Capítulo 26.
N/A: Las palabras en cursiva están en español.
Capítulo 26. Violencia en la zona No-Violencia.
—Sinceramente yo no me esperaba eso —Confesó Alex luego de que ambas chicas hayan desaparecido ante sus ojos.
Uno de los encapuchados que habían acompañado a Meredith se adelantó un paso y se sacó la capucha, todos pudieron ver a Ayelen Nott con una cara de pocos amigos.
— ¿A dónde han ido? Sabía que no podíamos confiar en ella.
— ¿Tú crees que nosotros sabemos? —Pregunta Andy con cierta molestia hacia ella—. Estamos iguales, por primera vez.
Alex detecto un tic en el ojo izquierdo de la chica Nott, si Andy seguía así, posiblemente una pelea sería vista en poco tiempo.
—Te crees la gran cosa por quien es tu papi ¿No? —Inquiere, o más bien afirma Ayelen.
Si, habría pelea.
—Si alguna vez me creyese la gran cosa, créeme, no sería por él.
— ¿Entonces sería por tu madre la cualquiera?
Andrómeda se adelanto, Ayelen igual, iban a darse unos buenos golpes, pero un campo de fuerza las empujó a ambas lejos una de la otra.
—Nada de violencia —Declaró un hombre entre la multitud con un gracioso acento—. Este lugar fue creado para diversión, no para pelear.
Apolo se dirigió a él.
—Si no se permite violencia, ¿Por qué permitieron que Isabel me atacase así?
El hombre lo miró con repugnancia.
—La abandonaste en el altar, eso no se hace.
—Mierda, no hacía falta repetirlo —Murmura Apolo y mira de reojo hacia Andrómeda.
Ella golpeaba ese muro invisible intentando llegar a Ayelen.
— ¡La única cualquiera aquí eres tú, Nott, que quede claro!
—Yo no dejé a mis hijos del matrimonio, por los hijos de una aventura.
Dio un último golpe y bajo los brazos respirando pequeños bocados de aire a mucha velocidad.
—No vale la pena… tú no lo vales. No entenderías.
Los ojos de Ayelen chispearon, Alex se puso atento a sus movimientos.
— ¿No lo entendería porque no tengo tu tan preciada sangre de semidiós?
Andy abrió la boca, lo pensó un momento y lo dijo:
—Todo va más que eso… aunque claro, hay varias cosas que no entenderías gracias a tu falta de divinidad y tu gran exceso de mundana.
N/A: mundana puede referirse a algo terrenal y para nada celestial, no precisamente hago alusión a la saga Cazadores de sombras ;)
Observó con diversión cómo Ayelen sacaba su varita e intentaba atacarla, pero el hechizo rebotó y terminó enviándola al otro lado del lugar.
—No violencia —Gruñeron todos.
—Okay, calma —Alex alzo las manos—. A partir de ahora no más violencia, ni física, ni verbal —Miró a Andy con severidad y ella sonrió.
—Dile que no me incite a atacarla, ella empieza, yo lo termino.
Pasaron un buen rato esperando, porque ellas debían volver, no podían simplemente dejarlos así. Y por el lado de Ayelen, ellos sabían que Meredith no podía estar muy lejos y la encontrarían de una forma u otra.
—Si no vuelve en diez minutos —Susurro la Nott a sus compañeros, mirando con desprecio a Andy—. Haremos que vuelva.
—Pero no podemos hacer violencia —Replico uno de ellos—. Están muy pendientes de ello, los hechizos revotarían como con usted.
Si las miradas mataran, posiblemente él siquiera sería un poco de polvo.
—El que controla todo eso y hace los campos de protección es el hombre de por allá —Informa señalándolo con sutileza—. Hay que deshacernos de él y crear pánico, nada más.
Asintieron y luego escucharon lo que ella tenía planeado.
—Ella tiene algo en mente —Dijo Andrómeda a Alex y Apolo—. Va a hacer algún desastre.
—Mente positiva Andy —Rogó Alex—. Esperemos que no.
—Igual no podría hacer nada —Apolo intento que ella le mirase—. Digo, la violencia está prohibida.
—Para tu suerte —Masculla apartándose de él.
— ¿Estás molesta conmigo?
Se volvió a él, con los ojos más oscuros que de costumbre y las mejillas rojas.
—Dijiste que yo era la única con la cual habías considerado el matrimonio… ¡Pero a ella la abandonaste en el altar! Agg, dime, ¿Eso es amar para ti? ¿Ir mintiendo por ahí? —Su voz cada vez más chillona.
—Yo…
—Nada, vamos Apolo, ¿me amas a mí y a cuantas más?
Tragó saliva y ladeo la cabeza —. ¿Todo el mundo?
Andy lo abofetearía si pudiese.
—Mal, hermano, muy mal— Suspira Alex golpeando su frente con una palma.
— ¿Eso te importa realmente, Andy? ¿Eso significa que tú también…?
—No —Responde de inmediato y con total seriedad—. Te odio.
—Eres todo un dilema Andrómeda Greengrass —Frunce el ceño—. No te entiendo.
—Pues qué mal, para ti.
Apolo iba a seguir hablando, pero un montón de gritos le obligaron a cerrar nuevamente la boca.
Un hombre estaba en el suelo, muerto, luego otro y otro.
—Se acabó el tiempo —Declara Ayelen a gritos—. ¡Meredith! ¡Vuelve aquí jodida zorra!
—Te lo dije —Masculla Andy levantándose—. ¿Qué diablos haces? Qué impaciente eres, Nott.
—No estamos en una época donde podríamos esperar más de eso —Blande su varita con una sonrisa—. Podré ser mundana a tu parecer, pero esta mundana tiene varita y… ¿La tuya?
No había otra cosa que pensar más que… mierda.
—No me digas… intentarás matarme —Suspira.
—Eres buena adivinando… bombarda máxima.
Apunto al bar junto a Andy, éste explotó y Andrómeda cayó entre los escombros maldiciendo a todo lo que exista.
— ¡No serías tan perra como para atacar a alguien desarmado!
— ¿No eras una semidiosa? Demuestra tu divinidad, crucio.
Apretó los dientes mientras intentaba no gritar por el dolor. Apolo y Alex estaban lejos en sus propias peleas, aunque tampoco iba a pedir ayuda.
—Linda forma de soportar Andy, crucio —Aplaudió y Andrómeda chilló—. Mantente fuerte… crucio.
—Te odio, te odio —Lloró apretándose la barriga, sentía como si miles de cuchillos se clavaran en su cuerpo—. Me las vas a pagar.
—Creo que una tortura vergonzosa hacia ti no es suficiente para invocar a tu hermana —Pone una expresión pensativa y luego camina hacia ella—. Hay que ir a otro nivel.
La apuntó con su varita, tenía la mirada de una loca emocionada, su satisfacción le daba asco a Andy pero lo anterior le había agotado.
—Avada Ke…
— ¡Expulso! —Ayelen fue empujada hasta caer de espaldas—. Expelliarmus.
La varita fue a manos de Isabel, quien tenía una expresión molesta.
—Esta es una zona de no violencia… ¡Ahora me quitarán la tarjeta de cliente fiel!
— ¡Isabel! —Se quejó Meredith mientras abrazaba a su hermana—. No es momento para eso.
—Ya lo sé, ya lo sé… —Levantó las manos—. Aresto momentum.
Todos dejaron de corretear y lanzar hechizos al azar por unos segundos, luego, al volver a la normalidad, se vieron más calmados.
Se escuchó un ¡Maldición! Por parte de Alex en el fondo. Lo miraron, estaba arrodillado junto a alguien.
A Apolo le habían atacado con un Sectumsempra. Estaba en el suelo, rodeado de un charco de sangre. Él no era inmortal en esos momentos… él podía morir.
Andy sintió como si le hubiesen apaleado, aunque eso en realidad había pasado.
—No.
Hola! ñacañaca :3
he vuelto :p
y me voy e.e xD
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