. Tranquila. No volverá a pasar.-

... no volverá a pasar. Yo también te lo prometo.

Lo abrazo para que no la bese.

Aún sentía el sabor de ese otro hombre en su boca.

Se ducho tres veces y decidió arrojarse a la piscina por ello.

No había manera en que no se sintiera sucia pareciera.

Cada vez que cerraba los ojos lo recordaba a él encima suyo.

Debajo.

Por todos lados.

Su boca.

Su piel.

Sus cicatrices...

----------------------------------------

Semanas después...

Todo cambio.

Nada era como antes.

La culpa la carcomia aunque nunca jamás tuvo intención de hacerlo.

Nunca.

Durmió con Robin solo un par de veces en tres semanas.

Jamás pudo entregarse a él.

Temía tantas cosas...

Una de ellas es que se diera cuenta de que le falló.

Estaba temerosa.

Paranoica.

No dejo rastro en ella de esa noche gracias a sus poderes que actuaron rápido en su sanación.

Fue estúpidamente consensuado todo y de eso no tenía dudas.

Ella misma lo arrastró allí.

Incluso él tuvo la "delicadeza" de no hacerle caso a su petición...

Fue TAN TAN ESTÚPIDA.

No podía estar mucho tiempo más así.

No podía porque se daría cuenta de todo.

Se miro al espejo.

Estaba con poca ropa.

Suspiro.

Seguía amando a Robin como el primer día pero soñaba con esa noche y era una tortura.

Incluso pensó en pedirle ayuda a Zatanna.

Ella en su amplia biblioteca seguro tenía la salida a su problema.

El problema de acudir a ella era que implicaba contarle lo sucedido y en el peor de los casos brindarle un acceso a sus recuerdos...

Pero era la única salida viable que veía.

Su comunicador sonó.

Un mensaje.

En diez minutos salían.

Con sus poderes se alistó y fue con él.

----------------------------------

Una gala donde fue con Emiko y Damian.

Celebraban nombramientos en la empresa Queen y Roy Harper daba su discurso.

Incluso Jason andaba por ahí.

Después de todo eran amigos.

Damián la sostenía de la mano.

La miraba de reojo.

Emiko aplaudió entusiasmada.

Estaba orgullosa de Roy que con ayuda de Jason estaba totalmente limpio ya hace un año.

- Hola bebe. Tanto tiempo.- Unos brazos envolvieron a Raven....

- SUELTAME.-... y por inercia ella se los quitó con violencia.

Lo miro horrorizada hasta que se dio cuenta quien era.

Fue tan fuerte su halarido que llamo la atención de quienes estaban alrededor.

Emiko dejo de aplaudir y los miro.

El resto estaba muy pendiente de las figuras que pasaban por el escenario.

Para suerte de ellos la música era alta y el salón estaba lo suficientemente oscuro.

- ¿Qué sucedió?- Pregunto realmente preocupado Jason.

Ambos hombres parados allí no entendían nada y entendían mucho a la vez.

Damian jamás la vio así.

Nunca atino a gritarle ni reprender a Jason por el atrevimiento.

Su mente estaba enfocada totalmente en...

- Raven...-

Emiko comenzó a reír y tomo a la hechicera del brazo quien miraba al suelo aún.

- Te dije que no tomarás tan rápido. Bebió ron. Fue culpa mía. La desafíe. Fue mucho para ella y ya sabes que cuando bebe se pone irascible.-

Raven asintió.

- Estoy mareada. ¿Me acompañas a beber algo que no tenga alcohol por favor?-

- Claro que si. -

Se marcharon.

Jason y Damian intercambiaron miradas.

- Lo sé.- Murmuró él más joven.

Tenía muchas teorías hace semanas.

Hoy ya no tenía dudas...

-------------------------------------

Emiko la llevo a la terraza del edificio donde nadie se atrevería a molestarlas.

- Raven no hay manera de que no sepa lo que sucedió ya a esta altura. Vendrá por mí y no importa lo que haga pero no sé lo diré. Sin embargo tú no puedes seguir así.-

- No puedo dejar que me toque. Ni él. No sé con quién estuve y se que muchos pueden vivir tranquilamente con eso pero yo no.

Yo pensé que era Damian y me entregué a ese sujeto pensando que era él.

No fue sexo. Fue algo íntimo y siento que alguien allí afuera me conoce como no debería.

Y tal vez sepa quién soy mientras yo no se nada de él.-

Quería llorar pero no lo haría.

- Te puedo ayudar a encontrarlo. Estoy segura que no me tomara mucho tiempo. -

Jamás pensó que se sentía así.

Nunca imagino...

- ¿Me puedes cubrir allí abajo? Emiko no quiero estar ahí. No quiero enfrentarme a él hoy. Necesito tomar una decisión. Puedo con esto. Solo necesito olvidarlo...-

Iba a decir que no pero la conocía.

No corría riesgo.

No.

Debía confiar en ella.

Se lo debía.

Después de todo la metió en esto al llevarla allí...

Raven voló hasta el muelle.

Tenía ganas de vomitar.

Se apoyó contra el barandal y respiro hondo.

- Te tengo que decir todo habibi. ¿Pero cómo?- Murmuró.

- ¿Qué hace una chica tan elegante y linda por aquí?-

Dos sujetos se aproximaron a ella.

Unos maleantes de poca monta.

Rodo los ojos.

Estaba tan molesta que los iba a desaparecer de un chasquido.

Elevó sus manos dispuesta a concentrar energía como siempre lo hacía pero nada surgió.

Intento hacerlo otra vez.

Nada.

Se alejo de ellos lentamente.

- ¿Qué haces primor?-

Me está afectando demasiado...¿Y ahora que hago?

Negó.

Sus poderes no la podían abandonar.

No.

No tenía sentido.

Volvió a alzar los brazos y nada.

No confías en ti misma...

Estaba tan insegura y nerviosa que no podía enfocarse en algo tan absurdo como hacer un truco que conocía desde niña.

Los hombres estaban ya muy cerca.

- Largo.- La flecha de Roy Harper rozó sus narices y por poco, de no ser por su excelente puntería, les atravesaba el cráneo.

Al ver su traje de vigilante decidieron marcharse levantando las manos.

Raven suspiro aliviada.

- Te debo una Arsenal. No sé que me pasa.-

- Escuché lo que hablaste con Emi.-

- ¿Qué?- Eso no lo espero escuchar.

- ¿Por qué harías algo como eso?-

- Porque soy el hijo de puta que estuve contigo esa noche y no un desconocido para ti. -

- No puede ser cierto.-

Él le mostró su brazo para que viera su tatuaje.

Lo recordaba.

Una serpiente.

- ¿POR QUÉ NO LO DIJISTE ANTES? NO TIENES IDEA POR LO QUE PASE.-

- Raven ambos fuimos a un antro de sexo casual y fue mera coincidencia que te toparás conmigo. Claramente no lo recuerdas pero te metiste tu debajo de mis pantalones pensando que era él.-

- ¿Y tú que hiciste mientras escuchabas el nombre de otro? Nada. Estaba totalmente ebria y no diré que te aprovechaste de mí porque estoy segura que algo tuvo que ver mí estado emocional del momento pero...-

- No lo supe hasta que terminamos. ¿Te crees que te hubiera hecho eso?-

- No sé. Dímelo tu.-

- Esto es absurdo. Jamás quise hacerte daño y pensé luego que si fuiste allí es porque querías vengarte de él. Que todo lo que pasó esa noche se acabó para ti y ya.-

- Fuimos compañeros de equipo cuatro años y se ve que no me conoces una mierda.-

- Bueno. Se acabó. Intenté ser cortes y comprensivo. Por eso estoy aquí. Me pediste incluso que ...  - Gruñó y se mordió la lengua antes de decirlo. - TE CUIDE INCLUSO SIN SABER QUE ERAS TU.-

- Te lo agradezco tanto. Que piadoso. Que caballero resultaste ser. -

- Si. Sobre todo cuando frente a mí había una perra en celo totalmente entregada a que la JODAN.-

Ella le dio una bofetada tan fuerte que Roy Harper no pudo creer que algo así pudiera hacer tan pequeña mano.

- Siempre el mismo estúpido que cree que se lleva el mundo por delante pero no sabe nada. -

- Se que la pasaste muy bien con mi pene esa noche. Porque no dices que te gusto y dejas de lloriquear de una vez. No pudiste volver con él porque no olvidas lo bien que te la pasaste.-

- Vuelve a repetir eso.- Lo tomo del traje y todo el piso, containers temblaron.

- Tu, hija de Trigon, coges como zorra y creo que por eso le gustas tanto a Damian.- Lo tomo del cuello y lo apretó.

Él dejo que lo hiciera.

Se miraban fijamente.

Ojos azules oscuros contra los zafiro.

La tomo del cabello y la beso.

Ella se negó a responderle.

Comenzó a golpearlo.

Gemía en su boca cada toque de ese sujeto.

Lo excitaba aún más.

- Al menos está vez no dices su nombre.- Murmuró entre besos mientras sentía que ella se iba relajando.

- Me das asco.- Raven le dijo y sin embargo era como si no quisiera que la suelte.

- ¿Cuántas veces soñaste con esto?- Tocó su trasero tan descaradamente...

Raven se harto.

Le mordió los labios hasta hacerlo gritar. Ambos quedaron con la boca llena de sangre.

Ella logró sacárselo de encima.

- Te vuelves a acercar a mí y te juro que se lo diré para que te borre para siempre la sonrisa de la cara.-

- Quisiera verte explicandole que llevaste a un desconocido a la cama pensando que era él cuando ni siquiera estaba en la ciudad.
Tan buena zorra resultaste ser. Quien lo diría de la seria y perfecta Raven.-

-Te vas a arrepentir de esto.-

- Nunca lo haría. Me masturbo pensando en ti cada noche...-

Si tan solo sus poderes funcionarán...

Se fue.

Estaba completamente desquiciado.

Prefería caminar sin sus poderes por Gotham sola a la medianoche antes que seguir un minuto más ante su fanfarrona y pedante cara.

Se limpio la boca.

Esto no se podía quedar así.

-----------------------------------

Días después...

19.40 pm

Las cosas volvieron a la normalidad.

Raven dejo de estar tan irritable.

La paranoia se esfumó.

Sin embargo Robin...

- ¿Volverás pronto?-

Él beso su frente.

- Lo más pronto que pueda habibi. Jason puede llegar a aparecerse en algún momento te lo advierto. Solo...-

- ...no le haré caso. No te preocupes. Tengo mucho para leer. Iré al jardín y te esperaré allí hasta que vuelvas.-

- Bien.-

Estaban en la Mansión Wayne hace dos días.

Le pediría matrimonio esa misma noche frente a toda su familia.

Ella no lo sabía.

Tomo su motocicleta.

Tenía asuntos que resolver antes de hacerlo.

------------------------------

Roy tomo un zumo energético.

Entreno cuatro horas seguidas.

Debió estar exhausto pero sentía que no había empezado.

Tenía ganas de pasar allí varias horas más.

- Hola.- 

No lo sintió llegar. Lo tomo absolutamente desprevenido.

- ¿Qué haces niño?- Le pregunto a Damian mientras siguió tomando su bebida.

No le dio mucha importancia a su presencia.

- Dimelo tú.-

- ¿Enserio te lo dijo? Jamás pensé que lo haría. Quizás tiene razón. No la conozco en absoluto.-

- Totalmente drogado eras más lúcido.-

- Para mi suerte no lo estaba. Lo recuerdo todo perfectamente. Que hermosa mujer es mi ex- compañera...- Sonrió.

Damian estaba impávido.

A una distancia prudencial de él.

- Y me ama. Hoy le pediré su mano.-

- ¿Y por qué esto me importa?-

- Porque la próxima no pienso ser tan amable contigo.-

Abrió su casillero y le mostro a Roy todo lo que tenía para él.

Varios paquetes.

Una jeringa.

Un encendedor.

- ¿Qué significa esto?- 

Estaba muy acalorado.

Robin vio sus pupilas dilatadas.

Miro su reloj.

- Debes llevar bebiendo tres horas horas...- Miro su botella.

Él la arrojo.

- Te di un poco de tus favoritos. LSD y cocaína disuelta en un buen jugo de naranja. Tienes mucho más allí dentro.-

- ¿Cómo se te ocurre...- Se sostuvo del locker. 

Sentía que se desmoronaba.

Estuvo en una granja un año desintoxicándose.

Tres años de terapia.

Mucho trabajo de quienes lo rodean y él mismo.

- ¿Realmente pensabas que no haría nada?-

- Me drogaste. Robin...-

Los últimos dos sujetos que quedaban en el vestuario se marcharon.

- Antes que Wayne soy Al Ghul recuerda. Lo pensé bien y note que no vale la pena que me ensucie las manos con basura como tú. Te acabarás a ti mismo tarde o temprano y más bien que sea lentamente...-

Quedo sentado en el suelo.

Mirándolo.

- Todo su bonito cuerpo quedo cubierto de mi. Esa imagen no me la sacarás. Nunca. Cada vez que la veas recuerda que yo la tuve a la zorra.-

Seguía provocándolo.

- Y la volveré a tener.-

Damian cerro los ojos, se agacho a tu altura y rompió una pequeña bolsa de cocaína.

Le arrojo todo su contenido en la cara.

- Si es que queda algo de ti después de está noche me gustaría verte intentándolo.-

Sus ojos estaban llenos de sangre.

- NO PUEDES HACER ESTO.-

- Dime realmente ¿Qué esperabas de mi? ¿Acaso no recuerdas que aquí el único verdadero 'hijo de puta'soy yo?-

Así solía llamarlo desde que lo conoció.

Era capaz de matar.

Lo vio hacerlo alguna vez.

¿Se pensó que no haría nada realmente?-

Se marcho de allí. 

Tenía un anunció importante que hacer hoy.

El día del evento en el que desapareció antes de que Emiko se la llevara le puso un micrófono en su atuendo.

Escucho todo lo que sucedió.

Calló.

Espero a que se lo dijera.

Nunca llego el momento.

Para Raven tenía sus planes también...

Cerro la puerta del vestuario y la trabo con una palanca.

No podía arriesgarse a que buscara ayuda....

------------------------------------------------------------------------------

FIN

HAPPY ENDING

-----------------------------------------------------------------------------

¿Qué pensaron que se los iba a dejar pasar?

Esto es un TRIBUTO la gran relación que tenían en mí fic "7 días para destruirte" encarado desde el lado más ....hijo de puta él. Ese lado es el canon 🤭 No hablo de Damián precisamente...

Comenta si te gusto :D

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro