Capítulo 22: Videollamada
Advertencia: Intento de lemon
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El último vuelo había sido a Ilsan, la habitación de hotel de Momo estaba junto a la de WooMi, algunos del personal del avión aprovechaban de quedarse en casa de algún familiar que tuvieran en esa ciudad, la castaña tenía su cabello húmedo vistiendo algo cómodo para dormir, no quería saber nada de esos tacones que la dejaron adolorida, al menos hasta mañana, debían estar en el aeropuerto a las diez de la mañana para el primer vuelo a Daegu.
Momo estaba tumbada con sus piernas levantadas en la cama de su amiga viendo la televisión. La habitación era sencilla pero cómoda.
—Lamento no haber respondido, estuve muy ocupada en el día—fue lo primero que dijo cuando JungKook respondió la llamada.
—No te preocupes, debes estar cansada.
—Agotada por completo, debo acostumbrarme—tomó asiento en el sillón subiendo sus pies descalzos a éste—Dime, ¿Cómo están los niños?
—Ahora mismo deben estar durmiendo.
Miró la hora en su teléfono, en minutos serían las once de la noche.
— ¿Qué les hiciste de cenar?
—Quedaba algo de cereal sobre el refrigerador, preparé un poco para la cena y listo—escuchó su risita—Te recuerdo que también soy padre y no es primera vez que me quedo a solas con los niños.
—Lo sé, lo siento—se avergonzó un poco colocando un mechón de su cabello detrás de su oreja— ¿SongHa estuvo tranquila?
—La verdad, sí—JungKook dudó pero decidió contarle—Su abuela fue a verla a la escuela.
— ¿Mi madre?
—No, su abuela paterna—su sonrisa se esfumó—Le entregó unos cupcakes a la niña, ya le advertí que debe comunicarse contigo primero si quiere verla.
La posible idea de que EunWoo le hubiera pedido a su madre que fuera a ver a SongHa apareció en su mente. Aquel ex policía debía pasar otros años más en la cárcel, WooMi sentía temor cuando pensaba que en el futuro lo soltarían.
— ¿SongHa preguntó su padre?
Momo volteó a verla al escuchar eso. Su cabello negro estaba esparcido por las sábanas blancas.
—No me dijo nada, sólo dijo que su abuela quería saber como estaba—WooMi suspiró—No pasó nada malo, WooMi.
—No me gusta que ellos quieran verla, desconfío mucho de ellos aunque digan lo contrario.
—Lo sé, pero ahora enfócate en tu empleo, mañana llevaré a los niños a la escuela, tu madre me dijo que quería buscarlos por la tarde, creo que los tendrá en su departamento.
—Está bien—acarició su cuello—No duermas tarde, debes trabajar mañana.
—La cama se siente muy vacía—lo imaginó haciendo un puchero—Me has hecho un hombre totalmente dependiente de ti, Jung WooMi—ella se sonrojó— ¿Puedo hacer una videollamada?
—Momo está acompañándome, debemos estar en el aeropuerto a las diez de la mañana.
— ¡Dile que amo a los hombres de esta aerolínea!
La pareja se echó a reír por unos minutos.
—Hay chicos apuestos, es todo.
— ¿Tanto como yo?
—No se compara contigo—mordió su labio siguiéndole el juego.
— ¿Momo estará mucho tiempo allí?—el tono que usó le hizo saber que estaba algo...ansioso. WooMi se sonrojó aunque ella también sentía deseos de hacer esa videollamada.
—Te avisaré una vez esté sola—susurró.
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WooMi pasó su mano por su cabello sentándose en la cama, apoyó el teléfono en la mesa de noche con la cámara apuntándola. JungKook apareció en la pantalla al aceptar la videollamada, una tonta sonrisa apareció en los labios de ambos.
—Estoy sola, ¿Contento?
— ¿Cómo sé si lo estás?—bromeó.
—Ya, no seas tan quisquilloso—reprochó ella—Momo cenó conmigo hace minutos y se fue, ¿Cómo sé si los niños están realmente dormidos?—contraatacó.
— ¿Quieres que los grabe por ti?—el pelinegro se levantó de la cama. Salió de la habitación con su teléfono en la mano, WooMi vio tanto a SongHa como a JaeYoon dormidos en la litera, sonrió un poco deseando estar allí, debía acostumbrarse a pasar tiempo fuera de casa— ¿Ahora me crees?—preguntó su novio regresando al cuarto.
—Está bien, te creo—JungKook puso su teléfono en la misma posición que WooMi había hecho, la camisa que llevaba dejaba ver su brazo de tatuajes, esos que tanto le gustaba a ella—Se siente raro estar en una habitación sola—miró el cuarto, sólo la lámpara y la luz del televisor la iluminaban—Me trae...viejos recuerdos.
JungKook supo porque lo dijo.
—Es una pena que no estoy allí contigo.
WooMi sonrió con picardía.
—Si estuvieras aquí no podría siquiera dormir.
—No necesariamente necesitas mi presencia para no dormir—mordió su labio inferior acariciando su barbilla, entrecerró sus ojos— ¿Quieres probar?
—Si es contigo me encantaría hacerlo.
Aquellos juegos eróticos era lo que los caracterizaba.
—Quítate la ropa.
La castaña de cabello corto obedeció haciéndolo de manera lenta y un tanto provocativa para JungKook, WooMi quedó en ropa interior volviendo a sentarse en medio de la cama. Era absurdo como su corazón ya estaba latiendo rápido.
—Es tu turno.
JungKook se deshizo de su camisa y sus pantalones quedando sólo en bóxer. La imagen en la pantalla le hizo tragar en seco, a veces le resultaba un tanto intimidante pero siempre excitante.
—Hermosa vista—sonrió divertida— ¿Algún otro deseo, señor Jeon?
—Toca tu cuerpo como si fuera yo quien lo haga.
Un tanto nerviosa no supo como hacerlo, era primera vez que hacían todo eso por videollamada pero no dejaba de ser emocionante, WooMi comenzó a acariciar su cuerpo bajo los ojos atentos y deseosos de su novio, en medio de esas caricias deslizó los tirantes de su brasier.
JungKook tragó con dificultad y ella lo notó.
—Tienes razón, es una lástima que no estés aquí—acarició su labio inferior—Quiero verte hacer lo mismo, señor Jeon.
—A sus órdenes, señorita Jung.
La imagen de JungKook comenzando a tocarse la excitó, mientras ella acarició uno de sus senos al deshacerse de su brasier recordando como el chico los besaba y apretaba, JungKook acariciaba su querido amigo despertándolo.
WooMi inclinó su cabeza de lado imaginando las manos de él sobre su cuerpo mientras su boca dejaba marcas por su cuello. Había cerrado sus ojos para concentrarse más deleitando a su novio.
—JungKook—jadeó.
—No te escucho bien, amor.
Ella sonrió ladinamente, con una mano se sostuvo en la cama, la otra liberó sus pechos dirigiéndose a esa zona íntima. Se detuvo porque la imagen de su novio la distrajo, JungKook tenía su cabeza apoyada hacia atrás mientras se masturbaba él mismo, su miembro estaba muy despierto y WooMi inevitablemente se imaginó sentada allí complaciéndolo, su respiración era agitada.
—Un poco más rápido—pidió sin dejar de verlo. JungKooo obedeció mordiendo su labio inferior para no gemir, WooMi volvió a tocarse así misma introduciendo uno de sus dedos en su zona íntima. Se recostó hacia atrás en la cama masturbándose también.
—Introduce otro—ordenó JungKook.
Ella lo hizo gimiendo por lo bajo.
—No, quiero escucharte.
WooMi comenzó a mover sus dedos embistiéndose, acarició uno de sus muslos gimiendo el nombre de su novio, inclinó la cabeza hacia atrás perdida en el placer que se estaba provocando. De vez en cuando veía a la cámara encontrándose con la mirada pícara de JungKook, ambos se imaginaron en el cuerpo del otro anhelando más la presencia.
—Introduce otro.
WooMi lo hizo aferrando una de sus manos a la sabana por sobre su cabeza. Gimió un poco más disfrutándolo.
—Más rápido, JungKook, por favor—suplicó.
El chico estaba sufriendo para no gemir ni hacer ningun ruido, el orgasmo llegó a él primero que WooMi, la chica vio aquel líquido blanco salir de su miembro y con aquella imagen tan apetitosa también alcanzó el orgasmo respirando tan agitada como él.
Sacó los dedos de su interior recuperándose de aquella experiencia, ambos desaparecieron de la pantalla unos segundos limpiando sus manos en el baño. Al volver ambos estaban un tanto acalorados, WooMi se había cubierto con las sábanas al igual que JungKook.
— ¿Ahora me crees cuando te digo que te extraño?
—Ahora te creo—bromeó—Te amo.
—Te amo.
Es primera vez (en lo que recuerdo) que describo una escena así.
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