Han pasado varios días desde que nos despedimos de Andrea, las cosas entre Cesar y yo han mejorado bastante, ahora no lo he estado evitando, ambos hemos estado el uno para el otro, con toda lo que fue la perdida de nuestra mejor amiga, de cierto modo nos necesitábamos, pasábamos tiempo juntos, recordando buenos momentos acompañados de aquella amiga incondicional.

Mi madre sigue en la cuidad y Cesar nos ha invitado a almorzar a su casa, por cierto, no les comenté que mi madre no sabe que con Cesar no estamos juntos, desde que ella se fue a Santiago. Yo no le conté lo ocurrido con Cesar, ella no sabe que el me engaño y se marchó por tres meses a España, la verdad no quería que se preocupara, tampoco sabe que tuve sospechas de un embarazo, ni mucho menos que estuve saliendo con Guille por casi un mes.

Con Cesar hemos decidido ser amigos, pero en realidad esta comida me tiene bastante nerviosa.

Se que Cesar ha planeado esto del almuerzo solo por el hecho de que mi madre le ha dicho que no me estoy alimentando bien, la verdad es que no me siento bien, cualquier cosa que como, lo vomito, por lo cual he decidido comer lo menos posible, odio esta sensación de enfermedad.

He hablado con María para ver cómo lleva todo lo de la muerte de Andrea, me comento que Guille se está quedando con ella, para que no se sienta sola, lo cual entiendo, si no fuese por mi madre aun seguiría en mi cuarto llorando.

Salgo de mi casa, cruzo la calle que separa mi casa de la de Cesar y toco la puerta. Mi madre aun no llegara ya que fue a comprar una botella de vino, para traer a la comida.

— Hola... — dice Cesar con una gran sonrisa.

—Hola. —le saludo de beso, y aun cuando el intenta darme el segundo beso, quedamos frente a frente, él observa peligrosamente mis labios, yo le saludo con el segundo beso, para eliminar la tensión que se había formado en el ambiente.

Siempre nos pasa lo mismo, dado que en España se saluda con dos besos, y aquí en Chile solo con uno.

Me adentro en la casa y esta preciosa, la mesa del comedor esta con velas y los platos puestos, listos para servir, veo una botella de vino en el centro y digo:

—Deberías sacar la botella de vino, mi madre fue a buscar uno exclusivo para este almuerzo... y si ve la botella puesta en la mesa se decepcionará.

El asiente y quita la botella de vino de la mesa.

— ¿Tu cocinaste?

— No. — dice riéndose. —a mí se me quema hasta el agua, pedí la comida al restaurante del casino.

Al escuchar ese comentario me muero de la risa.

—Extrañaba tu risa. — dice a una distancia peligrosa, él se acerca y observa mis labios, y yo observo los de él, siento como se va acercando a mis labios, cuando estamos a punto de besarnos, adivinen... suena el timbre.

—Debería abrir. —dice Cesar sin alejarse de mí.

—Si, debieras— digo con una sonrisa, pero tampoco me alejo.

Él se aleja y abre la puerta a mi madre, la comida trascurre de manera normal, pero no podíamos disimular las miradas entre ambos.

—Me encanta verlos tan enamorados. — dice mi madre.

Ay, madre si supieras todo lo que ha pasado desde que te fuiste.

Nosotros solo sonreímos, y seguimos con las miraditas, sé que en este momento no tenemos nada y que las cosas terminaron bastante mal, pero no puedo evitar sentir mariposas en mi interior.

Lo extraño... extraño sus abrazos sus caricias... su todo... me enamoré como nunca pensé hacerlo

Mi corazón le pertenece por completo.

La comida se da por finalizada, todo salió perfecto, pero cuando estoy en casa, vuelven las náuseas... sabía que no debería haber comida tanto.

***

Mi madre está preocupada por mi salud y antes de marcharse me pide una hora a médico.

Cuando fui a despedirme de mi madre al aeropuerto me hizo prometer que asistiría a la cita médica, y se lo prometí.

El día ha llegado, voy a la clínica, en la cual trabaja mi vecino, el me entrega una orden para tomarme unos exámenes de sangre, así que me dirijo de inmediato al laboratorio, dado que no había desayunado, por el miedo a las náuseas.

Me dirijo a mi casa y al llegar veo a Cesar en la puerta.

—Hola... ¿Me buscabas?

—Supongo que si...—dice con una sonrisa nerviosa.

Las cosas con Cesar han estado bien, estamos solo como amigos, pero es obvio que a ambos nos gustaría algo más.

Pero no quiero apresurarme ante mis sentimientos, el me lastimo demasiado, pero los sentimientos que nos unen son demasiados como para alejarme, aunque siendo sincera jamás deje de sentir esto por él.

— Solo te he extrañado. —dice al ver que yo no respondo.

— También te he extrañado... pero no quiero apresurar las cosas...solo tomémoslo con calma.

El asiente y se acerca, deje un simple beso en mis labios, y me observa, yo sonreí y veo como se aleja dejando mi vida y mi corazón revueltos.

DIOS COMO EXTRAÑABA ESOS LABIOS.

A pesar de que solo fue un beso de un segundo, pude sentir esos suaves labios que me encantan y estaban acompañados de esas hermosas cosquillas que se forman cada vez que él se acerca a mí.

—¿Te gustaría acompañarme a una cita que tengo con médico?

—Me encantaría, sinceramente, y solo que no quiero ocultarte nada, tu madre me llamo, para que me asegure de que fueses a tu cita.

Le observo, procesando lo que dice, sin más mentiras.

—lamento el acoso de mi madre, quizás debimos haberle aclarado lo nuestro.

—No lo veo necesario, te recuperare Isa, porque te quiero, y lamento haber arruinado lo nuestro. — se acercó nuevamente y esta vez lo espere con ansas, no quería que solo se rosaran nuestras bocas, quería un beso de verdad, sentir su lengua junto a la mía, sentir que aún era mío, así como yo lo era.

Cuando su boca se apartó de la mía, vi ese brillo pícaro en sus ojos, se alejó con una sonrisa que puso mi mundo a girar.

—Paso por ti a las 7. — dijo dejándome sola con este calor invadiendo mi cuerpo.

***

Ya son diez para las siete de la tarde y Cesar está en su auto esperándome fuera de la casa.

Llegamos a la clínica y retiro mis resultados de los análisis, los reviso, pero la verdad es que no entiendo nada, solo veo algunos números.

Le hablo al doctor por WhatsApp para avisarle que estoy en la clínica.

El sale al pasillo de la sala de espera y me pide los exámenes, el los observa detenidamente y me dice que a su consulta.

Una vez que ya estoy sentada y él está con su bata blanca al otro lado del escritorio.

—Isa tu salud esta perfecta. —yo asiento y sonrió, la verdad es que ya estaba entrando a preocuparme. —mis sospechas eran ciertas estas EMBARAZADA.

EMBARAZADA...

La palabra rebota en mi mente, y me quedo muda por varios segundos.

—¡¡¡QUE!!.... no ... no puede ser... Yo me realice una prueba y dio negativo.

—Las pruebas fallan querida...

— ¡¡No!! ... No me estas escuchando doctor. —digo con un nudo en la garganta. — yo me hice una prueba hace un mes más o menos y salió negativo... Y no he estado con nadie en ese mes. —al menos sin cuidarme, la única vez que me acosté con Guille, nos cuidamos.

—Estas de 16 semanas... Eso es como cuatro meses, un poco más puede ser.

Sigo sin entender, mi mundo gira, y las náuseas se acentúan.

— No lo entiendo... mi periodo llego normalmente este mes. —digo tratando de respirar porque siento que estoy hiperventilándome.

— ¿Te llego todos lo meses?

— Soy irregular... Me llega como cada 2 o tres meses.

—Es normal, hay mujeres que siguen con su periodo hasta el cuarto mes de embarazo.

Cuatro meses aun no lo puedo creer, por eso las náuseas no desaparecen, por eso mi desmayo...

¡Maldita sea! yo he bebido estos cuatro meses... ¿y si por eso sangré?, quizás estaba teniendo una perdida y yo pensaba que era mi periodo.

—Yo he bebido estos meses... ¿puede que él bebe este mal por ello? — digo preocupada.

— Mañana te puedo solicitar los primeros exámenes, para ver cómo está él bebe... Así tienes lo que te queda de día para poder hablar con el padre.

Dios mío el padre... Cesar pensará que le mentí al decir que no estaba embarazada, quizás se enfade como la primera vez, aunque las cosas están mejor entre nosotros, no quiero que las cosas se arruinen con la noticia.

Quiero pensar que se pondrá feliz con la noticia.

Bueno, soñar es gratis.

Me retiro de su consulta y veo a Cesar en la salita de espera.

—¿Esta todo bien?, estas pálida.

Yo no digo nada y me siento en una de las sillas... no sé cómo decirlo, necesito que me abrace y me diga que está aquí para mí.

—Tranquila sea lo que sea, me tienes aquí. — dice como si leyera mi mente

— Yo... yo... — siento como las lágrimas corren por mis mejillas, no quiero volver a perderle. — Es... Estoy embarazada. — digo mirando a sus ojos.

El me mira sin decir nada y solo me abraza, es exactamente lo que necesitaba, me aferro a sus brazos sin decir nada.

— ¿De cuánto estas? .... antes que respondas quiero que sepas que yo estaré aquí para ti, aunque ese niño no sea mío... si tú decides que aun quieres estar conmigo yo puedo hacerme cargo... estaré para ti y para él. —dice tocando mi vientre. —Te amo.

Yo solo beso sus labios... me encanta saber que él quiere estar conmigo aun pensando que estoy embarazada de Guille, obvio que lo iba a pensar y no se lo reprocho, porque de cierto modo yo le dije que no estaba embarazada, y ahora después de un mes con Guille, es razonable que piense que es de él. Mi corazón late a mil, me enamora demasiado que esté dispuesto a estar conmigo a pesar de que este esperando un hijo de otro.

—Estoy de 16 semanas —veo su cara de confusión, creo que está sacando cálculos y yo solo le sonrió.

—¿Voy a ser padre? —dice ¿feliz?, si, está feliz, no lo puedo creer ¡está feliz!, el me levanta de la silla y me da vueltas por el aire.

— ¡VOY A SER PAPÁ! — grita por lo alto en la clínica.

—Baja la voz estamos en una clínica. — le digo con una sonrisa y aun con lágrimas en mis ojos, pero ahora no son de preocupación, si no que de felicidad.

Cuando el me baja, el doctor Soto sale de su consulta y Cesar va a abrazarlo.

—Voy a ser padre...—le dice y doctor solo le sonríe, y él lo abraza

***

Por fin nos dirigimos hacia mi casa, veo a Cesar de conducir con una sonrisa de oreja a oreja.

Aun no puedo creer que no me hubiese preguntada el hecho de que le había dicho que no estaba embarazada y ahora resulta que tengo cuatro meses.

¡Si! ¡Pase de no estar embarazada a tener 4 MESES!

Hasta a mí me cuesta creérmelo, aunque ahora entiendo que lo que siento no es hinchazón, si no que él bebe que está dentro de mí.

Ahora que sé que estoy embarazada si me noto panza, la cual jamás note antes, solo me sentía más hinchada, pero nunca me observe con detenimiento.

Llegamos a la casa y nos quedamos en el sillón viendo una peli.

Cesar se acomoda sobre mi panza y me acaricia mientras yo veo "el stand de los besos".

— Crees que pueda pasar la noche contigo... prometo comportarme.

— Claro. — sigo viendo la película.

El besa mi abdomen y siento un como la electricidad recorre mi cuerpo.

Subo a mi cuarto para seguir viendo la película en mi cama.

Cesar me acompaña y yo me acomodo sobre su pecho, sin darme cuenta los ojos ya me pesan y me duermo profundamente.

Aun no lo puedo creer Isa está esperando un hijo mío, la felicidad no me alcanza en el cuerpo, mientras ella veía una película cursi, yo acariciaba su abdomen.

Amo esta sensación, me siento lleno, feliz, por primera vez siento que la vida intenta darme algo, después de quitarme muchas cosas, después de quitarme a mi hermana pequeña, después de quitarme a aquella amiga incondicional.

Recordar a Andrea siempre será doloroso, fue aquella amiga que jamás logré encontrar, que conocí gracias a Isa, una amiga incondicional, de esas que agradeces a la vida por haberla puesto en tu camino, y no puedo evitar querer que ella este aquí con nosotros, con ese pequeño ser que viene en camino.

Cuando Isa me contó que estaba embarazada, pensé que Guille sería el padre, ella me había dicho que no estaba embarazada, por lo que pensé que, si ahora lo estaba, había ocurrido en el mes que había estado con Guille.

Me alegra que no fuera así.

Aunque la verdad es que me importaba bastante poco, prometí avanzar despacio, pero cuando me enteré de que iba hacer mamá, quise estar con ella, ver crecer su abdomen, mientras avanzan los meses, cumplir sus antojos y todo lo que conlleva un embarazo, si ese niño no hubiese sido mío, tampoco podía imponerme a ser su padre, Guille hubiese tenido los derechos, pero yo jamás rendido con su madre, me iba a tener, pase lo que pase, independiente lo que nos depare la vida en esta nueva etapa.

Ahora ella duerme a mi lado, y siento que mi corazón la adora, amo a esta mujer.

Estoy enamorado de Isa, siento como si siempre lo estuve, esta mujer se encargó de que mi corazón la añorara y que la extrañara como nunca en mi vida extrañé a nadie.

Porque jamás pensé volverme a enamora, pero aquí estoy perdidamente enamorado de ella, feliz porque seré padre, siendo que nunca estuvo en mis planes.

Pero estaba feliz, porque ella es mi todo, más ahora que espera un hijo mío, más ahora que reconocí amarla, más ahora que la tengo a mi lado, descansando, dormida en mi pecho, con su respiración tranquila, y su aroma inundando mis fosas nasales.

Me acomodo a su lado, una vez que me quito mi ropa, y quedo solo en bóxer.

El sentir su calor a mi lado es la mejor sensación del mundo.

Este es mi paraíso personal.

No espero que todo desde este momento sea color de rosa, pero me hace una eterna ilusión el hecho de que todo esté bien entre nosotros.

Que seamos una hermosa familia, como la que yo no pude tener.

—Te amo Isabel Morgan... es más creo que te amo desde la primera vez que te vi. — digo y le doy un dulce beso en la frente. 

***

Así termina esta hermosa historia, ahora con nuevo contenido tras la edicion.

Si les gusto, por favor recomienden la historia a sus amigos.

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Iré subiendo mis nuevos proyectos.
Gracias por cada voto, por cada lectura, gracias por todo.

los quiero 💕💖

Aqui les dejo la portada de la segunda parte de esta Bilogia Más. el segundo libro aun esta sin edicion, por lo que pueden ir bajo su propia responsabilidad, espero poder editarla antes de que termine el año.

besos 💕

Fer Roses