CAPÍTULO 23
Cesar
Desde que estoy de regreso en Madrid, nada ha sido igual, todo va de mal en peor, no puedo creer todo lo que extraño a Isa, sé que eche todo a perder, le había lastimado con un cuchillo que ya la habían herido, podría haberme venido, tal cual como lo dijo ella, quizás desaparecer sin avisar, pero no engañarla, no saben cuánto me arrepiento, necesito volver a verla.
A penas llegué a España hace unos cuantos meses, fui a la casa de mi madre y pude notar sus ojos rojos y llenos de ojeras, se podía notar que no había dormido bien desde que estaba en España, y por un momento me vi reflejado en ella, lo único que logré hacer fue acercarme y brindarle un abrazo, en el cual no pude evitar que salieran un par de lágrimas por mis ojos.
Trate de estar mejor por ella, necesitábamos salir adelante después de que perdimos a Violeta, puedo recordar como Isa tocaba mi tatuaje con el nombre de mi hermana. No puedo dejar de pensar en ella, cada cosa me recuerda a ella, sus besos, sus caricias, su ojos llenos de lágrimas ante mi traición.
He intentado que las cosas vayan mejor por aquí, ya han pasado dos semanas, he hablado con el investigador para ver cómo se encuentra Isa, me duele estar a 100 kilómetros de distancia, estar lejos y pensar que se está derrumbando por mi culpa.
Se que la madre de Isa ya no está en Chile, habíamos planeado que en su semana de vacaciones podríamos viajar a España para que conozca a mi madre y eche todo a perder, todo por una estúpida borrachera, por una estúpida decisión con quien no debía, por mi malditos celos.
— Hijo, ¿estás bien?
— Si mamá, es solo...
—Que conociste alguien en Chile. — dijo interrumpiéndome
—¿Como lo sabes?
—Eres mi hijo, y te noto diferente desde que llegaste de Chile, casi ni comes es obvio que es por una muchacha. Cuéntame de ella. — dice emocionada.
—Ella es genial madre, pero tú sabes lo que opino de las relaciones.
—Lo que paso con Anna, no puede ser causante de que no intentes jamás una relación con alguien.
—Con ella si estoy dispuesto a tener algo serio, pero ella está en Chile y yo aquí. —dije con un tono demasiado triste.
—Siempre puedes ir por ella.
—No es tan fácil madre, las cosas no acabaron bien, cuando me vine de vuelta a España.
— la vida no es fácil, pero todo tiene solución hijo.
Si supiera que no me quiere ver, que la última vez que hablamos me dio una bofetada, por haberla engañado con mi ex, la cual por cierto ella odia, sé que ya la perdí y no me queda nada más que asumirlo.
—Deberías ir a descansar mamá.
Ella asiente y se dirige a su habitación. Aprovecho de llamar al investigador, me enteré de que salió con un amigo a la playa, se veía realmente hermosa, con unos pantalones cortos y una blusa. Me alegra saber que no sale con su amiguito Gabriel, aunque no puedo mentir, el idiota con el que sale, igual la mira embobado, bueno quien no la miraría así, es preciosa.
Guardo las fotos en mi móvil y decido verlas un buen rato después de hablar con el investigador, él dijo que me estará enviando las fotos y que me llegaran al correo, para mantenerme al tanto de lo que ocurre.
A medida que avanzan las horas sigo recibiendo imágenes a mi correo, puedo ver unas fotos donde él la toma por la cintura, y me hierve la sangre. La última imagen que recibo, veo a Isa entrando en unos departamentos con su amigo.... no puedo creer lo fácil que le fue encontrarse a otro, y lo que más me duele es saber que yo se lo puse demasiado fácil.
Soy un gilipollas.
Decido llamar a Anna, le digo que nos juntemos, lo que tengo con ella es solo sexo, después de lo sucedido en Chile, lo dejamos bastante claro. Nos hemos visto un par de veces, tengo necesidades y ella no le importa complacerlas sin ningún compromiso.
Me dirigí hacia nuestro encuentro y pasamos la noche follando, claramente no pasamos la noche juntos, solo necesitaba sacar de mi mente que Isa estaba pasando la noche con ese tío, lo único en lo que podía pensar era en darme de ostias con aquel capullo, podía imaginarme como la tocaba, la besaba, y eso me nublaba el juicio, al punto de perder los papeles.
Sabía que no quería estar con Anna, necesitaba estar con Isa.
La semana fue una tortura, por lo que me contó el investigador, pasaron toda esa semana juntos, ella durmiendo en su departamento, compartiendo cama, y quizás una relación, quizás hasta ya eran novios formales, y yo aquí a miles de kilómetros de distancia, sin poder hacer nada, revisaba las fotos que me llegaban, habían estado de fiestas, ella bailándole muy apegada él, podía ver como el la miraba mientras ella le bailaba. Por otro lado, mi madre me hacía preguntas sobre ella, creo que no fue una buena idea sincerarme con ella, ahora trataba de hacerse la fuerte con la perdida de Violeta, para decirme que ella no tenía inconveniente si yo decidía volver a Chile.
Para distraerme he decido pasar la mayor parte de mi tiempo en la empresa, decidí hacer unos cambios, había cosas que no me gustaban de la infraestructura, por lo que decidí remodelar, esto ocupaba bastante bien mi tiempo, y así evitaba que mi imaginación volará a Chile.
ya casi han pasado tres meses desde que llegue a España, sabía que debía viajar a la junta de los inversionistas en aquella pequeña ciudad donde se encontraba mi hermosa castaña, y no podría evitar sonreír por saber que la volvería a ver. En las otras empresas que tenía mi padre he decido contratar a una persona para cada empresa, el cual se encargue de avisarme cuando ocurra algo que necesite de mi atención.
He hablado con el piloto del avión privado para poder volar a Chile esta tarde, no quiero llegar a Chile y que mis impulsos me lleven a visitar a Isa. Ella se ve mejor, quizás deba mantener la distancia.
Llegue a mi casa, como las 10 de la noche, las luces de la casa de Isa estaban encendidas, mi corazón comenzó a latir muy fuerte.
Decidí aguantar mis ganas de verla, y me adentre en la oscuridad de mi casa, saque las telas que cubrían los muebles y me senté en el sillón que da justo a la ventana panorámica.
Cuando vi llegar un auto, pude reconocer que era el tío con el que Isa había pasado desde que me fui. Lo había mandado a investigar y por lo que supe solo eran amigos de la universidad, iban en el mismo año de la carrera, decidí buscarlo a través de las redes sociales, vi unas fotos que tenía el, Regina e Isa. Había muchas fotos de Isa con él en la playa, podía asegurar que fue el mismo día que el investigador me envió las fotos, porque isa llevaba la misma ropa.
Mis pensamientos desaparecieron al ver salir a Isa de la casa, ella llevaba un pantalón muy ajustado, el cual se pegaba gloriosamente a sus curvas, y una camiseta corta, la cual le dejaba a la vista su ombligo.
Note que miro directamente a la casa, al ver su mirada, no pude evitar ponerme de pie, y acercarme a la ventana, sabía que no me veía, porque solo fue una leve mirada, se subió al carro del idiota que la esperaba.
Decido agarrar las llaves de mi coche y seguirlos, llegan a una disco no muy sofisticada, la cual está llena de universitarios. Decido entrar, me ubico cerca de la barra, y al verlos bailar tan apegados me hace beber mi vaso de ron por completo, lo único que quería era que se separaran.
Noto que ellos se separan y con toda la intención de partirle la cara a ese tío lo sigo.
—¿A sí que tú eres el gilipollas con el que Isa pretende olvidarme? — dije arrastrando las palabras, creo que se habían subido los tragos a la cabeza.
—Tú eres Cesar... Dudo que pueda quitarte algo que ya no te pertenece. — dijo apartándose de mi camino.
—¿En serio crees que en algún momento te vera como algo más que un amigo? —dije deseando que no me contradijera, como pude olvidar que habían pasado una semana juntos en su apartamento, era obvio que no eran solo amigos. Definitivamente los tragos me habían caído mal, no estaba pensando antes de hablar. — Sabes perfectamente que aún me pertenece. — Seguí atacándolo al ver que no me contradijo con aquella amistad.
Él se marchó sin decir nada, eso era punto para mí, al parecer si son solo amigos, o puede que sean amigos con beneficios o algo por el estilo.
Pude ver como se marchaban, tarde un momento en seguirlos, esta disco estaba repleta de personas, lo cual me dificultaba la salida. Al salir el aire me dio completamente en la cara, lo cual borro un poco mi borrachera, camine en busca de mi coche y no podía creer lo que veía.
Isa y ese imbécil se estaban besando en su auto, sentí algo que jamás había sentido... me costaba mantenerme en pie, mi respiración se volvió dificultosa. Isa me estaba demostrando que ya me había superado, en ese preciso momento pude notar que lo que siento por Isa es mucho más fuerte, jamás quise reconocer que la amaba, pero sentí que mi corazón se rompía cuando vi sus labios junto a los de él, sé que me lo merezco, le había hecho daño, pero esto me dolía mucho más que cuando encontré a Anna con Nico, lo que sentía por esta chica era muy diferente.
Quizás esto sintió ella al verme con Anna, me merecía todo esto.
Decidí pasar a un bar y volver a beber, necesitaba sacar esta sensación de mi pecho, dolía demasiado.
Tome un taxi para volver a casa, me baje, sin poder pensar demasiado me dirigí hacia la casa de Isa, porque vi la luz de su habitación encendida, sin darme cuenta ya estaba tocando el timbre.
En el momento que Isa abrió la puerta, me lance sobre ella y la bese, ella tardo lo suficiente en responderme el beso, pero por fin lo había hecho.
Pude sentir esos lindos labios de nuevo, su lengua, la sensación de tenerla nuevamente, fue lo mejor.
—Cesar... estas borracho. — dijo sin aire mientras me alejaba de su boca.
—Solo un poco. — dije arrastrando las palabras.
—Deberías ir a tu casa. –dijo tomándome del brazo y buscando sus llaves.
Seguro que me debo ver patético, como para que no me esté insultando por lo que ocurrió la última vez que nos vimos.
Llegamos a mi casa
—¿Ya te olvidaste de mí?
—De que hablas, Tú me engañaste. además, estas borracho deberías ir a la cama. Otro día hablamos de esto.
–Dime que él no te hace sentir todo lo que te hice sentir yo. —dije mirándola fijamente. me observo por un rato, pero lo único que dijo fue
— Estas demasiado borracho... vamos te llevare a la cama.
Llegamos a mi habitación y me dejé caer en la cama, sentí que ella me quitaba los zapatos, y luego sentí sus pasos alejarse. En dos minutos estaba de vuelta dejando unas pastillas y un vaso de agua en mi velador.
—Por favor, no te vayas. —dije con un tono triste.
—Debo irme. esto es una mala idea.
— Solo te pido que te acuestes a mi lado, prometo que no pasara nada, solo extraño sentir tu respiración sobre mi pecho, el olor de tu cabello... fueron tres meses muy largos.
—Cesar, no puedes volver aquí después de meses, y esperar que o te reciba con los brazos abiertos, te fuiste, me hiciste daño, ni siquiera me llamaste, simplemente desapareciste.
—No podía hacer nada más...
—Claro que podías, somo adultos podíamos enfrentar lo que fuese, pero yo no podía pelear sola.
—Se que te lastime, pero eso no cambia mis sentimientos por ti.
—Tampoco lo que yo siento, pero es difícil confiar en ti, ahora me dices esto, pero esta borracho, ¿y si mañana despiertas y debes marcharte de nuevo?, no puedo estar aquí solo cuando vuelvas, te quiero, pero no me hare esto.
—Se lo que digo, y sé que estoy borracho, pero no me marchare de nuevo, vine por ti, y no me iré sin ti.
Siento como mis palabras hacen que la tensión en su cuerpo disminuya, se acomoda a mi lado, y es la mejor sensación del mundo, creo que es mejor de lo que recordaba.
Despierto por los ruidos, ella ya no está en la cama y la escucho ¿vomitar?
Me acerco al baño y la resaca me juega una mala pasada, le tomo su cabello.
—¿Esta todo bien? —digo acercándome.
—Si... yo creo que lo que bebí ayer en la disco me hizo mal. — se lavó los dientes con aquel cepillo que era suyo y seguía en mi baño.
—¿Podemos hablar?
—No creo que sea una buena idea. — dice mientras se dirige a las escaleras. Yo apresuro el paso para alcanzarla y tomarla de la cintura.
—Tienes que perdonarme. — dije con deje de súplica.
—¿Perdonarte?, por lo que dijiste ayer... No te preocupes sé que estabas borracho y no sabias o que decías.
Puedo jurar que jamás me extrañaste, te fuiste de aquí, sin siquiera despedirte, no fuiste capaz de enfrentar lo que ocurría, puedo dar por seguro que ni siquiera te acordaste de mi cuando estabas en España con tu novia.
— Cometí un error, me acababa de enterar que los papeles de la empresa estaban listos... y mi madre me necesitaba en España. además, Anna no es mi novia.
— Claro, — bufa molesta— y no podías explicarme eso y marcharte, debías engañarme con tu ex. — dijo mientras limpiaba una lagrima corría por su mejilla.
—Me emborrache... y ella llego en un mal momento... pero no pienses por un segundo que yo volvería a tener algo con ella.
—Aunque no tengas algo con ella, tuviste algo con Fernanda... o me lo vas a negar. Lo nuestro siempre fue una mentira, quizás con cuantas te compartí sin saberlo. — dice herida.
No sé cómo llegamos a hablar de Fernanda, pero en cuanto lo menciono me quedé sin palabras, después de unos segundos y al ver que ella estaba decidida a marcharse le dije:
—No me acosté con nadie, no después de que te hice mía aquella primera noche, lo de Fernanda paso antes de que tú y yo decidiéramos tener algo, por lo menos fue antes de que dijéramos que tendríamos algo sin terceros, te lo juro.
—No lo sé Cesar, si es así porque no me lo dijiste. No creo que pueda volver a confiar en ti... no necesito que me vuelvan a romper el corazón, además, tu tendrás que volver a España en algún momento. No quiero estar con alguien que arranca a la primera.
—Mira si me dejas sincerarme contigo puedo decirte por lo que he estado pasando, por qué necesitaba estar en España con mi madre... por qué viaje a España cuando recién comenzamos algo, no fue por arrancarme, necesitaba estar allá solo te pido la oportunidad de contarte — dije lo más sincero posible, no puedo creer que esté dispuesto a contarle lo de Violeta, siento como mis ojos se humedecen por las lágrimas —por ti estoy dispuesto a quedarme en Chile, lo que dije anoche es cierto, vine por ti.
—Te prometo que hablaremos, pero el hecho de que estés de vuelta en Chile... es demasiado que procesar. Necesito tiempo para pensarlo.
—Y yo te lo daré. Lo prometo.
Dicho esto, ella se marcha.
—💜—
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