- ¡Hola Koichi! - dijo Izumi realmente feliz. 

- ¿Cómo estás? - dijo Koichi sonriendo. Ayudó a Zoe a ponerse de pie y se sacudieron el polvo que había quedado en su ropa. 

- Zoe, ¿estás bien? - preguntó Chiaki acercándose a ella. 

- Si, estoy bien. - respondió Zoe.

Chiaki se quedó viendo fijamente a Koichi.

- Ah sí. Chiaki, él es Koichi Kimura. Koichi, ella es Chiaki Itari. -

- ¡Mucho gusto! - dijo Chiaki sonrojándose.

Koichi hizo una leve inclinación con la cabeza.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Zoe curiosa.

Koichi sonrió.

- Quedé de verme con Koji y con J.P. desde hace media hora - dijo él viendo el reloj - Va a matarme si no llego a tiempo ¿Quieren venir? -

Zoe miró a Chiaki y le sonrió un poco. 

- Lo siento, pero tengo que ir a otro lado - dijo Chiaki, devolviéndole la sonrisa a Zoe - Adelante, ve con él. -

La sonrisa de Zoe se ensanchó. Koichi era uno de sus mejores amigos, seguramente él podría ayudarla a superar a Takuya. Además, si Koji y J.P. estaban con él, iba a ser mejor. 

Koji Minamoto era el mejor amigo de Takuya y Junpei Shibayama siempre había apoyado a Izumi Orimoto en todo. Lo que necesitaba ahora era que alguien que conociera su "problema" la aconsejara, porque ella quería ser capaz de ver a los ojos a Takuya sin que le doliera. 

- ¿Cómo ha estado todo? - preguntó Zoe una vez que Chiaki se fue. 

- Pues no me quejo. - respondió Koichi - Convencí a mi madre de mudarnos acá para que pudiera estar más cerca de papá y de Koji. Él y yo nos llevamos mejor, pero aun sigue teniendo un genio de los mil demonios. Hablando de eso, tenemos que apresurarnos. -

Koichi tomó la mano de Zoe y se echó a correr. Takuya los siguió con la vista hasta que desaparecieron. 

- Takuya... - dijo Misumi en voz baja - Ya tenemos que irnos. -

Él no la escuchó. Luchaba contra su instinto de salir corriendo tras de ellos.

- ¡Idiota! - gritó Koji - Debiste haber llegado hace mu... -

Se detuvo a mitad de la frase al ver quién acompañaba a su hermano. 

- Lo siento - respondió Koichi - Me encontré a alguien. -

- ¡<3 ZOE! - gritó J.P. empujando a Koichi para poder abrazar a la chica.

En una época anterior, Zoe probablemente se hubiese molestado, pero aceptó de buena gana la muestra de cariño de J.P. porque hacía mucho que nadie se emocionaba de verla tanto. 

- ¿Cómo han estado, chicos? - preguntó alegre Zoe. 

- Muy bien - dijo Koji sonriendo de lado. 

"No cambiaste mucho, Koji", pensó divertida la chica. Y era cierto, Koji y Koichi seguían siendo muy reservados al contrario de J.P. que era muy emotivo. 

- Bien, - respondió J.P - hace tiempo que no nos vemos. ¿Tú como has estado? -

La sonrisa de Zoe tembló un poco. Era la pregunta que más temía en esos momentos porque, ¿Qué podía responder? No quería empezar a hablar de eso tan rápido. 

- He estado... - dijo Zoe intentado eludir la pregunta. Sus amigos habían notado su vacilación, pero no dijeron nada. Pronto, J.P. comenzó a quejarse de que tenía hambre y todos se sentaron en una mesa riendo y hablando de lo que había ocurrido el tiempo que no se habían visto. Zoe evitó hablar sino hasta el final cuando J.P., en un acto de torpeza, se le escapó la siguiente pregunta:

- ¿No estabas saliendo con Takuya? -

La pregunta de J.P. ocasionó que los gemelos lo fulminaran con la mirada, y fue en ese mismo momento cuando los ojos de Zoe se llenaron de lagrimas. 

- Lo siento, lo siento, lo siento. - se disculpó J.P. rápidamente.

Zoe intentó sonreír.

- No te preocupes. De todas formas quería hablar con ustedes de eso... -

Y de inmediato puso al corriente a los tres. Recordarlo fue muy duro y Zoe terminó llorando mientras J.P. la abrazaba. 

- De verdad que Takuya es un estúpido cabeza hueca - dijo J.P.

Koji y Koichi no dijeron nada. 

- Creo que debes relajarte un poco - dijo Koichi - Ve a casa, nos vemos mañana aquí. -

Zoe asintió y Koichi se ofreció a acompañarla a casa. J.P y Koji se quedaron en la puerta del restaurante, mirándolos alejarse. 

- ¿En qué piensas? - preguntó J.P a Koji al ver su expresión.

Siempre que Koji tenía esa expresión, J.P presentía que algo malo iba a ocurrir. 

- Iré a hablar con Takuya - respondió Koji caminando hacia casa de su mejor amigo. 

Por el camino, ninguno habló. Koichi se sentía desconcertado por ver a Zoe tan triste. 

- No pensé que Takuya fuera capaz de hacerlo - murmuró Zoe. Koichi la miró fijamente - Quiero pensar que realmente no fue su culpa... sino que fue ella. Yo lo sabia... sabía lo mucho que le gustaba. -

- Yo también creo que fue su culpa - coincidió Koichi - pero realmente Takuya y tú también tuvieron la culpa. -

Zoe miró sorprendida a su amigo. Había esperado que los gemelos la apoyaran como J.P. lo había hecho, pero ella los conocía lo suficiente como para saber que no iba a pasar, pero tampoco esperaba que Koichi la culpara. 

- ¿De qué hablas? -

- Tú no confiabas en Takuya lo suficiente. - le respondió él.

- ¡Yo confiaba en él! - gritó Zoe. Ambos se habían detenido y se miraban fijamente. 

- Y entonces, - respondió Koichi - ¿Por qué no aceptaste escucharlo? -

- ¡Porque lo vi, Koichi! - las lágrimas corrían por el rostro de Zoe. 

- ¡Pero tú dijiste que ella era muy insistente, ¿no?! ¡Entonces, ¿por qué no pudo ser su culpa?! -

Koichi tenía razón, pero... 

- Si fue así... ¿Por qué no volvió a buscarme? ¿Por qué no me llamó? ¿Quería convencerme de que realmente me quería saliendo con ella? -

Koichi negó con la cabeza.

- Takuya es un tarado con eso, eso nadie lo niega. Pero no insistas en ser la víctima porque todos tienen la culpa. -

Se quedaron un rato en silencio. Koichi se acercó a Zoe y le tendió un pañuelo. La dejo llorar todo lo que quiso, luego la abrazó y caminaron hacia la casa de Zoe. 

Era tarde cuando Takuya escuchó que tocaban a su puerta. Apenas abrió, alguien lo golpeo. 

- ¿Pero qué demonios? - preguntó Takuya llevándose la mano a la barbilla. 

- ¡SI SERÁS IDIOTA! - gritó J.P. - ¿CÓMO TE ATREVES A HACERLE ESO A ZOE? - 

- ¡J.P. basta! - dijo Koji sin alzar la voz.

J.P lo miró de mala manera antes de irse. 

Takuya se había puesto de pie y miraba extrañado a J.P.

- ¿Puedo pasar? - preguntó Koji fríamente.

Takuya asintió y pasaron a sentarse en la sala.

- Mi hermano se encontró con Zoe y ella nos contó lo que pasó entre ustedes dos. - continuó Koji - ¿En que demonios estabas pensando? -

Takuya se quedó pasmado. Koji siempre había sido muy directo, y eso sacaba de sus casillas a Takuya, pero ésta vez no sabía que contestarle. 

- Yo... no quería hacerle da... -

- ¡No digas estupideces! - le reclamó Koji - No digas que no querías herirla porque eso hiciste. Te hice una pregunta, ¿EN QUE CARAJOS ESTABAS PENSANDO? -

Takuya se sentía terrible por lo que había ocurrido sin necesidad de que Koji le dijera nada. 

- Ella dijo que no quería verme ¿Qué se supone que debía hacer? -

- ¿Qué debías hacer? ¿El golpe que te dió J.P. no fue suficiente para que tu cerebro funcionara? ¿Qué te parece haber insistido que te escuchara? ¿o al menos no salir con esa tipa? Lo único que conseguiste fue lastimarla y es posible que jamás te perdone. -

Takuya hubiera esperado que Koji lo golpeara y prácticamente lo estaba haciendo, pero le hubiera dolido menos si lo hubiera hecho realmente. 

- Pero no puedo dejar a Mito; es que ella... -

- Olvídate de ella, Takuya - le reprendió Koji - ¿Quieres a Zoe? Puedo ayudarte a que la recuperes, pero tienes que elegir. O eliges a Zoe, o eliges a la tal Mito. No hay punto medio en ésto. -

Takuya no necesitaba pensarlo, tenía la respuesta muy clara. 

- ¡Gracias Koji! - dijo dándole la mano a su mejor amigo.