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Capitulo 11.- No existe un "Adiós"

Después de que Takuya Kanbara e Izumi Orimoto habían hecho el amor de la forma más fuerte, caliente, apasionada y romántica posible, los dos amantes se metieron a un sauna, donde los besos, los tocamientos y las caricias prosiguieron; después ambos se metieron a la regadera para tomar una deliciosa ducha. Takuya y Zoe nunca antes se habían sentido tan enamorados el uno del otro, y era literalmente la primera vez que ambos quisieron demostrarse mutuamente su amor y sus verdaderos sentimientos.

Había amaneceido un nuevo día en la cabaña, y una vez que ambos abrieron sus ojos, comenzaron a verse nuevamente, ambos regresando a la realidad, como si lo que hubieran hecho ayer había sido un sueño; ambos estaban tirados en la cama, totalmente desnudos, pero en lugar de sentirse vergüenza el uno del otro (como lo habrían hecho comúnmente), se sonreían mutuamente con mucha felicidad. La confianza entre ellos era mucho mayor que antes.

- Buenos días, amor. - dice Zoe al ver a su novio, al cuál acaricia.

- Igualmente, cariño. - responde Takuya, también acariciando a su novia.

- Sabes, ayer tuve un hermoso sueño. - dijo ella.

- Yo también soñé contigo ayer. - replicó él.

- Yo soñé que tú y yo estaríamos juntos para siempre. - declaró Zoe.

- Qué coincidencia... Yo soñé exactamente lo mismo que tú. - respondió Takuya con algunas risas.

Ambos comenzaron a reírse por unos cuántos segundos. Acto seguido, ambos amantes se abrazaron, se besaron y se acariciaron por un breve momento. Después, ambos se separaron para vestirse rápidamente y volver al comedor del campamento, donde Chiaki los esperaba. 

- ¡Hola, Takuya! ¡Hola, Zoe! - exclamó Chiaki - ¡Les acabo de preparar el desayuno! ¡No esperen a que ésto se enfríe! -

Chiaki había preparado un desayuno estilo americano para Takuya y un desayuno tradicional italiano para Zoe; ambos disfrutaron sus respectivos desayunos como una forma de agradecimiento a Chiaki por haberlos llevado al campamento a pasar un día especial, un día que tanto Takuya como Zoe jamás olvidarán. De hecho, Chiaki iba a decir algo con respecto a la noche romántica que ambos pasaron, pero prefirió no decirlo, pues la misma Chiaki había leído la mente de éstos dos tortolitos y ya sabía lo que habían hecho.

Después de dejar el campamento y regresar a la ciudad, Takuya y Zoe hicieron cosas de novios comúnes y corrientes: fueron por un helado, vieron una película en el cine y aprovecharon para ir a uno de esos bares para bailar juntos y cantar juntos en el karaoke. 

Después de un rato, ambos chicos van al restaurante (por si se lo preguntan, si, es el mismo restaurante a donde Zoe fue para pedir ayuda a Koichi); y estando ahí, Takuya y Zoe pidieron varios platillos, algunos de ellos entre los de mayor calidad.

Después de que ambos disfrutaran de la cena, Takuya y Zoe entablaron una divertida, pero muy sincera conversación.

- Sabes, Zoe... Éstos dos días han sido los mejores que he tenido en toda mi vida entera. - dijo Takuya.

- ¿Lo dices en serio? Porque yo iba a decir exactamente lo mismo. - replicó Zoe riéndose un poco.

- Bueno... Supongo que en unos días más te irás de regreso a Italia. - dice Takuya con una mirada algo decaída.

- Si, así es. - continúa Zoe - ¿Hay algo más que quieras decirme antes de que me vaya? -

- Si; de hecho, quiero decirte algo muy importante. - dijo Takuya.

- A ver. - ella esperaba la respuesta de su novio.

- ¡Quiero ir a Italia contigo! - contestó Takuya en voz muy alta, dejando sorprendida a su novia.

- ¿Lo dices en serio? - dijo Zoe mientras contenía el aliento, luego respira un poco y continúa - ¿Quiero que me digas por qué piensas ir a Italia conmigo? -

- ¡Porque pasé todos los exámenes requeridos del club de fútbol de mi instituto, y recién me acaban de dar una beca para poder continuar mis estudios en el extranjero! - respondió Takuya, quien prosigue - ¡Por eso es que quiero ir a Italia para pasar un tiempo contigo, y hasta mi familia acaba de darme el apoyo para poder ir contigo! -

Takuya abraza fuertemente a Zoe, a lo que ella termina también correspondiendo el abrazo; inmediatamente ambos comienzan a darse un profundo beso, el cuál duró más o menos un par de minutos.

Después del largo abrazo y el largo beso (que parecían no tener fin), se separaron un poco y continuaron hablando.

- ¿Cuándo te irás a Italia? - le pregunta Zoe.

- ¡En verano! - responde Takuya.

- Bueno, prométeme que me llevarás a una de esas hermosas playas del Mediterráneo cuando vengas allá. - dice Zoe un poco insistente.

- Lo prometo. - dice Takuya, quien después piensa un poco y dice algo - Espera, Zoe... Antes de que te vayas, quisiera obsequiarte algo. Tenía pensado hacerlo el 14 de marzo, pero como vas a estar lejos, pues mejor te lo obsequio ya. -

Takuya le obsequió a Zoe una caja con dos barras de chocolate, uno de chocolate blanco, y otro de chocolate negro. Al ver lo que había en esa caja, Zoe quedó sumamente sorprendida.

- ¡No lo puedo creer, me has obsequiado un par de cajas de chocolate en dos modalidades diferentes! - dijo Zoe con una gran sonrisa - ¡Gracias por ése gesto de amor! - Zoe procedió a abrazar a Takuya.

- Escogí el blanco y el negro debido a los grandes simbolismos que tienen. - explicó Takuya - Al blanco se le asocia comúnmente con la pureza, la paz, la humildad, la alegría y la inocencia, mientras que al negro se le asocia comúnmente con el pecado, la tristeza, el dolor y los más bajos instintos, no obstante, también representa la elegancia. En las culturas orientales, ambos colores combinados se traducen en la dualidad de todo lo existente en nuestro universo. - 

- Ya veo. - dijo Zoe.

- Por eso nuestra relación ha tenido tanto sus buenos momentos como los malos, porque forman parte de un todo. - replica Takuya.

- Me agrada mucho esa filosofía que tienes. - dice Zoe - En fin, es un recuerdo muy hermoso. Muchas gracias. -

- De nada. - dice Takuya - ¿Te acompaño al aeropuerto? - 

- Gracias, pero no será necesario. - Zoe continúa - Fue todo un gusto haber pasado éstos dias contigo. Ojalá y volvamos a vernos. - 

- Si. Ésto no es un "adiós". Ésto es un "hasta pronto". - declaró Takuya a modo de despedida.

- Sí, "hasta pronto", Takuya. - respondió Zoe, quien ya se estaba despidiendo también.

Ambos amantes nuevamente se separaron... Aunque en ésta ocasión, no será por mucho tiempo, ya que muy pronto, ambos estarían nuevamente reunidos.   

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