Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12. Algo diferente

— Hagamos algo distinto —pidió James sentándose junto a Pandora.

Habían pasado unos cuantos días desde la salida a Hogsmeade a la que ninguno de ellos asistió, ambos por distintas razones, claro está. Sin embargo, terminaron pasando el día juntos en la sala común. Quizá esa fue la primera vez que hicieron contacto físico inconscientemente cuando no era necesario. Todo sucedió cuando James le quitó una pestaña que Pandora tenía en la mejilla y luego le acomodó un mechón de cabello por inercia. Las dos veces Pandora le agradeció con una sonrisa.

Pandora levantó la vista del enorme libro que tenía sobre la mesa y frunció el ceño sintiendo curiosidad ante la propuesta del chico. Últimamente hablaban bastante y con más confianza que antes, pero se debía a todo el tiempo que pasaban juntos. Compartían clase, ella lo ayudaba y él a ella. De esa manera estaban obligados a pasarse el uno con el otro. Sin embargo, estaban comenzando a disfrutar de la presencia de ambos.

— ¿Algo cómo? —preguntó apartando los mechones de cabello rebeldes que se interponían en su mirada.

James encogió los hombros.

— No lo sé. Pensé que podíamos hacer algo distinto en vez de seguir la rutina —comentó.

Pandora lo pensó un segundo tratando de averiguar lo que él quería decir. Siempre que James decía algo tenía un significado oculto y ella ya se enfocaba en descubrirlo antes de responder. Ya era un pasatiempo personal.

— ¿Qué sugieres que hagamos?

Fue en el momento en el que Pandora preguntó que James no supo si realmente decirle lo que tenía en mente. Era algo que quería hacer desde semanas atrás, pero no se había atrevido a mencionarlo porque no sabía si tenía el tipo de confianza. No era como si no se confiaran mutuamente, sino que lo que él quería requería un grado más.

— Quiero volar —murmuró lo suficientemente alto como para que ella lo escuchara.

— ¿Qué?

— Tú me escuchaste, Pandora —dijo.

La chica inhaló con fuerzas y frunció los labios en una mueca indescifrable para la mayoría de las personas, pero no para él. Sabía que esa era la mueca de "no estoy de acuerdo con eso", la había durante mucho tiempo cuando no se hablaban y los ponían a hacer trabajos juntos.

— No —respondió.

— Por favor, haré todo lo que me digas —pidió casi suplicando.

Él quería comenzar a poner a prueba sus habilidades. Sabía que no sería lo mismo, pero tenía que intentarlo, tenía que comenzar a adaptarse a su rutina de antes. Ya tenía suficiente progreso como para empezar a manejar lo básico estando en el aire. Era arriesgado, sí, él lo sabía. Sin embargo, quería hacerlo, era una necesidad.

— James, es demasiado arriesgado. Pondría en juego todo lo que hemos logrado en todas estas semanas de arduo trabajo —argumentó tratando de no mirarlo a los ojos porque sabía que lo que vería en ellos no le gustaría.

¿Decepción? ¿Tristeza? ¿Desánimo? Lo que sea que fuera a ver en sus ojos. Simplemente no quería verlo de esa manera porque ya sabía que él tenía suficiente con lo que le había pasado en el accidente.

— Pero...

— Pandora te estaba bus... ¿interrumpo algo? —Theresa frunció el ceño al ver la expresión que traían los dos. A miles de kilómetros se podía palpar la tensión que se había formado en el ambiente.

James suspiró, poniéndose de pie.

— No, yo ya me iba —anunció echándole una última mirada a Pandora para ver si podía ver sus ojos, pero ella no volteó a verlo. Se despidió de Theresa con un leve asentimiento y las dejó solas en la mesa de la biblioteca.

— ¿Qué fue todo eso? —preguntó Tess, sentándose en la silla donde James había estado antes.

Pandora bufó y se recostó sobre el libro que antes estaba leyendo para hacer su tarea de DCAO. Claro, eso fue antes de que James apareciera con esa sugerencia que había puesto sus estudios de cabeza. Dudaba en ese momento que pudiera volver a concentrarse en lo que hacía.

— Eso es lo que ocurre cuando James comienza a tener ideas locas —señaló.

Theresa se quedó confundida al no escuchar a su amiga llamar a James por su apellido. Fue extraño en muchos sentidos.

— ¿Desde cuándo lo llamas por su nombre de pila?

Pandora se removió en la silla, incómoda con la pregunta y encogió los hombros.

— Desde hace unos días —murmuró su respuesta.

— Bien, Pandora, ¿qué realmente ha estado ocurriendo que yo no me he enterado? —interrogó.

— Yo me pregunto lo mismo contigo, Tess —dijo sonriéndole sin mostrar los dientes. Era una sonrisa astuta de esas que decían "no te creas que te vas a salir con la tuya porque también te tengo vigilada".

Theresa cruzó los brazos, mirándola boquiabierta. Quizá Pandora tenía razón. Llevaba muchísimo tiempo sin hablarle libremente. No le había contado muchas cosas comenzando desde el intento de suicidio de su madre unas semanas atrás.

Bufó, ambas tenían mucho que contarse.

— Yo pregunté primero, así que tú suelta la sopa —ordenó—. ¿No se suponía que solo era un trato lo que tenías con Potter, uno donde ambos salían con lo que querían? Yo los veo con demasiada confianza si me preguntas.

No estaba preguntando, pensó Pandora rodando los ojos. Cuando comenzó a hablar, se dio cuenta de que no sabía cómo había formado una especie de amistad con él. Probablemente fue desde el momento en el que James la vio por lo quién era y no por lo que las personas pensaban o quizá fue desde el momento en el que decidieron comenzar a confiar en el otro.

Pandora le contó a Theresa su manera de ver la situación y dejó ver el cierto deje de admiración que tenía por James. ¿Por qué admiración? Porque al contrario de lo que muchas personas hubieran hecho en su situación, él no se rindió. Le habían dicho que no podía volver a hacer lo que más le gustaba y simplemente buscó otra forma de lograrlo porque así era como debía ser. Cuando las personas te dieran mil razones por las cuales darte por vencido, debías darles mil y una razones por las cuales seguías luchando.

— Y eso...somos amigos, supongo —concluyó—. Realmente no puedo arriesgarme a hacer lo que él quiere porque si algo resulta mal yo me culparía por ello el resto de mi vida.

— ¿Estás segura de que hablamos del mismo James Potter que odiabas cuando comenzamos el año escolar? —preguntó Theresa con una ligera sonrisa. Pandora rodó los ojos y le dio un ligero codazo a su amiga—. Bien, yo digo que lo hagas. Dale la oportunidad de hacer lo que él quiere. Llevan varios meses haciéndolo a tu forma, prueba su forma y ve cómo funciona. En caso de que no resulte, vuelve a lo de antes.

Theresa tenía toda la razón del universo. Debía intentarlo, James podía ser capaz de lograrlo.

— De acuerdo, lo haré —accedió—. Ahora, cuéntame tú.

La chica de Slytherin soltó un suspiro.

— ¿Por dónde empiezo?

— Por el comienzo a menos que quieras contarme el final primero. Sería una horrible forma de matar mi tensión —acotó.

Theresa rió y le relató lo ocurrido con su madre. Le dijo cómo Louis la acompañó a verla sin pensarlo dos veces y la hizo reaccionar cuando más lo necesitaba. Inclusive le contó sobre como Ronda se escapaba de su habitación para ir a la del Ravenclaw en las noches. Estaba sospechando que la serpiente tenía un enamoramiento repentino hacia el águila, aunque no sabía si era posible.

— ¿Por qué no me dijiste nada? —preguntó.

No estaba molesta con Theresa y tampoco decepcionada porque era un tema delicado de cual hablar. Theresa le contó cuando se sintió preparada para hacerlo.

— Creo que necesitaba que el agua se calmase antes de poder hablarlo. Ya sabes, tener la seguridad de que las cosas estarán en perfecto estado, ¿me explico?

Pandora asintió.

— Claro que lo haces. Ahora, ¿tenía razón yo cuando dije que la bufanda azul era por él? —cuestionó moviendo sus cejas.

El rostro de Theresa adquirió un color carmín. Sabía que no se podría librar de esa por más que lo intentara. Gracias a Dios que Carissa no sabía nada porque ella era capaz de llevarle una trilogía subidita de tono para que la pusiera en práctica en la torre de premios anuales.

— Sí, ¿vale? Fue por él, se la debía —admitió.

Pandora sonrió.

— Sabía que esto sucedería tarde o temprano —confesó y Theresa frunció el ceño—. Vamos, él es muy lindo tienes que admitirlo. Además, dicen por ahí que los que pelean se desean —canturreó.

Theresa soltó un chillido y recibió una reprimenda de parte de la bibliotecaria exigiendo silencio.

— ¿Quién eres y qué has hecho con mi inocente amiga? —preguntó.

Pandora rió.

— Paso mucho tiempo con un James, ¿qué esperabas? —cuestionó.

— Oh, verdad, que los que pelean se desean, ¿no es así, Pandora?

La sonrisa que Pandora había tenido en el rostro se borró inmediatamente al escuchar lo que Theresa dijo. Ya comprendía aquello que los policías del mundo muggle decían, en verdad todo lo que decías podía ser utilizado en tu contra. Vaya forma de descubrirlo.

— En mi defensa nunca peleé con él —protestó. Vio que su amiga arqueó una ceja—. Solo le daba bofetadas simbólicas, ¿vale?

Escuchó su risa y no pudo mantenerse mucho tiempo seria porque se unió a las carcajadas de Theresa hasta que las sacaron de la biblioteca.

***

James entró a su habitación y dejó caer su abrigo sobre su cama, ignorando olímpicamente a la persona que estaba sentada allí.

— ¿Qué quieres? —espetó con un deje de molestia.

Fred Weasley dejó salir un suspiro cansino de sus labios. Tuvo que pensarlo mucho antes de decidir ir a donde su primo, pero era lo correcto. Él había sido quien traicionó de cierto modo la confianza de su familiar y mejor amigo.

— Lo siento —murmuró entre dientes.

— ¿Qué?

— Lo siento —dijo un poco más alto.

— ¿Qué dijiste?

— ¡Lo siento, ¿vale?! —exclamó.

James sonrió burlonamente.

— Te escuché la primera vez, solo quería que lo repitieras —confesó.

Fred no supo si echarse a reír porque había caído en ese viejo truco o si golpearlo por haberlo hecho casi gritar su mísera disculpa.

— Eres un idiota —le dijo.

James sabía que era un idiota porque, para ser sinceros, él nació siendo así. Era su mayor cualidad con las demás personas. Con todos menos con Pandora por una razón inexplicable.

— Lo sé —dijo acostándose en la cama.

— Entonces, ¿perdonado? —preguntó.

James chasqueó su lengua y ladeó su cabeza.

— Tienes que trabajar un poco más para ganarte mi perdón —acotó.

Fred hizo una mueca.

— ¿Nos compramos unos brazaletes de 'amigos por siempre' para arreglarlo?

— Ya que te ofreces...

— ¡No, Merlín, no! Yo veré qué hago —dijo antes de salir murmurando cosas sin sentido.

La verdad era que James ya lo había perdonado solo quería ver cuánto su primo estaba dispuesto a dar para ganarse su perdón. Quería estar completamente seguro que la disculpa venía de él y no porque alguien más lo hubiera presionado a hacerlo.

***

  — Pandora, ¿qué demonios haces? Nos vamos a congelar el trasero —comentó James frotando las palmas de sus manos para entrar en calor.

La pequeña figura de Pandora estaba abrigada, bastante de hecho, y preparada para lo que iban a hacer. La temperatura estaba bastante baja para apenas estar en noviembre y no habían muchos estudiantes fuera del castillo donde corrían el riesgo de morir por hipotermia. Claro, Pandora era más inteligente que eso y había buscado un hechizo que los ayudara a mantenerse en calor en lo que.

— Dijiste que hiciéramos algo diferente, ¿no?

La expresión de James fue un poema en ese preciso momento en el que Pandora dijo eso. Era una mezcla de sorpresa, emoción y otro sentimiento que no pudo identificar. Parecía un niño al que le decían que irían a la feria luego de estar mucho tiempo pidiéndolo. 

— No bromees con eso, Pandora.

Pandora colocó sus manos en sus caderas y fingió estar verdaderamente ofendida.

— No estoy bromeando —aseguró—. Vamos a hacerlo.

Dio dos pasos hacia él y lo jaló de la mano para que la siguiera porque James parecía haberse quedado inmóvil. ¿Sorprendido? Bastante. Desde lo sucedido en la biblioteca pensó que solo harían lo habitual, pero Pandora realmente estaba cumpliendo su deseo. Ella había tomado en consideración su petición.

Solo les tomó unos cuantos minutos llegar al solitario campo de Quidditch donde les esperaba la escoba de James. Él se quedó confundido al verla porque ese objeto llevaba escondido en su baúl desde el accidente y no se había animado a sacarla.

— ¿Cómo?

Pandora le sonrió.

— Tengo mis contactos —murmuró en respuesta—. Uno que está muy arrepentido contigo.

James sonrió internamente. Fred, fue lo primero que vino a su mente. Y así, antes de lo que pensaban, ambos estaban levitando a varios metros sobre el suelo. No quisieron ir muy alto por la cuestión del riesgo, pero fue lo suficiente como para que James no dejara de sonreír.

— Gracias —murmuró.

Pandora lo miró, volteándose en la escoba para quedar frente a él. Trataba de no mirar el suelo mucho porque aunque no estaban muy alto, le seguía dando vértigo.

— No hay de qué —dijo—. Tú tenías razón, a veces es bueno hacer algo diferente y necesitabas hacer esto.

— Claro que tenía razón, soy James Potter. Siempre tengo la razón.

Pandora reprimió sus ganas de darle un golpe.

— Tonto —murmuró rodando los ojos con una sonrisa divertida. Giró su cabeza y se tambaleó un poco, por lo que se agarró de James instintivamente.

— Te tengo —festejó James al impedir que ella se cayera sujetándola de la cintura.

— Lo siento, no soy muy fan de las alturas —admitió arrugando un poco la nariz.

Entonces James comprendió que aunque a Pandora no le gustaran las alturas, estaba haciendo el sacrificio por él. Siempre hacía sacrificios por él, ayudándolo y cumpliendo sus deseos como si fuera su deber hacerlo. Tal vez fue eso lo que lo impulsó a inclinarse hacia ella para dejar un beso en su mejilla. El acto los dejó a ambos sorprendidos, pero con una extraña sensación recorriéndoles el cuerpo.

____________________________________________

RIP todas esas personas que pensaron que escribiría el beso Jandora en el 12mo capítulo. **risa maquiavélica en el fondo**.

Soy malvada, lo sé, lo sé. Lets be honest, ¿cuándo he escrito yo un beso entre los protagonistas tan pronto? No, no voy a escribirlo en el capítulo 50 porque la realidad es que este fic no va a llegar a 50 capítulos, pero tampoco en el 12. Es muy pronto para eso my dears.

Anyways, ¿Fred disculpándose? ¿Pandora cumpliendo el deseo de James? ¿Beso en la mejilla? 7u7

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro