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Capitulo 8

Hacía calor ahí dentro, mucho calor. El agua evaporada flotaba por la habitación, de vez en cuando sublimándose en los cuerpos abrazados de Naruto y Sasuke. De a poco el moreno se había ido reclinando para facilitar el avance de las manos del rubio, que recorrían curiosamente el camino desde sus clavículas pasando por sus pectorales, explorando músculos, cicatrices y marcas, admirando la forma de cada una de sus costillas sin prisa, maravillado por la persona que tantas veces había admirado de lejos y el este momento sostenía justo entre sus brazos.
Sasuke a su vez se dejaba acariciar algo avergonzado por la seriedad a del rubio, desviando la mirada. Al notar que no lo miraba, Naruto se inclinó sobre él, acercándose a su rostro. Llevó su mano a la marca roja que había dejado la noche anterior en el cuello del moreno y la acarició despacio.
—Soy un imbécil-ttebayo
—No lo niego, dobe.—dijo y sonrió levemente.
Sasuke se volteó para verlo a la cara y encontró con un deje de tristeza en su semblante. Casi instintivamente alzó su cabeza, y sus narices se rozaron. Naruto respondió abandonando su anterior expresión, para reemplazarla por una mezcla de concentración y deseo. Miró a Sasuke, quien cerraba sus ojos invitándolo a dar un paso más. Sonrió levemente y sin dejar de sonreír unió sus labios en un beso casto. Esto pareció no ser suficiente para el moreno, que ejerciendo una ligera presión abrió ambas bocas dando paso a un beso más profundo.
Sus corazones martilleaban fuertemente dentro de sus pechos marcando un ritmo al unísono. Súbitamente, el calor parecía haberse intensificado.
Ambos disfrutaban lentamente del placer de descubrirse, tantearse y sostenerse uno a otro. Tanto tiempo había pasado. Tantas noches solitarias en las que habían anhelado el calor de un ser querido, lentamente ese vacío parecía llenarse con corrientes eléctricas que recorrían sus cuerpos hasta la punta de sus dedos.
—Haz crecido—susurró Naruto en el oído de su compañero de equipo. Lo sabía, había visto su cuerpo en muchas ocaciones hasta el momento, pero al tenerlo entre sus brazos logró asimilar que se habían convertido en hombres. Los alargados y finos músculos que formaban su cuerpo delgado eran ahora firmes y duros, su piel tersa y blanca estaba cubierta por cicatrices de sus incontables batallas. Besó suavemente los costados de su cuello, impregnándose de su olor. Su cabello se había hecho más largo también.
Hundió sus dedos en la melena oscura de su compañero. A decir verdad siempre había sentido curiosidad por ese corte. Siempre había deseado tocarlo y descubrir por qué se levantaba de esa forma.
Sasuke se sobresaltó por el tacto, pero no se negó cuando el rubio comenzó a acariciar su cabeza. Solo se dejó hacer cerrando los ojos con una expresión relajada. Soltó una pequeña sonrisa.
Justo en ese momento, la puerta se abrió de golpe, revelando a Sakura brevemente. Apenas logro hacer contacto visual con los presentes se la escuchó dar una exclamación de sorpresa y luego cerrar con tal fuerza que dañó parte de la puerta.
Sasuke y Naruto se miraron un tanto avergonzados, lamentando la pérdida de su burbuja de intimidad por un lado y preocupado por su amiga por el otro.
—Iré a hablar con ella—afirmó Naruto levantándose de su lugar.
—Voy contigo—respondió Sasuke con su característica voz ronca y algo autoritaria.
—Lo siento Sasuke, pero esto es algo que debemos hablar a solas—y con una leve caricia en su hombro lo dejó solitario en la habitación.
...
En el patio de las instalaciones, Sakura daba vueltas y vueltas intentando calmarse. Claramente se encontraba en estado de shock, no podía parar de repetir esa imagen una y otra vez en su cabeza. No podía asimilar que el Sasuke que los recibió en la guarida de Orochimaru mirándolos con desprecio desde varios metros de altura un par de años atrás y el que se aferraba con fuerza al cuerpo sudado de Naruto fueran la misma persona. Ella lo sabia, por supuesto que sabía todos los sentimientos que ocultaba esa cara indiferente, conocía el amor por Naruto que había en el corazón de Sasuke. Entonces, ¿por qué se había puesto así? No podía comprenderlo. Creía que había preparado su corazón para ver al hombre que amaba ser llevado por su mejor amigo. Había decido luchar para apoyarlos a encontrarse. Pero por lo visto no iba a ser tan fácil como había previsto.
—Sakura-chan...—la llamó el rubio acercándose a paso lento. Se había vestido con rapidez.
—Hace mucho que ya no me llamas así...—observó brevemente a su compañero, buscando de forma inconsciente señales que le recordaban lo que acababa de presenciar. Saltaban a la vista sus labios más coloreados de lo habitual y su cabello revuelto. Desvió la mirada a un lugar del paisaje en un intento de pasar por alto esos detalles.
—Es cierto, tantos años han pasado ¿no?—soltó una risa nerviosa llevándose la mano a la nuca. Una imagen del antiguo equipo 7 apreció brevemente en la memoria del rubio. Sonrió de medio lado.—Lo qué pasó, yo...
—No tienes porque explicarlo Naruto.Lo sé...De alguna forma he sido consciente de ello todos estos años.
Naruto hizo ademán de responder, pero la chica lo silenció llevando su mano a su hombro con suavidad.
—No te imaginas cuanto desee que realmente lo buscaras para mí. Pero supongo que te conozco demasiado—suspiró. Luego esbozó una sonrisa triste, pero a la vez sincera. Llevó su mano a la mejilla de Naruto acariciándola de forma maternal.— Ahora que lo tienes contigo, prométeme que no lo dejarás ir, ¿Está bien?
—No lo haré-ttebayo—prometió casi sin pensar. Una vez que oyó su respuesta Sakura le sonrió, revolvió su cabello un poco y luego se alejó saltando de techo en techo. Le hubiera gustado poder permitirse salir caminando de la escena, como si nada hubiese pasado. Mucho había sucedido hoy. Tantas cosas acumuladas en el interior desde hace tiempo estaban resurgiendo, solo quedaba intentar procesar una cosa a la vez. El amor entre sus compañeros la conmovía tanto como la entristecía. Por supuesto que estaba feliz por los dos. Claro que deseaba su felicidad más que nada en el mundo. Pero debía admitir que sentirse dejada de lado dolía, después de todos los sacrificios que ella había hecho verse desplazada por dos de las personas más importantes en su vida. Dos personas con un vínculo y una fortaleza de la que nunca sería parte. Decidió dejar eso de lado por el momento y siguió avanzando con rumbo a la nada.

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Gracias por leer(^-^)
Por cierto, si alguien sabe cómo hacer buenas portadas agradecería mucho la ayuda jsshsjks

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