1/6
Hwang Hyunjin estaba colapsando, documentos, papeles y más documentos, firmas, contratos, estaba volviéndose loco con todo el trabajo que tenía pero leer y corregir no era la peor parte de su trabajo como presidente de HH.Corp, sino el terrible dolor muscular que estaba sintiendo, solía pasar sus manos sobre sus propios hombros para atenuar las contracturas, y quemazón gracias a la posición en la que acostumbraba colocarse mientras leía o escribía pero eso no servía de nada, y comenzaba a sentirse estresado y malhumorado por su condición.
Al inicio no había sido más que un cosquilleo sobre su cuello, pero con el pasar de los meses solo había empeorado y se negaba a tomar más analgésicos, tomaría un descanso si tan solo pudiera dejar de trabajar un momento.
- Hey, pero mira quién volvió - Hyunjin estaba tirado sobre su enorme sofá de cuero dentro de su oficina, estaba acostado boca arriba con sus gafas puestas mientras sostenía un contrato que debía firmar, pero claro que no lo haría sin terminar de leer, la posición en la que se encontraba le permitía sentir su cuello y hombros más relajados, pero no podía estar tirado en su sofá toda su jornada laboral
- Hola Jisung - respondió el pelinegro con voz monótona, su amigo quitó el documento de sus manos.
- ¿Qué clase de recibimiento es ese? - ojeó el papel en sus manos y luego volvió su mirada a su amigo - Oye ¿te encuentras bien? -
- Me siento algo rígido -
- Iugh, amigo no seas asqueroso -
- No ese tipo de rígido, idiota - el pelinegro se sentó intentando no hacer muchos movimientos - Me duele el cuello, eso es todo -
- Puedo intentar darte un masaje o algo -
- Gracias, pero no tengo tiempo ahora Jisung, tengo trabajo que terminar, pero dime que tal estuvo tu viaje mientras tanto - el pelinegro invitó a su mejor amigo a sentarse - Minho no dejó de verse deprimido en toda la semana -
- Aw mi bebé - Jisung puchereó - también lo extrañé tanto, nunca hemos estado tantos días separados -
- Solo fueron siete días, no sean exagerados - Minho era una persona extraña con todos menos con su amor, Han Jisung, quién había salido del país por una semana para visitar a sus padres en malasia y el chico Lee se notaba deprimido, toda un alma en pena por las oficinas.
- Vine a darle una sorpresa, pero primero quería saber cómo estaba mi querido amigo -
- Eres adorable Jisung - dijo el pelinegro regresando a sus papeles.
- Lo sé, deberíamos llamar a Changbin y juntarnos para cenar o ya sé, deberíamos escuchar canciones viejas ¿no crees? -
- Lo siento, en serio no puedo dejar el trabajo, mi asistenta tomó su licencia de embarazo y dejó a un reemplazo principiante - murmuró el más bajo - no estoy enojado por eso, pero siendo realista, hasta que se adapte, no voy a tener mucha ayuda -
- Tienes razón, pero Jinnie, creo que estás teniendo demasiada presión estos días, vamos, es viernes, no trabajas en los próximos dos días -
- Claro que sí -
- No, claro que no - sentenció el chico más bajo - porque voy a ser el mejor amigo que puedas tener y ayudarte con este trabajo -
- ¿Y cómo piensas hacer eso? tú no tienes idea de negocios, sin ofender - Jisung tenía la actitud, pero su rubro era otro.
- Pues - el chico quedó callado - pues... ¿Por qué no le has dicho a Minho que te ayude? -
- Porque tu tonto esposo ni siquiera me ha escuchado, tu ida lo dejó aún más estúpido -
- Oh vamos, yo hablaré con él, tengo mis formas de convencerlo - le guiñó un ojo al pelinegro quién hizo una mueca.
- Y en el hipotético caso que tu novio acceda a avanzar con mi trabajo de esta semana - dijo pensativamente - ¿Tú que pretendes que haga este fin de semana? ¿Dormir? -
- Es ahí, amigo mío donde yo te sorprendo - el menor alejó la silla giratoria del escritorio y alzó su dedo, apuntando a su amigo - Vas a pasar ambos días en el mejor spa del mundo -
- ¿De qué hablas, Jisung? -
- Pues resulta que conozco el lugar perfecto para que te relajes perfectamente -
Jisung había conseguido convencer a Lee de que adelantara el papeleo de Hyunjin durante el fin de semana mientras este se dirigía en su auto hacia el lugar que su mejor amigo le había recomendado.
Tenía entendido que era un spa, pero no esperaba que estuviera tan lejos del centro de la ciudad, esperaba que valiera la pena, aunque Jisung podría ser cualquier cosa menos un mentiroso.
Cuando llegó al lugar era bastante pequeño a simple vista, dió su nombre en la recepción, una amable mujer lo atendió y le indicó lo que tenía que hacer antes de dirigirse a la sala donde recibiría su tratamiento, el lugar era en realidad más grande de lo que pensó.
Después de quitarse la ropa, se colocó una bata muy mullida y se dirigió hacia una habitación separada para él, cuando ingresó quedó sorprendido, Jisung había reservado una habitación realmente ocupada, había una camilla para masajes y miles de cosas más, además de un jacuzzi en una esquina de la habitación, estaba lleno con algunas flores por encima.
- Puede esperar en la camilla, boca abajo - ofreció la mujer de recepción antes de pedir permiso para retirarse afirmando que en unos minutos vendría la persona encargada de su sesión, Hyunjin subió lentamente haciendo algunas muecas de dolor por la tensión en sus hombros, esperaba que quién sea que viniera pudiera ayudarlo, sino se encargaría de hacer que Jisung sufra.
Se dejó caer con la cara hacia abajo y su cuerpo estirado, todo era suave, la bata, las sábanas bajo su cuerpo, la almohada donde su cara estaba recostada, el ambiente tenía un refrescante olor a alguna hierba medicinal o algo así.
Se relajó como no lo hacían en varias semanas, como presidente de su empresa tenía mucho trabajo encima y a pesar de que le encantaba era demasiado algunas veces, quizás porque él era un perfeccionista o quizás porque había estado estresado y no podía tomar las mejores decisiones en ese estado. Paró, no podía seguir pensando en el trabajo cuando se suponía que debía relajarse ese fin de semana, simplemente esperó y menos mal la persona encargada entró en la habitación, podía escuchar sus suaves pisadas sobre el suelo, hasta que vio unos pies con pantuflas y medias con diseño de una caricatura de gato asomando levemente bajo él.
- Buenas tardes - la persona no podía ser una mujer, su voz era más grave de lo que una mujer podría tenerla, pero debido a que todo fue un susurro, no pudo saberlo del todo - ¿Podría decirme cuáles son sus molestias? -
- Tengo fuertes dolores en el cuello y hombros, al principio solo era un hormigueo, pero ahora es demasiado molesto y siento mis músculos quemando después de varias horas, trabajo en una oficina y pues, tengo una posición constante - esperaba que el muchacho hubiera podido entender todo lo que dijo puesto que había susurrado de igual forma para no perturbar el ambiente relajante.
- Está bien, voy a realizarle un masaje prolongado de cuerpo entero con algunos aceites esenciales - pudo sentir como el muchacho hacia algunos movimientos y el sonido tintineante de lo que pensó serían piezas de vidrio o cristal - haré que se sienta muy relajado -
- De acuerdo -
🍂 ᴺᵒˢ ˡᵉᵉᵐᵒˢ ˡᵘᵉᵍᵒ 🍂
ㅡ B Y B Y
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro