2. "Más que amigas"
CAMILA GONZÁLES
Año 2017
Flashback
-Ella es nueva alumna -dijo la profesora que tomaba mis hombros, mirando a todos los alumnos y en otros momentos a mi-. Viene desde Argentina, traténla bien y ayudenla a que se incorpore rápidamente. Y que alguien le pase el horario de las materias.
Miré al suelo sintiendo pena por unos instantes al ser el centro de atención de todo el salón.
-¿Vienes desde Argentina? -me pregunto un chabón de las primeras filas de enfrente.
-Sí.... -contesté muy bajo.
El chico ya no respondió nada. Siempre es lo mismo. Nunca puedo entablar conversación con alguien por más de dos minutos...
-Toma asiento Camila, hay muchos lugares libres -me indicó la profesora.
Bien...
-Espera, ¿cuál es tu nombre? -dijo un chico con cabello negro en forma de tupe. Lo mire y sentí mi corazón latir muy rápido. Aunque me hizo feliz que me preguntará por mi nombre, yo ya lo había dicho, o casi dicho hace un momento...
Mi presentación fue un desastre...
-C-Camila.... Camila Gonzáles -dije por fin.
Esto es terrible...
¿Por qué siempre me sucede lo mismo?
-¿Cómo? -respondió el chico.
-C-Camila Gonzáles -repetí.
-No se te escucha -dijo-. Dilo de nuevo.
-C-Camil...-
-Jajajajaja -se río y sentí una opresión muy fuerte en mi pecho, al darme cuenta, de que en realidad solo lo hizo para reírse de mi con sus compañeros.
-¡No puede ni decir su nombre! ¡Jajaja! ¿Qué tienes? ¿Cinco años? -dijo alguien del fondo-. ¡Mejor regresa al kinder! Jajajajaja.
No decía nada. Solo me limitaba a coger con fuerza mi mochila y mirar el suelo aguantando las ganas de llorar ahí mismo.
-¡Silencio! ¡Silencio! -habló la profesora-. ¡El que se siga riendo se saldrá de mi clase en este instante! ¡No toleraré estás faltas de respeto aquí en mi clase!
Repentinamente las risas de mis nuevos y desafortunadamente compañeros, se detuvieron. Yo miré al suelo y la profesora me pidió disculpas y me dijo que no iba a volver a suceder. Yo no estaba muy segura sobre eso. Siempre me pasan cosas así... Siempre... Un momento después, busqué un lugar en donde sentarme, y terminé por optar en lo de siempre. Los de al fondo. Me senté en los asientos de al fondo, y dejé mi mochila con vergüenza abajo. Mientras miraba ansiosa la pizarra.
-Ptsss chica nueva -me dijo la chica que se sentaba a mi lado. Apenas la había visto, era pelirroja-. Pásame mi lápiz.
¿Me está... hablando a mi?
Me pareció increíble que me hablará a mi. Quiero decir, la mina de adelante puede pasárselo sin problemas también.
-Ah... Si... -respondí. Al instante me sentí tonta. ¿Qué pensará de mí por mi respuesta...?
Le pase el lápiz y ella lo cogió y me sonrió.
-Ey, gracias, de repente a mi lápiz le salieron piernas y salió corriendo.
-Jajaja.
-Toma, copia el horario. -me dijo pasandome unas hojas.
Aunque no significará nada, para mí significó mucho.
Fin del Flashback
Año 2019. PRESENTE.
Me gusta Lucía López.
Me gusta mucho, mucho. Es algo innegable para cualquiera que me conozca. Pero aunque solamente somos amigas. Para mí, ella es más que eso. Es más que mi «amiga». Salimos a todos los lugares juntas. Y estamos juntas la mayor parte del tiempo. No puedo quejarme. Aunque desearía ser más que una simple amiga para ella.
-Oye, ¿vamos a comprar papás? -me dijo Lucía. No me di cuenta de que me había perdido en mis pensamientos.
Harry con Ron be like.
-Ah, si, dale.
-Vamos entonces.
Salimos de mi casa y fuimos a un minimarket a comprar papás; Lucía escogió Chips moradas mientras que yo unos Doritos. Lo pagamos en la caja y después regresamos a mi casa. Cogí el control de la televisión y prendí la tele.
-¿Querés ver algo? -le pregunté.
-Vale -contestó.
-¿Strangers Things? -sugerí.
-Sí, está bien -respondió y puse —mi biblia prácticamente— Strangers Things en Netflix.
La televisión se puso negra unos instantes y después comenzó a reproducirse el primer capítulo. Aunque yo la había dejado en la segunda temporada capitulo ocho.
-¿Qué son esas cosas? -me preguntó Lucía señalando la televisión.
-Son experimentos -respondí.
Strangers Things es la primera serie que me ví. La segunda fue —la mejor de todas las series del mundo entero— Cazadores de Sombras. Siempre he tenido un gusto a las series y a todo lo que involucra fantasía desde que tengo uso de razón.
-Mola la serie -dijo Lucía.
Mi corazón latió demasiado rápido al escuchar su voz.
Lucía y yo somos amigas desde hace tres años y desde entonces no he tenido ojos para nadie más. Siempre me he considerado parte de la comunidad LGBT, pero nunca lo he dicho abiertamente por miedo a las críticas y a ser juzgada.
Pero eso es algo que no sucedió con Melanie y Lucía. Ellas me aceptaron sin juzgarme. Cuando se los dije me hicieron sentir bien conmigo misma, de verdad son las mejores amigas en el mundo entero, no las cambiaría por nada.
-Oye Lucía -hablé moviendo la mano tímidamente. Un fugaz pensamiento se me vino a la cabeza al pensar en tocar su mano-. ¿Qué harás cuando salgamos de la secundaria?
-Nunca lo había pensado -respondió mirando la televisión. Siendo sincera, nada era más interesante que verla-. Supongo que crear una banda. Siempre he querido estar en una banda.
-Podemos hacer una si te parece -dije esbozando una sonrisa.
-¡Qué guay! Solo digamosle a Melanie -dijo Lucía emocionada. Era lindo verla emocionarse de esa manera.
-Dale -contesté.
-¿Y tú? -me preguntó mirándome directamente, pero no pude corresponder a su mirada por los nervios que me producía ella.
-S-Supongo que estudiar para el examen de admisión de la prepa -contesté por fin. Hacía bastante tiempo que no tartamudeaba enfrente de Lucía.
-Ah, vale -dijo. -¿Quieres salir a algún lado? Ya me aburrió la tele.
-Dale.
***
»Parque Nacional de La Ciudad De México«
Es el lugar donde nos detenemos Lucía y yo.
Veo que Lucía contempla el buen clima que hace hoy. Re piola.
-¿Nos subimos a la montaña rusa? -le pregunté.
-¡Por supuesto tía! -contestó Lucía con su habitual emoción característica de ella.
Una vez que compramos los boletos, después le dimos los boletos al tipo encargado y nos subimos a la montaña rusa. La verdadera adrenalina empieza cuando el carro comienza a andar. Aferrada a mi asiento y al tubo que hace de soporte, veo a Lucía con el cabello por los aires. Una sonrisa genuina se me escapa.
Re linda que se ve.
-¡Eh, ya va empezar! -avisa Lucía. Yo regreso a la tierra en cuanto escuchó su voz.
-¡Ahhhhh creo que me voy a arrepentir de subirme a esto! -dije.
-¡Yo jamás me arrepentiría de estar contigo! ¡Woah!
Yo tampoco.
Pues eres más que mi amiga.
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