Capítulo X: ¡Gracias!
Paz, amor y papas fritas
Ese día las chicas no pararon de hablar.Hablaron de historias pasadas, del dolor, de la perdida, de los cambios; hablaron del presente pero sobre todo del futuro. Parecía que hubieran viajado en el tiempo, que otra vez estaban en el pre con las manos llenas de ganas y el corazón rebosante de sueños, sintiendo que podían comerse el mundo siempre que estuvieran juntas. Al final, Emily recordó que hogar es más que un país y una casa, el hogar son las personas que te quieren, son los amigos que no condicionan su cariño,el hogar es aquel calorcito que sólo llega cuando te sientes querida.
Al llegar la noche y por primera vez en un año, se durmió sin pensar, sin tabletas, sin miedos, ella no sabía que le esperaba cuándo amaneciera ¡cómo saberlo!, pero se sentía segura e increíblemente capaz. Dormía tan profundo que no escuchó los ruidos en la cocina y las risas apagadas que venían del comedor, no pudo ver a todo un grupo ir y venir poniendo patas arriba el apartamento, ni a Susana cambiando las cortinas o a Javier reparando la fuga de agua en la encimera. Lo que sí la despertó fue el rico olor a café que llegaba desde...
-¡Ay! -se quejó Emily al sentir que el líquido caliente le quemaba-. ¡Agnes! ¡A ti nada más se te ocurre, me quemé!
-¡Y te despertaste!, peleando para no perder la costumbre, pero, te despertaste ¿que no puede arreglar una buena taza de café y...? ¡Ya se levantó la madama! -gritó Agnes como loca para que todos entraran a la habitación.
-¡Buenos días! -gritaron casi a coro y fueron llenando el cuarto.
Y entraron a tropel los siempre incondicionales, Tito y Jazmín, Laurita, Leo, Martica, Javier y su novia y Eduardo, pero también Gisela y Mario los vecinos de enfrente, junto a su pequeña hija Claudia quien traía una rosa del jardín que dejo caer tímidamente en la almohada.
-Pa' ti -dijo la pequeña-. Mami dice que te gustan, que estas muy triste y que tengo que portarme bien, que te pasaron cosas feas y que hay que ...
-Clau, mi vida, calladita. ¡Ven vamos para la sala! ¡Qué pena me ha hecho pasar esta niña!
-Gisela, no la regañe los muchachos son así. -dijo Emily al tiempo que recorría con asombro la estancia, eran sus amigos, su familia, los vecinos, su gente.
«¿Cómo pude dejarles y apartarles de todo, cómo siquiera pensar que no me iban a entender? Tanto tiempo llorando sola.» -pensaba y las lagrimas empapaban su cara.
Agnes al verla llorar y queriendo restarle drama al asunto exclamó señalando a sus amigos:
-¡Aquí tiene su ejército, Su Majestad!
--Agnes deja de hacerte la graciosa y explícame que está pasando -replicó Emily quien no salía de su asombro al verse rodeada de todos sus amigos a primera hora de la mañana.
-¡ Qué está pasando! Qué ayer cuando te dormiste le dije a todo el mundo que estas en problemas, que está gente no sólo está pa' fiesta, que te quieren mucho mi socia, que algunos no han pegado un ojo buscando maneras de ayudarte, que la mayoría están desde temprano aquí, trabajando para alegrarte y claro, siempre está el que vino a tomarse el buche de café -terminó su alegato Agnes señalando a Tito y con una sonora carcajada de parte de todos.
-En dos días terminamos de acomodar esta casa -intervino Javier. Y lo demás se va arreglando por el camino-. Ah, tienes cita en Emigración en dos horas, así que dale, arréglate que yo te llevo. Familia vamos a dejarla para que procese lo tremendos que somos jjj, yo les aseguro que cuando lo piense hasta nos da las gracias.
Emily respondió con un almohadazo y agarrando a Agnes por el brazo la obligó a quedarse con ella.
-Tú no les habrás contado que... -le susurró a su amiga.
-"Yo estoy quemá pero sin papeles" lo que significa mamita que sé cuando callar. Eso te toca a ti, cómo y cuando tú quieras. Sólo le hablé a Gisela porque tiene un amigo que es abogado penal, ella dice que te puede ayudar, piénsalo. A ese tipo hay que denunciarlo por ti, por las que estuvieron antes y por las que pueden estar sufriendo ahora mismo.
-Tengo mucho miedo, no de él, lo sé porque porque siento que ya no puede hacerme nada pero... -dijo Emily mientras encendía el ordenador e invitaba a Agnes a que se sentara-, mira, son ellos los que me dan miedo, son casi tres millones de personas, ellas viven pendientes de mi, ahora mismo se estarán preguntando donde estoy y que pasa conmigo. No quiero ni imaginarme el escándalo que se va a desatar, además, nadie sabe que soy cubana.
-¡Ehhh!, ¿pero y eso por qué? -chilló la amiga- Em tienes que hablar con esa gente, se los debes, y tienes que decirles quien eres, sí o sí. Ellos te van a apoyar y al Francisco ese no le van a quedar más ganas de abusar de nadie. Piensa en lo que estará haciendo ahora, ¡tan cochino!
-Déjame pensar. Necesito pensar.
-No mijita, ya no hay tiempo pa' pensar, ahora usted se va con el Eduard para Emigración y a las dos de la tarde a conversar con el abogado.
-¿ Y mami, y papi? ¿ Y Víctor? ¿Qué hago?
- Oye, que yo tengo complejo de hada madrina pero no aprietes, dame un chance mi niña -bromeó Agnes y acercándole el ordenador le dijo: escribe un mensaje a tu gente de Internet, a los millones esos, te espero en el carro, no te demores.
-¿Qué les digo?
-Eso es cosa tuya
Y ella por esta vez no pensó, sólo se tomó una foto y escribió:
《¡Saludos desde la Habana, Besties!
Hoy vuelvo a preguntarme:
¿Y si no hubiera mirado atrás?
¿Y si lo hubiera pensado dos veces? ¿Y si no me hubiera encontrado a mi misma? Y si...., y si....
Una y otra vez, vuelven, regresan a mi mente los quizás, los tal vez.
Amigos, amores, encuentros, desengaños, libros sin concluir, libros conclusos ya, episodios, eventos grandes o pequeños , momentos únicos todos en donde siempre ellos me visitan.
¿Sorpresa? Ninguna.
Es que, eso es la vida, caprichosa, llena de incertidumbre y vacilación, pero maravillosamente única. Es el regalo al que nos aferramos no por el mero hecho de estar vivos sino porque vivir es seguir tomando desiciones, es superarse, es ser más fuerte.
Llámese dolor, renunciación, timidez, metas, amor, logros... todos vienen con "y si..."
Ellos llenan mi esencia y me recuerdan que soy defectuosa pero extrañamente especial, así soy yo una cubana que sigue luchando por sonreír, alguien que tiene mucho que contar y que espera poder transmitir porque al final y por encima de todo soy más que una influencer
LES QUIERO MUCHO
Mañana nos vemos en vivo desde lo que prometo será el comienzo del resto de mi vida
Emily.
Cerró la laptop y temblando pero con una sonrisa en los labios salió del apartamento, se sentía especialmente optimista, capaz. De un salto subió al auto, miró fijamente a Eduardo por primera vez y sumergida por completo en ese azul intenso se atrevió a pensar:
"¿Y si...?"
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