Momo asomó su cabeza sonriendo con inocencia, WooMi que acomodaba las bebidas y golosinas en el carrito rodó los ojos. A la chica le costaba disimular mucho, la pelinegra se acercó con sus manos detrás de su espalda.

—Dime, ¿Te dio el anillo?

—No.

La expresión de Momo cambió.

— ¿Cómo que no? Pensé que te había propuesto matrimonio.

—No lo hizo, yo se lo propuse—indicó sorprendiéndola—Y no me arrepiento, no mentiré, tengo algo de...miedo, no, nervios, sí, pero no es tan malo—se encogió de hombros—JungKook estaba muy feliz.

— ¡Yo estoy feliz! ¡Vas a casarte!—la abrazó fuertemente. Otra de sus compañeras que estaba cerca sonrió felicitándola.

—Enhorabuena, WooMi.

—Gracias.

—Si vas a casarte no deberías coquetear con otros hombres, ¿No cree, señorita Jung?—SeungHyo intervino en la cocina sirviéndose algo de agua. Momo iba a decir algo pero WooMi la detuvo, era mejor no causar problemas.

—Creo que está malinterpretando las cosas, sunbae.

Ante la última palabra sonrió burlonamente. Sus ojos azules se fijaron en la castaña.

—No estoy malinterpretando nada, sé que el piloto Park está loco por ti.

—Entonces debería enojarse con él.

—Señorita Momo—la miró de pies a cabeza—Ya tuvo una falta al responderme tan descortés en la cena, no haga que sea una segunda falta para echarla de aquí.

—Esta mujer...—avanzó a ella.

—WooMi—otra de las aeromozas interrumpió—El piloto Kim y el piloto Park quieren algo de beber.

—Será mejor que sunbae les lleve algo—WooMi iba a seguir con su tarea en el carrito pero la chica la detuvo.

—El piloto Park me pidió que le dijera a usted.

●|●|●

— ¿Qué?—YoonGi estaba perplejo—Espera, repítelo.

JungKook tenía una sonrisa tonta en los labios, estaba feliz y no iba a ocultarlo. Le había escrito a Min YoonGi cuando vio que estaba conectado casi a medianoche, debía terminar unos documentos para mañana, el pelinegro estaba acostado en su cama con sólo la lámpara encendida.

—Voy a casarme con WooMi.

—Ya, si de nuevo vas a insistirle sobre el asunto...

—No, no, hyung, ella misma me lo propuso.

— ¡¿Enserio?!—se sorprendió— ¿Estaba ebria?

—Hyung.

—Es que...cada día los entiendo menos—bromeó—Bueno, me alegro por ustedes.

—Sólo faltas tú y Gahyeon.

—Muy gracioso.

—No seas testarudo, hyung, te gusta.

—Oh, sí, me encanta Gahyeon—lo imaginó rodando los ojos—Escucha, te felicito por tu compromiso, ¿Le dijeron al resto?

—No, nadie más lo sabe. Mañana le diré a Gahyeon.

—Ya la veo gritando como loca, esa mujer es...un escándalo siempre.

JungKook sonrió divertido, esos dos se querían. En el fondo pero lo hacían.

●|●|●

Por la mañana, los niños estaban sentados en los asientos traseros del auto con sus uniformes puestos y sus mochilas a un lado, JungKook se veía atrapado en el tráfico, respiró profundo apoyando sus manos del volante, miró el retrovisor decidiendo preguntar:

— ¿Cómo te fue con tu padre, SongHa?

La niña tenía un mini Cooky en sus manos, era un pequeño peluche rosado del conejo que tanto le gustaba. Lo llevaba colgando del bolso como un dije.

—Muy bien, lo extrañaba mucho.

— ¿Se irá de nuevo?—JaeYoon la miró.

—No, dijo que esta vez se quedará—sonrió entusiasmada. JungKook no podía compartir esa alegría—Me preguntó por usted, ahjussi.

El pelinegro levantó una de sus cejas, no estaba sorprendido.

— ¿Y qué le dijiste?

—Que usted era bueno con omma y que me gustaba como era conmigo—respondió con una dulce sonrisa—Dijo que si alguna vez se equivocaba conmigo estaría en problemas.

JungKook bufó casi burlándose de eso, aunque en su interior prefería evitar que eso pasara. Luego de dejar a los niños en la escuela, el chico fue a su trabajo, saludó algunos compañeros por cortesía, mientras su computador encendía dejó el saco en el respaldar de la silla, una mano femenina colocó un envase pequeño de leche de banana en el escritorio.

Al levantar la mirada encontró a Gahyeon con una pequeña sonrisa.

—Buenos días.

—Buenos días—sonrió tomando asiento en la silla— ¿Hace mucho que llegaste?

—Unos minutos—señaló el envase—Esto es...por ser la única persona buena conmigo en la oficina—hizo una pequeña reverencia—Gracias.

JungKook tomó la leche de banana mirándola, de niño amaba beber eso, era su bebida favorita.

—Hace mucho que no bebo esto.

—Puedo traer otra cosa...

—No, no, está bien—la colocó junto a la foto que tenía en el escritorio de JaeYoon—Quería contarte algo.

La pelirosa se inclinó un poco para escucharlo. JungKook sonrió de nuevo al confesar lo siguiente.

—WooMi y yo nos casaremos.

Gahyeon se quedó perpleja, ni siquiera parpadeó, no podía creer lo que el pelinegro le había dicho y no podía entender porque de repente no podía alegrarse como era debido.

— ¿Qué dijiste?

JungKook borró su sonrisa.

—Pensé que saltarías y te emocionarías, Momo lo hizo.

— ¿Momo lo sabe?

—Sí, NamJoon también al igual que YoonGi—ella forzó una sonrisa—Gahyeon, ¿Qué te pasa?

—Nada, me alegro por su compromiso, debo...volver a mi trabajo.

●|●|●

WooMi presionó el botón de la máquina que permitía retirar refrescos, la chica seguía en el hotel en alguna parte de Corea del Sur, debía ir al aeropuerto por la tarde, retiró la lata abriéndola. Dio un sorbo probándola, giró sobre sus talones chocando con un pecho masculino, unas manos pequeñas pero con algunos anillos sostuvieron sus brazos. Al levantar la mirada se encontró con aquel chico de cabello oscuro y ojos grises.

—Tenga cuidado, señorita Jung.

—Lo siento.

La soltó regresando su atención a la máquina, insertó un billete presionando el botón que quería. WooMi iba a seguir su camino pero lo escuchó antes.

—Felicitaciones por su compromiso—dijo de forma amarga— ¿Está segura de lo que hace?

La castaña giró sobre sus talones quedando frente a frente de nuevo. Jimin se acercó estando muy cerca de ella, WooMi retrocedió aclarando su garganta.

—No es necesario ser un genio para saber que no está feliz.

—No lo estoy, tampoco quiero negarlo—se encogió de hombros—Tenía falsas esperanzas en usted.

—Lamento que sus falsas esperanzas hayan ido creciendo, mi actitud amable es así con muchos...

—Entonces va por allí provocando emociones prohibidas en los hombres—siguió acercándose. WooMi intimidada retrocedió—Señorita Jung, ¿Está segura de ese compromiso?

—La señorita Seo se enojará si lo ve así, ¿Por qué no expresa sus sentimientos a ella en vez de a mí?

—Porque me gustas tú y no ella.

WooMi puso su mano en su pecho alejándolo. Estaba un poco harta de esas escenas, debía colocar un punto y fin a Jimin o no se lo quitaría de encima, ella no tenía culpa de que ese chico se interesara en ella, por su culpa ya tenía problemas con una superior. Decidida a hablar fue sorprendida cuando Jimin colocó su mano en su nuca robándole un beso, WooMi de inmediato reaccionó alejándolo.

— ¡¿Qué le pasa?!—la que explotó no fue ella, Momo había aparecido empujándolo—Sabía que esto pasaría, no me interesa que sea piloto, ¡Voy a matarlo!

— ¡Momo, no!—WooMi intentó detenerla. Ante el alboroto el personal del hotel actuó, incluso Kim TaeHyung apareció.

— ¿Qué demonios pasa?—reprochó.

—Este desgraciado besó a mi amiga sabiendo que está comprometida—Momo no dudó en decirlo—Sólo está causándole problemas.

—Momo, cálmate—WooMi la detuvo. Miró a Jimin sin tener que decirle mucho—Le sugiero que de ahora en adelante no vuelva a hablarme ni mirarme, ha cruzado la línea, Park.

Y sin decir más se retiró de allí con una Momo furiosa.

Sólo quiero decir que por primera vez no veo al personaje de Jimin como malo, lo que hizo estuvo mal pero no lo considero un villano en esta historia.