CUATRO
Desperté en una habitación que era a la vez familiar y extraña. El sol se filtraba a través de las cortinas, iluminando los muebles con una luz suave, pero la cama estaba desierta. Un instante de confusión se apoderó de mí, y un profundo vacío se hizo eco en mi pecho. ¿Dónde estaba Jungkook?
Me senté en la cama, la mezcla de soledad y anhelo llenando el aire. Aún podía sentir el eco de lo que habíamos compartido la noche anterior: cada susurro, cada roce, cada mirada cargada de promesas. Pero ahora, el silencio era ensordecedor. La calidez de su cuerpo contra el mío, la forma en que me miraba, todo parecía un sueño del que había despertado de repente.
De repente, la verdad me golpeó como una ola. Tal vez estaba enamorado de él. La idea me llenó de un pánico electrizante. ¿Por qué me asustaba tanto esta revelación? El amor, en su esencia más pura, era un viaje a lo desconocido, y el miedo a lo que podría perder me paralizaba.
Me levanté, buscando cualquier rayo de luz que pudiera dar sentido a mi confusión. Caminé hacia la ventana, observando el cielo despejado, la vida continuando fuera de este lugar. Pero dentro de mí, había un caos de emociones. La felicidad que había sentido, el deseo, todo se había convertido en una tormenta de dudas y anhelos.
Sentí la urgencia de poner mis pensamientos en palabras. Fui hacia el escritorio, tomé un bolígrafo y una hoja de papel. Las palabras fluyeron de mí como un río desbordado, llenas de desesperación y esperanza.
Querido Jungkook,
Hoy me despierto en un mundo donde tu ausencia pesa más que cualquier otra cosa. La habitación que compartimos, tan llena de vida y calor, ahora se siente fría y vacía. La conexión que creamos la noche anterior sigue vibrando en el aire, y aún puedo sentir la intensidad de cada roce, cada susurro, cada mirada que nos unió en un instante eterno.
Me aterra admitirlo, pero estoy enamorado de ti. Esa palabra resuena en mi mente, y el simple hecho de escribirla me llena de temor. Me asusta pensar en lo que eso significa. ¿Qué pasará con nosotros? ¿Qué pasará si no sientes lo mismo? Esa posibilidad me paraliza, me ahoga. Pero no puedo escapar de esta verdad que me consume.
He pasado mucho tiempo tratando de entender lo que siento. Cada momento a tu lado ha sido un regalo, y mientras lucho con mis propios sentimientos, me doy cuenta de que no quiero perderte. Me gustaría tener la valentía de decírtelo en persona, mirarte a los ojos y verte entender lo que llevo guardado en mi corazón. Pero el miedo me detiene.
La noche anterior fue un punto de inflexión para mí, un momento que me reveló algo que no había querido enfrentar. La conexión que compartimos es algo que trasciende cualquier amistad, y aunque me aterra la idea de arriesgarlo todo, la posibilidad de no intentarlo es aún más aterradora.
No sé si alguna vez entenderás lo que significa para mí todo esto. La fragilidad del amor, el riesgo que implica, son cosas que me abruman. Pero si hay algo que he aprendido, es que el amor merece ser sentido, explorado y vivido, sin importar las consecuencias.
Si alguna vez te alejas, por favor recuerda estas palabras: mi corazón te pertenece, aunque me asuste reconocerlo. Espero que, al regresar, podamos hablar de esto. Espero que podamos descubrir juntos qué significa esto para nosotros.
Con cariño,
Taehyung.
Dejé caer el bolígrafo y me quedé mirando la carta. En cada palabra había un pedazo de mi alma, una confesión que podría cambiarlo todo. Pero, ¿estaba preparado para enfrentar las repercusiones de mis sentimientos?
Me senté a esperar su regreso, el corazón latiendo con anticipación. El amor era un terreno peligroso, pero en este momento, no podía negarlo. Tenía que aceptar que había algo hermoso en la vulnerabilidad, incluso si me aterraba.
Al caer la tarde, escuché un suave golpeteo en la puerta. Con el corazón en la garganta, me levanté y la abrí, encontrando a Jungkook de pie allí, con una expresión que no podía descifrar. En sus ojos había una mezcla de curiosidad y preocupación.
—Hola, Tae —dijo, su voz suave y llena de matices.
Antes de que pudiera responder, dudé en mi pensamiento. La carta que había escrito sería el primer paso hacia nuestra nueva realidad. Con un profundo suspiro, escondí la hoja detrás de mí arrugándola entre mi puño, mientras mi corazón latía con fuerza.
—¿Cómo estás? —sonreí ligeramente esperando su respuesta.
Habíamos vuelto a lo de siempre. Y así, en ese momento, comprendí que no estaba listo para lo que vendría, porque sabía que en mi corazón, Jungkook siempre tendría un lugar especial.
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