Capítulo 27: Destructivo
Advertencia: Intento de lemon
●●●
Cuando las chicas regresaron a Seúl había pasado casi una semana, quizás un poco más, tenían dos días libres al menos, dos días para disfrutar a su familia. Momo caminaba junto a WooMi diciendo lo que pensaba organizar con NamJoon. La castaña guardaba más silencio de lo normal, se despidió de Momo cuando tomaron taxis diferentes, WooMi miró su teléfono, era viernes por la tarde, cuando llegó al departamento se encontró sola, respiró profundo quitándose los zapatos, caminó descalza hacia la habitación, sacó las cosas de su maleta colocando las prendas sucias en la cesta de la ropa sucia, tomó un baño vistiéndose con ropa cómoda para estar en casa, ya que el departamento tenía aire acondicionado se colocó un suéter ancho que tenía, para no quedarse quieta en un sólo sitio teniendo pensamientos destructivos se puso a lavar la ropa, limpió un poco el departamento, cambió las sábanas, movió algunos muebles y limpió la cocina.
Hizo algunas palomitas de maíz sentándose en el sofá frente a la televisión, respiró profundo teniendo miles de pensamientos sobre todo, sobre su trabajo, sobre su pareja, sobre su hija, sobre el departamento, comenzó a cuestionarse todo, WooMi tomó su teléfono escribiéndole a su psicólogo, sería buena idea si lo veía mañana por la mañana. Dejó el cuenco de palomitas sobre la mesa de centro, se acostó en el sofá casi en posición fetal, en medio de aquel silencio se quedó dormida.
JungKook llegó con los niños casi al anochecer, había pasado a recogerlos a casa de su padre, el señor Jeon quería pasar una tarde con su nieto pero también con SongHa quien le pareció encantadora. JungKook también había aprovechado de comprar algunas cosas faltantes del departamento y un pequeño regalo para WooMi cuando volviera a casa, desde esa última videollamada sólo le escribía mensajes, algo le pasaba y él lo sabía.
Los niños se sorprendieron al ver a WooMi dormida en el sofá, JungKook también se sorprendió, ella nunca le había dicho que regresaría. Con un susurro se inclinó a los niños.
—Vayan a su cuarto para cambiarse.
—Ahjussi—SongHa susurró— ¿Sabía que omma vendría?
—No, vayan a cambiarse.
Ambos obedecieron siendo silenciosos, JungKook dejó las cosas en el comedor acercándose a su novia, WooMi lucía cansada, se agachó apartando cuidadosamente los mechones castaños que caían en su mejilla, la primera vez que la vio con el cabello corto se sintió extraño pero también le parecía un look dulce para ella.
— ¿WooMi?—la joven suspiró entreabriendo sus ojos—Hola—sonrió dulcemente.
—JungKook—tomó su mano—Lo siento, quería que fuera una sorpresa.
—Está bien, me alegra tenerte de vuelta al menos por unas horas.
—Por dos días, me quedaré dos días—ella lo abrazó recostando su cabeza en su hombro, JungKook acarició su espalda un tanto inquieto, incluso en persona la sentía rara.
●|●|●
— ¿No es aterrador volar en avión?—JaeYoon tenía un trozo de panqueque en su tenedor.
—Un poco, pero al mismo tiempo puede ser...relajante o estresante—WooMi terminaba de servirse algo de jugo que JungKook había preparado.
—Omma, ¿Puedo ir contigo para no dejarte sola?
—Debes ir a la escuela y yo debo trabajar, no estoy jugando, SongHa.
La niña hizo un puchero.
—Extraño tenerte en casa.
JungKook notó que a la castaña le dolía escuchar eso.
—Tu madre está trabajando, SongHa, algunos trabajos requieren mucho de nosotros.
WooMi sólo imaginaba el tiempo que pasaría cuando fuera a los vuelos internacionales en caso de ser ascendida. Las palabras de SeungHyo vinieron a su cabeza, ¿Y si JungKook decidía buscar diversión en otro lugar? No, ¿Por qué estaba teniendo inseguridades?
●|●|●
La puerta del cuarto de los niños fue cerrada por JungKook, ambos habían dado las buenas noches a ambos chicos dejándolos dormidos en minutos. WooMi caminó a su habitación siendo detenida por Kook quien tomó su muñeca. Ella miró la ligera cicatriz de su ceja derecha donde una vez estuvo su piercing.
— ¿Podemos hablar antes de dormir?
—Sí—asintió— ¿Podemos beber algo?
—Hay una tienda cerca del edificio, ¿Quieres dejar a los niños solos?
—Sólo por unos minutos.
La pareja se colocó unos zapatos dejando las luces apagadas, ambos salieron del departamento tomados de la mano, JungKook la miraba de reojo acariciando el dorso de su mano, parecía que algo le estaba inquietando y era frustrante para él no saber que lo provocaba. En la tienda de conveniencia WooMi tomó algunas latas de cerveza, dejó que JungKook pagara ya que todavía no tenía su primer pago del trabajo, tomaron asiento en una de las dos mesas de afuera donde pocas personas caminaban ya sea a sus casas o por paseo.
WooMi abrió la primera lata dándole un sorbo largo, JungKook se mantuvo algo serio bebiendo de la suya. En segundos WooMi se había acabado la primera lata siguiendo con la segunda.
—Oye, tranquila, ¿Quieres emborracharte?
—Tengo más de una semana sin beber alcohol, en estos momentos quiero emborracharme—afirmó bebiendo de la segunda lata, se inclinó hacia atrás en la silla bajo su atenta mirada— ¿Todo bien en la oficina?
—Todo normal.
— ¿Gahyeon se acostumbró?
—Tiene algunos problemas con YoonGi, está acostumbrándose todavía—bebió un sorbo— ¿Momo está bien?
WooMi tardó en responder, pensó en su compromiso con NamJoon estando feliz por ella pero...¿Por qué no podía hacer eso con JungKook? ¿Por qué su relación no podía ser sencilla? El pelinegro guardó silencio identificando donde ocurría el problema, en su mente una idea pasó, ¿Momo y ella habían discutido?
Estuvieron en silencio bebiendo, JungKook se mantenía sobrio pero WooMi a la cuarta lata de cerveza ya no lo estaba tanto. En total se había bebido diez latas en minutos. Caminando hacia el edificio comenzó a lloviznar.
— ¿Por qué no respondías mis llamadas?—preguntó JungKook obteniendo silencio como respuesta, aquello le estaba molestando—WooMi—ella siguió caminando. El pelinegro se detuvo y poco después la castaña hizo lo mismo volteando a verlo— ¿Qué está pasando contigo? ¿Estás molesta conmigo?
Las gotas comenzaron a caer más grandes mojándolos a ambos.
— ¿Te gusta mi trabajo?—preguntó ella acercándose a él con pasos inseguros, WooMi estaba ebria— ¿Te gusta lo que hago? ¿Te parece bien que esté fuera por días y los niños dependan de ti? ¿Eso no me hace una mala madre, Jeon JungKook?
— ¿Dudas de ti misma?
— ¡Siempre lo hago! Estoy teniendo problemas en mi trabajo y estoy envidiando a mi amiga—sus ojos se volvieron llorosos—Quiero darte más de lo que mereces y no puedo, JungKook—la lluvia se volvió más agresiva.
—Oye—tomó su rostro entre sus manos. Ella estaba sollozando— ¿Qué sucede?
—Buscarás diversión en otro lugar, la historia se repetirá, conseguirás otra amante...
—WooMi, ¿Eso es lo que tanto te preocupa?
—No, son muchas cosas—ella sollozó—No me entiendo siquiera, estoy tan confusa y tengo miedo—JungKook la abrazó sin comprender del todo. Acarició la espalda de su novia sin importarle mojarse con la lluvia—No puedo estar lejos de SongHa tanto tiempo, esto no es para mí.
— ¿Recuerdas cuando una vez me dijiste que querías ser aeromoza?—ella levantó su rostro para verlo. Las lágrimas se confundían con las gotas de lluvia— ¿Recuerdas todo lo que hiciste para llegar a serlo? Esto es para ti, WooMi, se nota cuando hablas de ello, estabas feliz de haber sido contratada en una aerolínea.
—Los niños...
—Sí, es duro pasar mucho tiempo lejos de tu hija pero a veces debemos hacer sacrificios—miró aquellos ojos café—No te tortures a ti misma, eres una madre estupenda y maravillosa, bebé—sonrió tristemente ante el apodo—Estamos trabajando en esta relación, WooMi, no te apresures, vamos paso a paso, ¿Recuerdas?
—Lo siento.
—No, no lo hagas, no debes hacerlo—dio un corto beso a sus labios—Vamos a casa.
●|●|●
Ambos debían cambiarse de ropa al estar empapados, JungKook tomó una de las toallas del armario secando a WooMi, le sacó una sonrisita cuando despeinó su cabello, la chica quitó la camisa manga larga de su novio pasándola por su cabeza, con la yema de sus dedos dibujó las líneas del tatuaje en su brazo, JungKook quitó el suéter ancho de ella dejándola con un brasier azul cielo, la ropa mojada iba cayendo al suelo, WooMi tenía su cabello castaño despeinado y húmedo, JungKook tenía su cabello brillante por aquellas gotitas de lluvia, sus cuerpos estaban mojados.
Él depositó cortos besos a sus labios colocando la toalla alrededor de su cuello, WooMi alargó el último beso sintiendo el sabor de la cerveza, quitó la toalla colocándola en el cuello de su novio, JungKook seguía moviendo sus labios con los de ella mientras afuera llovía con fuerza, entreabrió sus labios un poco más cuando su lengua lamió su labio inferior pidiendo permiso para entrar. El beso se profundizó con ambas lenguas rozándose iniciando la chispa en ellos.
Se separon un poco para respirar, JungKook acarició sus mejillas y WooMi con sus ojos cerrados teniendo sus manos en el pecho de su novio hizo una petición.
— ¿Podemos ver las luciérnagas esta noche?
Él sonrió entendiendo el mensaje subliminal de esa frase. Era como una clave para ellos.
—No recuerdo la última vez que las vimos.
WooMi abrió sus ojos compartiendo una sonrisita cómplice con él, sus bocas volvieron a tocarse, JungKook la hizo retroceder, ella se sentó en la cama y él se inclinó arrodillándose frente a ella, con ayuda del otro se deshicieron de las prendas que faltaban quedando piel con piel, las sábanas era lo que podía cubrirlos. JungKook llenó de cortos besos húmedos desde el cuello de WooMi hasta su vientre haciéndola suspirar, su corazón iba rápido, el pelinegro regresó a sus labios acomodándose entre sus piernas introduciéndose sin prisa, un jadeo bajo se escapó de sus labios cuando tocó su punto frágil, JungKook comenzó a embestirla profundo moviéndose sin prisa haciendo más placentero el momento para ambos, WooMi abrazó su cuello con sus brazos jugando con su cabello, los besos dulces se detenían cuando uno de los dos necesitaba gemir por lo bajo, los brazos de JungKook se tensaban sobresaliendo algunas venas.
El chasquido de algunos besos se escuchaban en la habitación, la castaña cerró sus ojos cuando su novio repartió pequeños besos en su cuello, WooMi se enfocó sólo en JungKook y las emociones que le provocaba en ese instante, el pelinegro la escuchaba cerca de su oído embistiendo al mover sus caderas sobre ella, las manos de WooMi bajaron por su espalda apretando sus dedos en su piel con cada embestida.
Al cabo de unos minutos cuando ambos alcanzaron el clímax del momento se mantuvieron en esa posición unos segundos. Sus respiraciones eran agitadas, sus cuerpos seguían sensibles ante lo que habían hecho y JungKook notó algunas lágrimas en los ojos dulces de su novia.
—Pase lo que pase, voy a quedarme contigo—susurró con voz algo ronca—Ya deberías saber eso, Jung WooMi—ella acarició sus mejillas—Te amo.
—Te amo, Jeon JungKook.
Los dos sellaron aquel momento con un dulce y romántico beso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro