Cesar

Me encantaba sentirme así, con ella lograba olvidar que ahora cargaba muchas empresas a mi nombre, me sentía como el joven que era, divirtiéndome con la mujer que quería, la besaba, bailábamos, bebíamos, me sentía pleno a su lado, o al menos así me sentí hasta verla con su amigo, no me hizo ni puta gracia, podía notar como la mirada de pies a cabeza, de la misma manera en que la miraba yo desde que la conocí, la miraba con deseo...lo había notado mirando a Isa mientras bailábamos, lo que logro que apretara mis puños, con ganas de partirle la cara, me acerque y la tome por la cintura, lo mire por encima del hombro dejando claro que jamás permitiría que se acercara en el plan que tenía en mente, obviamente notaba su mirada, y las ganas que tenia de quitar mi mano de su cintura, pero en un maldito gesto posesivo que no pude evitar la acerque más a mí.

Odio esta sensación de querer tenerla lejos de cada gilipollas que la observa con deseo, pero no se controlarme, él se alejó de nosotros y la acorrale en un rincón de aquella discoteca, la bese y se hubiese podido, y aquello no le hubiese faltado el respeto a Isa, le hubiese corrido mano ahí mismo, pero tampoco era tan capullo como para exponerla en un lugar público, muchísimo menos sabiendo que a veces había gente siguiéndome para buscar una noticia de aquel nuevo millonario, dueño del casino, eso me había llevado a conseguir una casa, en un lugar poco común para gente con dinero, quería evitar toda esa atención centrada en mí.

Cuando la tensión entre nosotros fue irresistible la saque de aquel lugar y la lleve a casa, apenas manejaba con la erección bajo mis pantalones, ella no dijo nada de camino, su respiración seguía acelerada, deje el coche aparcado fuera de su casa; nos besamos de forma desesperada, la desvestí y ella me desvistió, gimió mi nombre mucho antes de que la penetrara, mis manos recorrían su cuerpo húmedo y ella gemía desesperada, coño, adoraba a este mujer. Logre olvidar cada maldita inseguridad cuando la tenía entre mis brazos, mientras sudábamos ante aquel acto tan apasionado de follarla como aquel imbécil quería, pero solo yo tenía.

***

Ella despertó desnuda a mi lado, sonreí y me metí a duchar, cuando Sali de la ducha ella estaba preparando el desayuno, sonreí y note cuanto la había extrañado, ente medio de miles de sensaciones le confesé algo que jamás pensé que diría.

—¿Sabes?, la noche anterior cuando dormí solo, te extrañé. — dije abrazándola por la cintura.

—Creía que no acostumbrabas a dormir con quien te acostabas. — sonrió de forma traviesa mientras me besa.

—Sabes que contigo es diferente. Te quiero pequeña.

—Y yo a ti. —

***

Este mes ha pasado muy rápido, lo hemos pasado junto a su madre, por lo que se ella tenía vacaciones acumuladas, y decidió tomarlas todas juntas y venir a visitar a su hija, Isa ha ido a la universidad, luego comemos los tres, su madre de verdad me agrada, me recuerda a la mía, con la que por cierto he hablado muy poco, solo sé que sigue en Miami, cada vez me cuesta más separarme de Isa, me encanta pasar tiempo con ella y dormir juntos, hemos decidido intercambiar casas, a veces nos quedamos en la mía, dado que es más espaciosa, cada vez se me arrancan más te quiero, y más te extraño, es difícil reconocer que se metió en mi piel hace mucho, pero no decirlo en voz alta, ni confesarlo le quita la fuerza aquella que tiene aquella palabra.

Hemos compartido tiempo hasta con sus amigas, en salidas a comer, a la disco y diferentes lugares, Andrea como siempre es aquella amiga a la cual pondría confesarle todo lo que siento por Isa, pero ellas son amigas mucho antes que nosotros, y no quiero ponerla en aquella situación.

Isa me ha dejado adentrarme en su pequeño mundo, y lo peor es que me gusta estar aquí y así.

Andrea y María son muy graciosas, ambas les alegran ver a isa feliz después de la ruptura que tuvo con Simón.

Y yo por mi parte me acostumbro a estar con su compañía, cada día me gusta más la idea de que ella sea la única mujer que duerma en mi cama, que sea la única que grite mi nombre y muchísimo mejor, que yo sea el único para ella.

***

Su móvil suena mientras desayunamos y se aleja para responder.

—Hola. — dijo a la persona al otro lado de la línea. — oh... Me encantaría... ok te espero.

—¿Quién era? — pregunte un poco confuso

— Era Gabriel, hemos quedado para comer. — me dijo y cambie mi sonrisa por un rostro más serio. — ¿porque te pones así?, es solo un amigo. —

—Tú lo ves como amigo, pero se nota en la manera que te mira que quiere ser mucho más, hasta tus amigas lo comentaron — odio esta sensación de celos, y siento como me inunda.

—Andrea lo comento, y Andrea es tan amiga tuya como mía, así que puede haber sido un comentario infundado por ti. — me beso en los labios.

—Sabes perfectamente que a Andrea no se le puede infundir ningún comentario Isa, y ese tipo no me agrada, te quiere en su cama. —

—¿Estas Celoso?, Cesar Grayson.

—No me hace ni puta gracia Isabel.

—Oye no te preocupes es solo un amigo y tú eres mi novio, solo comeremos algo y volveré para que pasemos la tarde juntos como siempre, ¿te parece?

— ¿Tengo otra alternativa? — dije de mal humor y me beso en los labios.

A penas se marchó, sonó mi móvil, la llamada era de la empresa, para avisarme que los papeles estaban listos, ¿estaban listos?, pensé que tardarían más. Lo que pude conseguir fue manejar las inversiones de la empresa desde España, pero debería estar en Chile cada tres meses, para las reuniones de los inversionistas, eran un gran logro aquel casino, a pesar de que no era la empresa más grande que manejaba no podía dejarlo de lado, una estúpida estipulación de mi padre me hacía tener que venir a chequear que todo estuviese en orden cada tres meses.

Me dirigí a mi casa, estaba confuso, enfadado, saqué una botella de vodka, para sacar esta horrible sensación de mi cuerpo, no podía dejar de pensar en que podían estar Isa y su amiguito Gabriel, ni tampoco sacaba aquella imagen mía lejos de ella, tomando un avión y dejarla en los brazos de cualquier otro que no fuese yo, sabía que ahora que debería volver a España, todo lo que teníamos desaparecería, me recrimine por mis malditos sentimientos hacia ella, siendo que fui el primero en dejar claro aquello, no debíamos enamorarnos, por lo menos ella había sido sincera, me dijo aquella noche, que ella no manejaba sus sentimientos, pero se hacía cargo de ellos, que si me marchaba y quedaba destrozada, saldría adelante, y me aterraba irme y que realmente saliera adelante sin mí, coño, la amaba, pero era tan terco, que sabía que de todas formas tomaría aquel avión, y me alejaría de ella, aunque me llevase su vida a rastras, me tome una botella completa de vodka no podía creerlo estaba borracho, y lo peor, me había emborrachado por ella, porque la quería, porque quería que se subiera a ese maldito avión conmigo, quería que conociera a mi madre, la tumba de mi hermana, a Roger, quería adentrarla en mi mundo como ella había hecho conmigo.

Llame a mi madre para ver cómo se encontraba, me dijo que estaba de vuelta en España, apenas hablaba estaba igual o más borracha que yo, ambos lloramos un rato al recordar la perdida de Violeta, le dije que volvería a España, dado que los papeles ya estaban listos, y así poder superar esto juntos, sentí el timbre de casa y me apresuré abrir, pensando que era Isa, mientras más rápido terminara esto sería mejor.

Para mi sorpresa no era aquella castaña que tenía loco, si no que era alguien que jamás pensé volver a ver.

Anna

Si, Anna mi ex novia de hace un par de años, la cual me engaño con mi medio hermano.

—Hola Bonito—dijo abalanzándose a mis brazos, perdí levemente mi equilibrio por lo borracho que estaba.

— Anna, ¿Qué coño haces aquí?

—Me enteré de que estabas en Chile, y vine a buscarte, fui al hotel donde tienes inversiones y me dieron tu dirección.

—¿¡Te dieron mi dirección!? — dije un poco confuso, quizás por el alcohol que corría por mis venas, necesitaba despedir a la recepcionista.

—Puede que dijera una pequeña mentira, dije que era tu hermana.

Estaba demacrado borracho para analizar todo, ella me vio confuso y se acercó, no me aleje y ella no vacilo, y me beso, no respondí el beso inmediatamente, por la impresión, pero creo que el alcohol me estaba jugando una mala pasada, porque después de unos minutos le respondí efusivamente con un gran beso, y sentí como nuestras lenguas se unían.

Soy un capullo lo sé, la aparte de mí, pensando con el corazón y recordando a Isa, intentando no pensar no la polla.

—Debes irte Ana... lo nuestro se acabó hace mucho.

— Tienes que entender que yo no sabía que era tu hermano Cesar, el me utilizo... yo aún te amo, jamás he logrado olvidarte.

—Da lo mismo con quien fuera Anna, me engañaste y ese es el tema, además, ¿te utilizo?, nunca has sido de las mujeres que utilizan. — sentencie.

—Venga... Cesar, me vas a decir que nuestro beso no provoco nada en ti. ¿ya no te gusto? — dijo dando una vuelta para que la observara.

La mire de pies a cabeza y se veía muy bien con un pantalón corto de color blanco y un top que resaltaba sus bonitos pechos. ¿me provocaba algo? Claro que provocaba algo en mí, no soy ciego, pero estoy con Isa... pero ella está comiendo con ese gilipollas, y yo debo volver a España, necesito olvidarme de ella. quizás esto sea lo mejor, estos meses juntos han sido los mejores, pero es extraño, jamás pensé sentir todo esto por ella

Sin darme cuenta, volvimos a besarnos, y nos estábamos dirigiendo a la habitación de huéspedes, soy un idiota lo sé, pero no sé cómo manejar esto, tengo miedo de lo que siento por Isa, necesito volver a mi país con mi madre, ella me necesita. Y sé que quizás volver a follarme a mi ex, no era la mejor opción, pero ella estaba aquí en la cama y yo necesitaba desahogarme.

Sabía que esto la destrozaría, una infidelidad por segunda vez, que coño estaba haciendo, iba a destrozar a la mujer que amaba, pero no podía amarla, no podía y no quería ser como mi padre, no la dejaría aquí creyendo que yo estando lejos le seria fiel, no dejare que me espere como mi madre hizo por tanto tiempo con mi padre.

Desquite toda la frustración con sexo, como si fuese un maldito adolescente hormonal.

Cuando terminamos, la ví  acostada, satisfecha y me sentí horrible, me levanté de la cama y me metí a la ducha, mientras sentía el agua caer por mi cuerpo, sentía como el alcohol abandonaba mi sistema, y podía pensar con más razonamiento. ¿que acabo de hacer?... soy un cabrón, engañé a Isa con mi ex, salí de la ducha y Anna aún estaba en la cama... ¿aun sentía cosas por ella? Claro que No.
Recuerdo cuando la descubrí con Nico, mi mundo se derrumbó, quizás el volver a verla nublo mis pensamientos, me dirigí hacia la sala de estar y me serví un vaso de Whisky, decidí aclarar las cosas con Ana y le dije claramente:

—Estoy saliendo con alguien—dije mirándola fijamente mientras se vestía.

—Lo se Cesar... con una tía de 21 años, pensé que te gustaban las tías mayores, o por lo menos de tu edad, ¿al menos sabe complacerte como yo lo hago? — Dijo acercándose de forma provocativa.

Ana es mayor que yo, nos llevamos por dos años, ella tiene 28 y siempre me gusto eso de ella, pero de Isa me encanta su inocencia, todo de ella me gusta.

—¿Qué piensas si lo volvemos a intentar?, nosotros nos llevábamos muy bien, el sexo siempre fue grandioso y lo pasábamos genial. — continúo hablando.

—Siento algo por ella. —Dije y me miro como si no creyera lo que le decía.

—¿en serio sientes algo por ella? Cesar por Dios es una niña... ¿además crees que esa niñata te perdonara si sabes que te has follado a tu ex, mientras salías con ella?

— Tu no se lo vas a decir. —dije seriamente.

— Sabes que se enterara de todas formas. — dijo y salió molesta por la puerta.

Ella tiene razón, debería dejar lo que tengo con Isa, ya estoy listo con mis papeles del trabajo, ¿quizás debería darme una nueva oportunidad con Anna?, al menos ella si aceptara solo sexo de mi parte.

Tenía varias llamadas perdidas de Isa, cruce la calle que nos separaba, necesitaba aclarar las cosas con ella, contarle que necesito volver a España para acompañar a mi madre, no tengo porque decirle lo que acaba de pasar entre Ana y yo ¿cierto?

Ya estaba fuera de su casa, toque la puerta a pesar de que tengo llaves, estaba con mi respiración acelerada, no sabía cómo hacer esto, no sabía cómo despedirme; ella se abrió la puerta y vi sus ojos llenos de lágrimas y me dio una bofetada, me quedé impresionado no sabía que pasaba.

—¿Como pudiste...? — dijo entre sollozos

— ¿De qué hablas? — dije sin entender mucho. No es posible que supiera lo de Anna, a menos que la viera salir de casa. Suspire es lo mejor.

— Sabes, — dijo tratando de calmar las lágrimas que caían por sus lindos ojos. — volví antes de la comida...porque tenías razón... Gabriel intento besarme, quería algo conmigo que no era amistad, — apreté levemente mis puños. —y yo lo aparte porque estoy contigo...— continuo—me vine directo a casa, y al no encontrarte fui a la tuya. —¡joder! ¿Me vio con Anna?, intente acercarme para limpiar sus lágrimas, pero se alejó– ¿Quién era ella Cesar? ¿por qué?, no lo entiendo... pensé que teníamos algo bueno. — dijo entre pausas por los sollozos.

— Isa ella es, mi Ex.— dije sintiendo como mi corazón se destrozaba al verla llorar por mi culpa.

—¿Por qué?

—No lo sé, ella llego me besó, y yo...

—Pensé que me querías, que aquella etapa de no tenemos nada, se perdió aquella noche que me pediste que fuésemos novios — lloraba desconsuela— Hubiese preferido que marcharas, que te fueses sin decir adiós, porque tu estuviste cuando Simón me traicionó, hubiese preferido cualquier cosa, menos esto Cesar.

—Lo siento.

—Y los te quiero, los te extraño, ¿también eran mentira?

—Nada de lo que vivimos fue mentira.

—¿Y por qué me siento así?

—No lo hagas más difícil, yo solo me iré...

—No te preocupes, ¿lo quieres fácil?, solo vete, de cierto modo ni se si esto fue cierto. — me acerque a ella.

—Sabes perfectamente que, si lo fue, pero ambos sabíamos que esto acabaría.

—Pero jamás me dijiste que acabaría así— se limpió sus lágrimas — Si me lo hubieses dicho, solo me hubiese alejado.

—¿Te arrepientes?

—No tienes idea cuanto, — sabía que era mentira, pero dolía, aun así— Lo nuestro se acabó, jamás debí entregarle mi corazón a alguien como tu—dijo mientras se adentraba a su casa dando un portazo.

Hace mucho que no sentía esto, no quería lastimarla lo juro, me dolía el pecho pensar que la había perdido... es lo mejor me decía a mí mismo.

¿era lo mejor?

Claro que era lo mejor, ahora me odia y será más fácil para ella se olvide de esto cuando me marche. ¿Y si era lo correcto porque me dolía de esta forma? ¿me había enamorado? ¿estaba enamorado de Isa? ¡No!, no podía haberme enamorado de ella en tan poco tiempo, esto no se siente como lo que sentía con Anna, es mucho más intenso, siento que no solo me duele el pecho, me duele el corazón, me duele el alma.

Necesito salir de este país y olvidarme de lo que ocurrió aquí.

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Pregunta a los lectores: ¿que piensan que pasara con Isa y Cesar?

Gracias por leer los quiero <3

Me da curiosidad .. de que Países me leen?

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