Guille esta acostado a mi lado, yo sobre su pecho y me alivia sentir su respiración cerca, no quiero estar sola, hoy ha sido un día muy difícil, el enfrentamiento con Cesar, el gran paso que di con Guille... y aun me queda realizarme la prueba y por fin salir de dudas, me sentía angustiada pero no porque lo que había decidido hacer, si no por aquella prueba sin hacer, y temiendo aquel resultado.

—Que pasa princesa... Te noto callada.

—No pasa nada. —digo acurrucándome en su pecho

— ¿Te arrepientes? —dice levantando mi cara para poder verme a los ojos

—Claro que no. — digo dejando un dulce beso en sus labios... —solo estoy asustada por hacerme la prueba... tengo miedo. —digo sinceramente

—Vamos princesa... sabes que me tienes aquí pase lo que pase... estoy contigo... siempre he estado. — dice besando mi frente.

— Creo que debo sacarme esta duda lo antes posible.

El me mira y asiente, me dirijo al baño, tomando la caja de la prueba de embarazo.

Me encierro en el baño y estoy cinco minutos sin poder moverme, me pongo frente al espejo viendo como las lágrimas brotan por mis ojos, no puedo estar embarazada, no ahora por favor, no quiero atar a alguien como Cesar, no quiero que él se sienta la responsabilidad de estar conmigo por un hijo, menos después de todo lo que me dijo, leí las indicaciones de la prueba con mis manos temblando y sudorosas, mi respiración no se normalizaba, mi pulso seguía acelerado, mi corazón golpeaba mi pecho de una forma inexplicable, no sabía que sería de mi vida, si aquel test resultaba marcando las dos rayitas.

Les juro que me hizo mucho daño que dudara de mí, pero mi corazón no dejaba de justificarlo, con el todo paso muy rápido, y quizás en su mente soy aquella mujer que se entrega a un hombre después de una ruptura amorosa que la deja destrozada, de cierto modo eso era, era lo que había hecho con él, había tomado tanto impulso al entregarme a él, que sin darme cuenta, y por la velocidad a la que iba corriendo, deje a Cesar en el camino, y me estrelle sola, contra aquella muralla.

Mi corazón lo defendía, pero mi cerebro me decía que no, que no podía dejar que el gobernara mi vida, ni mucho que me culpase por su imaginación.

¿En serio piensa que quería embarazarme?

Lo único que siento por el en este momento es rabia, no puedo creer que dudara de mí, que pensara que lo quería atrapar con un bebé, sabiendo mejor que nadie que mi madre me crio perfectamente sola, que no le hizo falta aquel hombre que le falto valentía para hacerse cargo de sus actos.

No sé si el daño que me causo fue lo que me llevo avanzar con Guille, quiero pensar que solo fue mi decisión, yo de cierto modo, quería inconscientemente esperarlo, pero ahora no me importa lo que piense de mí, si total ya piensa lo que quiere, además Guille es muy guapo, sexy y me conoce muy bien, sé que puedo llegar a enamorarme de él, sé que me ama, que me merece, y que jamás dudaría de mí.

Los minutos pasaron y seguía con aquella prueba en mis manos, finalmente logro hacerme la prueba y salgo del baño, Guille ya está vestido, y está sentado en el sillón que está en mi habitación, al verme no me dice nada, pero sé que piensa que la prueba esta lista, así que le aclaro que hay que esperar cinco minutos por el resultado.

Dejo la prueba encima de mi cómoda, y pongo mi cabeza en el hombre de Guille, su respiración es agitada igual que la mía, sé que esta igual de nervioso que yo. son los cinco minutos más largos de mi vida.

Mi alarma suena, para avisar que los cinco minutos ya pasaron, ambos nos miramos y él me dice:

—Si quieres yo lo veo primero. — yo solo asiento y él se para de mi lado y se queda observando la prueba de embarazo, lee las indicaciones que deje a un lado de la prueba y me observa.

Siento como una lagrima corre por mi mejilla y él se acerca y me besa suavemente lo labios y me dice:

—¡¡¡NEGATIVO!!!

Negativo...

Negativo...

No lo puedo creer... lo beso y me levanto de la cama para dar saltos, lo sé, super maduro de mi parte, pero estaba feliz, tomo mi teléfono y llamo primero a María, para contarle la noticia y ambos damos gritos.

Luego llamo a Andrea, pero ella no responde, supongo que le contare mañana en la universidad.

***

Han pasado dos semanas, he estado evitando a Cesar, me ha interceptado en varias ocasiones, pero he intentado no estar sola en ningún momento, ha tocado mi puerta muchísimas veces, y no me he dignado a abrir, por una parte no tengo intención de verlo, además Guille está más sensible con el tema de que me acerque a Cesar, las cosas han estado muy bien, y supongo que tiene miedo de mis sentimientos hacia el sigan intactos, después de hacerme la prueba, mi periodo llego normalmente, creo que después de todo, solo fue un retraso normal, las náuseas ya habían desaparecido, y me sentía mucho mejor, incluso mi apetito había mejorado considerablemente.

Guille debe viajar este fin de semana para visitar a sus padres, por lo que tratare de pasar mi tiempo con Andrea y María, no quiero encontrarme con Cesar, sabía que, al vivir frente a mi casa, sabría que él no estaría, aunque aquello jamás le impidió venir a casa a tocar mi puerta, por lo que salgo de casa, cuando sé que debe estar en su empresa.

Hemos quedado en casa de Andrea, tendremos un gran fin de semana de chicas, celebraremos que el semestre de la universidad está acabando, y que tenemos todos nuestras materias aprobadas.

Voy a despedirme de Guille en el terminal de buses, y luego vuelvo a mi casa, para buscar mi maleta, cuando estoy a punto de salir hacia el auto de Guille, porque el me dejo las llaves de su auto para poder movilizarme estos dos días que no estará en la cuidad.

Apenas abro mi puerta, no puedo creer lo que veo.

Cesar

Debería haber estado trabajando, no debería estar frente a mí, mi corazón no debería latir así, no después de todo lo que paso entre nosotros.

Él está con su mano alzada, con la intención de tocar la puerta, supongo, a penas lo vi, intenté cerrar la puerta, pero el me detuvo y la abrió, para meterse en mi casa.

—Tenemos que hablar. — dice firmemente. — no puedes evitarme para siempre.

—No tengo nada que hablar contigo. — digo recordando todo lo que me dijo hace solo dos semanas atrás. — Y claro que puedo evitarte para siempre. — lo rodee e intente abrir la puerta para largarme de ahí, pero no me lo permitió.

—Entiendo, reaccione mal, pero quiero estar contigo en esto.

—No necesito que estés conmigo. — dije sin alzar la voz, quería que me viera tranquila, y que no notase todo lo que su presencia me afecta.

—Sabes que ese hijo es mío. —dijo muy seguro, y sentí como la rabia brotaba por mis poros

— ¡Ahora es tu hijo!... porque pensé que yo solo quería atraparte con un hijo que no era tuyo. —digo en forma de reproche, dejando que mi intención de parecer tranquila se fuera al carajo.

—Tienes que entender, ¿cómo se supone que yo iba a saber que en esa semana que pasaste en su departamento no tuvieron sexo? —

— Independientemente yo tenga sexo o no con quien se me dé la gana. — digo en un grito ahogado, sentía como mi pecho dolía nuevamente... —estaba en tu casa Cesar, — he ahí, de nuevo las lagrima por mi rostro, porque siempre terminaba llorando por él. — ¿en serio me creías tan estúpida, como para pararme delante de ti, y decirte que esperaba un hijo tuyo y que no fuese así?

—De verdad... Lo siento. — dice bajando la mirada

— Si no hubiese estado segura, ¿tú crees que hubiese ido a pasar la humillación de que me dijeras todo lo que me dijiste? — dije y el no dijo nada — Deberías irte. — dije abriendo la puerta.

— No me puedes dejar fuera de esto por favor... —en ese momento me doy cuenta de que aún no le aclaro que no estoy embarazada, pensé que Andrea ya se lo habría dicho, pero veo que ella cumplió su promesa de no hablar de mi cuando este en plan de amigos con él. — No voy a permitir, que Guille se haga cargo de un hijo que es mío... que te quede claro. —continúo hablando.

— No estoy embarazada Cesar... solo fue una falsa alarma... Así que solo te quiero pedir que mantengamos la distancia... El hecho que seamos vecinos no significa que tengamos que ser amigos, y te agradecería que dejes de buscarme.

Él no dice nada, y solo se marcha.

Es lo mejor Isabel, no necesitas seguir viéndolo, tu estas con Guille y esa es la mejor decisión.

***

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los quiero

💕❤