Capítulo 1
Oriana
Presente
Estoy en la aerolínea buscando mi equipaje que al parecer los ineptos de los empleados habían perdido después de haberme dado un pésimo servicio.
Realmente no me enojo con facilidad, simplemente me han tratado pésimo; me han derramado una bebida y no he podido dormir durante el vuelo gracias a que el señor que le había tocado al lado de mi no paró de roncar durante todo el vuelo y la pareja que venía detrás no dejaba de pelear y regañar a sus niños. Para colmo ahora habían extraviado mi maleta. ¡Que horrible forma de regresar a casa!
Hace seis meses me había ido de casa para tomarme un descanso después de terminar la universidad y graduarme como diseñadora gráfica.
Gracias a que estuve ahorrando dinero durante un tiempo pude costearme el viaje que hice a Francia... bueno, eso, y que mi mejor amiga, Melody, a la que conocí en mi estancia en la universidad, resultaba haber nacido en medio de una familia muy privilegiada en lo que se refiere al dinero, atribuyendo que sus padres son los co-propietarios de una de las empresas más prestigiosas del país; tenía planeado un viaje al cual terminó por invitarme y después de haberme negado rotundamente a que me "ayudara" a completar lo necesario para el viaje, lo que serían dos semanas de vacaciones en Francia se fueron convirtiendo en un mes, luego tres, hasta llegar este momento.
Los encargados, después de dos horas buscando, por fin encontraron mi maleta, que al parecer, un señor se la había llevado por equivocación y la regresó al darse cuenta de su error hace unos minutos.
Con un peso menos, me dirijo hacia donde se supone que mi familia me está esperando, toda sudada y estresada, pero feliz por al fin estar en casa.
A lo lejos divisé a dos niñitas dando pequeños saltos de emoción y gritando mi nombre mientras sostenían un gran cartel (con ayuda de mi papá, claro) que decía "¡Bienvenida Ori!" y un montón de dibujitos que a la distancia no alcanzo a darles forma.
Al instante mi mal humor se esfuma, una gran sonrisa se dibuja en mi rostro y dejo mi maleta que tan mal rato me había hecho pasar y corro hacia mi familia, quienes al verme sonríen aún más.
En cuanto llego a ellos, todos me envuelven en un gigante abrazo de seis personas, mi felicidad no podría ser mayo... esperen un minuto, ¿dije seis? , haber, mamá, papá, mis dos hermanitas, Angeles y Gaby, me separo un poco de ellos para ver quién es la sexta persona. Todos sonríen más al ver mi reacción, algo están tramando. Confirmo mis sospechas al toparme con una sonrisa y unos ojos cafés que no veía hacía mucho tiempo.
Suelto un grito de emoción y corro hacia él hasta saltar y envolver mis brazos y piernas a su alrededor. Él sin problemas me atrapa con los brazos abiertos. Se escuchan risas al fondo pero yo las ignoro por completo y sigo abrazando a mi mejor amigo.
— Bienvenida Ori, también te extrañé mucho. —Escuché decir a Julian.
Me separo un poco, aún sin bajarme, para quedar frente a frente. Frunzo el ceño al percatarme de algo.
—¿Qué haces aquí? — Julian también se había ido pero un poco antes que yo, solo con la mínima diferencia que yo me iba de viaje y él a estudiar.
Julian estaba estudiando para sacar su doctorado, por lo que decidió ir a una de las mejores universidades fuera del país, ya que siendo un genio, se pudo dar ese lujo. Antes de que me fuera él había estado de vacaciones en casa de vacaciones después de ocho semestres.
Sip, Julian será doctor, un doctor bastante sexy... Oriana, ya hemos hablado de esto en el pasado...
Ufff, apenas lo veo en casi un año y este tipo de pensamientos vuelven...
Julian me baja con falsa indignación y pone una cara de ofendido igualmente falsa. — Vaya, si quieres me voy ahora mismo. — Finge darse la vuelta para irse.
Le pego juguetonamente en el brazo mientras río. — ¡No es lo que quise decir! — Vuelve a mirarme y me regresa la sonrisa. —Pensé que seguías en la universidad.
—Siiii, de eso hablamos luego, — Dijo con una sonrisa un tanto apenada mientras se rascaba la nuca con incomodidad. Rápidamente volvió a reemplazar su cara de angustia por la sonrisa y emoción de hace unos segundos, pero yo seguí con mi cara consternada a lo que él se acercó y con su dedo pulgar alisó mi ceño fruncido y ensanchó su sonrisa aún más. — Enserio, eso no importa ahora, te juro que hablaremos de esto en otro momento, ahora lo que importa es que has regresado y que te hemos extrañado muchísimo. — Se agachó un poco y me agarro de las piernas para volver a cargarme y darme vueltas haciéndome reír otra vez haciendo olvidarme de lo sospechoso que actuaba.
Cuando me bajó nos volvimos hacia mi familia que ya estaban discutiendo sobre donde habían dejado el auto y mis hermanitas ya estaban sumergidas en sus respectivas tablets.
//Estos niños y su tecnología// pensé con sarcasmo tal cómo diría mi abuela antes de recibir su primer smarthphone.
Al final después de darle a la alarma por todo el estacionamiento lo encontramos en la esquina de la tercera hilera de carros. Subieron mis maletas en la cajuela, nos apretujamos en el interior y yo no podría estar más cómoda y feliz... a pesar de tener el codo de Gaby enterrado en mi costilla.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro