— ¿Qué?—WooMi se encontraba preocupada, apenas había llegado al hotel donde se quedarían pues todo el día había sido tan ocupado como el anterior, la tal SeungHyo no dejaba de quitarle el ojo de encima.

—Ella está bien, mañana iré a su escuela y hablaré con la directora yo mismo—prometió.

WooMi respiró profundo, primero su ex suegra va a visitar a su nieta y ahora recibía la noticia de que SongHa fue golpeada en la escuela. La castaña tenía las inmensas ganas de salir corriendo a Seúl.

—Dime la verdad, ¿Necesitas que vaya allá?

—WooMi, apenas iniciaste en tu trabajo, no puedes faltar...

—Es mi hija, JungKook.

—Y responderé por ella, lo prometo.

—Déjame hablar con SongHa.

—Está durmiendo con JaeYoon.

La chica respiró profundo, anoche había pasado lo mismo, sabía que debía acostumbrarse pero era difícil conseguirlo. La joven tomó asiento en aquel sillón de recepción, su cabeza estaba doliendo. Inevitablemente recordó lo que Jimin le dijo una vez.

— ¿No sería difícil para ti alejarte de ella? Ser aeromoza implica estar lejos de casa por mucho tiempo.

—Sí, lo he pensado pero al mismo tiempo quiero dedicarme a algo que me guste y si tengo la oportunidad de hacerlo no lo dejaré pasar.

— ¿WooMi? ¿Sigues ahí?—JungKook la sacó de aquel recuerdo.

—Sólo he estado ausente por dos noches y van dos sucesos que ocurren con SongHa—respiró profundo pasando una mano por su cabello corto—Tengo dos días sin hablar con ella.

—Puedes llamar por la mañana...

—Debo estar en el aeropuerto a las cinco de la mañana—restregó sus ojos—Acabo de llegar al hotel y por eso pude llamarte.

— ¿Momo está contigo?

—Fue directo a su cuarto, estaba tan cansada como yo.

—WooMi, voy a cuidarla, ¿De acuerdo?—JungKook usó una voz dulce—Hablaré con la directora, esto no pasará de nuevo.

—Voy a preguntar cuando volveremos a Seúl.

—WooMi...

—Escucha, confío en ti, pero también quiero ver a mi hija—hizo una pausa—Si la situación fuera al revés tu estarías tan ansioso como yo de regresar a casa para abrazar a JaeYoon, ¿No es así?—obtuvo silencio del otro lado. WooMi se colocó de pie—Iré a mi habitación—tomó su maleta—Te escribiré por la madrugada.

—Dejaré el teléfono encendido.

WooMi colgó acercándose a los elevadores, sacó la llave del hotel de su bolsillo, esperando a que el elevador llegara, alguien más se colocó a su lado. La castaña encontró al piloto Kim saludando sin dudar.

—Buenas noches, señor Kim.

—Buenas noches—saludó del mismo modo. Tenía una maleta similar a la de ella.

Juntos entraron al elevador, iban a pisos diferentes, en el silencio de aquel pequeño espacio, WooMi pensó en SongHa, debió ser más cuidadosa con ella y poner atención, anteriormente había escuchado a la niña decir que los demás niños solían huir de ella, tragó con dificultad deseando abrazarla y pedirle disculpas por haber fallado como madre.

—Parece preocupada—la voz profunda de TaeHyung interrumpió el silencio del elevador.

—No es nada.

— ¿Está extrañando a su familia?—suspiró manteniendo su seriedad—Al inicio es difícil, pero luego se acostumbra.

— ¿Sabe cuándo regresaremos a Seúl?

—Creo que el último vuelo de mañana es hacia allá.

WooMi sintió alivio ante eso. Tanto TaeHyung como ella se despidieron en una inclinación de cabeza.

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Para suerte de WooMi, el último vuelo de ese día había sido al mediodía, Momo iría al departamento que compartía con la madre de ésta para descansar, en cambio la castaña tomó un taxi indicando la dirección. Llevaba su uniforme de aeromoza, aquellos tacones que lastimaban sus pies habían sido sustituídos por zapatillas deportivas.

SongHa salía de la escuela con su mochila en su espalda, su brazo dolía mucho, JungKook había ido a hablar con la directora esa mañana, dos de las niñas que estaban involucradas fueron suspendidas por una semana, SongHa se ganó algunas miradas de odio de parte de sus compañeros, tenía algo de temor y si lo pensaba bien, por primera vez no quería ir a la escuela.

— ¡SongHa!

Una voz femenina la llamó, la niña sonrió ampliamente al ver a una mujer castaña de uniforme. WooMi se agachó para abrazarla mejor, ambas se abrazaron fuertemente y SongHa se dejó llenar de besos por su madre.

—Omma, viniste.

—Tuve pocos vuelos hoy—sonrió besando su frente. Acomodó su cabello pellizcando su mejilla—Me quedaré con ustedes en lo que queda del día.

— ¡Sí!—la abrazó de nuevo.

—Por cierto—tocó su brazo con cuidado, JungKook había dicho que era el brazo derecho— ¿Te duele?

—Mucho—asintió.

— ¿JungKook te colocó algo para eso?

—Le dije que no dolía mucho.

—SongHa, debes ser honesta con él—se levantó tomando su mano—Iremos a la farmacia, ¿De acuerdo?

— ¡Ahjumma!—JaeYoon apareció con una sonrisa—Ya volvió.

—También me alegra verte, JaeYoon—sonrió un poco. Dicha sonrisa se volvió algo nerviosa cuando JungKook se acercó, ambos adultos se abrazaron bajo la vista de los niños.

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—Esto debe bajar un poco la inflamación—WooMi aplicó aquella crema sobre el hematoma, el sólo verlo le molestaba pero se controlaba frente a los niños—Si sigue doliendo iremos al hospital.

—No quiero ir.

—Esperemos que no siga doliendo—la miró con atención—SongHa, ¿Antes de esto había pasado?—ella negó—Dime la verdad.

—Sólo...golpes pequeños.

—Si se repite de nuevo quiero que avises a tu profesor o profesora, ¿De acuerdo?

La niña asintió sin decir mucho, abrazó a su madre sintiéndose mucho mejor con su calor. JungKook asomó la cabeza en la puerta de la habitación viendo la imagen, JaeYoon tocó su brazo llamando su atención.

—Appa, ¿WooMi está enojada contigo?

—Creo que un poco.

— ¿Hablarás con ella?

— ¿Estás preocupado por mí?

—Un poco—admitió.

—Tranquilo, soy yo quien debe preocuparse por ti—besó su cabeza. En el pequeño momento de padre e hijo, WooMi apareció interrumpiendo, JaeYoon fue con SongHa y ambos adultos se dirigieron a la cocina para hablar mejor.

JungKook se aseguró de que los niños estuvieran en la habitación, WooMi se cruzó de brazos esperando una explicación.

— ¿Hablaste con la directora?

—Sí, expulsaron a dos de las niñas involucradas por una semana, si vuelven a molestar a SongHa serán expulsadas definitivo de la escuela.

— ¿SongHa te dijo algo más sobre el asunto?

—No—respondió—Nada. No esperaba verte allí con ella.

—Tuvimos pocos vuelos hoy, mañana debo irme de nuevo—contó—Estuve pensando mucho en lo que Jimin me dijo cuando nos conocimos realmente, debo acostumbrarme a que estas cosas pasen sin mí.

—WooMi, estaré más atento de ella...

—No quiero que lo estés, tienes a JaeYoon, debes cuidarlo también...

—Oye—se acercó tomando sus manos—Sé que JaeYoon es mi hijo pero quiero a SongHa como si fuera una hija, tampoco me gustó que esas niñas la hubieran golpeado, hablé con ella y le recalqué que para todos nosotros es especial.

WooMi miró sus ojos, él hablaba muy enserio. JungKook todavía vestía formalmente por el trabajo, YoonGi le ayudaba a salir más temprano de lo normal. La castaña rodeó su cuello con sus brazos y el pelinegro rodeó su cintura apoyando su barbilla en su hombro.

—Lamento tener que dejarte mucho trabajo en casa.

—Somos una pareja, las parejas se comparten el trabajo de casa—acarició su espalda—No volverá a pasar, lo prometo.

—No tienes que prometerlo, sólo me asusta que algo grave pase y yo esté lejos de ustedes—suspiró mirándolo—Siento que estoy fallando como madre.

—No lo estás, eres la madre que SongHa necesita, no estás fallando a nadie, siempre piensa en eso.

Ella asintió dejando que besara su frente y la estrechara entre sus brazos. Cerró sus ojos sintiendo el calor de su novio junto a su perfume, nada podía ser perfecto, ¿No?