Capítulo 13
Sasuke despertó sintiendo un fuerte dolor de cabeza. Comenzando a recobrar consciencia se percató de que estaba en una cama que no era la suya. Oscilaba en el borde a punto de caerse, pero un brazo desnudo lo sostenía fuertemente evitando que esto sucediera. Incómodo por el calor, se apartó saliendo del pequeño espacio y reacomodó cuidadosamente al brazo que lo sostenía. Una vez de pie se percató de que el dueño de este brazo era Naruto, quien dormía plácidamente en la estrecha cama de Kakashi, sosteniendo a Sakura de la misma forma que a él hasta ahora para evitar que esta cayese al suelo. Aún somnoliento se preguntó de qué forma los tres habían conseguido pasar la noche sin que el mueble colapsara. Tanteó su ropa, entrando en cuenta de que llevaba algo distinto a lo que se había puesto el día anterior para ir.
Se detuvo un momento a observar el semblante del rubio, quien seguía abrazando a su compañera de equipo. Se alegró de haber sido el primero en despertar, no hubiese sido conveniente que Sakura lo viese dormir abrazado a Naruto.
Algo sobre esta vista lo entristeció. Durante los años en que él había dejado la aldea su vínculo se había hecho más estrecho, la relación entre Naruto y Sakura se había profundizado mucho. Sin dudas el Naruto del pasado hubiese dado cualquier cosa por abrazar a Sakura mientras dormía. Había olvidado que el rubio había estado siempre enamorado de la chica.
—Así que ya estás despierto, eh, Sasuke—comenzó Kakashi irrumpiendo en la habitación.—Cuando los conocí apenas graduados de la academia sinceramente no me imaginé verlos de esta forma nunca...¿Quien lo diría?, el frío y reservado Sasuke compartiendo cama con sus compañeros de equipo tras una larga noche de tragos, sin duda una vista interesante—dicho abrió las ventanas del cuarto. Sasuke sintió varias punzadas al contacto con la luz solar, pero no lo demostró.—No te preocupes no le dire a nadie.
—Hmmmm—se limitó a responder el de cabello azabache y se dispuso a poner en orden las sábanas que se encontraban regadas por el piso. Le dolía mucho la cabeza y aun no conseguía dilucidar los recuerdos de la noche anterior. Sabía que había bebido bastante para no perder ante Naruto, sin embargo, no estaba seguro de que había sucedido después.
—Naruto, Sakura, despierten. Ya amaneció y quiero mi cama de vuelta—dijo el maestro al tiempo que sacudía los cuerpos de ambos de sus alumnos.
De inmediato la de cabello rosado abrió los ojos, percatándose de que el brazo de Naruto la rodeaba.
—¡Narutooo!—exclamó enfurecida.—¡Eres un pervertido, ni porque estaba durmiendo dejas de intentar aprovecharte de mi!-dicho eso le atestó un golpe que lo dejó plantado al otro lado de la habitación.
Kakashi la observó divertido mientras que el rubio, claramente confundido y adolorido intentaba comprender la situación.
—¡¿Qué fue eso Sakura?!—exclamó él en respuesta.—¿Por qué me pegas?¡Yo no te he hecho nada!
—Chicos, chicos, cálmense ¿si?—intervino el de cabello platinado.—Naruto solo intentaba evitar que cayeras de la cama, también lo hizo con Sasuke, ¿quieres ver una foto?
La kunoichi se acercó a su maestro, quien sostenía una impresión de los tres miembros del equipo compartiendo la cama de su sensei con la fecha de la noche anterior. Todos los integrantes del equipo se sobresaltaron y volvieron su vista a la imagen. Una vena comenzó a hincharse en la frente de Sakura, quien dirigió su mirada al maestro.
—Kakashi-sensei, que clase de pervertido es usted, cómo se le ocurre tomar fotos de adolescentes dormidos, eso no está bien-ttebayo—afirmó Naruto.
Sasuke asintió.
—¡Kyaaaa, Kakashi sensei usted es un pervertido!—dicho esto procedió a lanzarse a por él, en cada intento estando cada vez más cerca de atizarle.
—No es lo que crees Sakura, solo quería tener un buen recuerdo de los tres eso es todo—se defendió mientras se esforzaba por evitar los brutales ataques de su alumna.
—¡Dale fuerte Sakura, el viejo cochino lo merece, de veras!—la alentó el rubio.
La correría continuó por un rato, el maestro siendo perseguido por su la de cabellos rosa mientras Naruto la alentaba.
Sasuke se limitaba a observar la escena sin prestarle mucha atención, intentaba lidiar con su resaca, mas los gritos y la luz que se colaba por la ventana no contribuían. Sentía que en cualquier momento su cabeza iba a explotar, y el comportamiento inmaduro de sus compañeros que por lo general lo desconcertaba en en este momento resultaba irritante en sobremanera. El punto culmine de su paciencia llegó cuando uno de los libros que Naruto había arrojado a su maestro rozó su hombro. El golpe no había sido muy fuerte, sin embargo, su impacto fue tanto que llevó a Sasuke a activar su sharingan y darle una mirada gélida.
—Basta—exclamó seco y amenazante. Todos los presentes dejaron de hacer lo que hacían y se volvieron a él. La atmósfera se volvió de tensa súbitamente.
Naruto comenzó a acercarse lentamente, sintiendo algo de miedo por la seriedad de su compañero. No comprendía por qué se comportaba de esa forma, no se le ocurrió el hecho de que Sasuke sintiera su cabeza a punto de estallar. El rubio a pesar de haber bebido lo mismo no corrió esta suerte, se hallaba fresco y con energía, seguramente gracias a los poderes regenerativos del kyubi.
—Sasuke,solo bromeábamos-ttebayyo, no íbamos a matar a Kakashi-sensei de verdad—explicó el rubio posando la mano en el hombro de su compañero. Sakura asintió, y Kakashi dirigió su mirada a su hogar semi destrozado. Tendría que pedirle a Yamato que reconstruyera algunas paredes con su jutsu y pedirle disculpas a los vecinos. Soltó un suspiro. Al menos sus libros estaban a salvo.
—Cállate Naruto, no me importa lo que pase con él, solo dejen de gritar y cierra un poco las ventanas de una vez—gruñó el moreno.
Naruto lo miró confundido pero obedeció y junto a Sakura cerraron las cortinas en silencio, dejando solo la luz suficiente para dejar un mínimo de visibilidad.
—Así está mejor—susurró acariciando su sien. Desactivó el Sharingan y se sentó en el suelo de la habitación. El dolor comenzaba a disminuir y con ello su irritación. Naruto y Sakura comenzaron a ordenar en silencio, preguntándose el por qué del arrebato de su compañero.
Entonces Kakashi, quien recogía el desorden ocasionado por la pelea, se percató de lo que sucedía.
—Sasuke, no me digas, ¿fue demasiado para ti?—preguntó cínicamente el maestro. El de pelo azabache lo miró inquisitivo.—Digo, tener una resaca así habiendo bebido tan poco, ¿de verdad estás acostumbrado?
Sasuke se limitó a mirarlo con desprecio y luego bajo la vista nuevamente. No iba a ceder a su provocación.
...........
Otro cap!!!!
Gracias por leerz(^.^)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro