Capítulo 26: Un mal día
Momo no dejaba de lado su buen humor y WooMi sonreía tontamente al verla tan risueña, podía imaginar como se sentía pues ella una vez estuvo comprometida, se había sentido en las nubes, se había sentido la mujer más feliz del mundo, en su mente se imaginó caminando el altar hacia un apuesto hombre de buen porte y hermoso traje, el rostro de JungKook apareció en sus pensamientos.
Si tan sólo fuera tan sencillo.
El escándalo de un pasajero la sacó de su ensoñación, WooMi fue al pasillo donde dos de sus compañeras intentaban calmar al hombre furioso. Parecía ir solo.
— ¡Si no aparece mi laptop voy a demandar a toda la aerolínea!—era un hombre de traje.
—Señor, necesita calmarse, está asustando a los demás pasajeros—WooMi intervino.
— ¡No me importa! ¡Que todos se enteren! Uno de estos pasajeros me robó mi bolso con mi laptop.
— ¿Está seguro de haberla traído con usted? ¿No la dejó en otro equipaje?
— ¿Cree que armaría todo este escándalo si fuera así?—apuntó a WooMi con su dedo. La chica debía mantener la calma, eran las normas de su trabajo, la habían entrenado para esos casos.
— ¿Qué sucede?—SeungHyo apareció. Al ver a WooMi rodó los ojos— ¿Señorita Jung?
—El señor dice que han robado su laptop.
— ¿Subió al avión con ella?
— ¡Claro que sí!
La castaña miró la cabina sobre el asiento, esa donde se guardaba el equipaje de mano. Movió algunos bolsos desocupando la cabina, un bolso en particular llamó su atención.
— ¿Es este, señor?—mostró.
— ¿Pero...?
—Creo que olvidó haberlo puesto allí—se lo entregó con una sonrisita— ¿Necesita algo más?
Algunos pasajeros veían molestos e indignados al hombre que hace segundos maldecía. Sin más que decir se acomodó en su asiento, SeungHyo sorprendida por como WooMi solucionó el problema la miró con cara de pocos amigos.
●|●|●
Al final del día luego de varios vuelos, los trabajadores del avión se ofrecieron a comer juntos, Momo y WooMi estaban invitadas, en el restaurante todos vestían con ropa casual, el uniforme lo habían dejado en las habitaciones del hotel, en la mesa habían como diez personas, algunos prefirieron faltar. Junto a WooMi estaba SeungHyo, pero frente a la castaña estaba Jimin.
La comida no faltaba allí, el licor quedaba prohibido aunque no quisieran. WooMi había sacado su teléfono escribiéndole a su novio, pero justo en ese momento JungKook le había enviado una foto con los niños, SongHa y JaeYoon dormirían con él esa noche, SongHa tenía una pijama de Cooky mientras que JaeYoon de Shooky.
—Unnie.
— ¿Mmm?
—Mira—le mostró la foto.
—Ya se llevan mejor, ¿No?—sonrió notando la felicidad en el rostro de su amiga. SeungHyo que estaba junto a WooMi alcanzó a ver la foto un tanto curiosa.
— ¿Es tu novio?
Jimin alcanzó a escucharlo.
— ¿Oh? Sí—asintió.
— ¿Son tus hijos?
—Ella es mi hija, se llama SongHa—señaló con orgullo. A Jimin le gustaba como lucía cuando hablaba de su hija, al chico le atraía y odiaba que estuviera con JungKook—Él es el hijo de mi novio, JaeYoon.
SeungHyo admitió para sus adentros que el chico era apuesto, la niña le pareció tierna.
—Deberías cuidar esa familia. Este trabajo te hace olvidarte de ella.
—SeungHyo, no le digas eso—reprochó Jimin.
—Es la verdad, tal vez tu novio comience a sentirse solo y decida buscar diversión.
—Por ese tipo de inseguridades las personas como tú no tienen pareja o no duran mucho tiempo con ellas—Momo se había hartado de ella. Los demás en la mesa estaban escuchando.
— ¿Algún problema, señorita Hirai?
—Sí, por culpa de esta persona está arrojando odio hacia mi amiga y es injusto, enfádate con Jimin, no con WooMi.
Todos se sorprendieron por la manera formal de referirse y por sus palabras. WooMi quería retirarse, tragó con dificultad manteniendo la cabeza baja. Si seguía así no duraría mucho tiempo allí.
●|●|●
—Lucen adorables dormidos—WooMi estaba acostada en la cama, sólo la luz de noche estaba encendida. En su teléfono estaba JungKook hablando en voz baja ya que los niños dormían, el chico había salido de la habitación. Fue a la cocina apoyando el teléfono en algún rincón, tenía una camisa de mangas cortas, WooMi podía ver sus tatuajes.
JungKook pasó su mano por su cabello oscuro, notaba a WooMi extraña.
— ¿Pasó algo?
—Estoy cansada.
—Sabes que no es sólo eso—se cruzó de brazos apoyándose en el mesón—Luces triste.
—No estoy triste.
—WooMi—sus ojos grandes la observaban. La chica tenía su cabello suelto, JungKook la conocía a la perfección— ¿Qué pasó, bebé?
—Bebé—sonrió dulcemente—Suena lindo, debes llamarme así más seguido.
—No me cambies el tema.
—Pasó mucho el día de hoy—tomó una bocanada de aire—Estoy pensando que esto no es para mí.
— ¿Qué?—JungKook parpadeó varias veces— ¿Escuché bien? ¿Estás teniendo problemas allí?
—Es mejor hablarlo cuando esté allá.
—No, WooMi, ¿Jimin está molestándote?
—Hablaremos cuando vuelva, te amo.
—WooMi—JungKook chasqueó la lengua al ver que había colgado. Eso sólo lo dejaba preocupado.
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