~13
Noemi analizó las palabras de Miriam. Según ella, ¿estaban en otro mundo?
Silvia sonrió con desdén.
-No fastidies, Miriam. Que estamos locas, pero no nos creemos un cuento como ese-dijo.
-No es un cuento. Y no estáis locas, o al menos no por lo que creéis-contestó Miriam. Silvia iba a contestar, pero Noemi la detuvo.
-Explícanoslo.
-¿Por dónde quieres que empiece?
Las dos chicas se quedaron en silencio unos instantes.
-A ver, ¿cómo es que no sabíamos de este sitio, "mundo" o como quieras llamarlo?-acabó preguntando Silvia. Miriam asintió ligeramente con la cabeza, como si le pareciese buena pregunta.
-Hay dos mundos, ¿vale? Puede que más. Nosotros sabemos del vuestro, la Tierra, y de este, Aria. Algunos arianos podemos ir a vuestro mundo... La mayoría solo poco tiempo.
-Bueno, bueno, que eso no explica nada. La gente fliparía si viese gente como vosotros paseandose por...-Silvia se calló al darse cuenta de que era lo que le pasaba a ellas-oh.
-Si no "flipan"-Miriam hizo las comillas con los dedos-es porque la gente no nos ve. Tampoco nos oye, por eso no conocen nuestra existencia. Algunos han intentado comunicarse de otra forma, como escribiendo... No suele salir bien. La gente se cree que es un fantasma o algo así.
-Pero nosotras os vemos-dijo Noemi antes de sentirse idiota por decir obviedades. Miriam asintió de nuevo antes de suspirar levemente y dibujar un círculo con el dedo en la madera de la mesa.
-Ya, sois lo que llamamos receptoras. Básicamente gente que sí nos ve. Pero hay muy poca, y gracias a ellos es que las leyendas de magia y esas cosas se han conocido en vuestro mundo.
-Entonces no estamos locas-dijo Silvia con cara de sorpresa. " ¿¡Todo lo que nos ha contado y eso es lo que más te preocupa!? ¿¡En serio!?" tenía ganas de gritarle Noemi. No dijo nada y se quedó con la cabeza hacia el suelo y mirando hacia otro lado.
-Pues creo que no hay más que explicar...-empezó a decir Miriam, pero Noemi la interrumpió.
-¿Que no? ¿En serio? Para empezar, ¿quién es la niña? ¿Por qué nos da la brasa?
-¿De qué la conoces?-añadió Silvia. Se hizo el silencio. Miriam se apoyaba en la mesa, con los puños apretados. La miraba como si se tratase de su peor enemigo.
Noemi miró a Silvia, pero ella tampoco parecía entender muy bien lo que pasaba.
-No sé que quería de vosotras-acabó diciendo con voz neutra, pero que tiraba al enfado y sonaba forzada-ella es... Uf, no sé como decirlo. Digamos que... Suele actuar por órdenes de otro mago. Muy poderoso. No creo que nadie me contradiga si digo que malvado. Debéis de estar en su punto de mira. No me extraña. Unas receptoras... No es muy común. Se dice que tienen otro poder aparte de la visión. Digamos que podría sacar mucho provecho.
Noemi tragó saliva. Le dieron ganas de aplaudirse por hacer aquellas preguntas. Lo único que había conseguido fue asustarse.
Sí, ella era la típica que pasaba desapercibida. Con gustos diferentes y sus únicas dos amigas constantes en primaria, solían andar solas en los recreos y ella era la última en ser elegida en educación física. Claro, hasta que se apuntó a hockey. Lo había dejado porque le quitaba tiempo para estudiar, pero la había hecho mejor en el deporte. Un día había faltado al instituto, y al día siguiente cuando el profesor preguntó quién había faltado, alguien dijo que Noemi. Ella se giró hacia esa persona diciendo «¡que estoy aquí! » Esa clase de cosas no se olvidan fácilmente.
Y ahora, ¿un mago malvado y muy poderoso la tenía "en su punto de mira"? Se sentía totalmente como si le hubieran tirado una tarta a la cara con un ladrillo dentro.
-Vaya-acertó a decir. Miriam forzó una sonrisa que no pareció del todo falsa.
-No os preocupéis por eso. Ya me encargo yo. Mientras, ¿os enseño el castillo? Después de lo que habéis visto, creo que os gustará-dijo. Las chicas asintieron ligeramente con la cabeza, claramente confundidas.
Cuando siguieron a Miriam tras la puerta, Noemi escuchó a Silvia murmurar «que no nos preocupemos, ya, claro».
Bajaron por la escalera rápidamente y Noemi volvió a tener aquella sensación de bucle. Cuando llegaron abajo, Miriam volvió a hablar.
-Antes de nada, será mejor que paséis desapercibidas. No sabemos cuánto tiempo vais a estar aquí y...
-Espera, ¿quién ha dicho que nos vamos a quedar?-preguntó Silvia parándose de golpe. Miriam se giró y puso los brazos en jarras. A Noemi le sorprendió la forma en la que Miriam mantenía su sonrisa. ¿No le acababa doliendo la cara?
-A ver, acabo de decirte que un mago súper poderoso está tras vosotras, ¿y pretendes que os deje por ahí, sin vigilaros? Os dejo solas y vais, ¿cómo lo decís? Directas a la boca del lobo.
-Ey, que lo hicimos porque queríamos-dijo Noemi.
-¡Precisamente por eso! No quiero ni imaginarme que...-Miriam negó con la cabeza antes de girarse y seguir andando-¡pero no pensemos en eso! Venga, hay que cambiar esa ropa lo primero.
-¿Qué tiene de malo esta ropa?-preguntó Noemi.
-¿Pero me escucháis cuando hablo? Tenéis que pasar desapercibidas, y con eso no lo hacéis precisamente. Habréis observado que aquí nadie va así.
-¿Tenemos que ponernos vestidos horribles de colores chillones?-preguntó Silvia poniendo una mueca al ver pasar a dos personas con túnicas amarillas.
-¡Son túnicas, no vestidos! Y además, tienen un significado.
-¿Cuál?-preguntó tímidamente Noemi. Oyeron una voz masculina hablar. Delante de ellas había uno de los soldados de negro.
-¡Mi señora! Os estaba buscando.
N.A: hola :3
Nah, esto no es nada importante. Tan solo quería comunicarme con los lectores aparte de por los comentarios.
Bueno, qué os parece la historia por ahora? Y los personajes?
Puede que parezca que Silvia participa más (me da esa sensación) pero lo que pasa es que Noemi es más tímida.
Pues eso es todo, espero que os vaya gustando y que os gusten los siguientes capítulos!
~EOB_BOE
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