La nieve había comenzado a caer, la hora de cerrar se acercaba, Momo se encontraba acomodando algunos estantes, WooMi le pasaba los libros que debía agregar, la campana de la puerta se escuchó indicando que había un nuevo cliente. WooMi dejó a Momo encargarse de los libros para ser ella quien atendiera al cliente.

—Buenas noches, ¿En qué puedo ayudarlo?—ofreció amablemente. Un chico de cabello color chocolate sonrió simpáticamente.

—Disculpe, ¿Dónde tienen los libros de aviones?

— ¿Aviones?—se extrañó. Era joven para tener interés en ellos—Al final del pasillo—indicó.

—Gracias.

WooMi lo miró caminar con elegancia, pasó sus dedos por su cabello permitiendo que éste volviera a su posición de antes, era de labios carnosos y ojos grises. Debía estar usando lentes de contacto sin duda alguna.

— ¡WooMi!

De inmediato fue donde Momo quien estaba pálida, las escaleras se habían movido aterrándola.

— ¿Estás bien?

—Vi mi vida pasar ante mis ojos.

—Que dramática—Momo bajó de las escaleras al acomodar los libros—Cerraré la puerta...

—No, hay un cliente...

—Eso se soluciona—WooMi la vio caminar hacia el chico. Se apresuró en acercarse algo preocupada de lo que haría—Disculpa, ya estamos cerrados.

— ¿Enserio?—el muchacho hizo un pequeño puchero, tenía una bufanda blanca—El cartél dice que está abierto.

—Mi amiga no lo ha cambiado aún—Momo fingió una sonrisa. Quería cerrar e irse a casa, más con ese clima—Lo siento, debe irse.

—Está bien—dejó el libro en su lugar. WooMi estaba avergonzada, la actitud de Momo había sido grosera por completo.

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JungKook llegó a la librería minutos después que Momo se fuera por su cuenta, WooMi subió al auto que era diferente ya que el original había sido destruído por aquellos matones. La castaña se colocó el cinturón de seguridad bajo la mirada de su novio.

— ¿Estás bien?

—Momo fue grosera con un cliente.

— ¿Qué?

—Prácticamente lo echó de la tienda, le dije que pasarías a buscarnos pero dijo que se iría antes porque necesitaba respirar, ¿Cómo va a respirar con la nieve cayendo y este frío tan...?—tomó una bocanada de aire—Su actitud fue rara.

— ¿Crees que sea debido al chico?

—No, creo que tal vez...tuvo...un mal día, no lo sé—suspiró—Hablaré con ella al llegar a casa.

—YoonGi me recomendó que podríamos buscar un profesional para conseguir un departamento—miró al frente mientras conducía. WooMi pensó como decir lo siguiente, entre los dos parecía que JungKook era el más eufórico sobre el tema.

—No creo que debamos comprar.

— ¿Por qué?

—Será mejor alquilar un departamento.

El pelinegro frunció el ceño.

—Me parece que estás dudando mucho, no me dijiste eso ayer.

—Sólo pienso que esto podría tener dificultades—comentó.

— ¿Dificultades?

WooMi respiró profundo explicándole mejor.

—El vivir juntos podría terminar separándonos, quizás no te gustará como trate a JaeYoon o puede que no me guste como tratas a SongHa y...

—Eso es broma, ¿Cierto?—de repente se escuchó indignado—Sabes cómo la trato y sé como tratas a JaeYoon, lo hemos visto, hago todo esto pensando en mi vida a tu lado, no en cuando se acabará—algo hizo clic en su cabeza— ¿Tienes miedo de avanzar, WooMi?

—No.

—WooMi.

— ¿Hacer las cosas con prevención está mal? No creas que no te amo, te amo y más de lo que imaginas pero esto es algo serio, viviremos juntos, tendremos que pagar las cosas y sé que JaeYoon seguirá viendo a su madre pero SongHa estará todo el tiempo con nosotros, podría molestarte.

—No me molesta tu hija, la quiero como si fuera mía—tomó su mano—Sé lo que significa vivir con tu pareja y lo que es dividirse los pagos o gastos—ella guardó silencio mirando sus manos juntas—Quiero despertar contigo como lo he imaginado desde un principio y considerando lo que hemos pasado...merecemos esto y más.

—El doctor todavía quiere tenerte aquí unos días más—ante las palabras de WooMi, JungKook rodeó los ojos, estaba sentado en aquella camilla, el pelinegro ansiaba salir pronto de aquel hospital.

—Quiero hacer muchas cosas contigo una vez salga de aquí.

—Primero lo primero, tu salud es importante, además tengo las citas con la psicóloga, el juicio de EunWoo se acerca...

—Desearía estar allí para ver eso—suspiró—Pero me alegra saber que tiene mucho que perder con la evidencia que tienen.

WooMi sonrió un poco depositando un corto beso en sus labios.

—Lo único que me importa es que estás consciente y despertaste al fin.

El pelinegro sonrió acariciando su mejilla.

—Haremos las cosas bien esta vez, WooMi, te lo prometo.

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Habían esperado que el fin de semana llegara para comenzar con la búsqueda de alquileres económicos que cumplieran las espectativas de ambos, JungKook había conseguido su amento sin mucho problema. WooMi había intentado hablar con Momo pero esta aseguró que no ocurría nada.

—Este departamento entra en el presupuesto que me dieron—abrió la puerta la chica de bienes raíces. La pareja entró mirando el ambiente, tenía el suelo de madera y las paredes de colores crema. Ambos escucharon atentamente las descripciones de la joven mientras miraban cada espacio de aquel departamento, estaba ubicado en el séptimo piso de uno de los muchos edificios del centro, a JungKook le quedaba cerca de su trabajo y a WooMi también relativamente. Cerca del áerea habían algunas escuelas o preescolares además de mercados, gimnasios, panaderías y un parque perfecto para llevar a los niños los fines de semana.

Ninguno de los dos dio una respuesta decisiva, con ese era el quinto que veían en el día.

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—Gracias—agradeció la castaña al chico que le había servido su sopa. Luego de tanto mirar alquileres habían ido a comer algo antes de que sus estómagos rugieran más fuerte, JungKook había dejado su abrigo en el respaldar de la silla, adentro del restaurante el ambiente era cálido.

— ¿Qué crees?

— ¿De qué?

—Vimos siete departamentos hoy, ¿Hay alguno que te convenció más?

—Mmm...—lo pensó dando una probada a la sopa—El quinto me gustó más, tiene muchos locales cerca y puede servir cuando no tengamos ganas de salir con el auto, además si lo piensas, JaeYoon ama usar su bicicleta y SongHa prefiere jugar en el parque, ese parque que dijo estar cerca del edificio puede ser bueno para ellos.

— Pero el baño es muy pequeño. Me hubiera gustado que los niños tuvieran su baño.

—A mí me pareció bien—comentó—El baño es perfecto para los cuatro, me gustó que las paredes tuvieran colores claros, aunque me gustaría remodelar el cuarto de los niños.

JungKook finalmente la escuchaba más animada sobre el tema.

— ¿Enserio? ¿Qué quieres cambiar? Te recuerdo que sólo alquilaremos—usó sus palabras.

—Cierto—recordó—Quería cambiar el color de las paredes, colocar cortinas en las ventanas que hicieran juego con las paredes...

— ¿Por qué no lo compramos?

— JungKook...

—Lo pondré a tu nombre para que no tengas dudas.

—No estoy pidiéndote eso...

—Entonces a nombre de los dos—se inclinó hacia adelante—Y si algo ocurre en el futuro como dices...será dividido entre ambos.