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CAPÍTULO 20

Este mes ha sido increíble junto a Cesar las cosas van genial, hemos pasado tiempo con mi madre y mis amigas, ellos se llevan bastante bien lo que me alegra, de vez en cuando nos quedamos en su casa, hace un tiempo me confeso que cuando duerme solo me extrañaba, pero eso solo fue una vez, cuando mi madre quedo de chaperona esperando que Cesar saliera de la casa, luego que le contamos que ya somos novios él siempre se queda en casa, o yo en la de él, su casa es más grande, tiene un dormitorio de invitados, a diferencia de la mía que solo tiene un dormitorio, siento que me estoy enamorando como una idiota de él, pero estoy segura de que el siento lo mismo.

Una mañana cuando desayunábamos, sonó mi teléfono, vi el número de Gabriel, me aparte de Cesar y conteste, sé que no le gusta para nada, me comento que no le da confianza Gabriel.

— hola. — dije contestando.

— hola soy Gabriel... estaba pensando que podríamos almorzar juntos ¿te parece?, en unos días me iré de la cuidad, y ...

— me encantaría.

—paso por ti en media hora.

—ok te espero.

Colgué la llamada y Cesar se acercó y me pregunto:

— ¿Quién era?

—Era Gabriel, hemos quedado para comer. — dije y noté como se borró su sonrisa. — porque te pones así es solo un amigo.

—Tú lo ves como amigo, pero se nota en la manera que te mira que quiere ser mucho más, hasta tus amigas lo comentaron — sonreí ante su escena de celos.

—Andrea lo comento, y Andrea es tan amiga tuya como mía, así que puede haber sido un comentario infundado por ti. —

—Sabes perfectamente que a Andrea no se le puede infundir ningún comentario Isa, y ese tipo no me agrada, te quiere en su cama. —

—¿Estas Celoso?, Cesar Grayson.

—No me hace ni puta gracia Isabel. — solo usaba mi nombre cuando estaba molesto, ti solo sonreí para quitarle importancia y me acerqué.

—Oye no te preocupes es solo un amigo y tú eres mi novio, solo comeremos algo y volveré para que pasemos la tarde juntos como siempre, ¿te parece?

— ¿Tengo otra alternativa? — negué con una sonrisa.

Subí a vestirme rápidamente, porque solo me quedaban 15 minutos, antes de que llegara por mí. Bajé y me despedí de Cesar y me subí al auto de Gabriel.

Fuimos a comer a un restaurante muy bonito, yo pedí pastas y un jugo natural de frambuesa y el pidió arroz acompañado con verduras, comimos plácidamente mientras me contaba que había sido de su vida mientras estaba fuera de la cuidad, le conté lo ocurrido con Simón y Regina y luego salimos.

Cuando estábamos fuera de restaurante, ya listos para marcharnos, acomodo un mechón de pelo detrás de mi oreja, y se acercó a mí y miraba fijamente mis labios, comenzó a acercarse y lo aparte, lo mire sin entender.

—¿Qué haces? —dije en tono de reproche.

—Sabes ... es muy injusto que estés con alguien ahora, siendo que yo nunca me acerque a ti solo por respeto a lo que tenías con Simón... y ahora que estabas soltera llego este español de cuarta.

—¿De qué hablas?

–¿No lo entiendes? Me gustas, siempre me has gustado, me conforme con tu amistad, porque estabas con Simón, pero ahora creo que merezco una oportunidad para poder conquistarte ¿no crees?

— Estoy con Cesar, pensé que lo entendías. — me marche, no espere a que se me acercara y me subí a un taxi camino a mi casa.

No puedo creer que Cesar tuviera razón, lo llamé mil veces mientras me dirigía a mi casa, todos tenían razón, siempre me dijeron que él quería algo más conmigo y yo nunca lo vi.

Llegue a casa y al notar que Cesar no estaba, me dirigí hacia su casa, mire por la ventana para ver si estábamos ojos se centraron en las dos personas que estaban en esa casa, y no podía creer lo que veía, ahí estaba el con una mujer más o menos de su edad, besándose y el la desvestía.

Mi corazón se aplastó en un maldito segundo, no de nuevo por favor.

Me aleje de su ventana, porque no quería seguir viendo esto, entre a mi casa y me puse a llorar desconsoladamente.
¿porque a mí?, que he hecho para que esto ocurra de nuevo.

Me siento destrozada por dentro, cómo se puede romper el corazón de alguien tan rápido.

Estos meses habían sido genial, pasábamos casi todo el tiempo juntos, me había dicho que le gustaría viajar a España conmigo para que yo también conociera a su madre, me dijo que me quería, que me extrañaba, ¿era todo una mentira?

Me cuestione mil cosas, cada acto, cada puto beso, cada maldita caricia, no sé cuánto paso, pero me sentía a morir.

Tocaron la puerta, supe que era Cesar, me sentía destruida no podía creer lo que estaba pasando.

Abrí la puerta y lo primero que logré hacer fue darle una cachetada y le dije entre lagrimas

—¿Como pudiste?

—¿De qué hablas? — ¿en serio no lo sabía?

— Sabes, — limpié mis lagrimas — volví antes de la comida...porque tenías razón... Gabriel intento besarme, quería algo conmigo que no era amistad, — lo vi enojado y eso me enfado, como podía ser tan hipócrita de enojarse cuando lo vi, con otra. —y yo lo aparte porque estoy contigo...— dije intentando entender lo que mis ojos vieron, ¿por qué simplemente no se alejó?, por mí, por lo que teníamos —me vine directo a casa, y al no encontrarte fui a la tuya. — recién ahí lo entendió, sabía que lo había visto, pero no fue capaz de decir nada — ¿Quién era ella Cesar? ¿por qué?, no lo entiendo... pensé que teníamos algo bueno. —

— Isa ella es, mi Ex.— no lo entendía, ¿su ex?, aquella ex que lo había engañado con su hermano, esto era asqueroso, y ahora dolía mucho más.

—¿Por qué? — pregunte confundida, ¿aun la quería?

—No lo sé, ella llego me besó, y yo... — No lo sabe, esto es épico y super común, me engaña y no sabe.

—Pensé que me querías. — dije entre sollozos — que aquella etapa de no tenemos nada, se perdió aquella noche que me pediste que fuésemos novios — no podía controlar mis lagrimas— Hubiese preferido que marcharas, que te fueses sin decir adiós, porque tu estuviste cuando Simón me traicionó, hubiese preferido cualquier cosa, menos esto Cesar. — intento acercarse y me aleje.

—Lo siento. — eso dolió, ¿Lo siente?, quería dejarlo aquí, solo, que solo se fuese de una vez, pero necesita aclarar esto, saber que todo no fue una maldita mentira.

—Y los te quiero, los te extraño, ¿también eran mentira?

—Nada de lo que vivimos fue mentira.

—¿Y por qué me siento así?

—No lo hagas más difícil, yo solo me iré...

—No te preocupes, ¿lo quieres fácil?, solo vete, de cierto modo ni se si esto fue cierto. — dije para intentar lastimarlo, vi en sus ojos un rastro de dolor, pero ya no podía creer lo que sus ojos me decían, porque me decían te amo cada vez que me hacía suya, y claramente mentían.

—Sabes perfectamente que, si lo fue, pero ambos sabíamos que esto acabaría.

—Pero jamás me dijiste que acabaría así— bufe enojada — Si me lo hubieses dicho, solo me hubiese alejado.

—¿Te arrepientes? — dijo con dolor y mentí.

—No tienes idea cuanto, — pero, aunque lo dijese, aunque sabía que sonaba convincente, no me arrepentía de nada. — Lo nuestro se acabó, — dije aclarando lo obvio— jamás debí entregarle mi corazón a alguien como tu— dicho esto entre a mi casa y me arrodillé a llorar, nuevamente, y con el corazón más roto que nunca.

Me duele pensar que Cesar me había engañado, no entiendo porque, ¿cómo podía pasarme esto de nuevo? Me quede sentada un par de horas a lado de mi puerta, en el mismo lugar donde me acomode para llorar, cuando recién los vi.

Me pare y decidí irme a la cama, pase la peor noche de mi vida, mi madre vino al otro día, no le conté lo ocurrido con Cesar le dije que tenía que trabajar por eso no había venido. No quiero que me vea destruida por él, sé que tiene que volver a su trabajo, ya que su temporada de vacaciones ya estaba llegando a su fin y si me ve mal no va a querer dejarme sola.

Al día siguiente fui a la universidad como todos los días, le conté a mis amigas lo ocurrido, ellas igual se sorprendieron, este mes habíamos compartido mucho con ellas, y se por boca de ellas, que les agradaba bastante Cesar, dicen que con el salía más a menudo que cuando estaba con Simón, Andrea era muy amiga de él, sabía que lo llamaría, y le rogué que no lo hiciera, no quería saber de él, quería intentar aquello de seguir adelante sin mirar atrás.

Decidí ir directo a casa, y recostarme no me sentía nada bien, mi apetito había desaparecido por completo, por lo que me sentía mareada.

Pase unas semanas horribles, me despedí de mi madre entre lágrimas, sabía que no solo lloraba porque ya no estaría en casa, si no por todo lo ocurrido con Cesar.
He dormido fatal y me siento igual, he comido casi nada, por lo que siento muchos mareos, le prometí a mis amigas que comería mejor, porque están bastante preocupadas, Guille se encarga de llevarme comida en cada momento en la universidad, ahora pasamos mucho tiempo juntos por su preocupación de que me alimente mejor, es un gran amigo y lo quiero demasiado.

Se acerca el 18 de septiembre, y en universidad, nos dan vacaciones de una semana, mis amigas viajaran con sus familias, ambas me invitaron a pasarla con ellas, pero prefiero estar sola en casa, mi madre intento viajar, pero se le hizo imposible.

Comenzó la semana de vacaciones y ya han pasado 2 semanas, en las que no he visto rastros de Cesar, quizás solo me está evitando, lo que me parece bien, lo que menos quiero es verlo.

Me enteré por los vecinos que se regresó a España, no puedo negar que me duele que solo se marchara, he pensado que solo fui un estúpido juego para él, mientras el llego a mi vida, y se convirtió en mi todo, y yo había sido su nada. Odio la sensación en mi pecho.... siento que lo extraño, y me odio por ello.

Llego la semana de vacaciones y con Guille decidimos pasar la semana juntos, dado que sus padres tampoco pudieron viajar y se negó a que pasara el 18 de septiembre sola en casa.

Me encanta pasar tiempo con él, hemos sido amigos desde que entre a la universidad, éramos los tres inseparables, Regina, Guille y yo. Nos alejamos un poco porque a Simón no le gustaba que pasara tanto tiempo con él, creo que era demasiado celoso, porque él ya me engañaba y pensaba que yo igual lo hacía.

Hoy es 17 de septiembre nuestro primer día sin universidad y decidimos salir a la playa, dado que había un sol radiante, salgo con unos pantalones cortos de color azul y una blusa blanca y con unas sandalias bajas para poder caminar cómodamente por la playa. Guille lleva unos shorts de playa y una polera de las musculosas, no puedo negar que se ve bastante bien, él siempre ha tenido un buen físico y ha sido una buena persona.

No sé por qué no puedo enamorarme de un tipo como él.

Pasamos la mañana en la arena juntos tomando el sol, nos mojamos los pies y caminamos por la playa, puedo notar como muchas mujeres se voltean para verlo y lo molesto por eso.

—Guau.... no había notado cuanto arrastre tienes con las mujeres. — digo y él solo sonríe.

— Claro que no, yo solo veo todos los hombres que se giran para verte. — dijo mirándome, había olvidado sus lindos ojos color verde.

Él me toma de la cintura y desprevenidamente me acerca hacia el agua, y yo me aferro a su cuello para que no me suelte, me baja de sus brazos y ambos nos mojamos los pies, agradezco haber decidido caminar descalza por la playa, porque o si no hubiese arruinado mis zapatos, nos hacemos unas cuantas fotos, para inmortalizar el momento, y por fin puedo dejar de pensaren todo lo malo que paso con Cesar, me sentía liviana y feliz.

Decidimos subir a comer a la feria costumbrista de Niebla, comemos unos anticuchos y unas empanadas, mientras conversamos sobre la universidad, dado que nos han dejado trabajos para las vacaciones.

Pasamos toda la tarde juntos y reconozco que jamás pensé que la pasaríamos tan bien, no he pensado en nada que no sea en nosotros con mi amigo, me alegra saber que pasare toda esta semana con él.

Nos quedamos en la playa para poder ver el atardecer juntos, cosa que fue hermoso.

—Aclárame porque no salíamos así desde antes. — dije con una sonrisa, mientras mi cabeza estaba apoyada en su hombro. —

—Porque Simón tu exnovio era un cretino, que no le gustaba que pasaras tiempo conmigo.

— Ah... Ya lo recordé. — dije y ambos nos reímos.

Guille pasa a mi casa, no puedo evitar ver la casa de Cesar, él lo nota algo extraño en mí, y me dice que pase solo por mi pijama e iremos a su departamento para pasar una noche viendo películas.

Agradezco que Guille no me aglomere de preguntas sobre Cesar, pasamos la noche juntos en su cama viendo las películas, en la película numero 5 como a las 3 de la madrugada creo que me dormí, solo sentí como Guille me acomodaba en la cama para poder taparme con un cobertor.

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