Luego de la mejor noche de mi vida despierto-sola, a mi lado no está Cesar, se me aprieta el corazón el pensar que se marchó después de lo que acaba de pasar, quizás yo estoy acostumbrada que después de hacer el amor con Simón desayunamos juntos y nos mimamos toda la mañana, sabía que esto no era igual, de cierto modo ambos solo queríamos sexo, pero no quería sentirme como loca y pensar que imagine aquella conexión mientras me hacía completamente suya.

A mi mente vinieron aquellas palabras de regina, quizá yo no le daba lo suficiente a los hombres, quizás no había sido suficiente para él, y se marchó apenas vio que me dormí.

Intenté sacar esa sensación de mi pecho, y decidí llamar a mis amigas. Quería contarles lo acontecido, para no entrar en pánico y ponerme a llorar. Les realizo una vídeo llamada de grupo, yo me fundo en mi pijama antes de realizar la llamada porque no me apetecía que mis amigas vieran mi aspecto de recién cogida.

— Hola, ¿Como están?

—Isa, te ves radiante ... Oh... no me digas ...—comienza Andrea e inevitablemente me sonrojo

— ¡No lo puedo creer! — añade interrumpiendo entre gritos María.

Yo me sonrojo aún más, lo que le confirma lo que piensan y ambas sueltan muchas preguntas.

—Por favor ... pregunten de una que no puedo procesar a las dos gritando. — les dirijo esa sonrisa que no puede desaparecer de mi rostro.

—Ok. —Dice Andrea—yo parto... ¿Como estuvo?

—Por favor —añade María —es obvio como estuvo... ¿no ves su cara?

—Estuvo increíble — digo y ellas suspiran.

—Me toca —dijo maría— ¿mejor que Simón?

—¡María!

—Vamos es solo una pregunta. — dice Andrea muy curiosa por mi respuesta

—Ok. — añado avergonzada de responder esas preguntas— Estuvo mil veces mejor, hicimos cosas que jamás había hecho. — digo tapándome la cara.

— Oh... —Añaden ambas... Y María dice. — ¿sexo Oral?

—¡Si! — digo muerta de la vergüenza. — o sea él lo hizo conmigo. Yo solo me dedique a disfrutar.

— Y lo dejaste sin su recompensa. — añade Andrea

—¿Tú crees que esperaba eso? — digo un poco confusa. — quizás por eso cuando desperté se había marchado. Quizás está enojado. — añado un poco triste.

— ¿Se fue? — preguntan al unisonó.

—Si. hoy cuando he despertado ya no estaba en la cama.

—Pues envíale un mensaje, para ver que te dice.

—Eso hay que destacar de Simón siempre que hacíamos el amor, a la mañana siguiente nos mimábamos en el desayuno.

—¿Hay que destacar? — dice María. — mucho te mimaba, pero te puso el cuerno con la que pensabas que era tu mejor amiga.

—Ok tienes razón. — añado, para que no me lo recuerde

—Amiga no te ilusiones mucho. quizás solo deberías aprovechar del buen sexo que te puede ofrecer sin compromisos. — dice Andrea

—Tienes razón, le propondré sexo sin ataduras.

Oigo las dos a carcajadas burlarse de lo que he dicho.

—Tampoco se lo propongas, mira disfruta de lo que pase, y solo deja que las cosas fluyan. Puede que se forme algo lindo y duradero o puede que ganes mucha experiencia y pases un muy buen rato. — dice María

—Estoy de acuerdo. —Añade Andrea

—Las adoro amigas... le mandare un mensaje y les cuento en que queda. Las quiero

Colgamos la llamada y le mandó un mensaje por chat a Cesar, dado que recuerdo que el guardo su contacto con una foto nuestra que me encanta. Tecleo en mi celular.

" cuando desperté no estabas ¿paso algo? Pensé que desayunaríamos juntos. Tu pequeña"

Observó mi celular por minutos. Decido borrar esto último y coloco mi nombre.

Espero impaciente su respuesta y a los minutos siento sonar mi teléfono y veo.

"No paso nada, solo estoy acostumbrado a dormir solo. Cesar"

Eso duele un poco, más de lo que me gustaría, ¿eso quiere decir que nunca pasara la noche conmigo?, pero recuerdo lo que me dijeron mis nuevas mejores amigas y decido pasarla bien con él, me muero por repetir la experiencia de anoche. Le escribo otro mensaje:

" ok. ¿nos vemos hoy? Isa"

Espero que responda que sí.
Trato de ser distante, pero estoy acostumbrada a lo formal, mi único novio fue Simón y desde un principio dejamos claro que lo nuestra era algo serio para ambos.... el sonido de mi móvil me saca de mis pensamientos.

"tengo mucho trabajo para hoy. Lo siento. Cesar"

Trato de que su distancia no me lastime, pero no lo puedo lograr, solo me he acostado con dos hombres en mi vida y uno de ellos es él, para mí fue algo importante y el pensar que para él no fue nada hace que me duela el pecho.

Pase bastante rato del día viendo series, para mejorar mi ánimo... decido ponerme algo sexy, por si veo a Cesar...

Busco en mi armario y me pongo un pantalón muy corto, dejando mis largas piernas a la vista, se me ajusta demasiado y eso me encanta.
Busco mi blusa color amarilla, la cual me amarro sobre el ombligo, para que se me vea el abdomen.

La tarde pasa y decido salir a leer un libro.

Salgo a leer un libro en una hamaca que está en el jardín de la casa y cuando siento un auto y veo que es el auto de Cesar, decido pasearme para que pueda ver mi ropa.

Lo veo observarme con deseo y decido acercarme...

—Hola—digo dando un pequeño beso en los labios y pregunto—¿va todo bien?

—Si. Esta todo bien. solo estoy lleno de trabajo, —me entrega una sonrisa.

Empieza a caminar y siento que algo anda mal... trato de contener mis palabras, pero no puedo.

—¿Porque te marchaste a mitad de la noche?, ¿estas arrepentido? ¿hice algo mal? — me dolió como nada decir lo último.

—claro que no hiciste nada mal pequeña, es solo que tu espera que sea como tu ex, y yo no soy así preciosa. No puedo quedarme ahí acurrucado a ti toda la noche, todo eso no se me da bien.

—No quiero que seas como Simón... ¿de que estas hablando? — bufe muy molesta, que mencione a Simón me enfada, no quiero que sea como él — y si no acostumbras a pasar la noche me hubiese conformado con una nota, para saber que no hice nada mal.

—¿Que podrías haber hecho mal Isa? ¿te estas escuchando?

—Estoy dañada, lo entiendo, siento que no soy suficiente, y necesito saber que no hice nada mal. Y asegurarme de que yo no soy el problema. —

—No eres el problema— dijo suspirando— mira Isa, me gustas ok. Pero yo en algún momento al terminar con los papeles en Chile, debo volver a Madrid, y no quiero dejarte aquí destrozada. —mis ojos se llenan de lágrimas — por favor pequeña no llores.

—Si pensabas marcharte, ¿porque te acercaste a mí? Porque permitiste que pasara lo de anoche. —

—Me atraes ya te lo dije. Quizás debí pensar mejor las cosas, pero por favor no llores.

—Está bien, de todos modos, ambos buscábamos sexo y lo conseguimos— una lagrima traicionera sale de mis y Siento que se acerca para limpiarla, pero me alejo

Luego de un rato en donde ya me siento más calmada, siento tocar el timbre, al asomarme por la ventana veo que es Cesar. Y decido no abrir.

Sigue tocando el timbre y decido abrir y encararlo.

—Si no abro la puerta es que no quiero vete, ¿no lo entiendes?

Comencé a cerrar la puerta y él se mete y ya está dentro de la casa, antes de poder echarlo dice:

—Mira Isa... He sido un gilipollas... Pero necesito que sepas que te quiero, pero. — sé que dirá que no quiere hacerme daño, pero mis pensamientos se detienen el he hecho que me quiere, odio ser así de débil con él, siendo que apenas lo conozco, pero decido mantenerme firme y enojada.

—¿En serio me quieres? — se lo reproche. —¿entonces porque tenías que decirme que te vas...? podríamos haber disfrutado de lo que estábamos empezando a tener... hasta que dure y luego tú te devolvías a tu País. —dije pensando en lo que mis amigas me habían dicho de solo pasar un buen rato, ya que estoy más que dispuesta para repetir la gran sensación de anoche.

—¿Estas dispuesta a tener algo conmigo sin compromiso?

En ese momento dude, el quizás quiere estar con muchas mujeres a la vez, y eso de compartir no se dé muy bien después de lo ocurrido entre Simón y Regina.

—¿A qué te refieres sin compromiso?

—Podemos pasarla bien mientras yo estoy en Chile, pero en el momento que me marche tu volverás a tu vida.

—Pensé que de eso se trataba, pasarla bien, pero no quiero mentiras, solo necesito y te pido que seas honesto conmigo. — me miró fijamente y asintió, comenzó a acercarse a mí con cautela y pregunto aquello que esperaba.

—¿Te gustaría repetir lo de anoche? — añade el mientras se acerca con una sonrisa.

—Me encantaría.

En ese momento termina con la leve distancia que nos separa y me besa efusivamente, siento que nuestras lenguas se juntan y muerde mi labio inferior, lo que hace que suelte un gemido. — no puedo comprender lo que me pasa con él, cuando me besa se me olvida todo, y solo siento sus labios.

Nos tomamos de la mano y lo dirijo de nuevo a mi habitación, al llegar comienza a besarme con desespero los labios, y rápidamente baja por mi cuello dando mordiscos en cada centímetro de mi piel, y gimo por el placer que me provoca que me bese de esa forma, nublada por el placer, le tomo el pelo y lo separo de mí y ahora yo me dirijo a su cuello, con mis manos comienzo a subir su polera, para poder tocar su increíble abdomen, Cesar me ayuda quitándose la polera y en un solo movimiento ya está en suelo.
Empiezo a besar sus increíbles abdominales y comienzo a descender lentamente, y se le escapa un jadeo, sigo mi camino con la intención de premiar todo el placer que me hizo sentir ayer por la noche.

—isa ... — dice como suplicando, lo que me aviva. Recorro su tatuaje con mi lengua y me encanta, con mis manos decido bajar su cremallera. En ese momento me detiene entre suspiros y gemidos

—Pequeña... Detente por favor. —
— dice entre gemidos y con la respiración irregular.

—Creía que te gustaría... ayer tú lo hiciste y yo quería premiarte...— digo sin saber porque me detiene, sé que quería que siguiera lo noto en su respiración acelerada.

—Pequeña sé que nunca has hecho esto... Y no quiero que hagas algo que no deseas, solo por devolver lo que yo hice. — me mira fijamente— yo lo hice porque quería, me apetecía comerte entera, pero no te presionaré con nada.

—Quiero hacerlo Cesar.... ayer fue la mejor noche de mi vida... y hoy quiero otra igual... quiero que me enseñes como se hace y poder complacer como tú lo hiciste conmigo.

—Me encantaría verte con mi polla en tu boca, pero vayamos despacio, no quiero que te arrepientas de nada de lo que hagamos hoy.

Yo quería hacerlo, lo deseaba y más cuando veía el deseo que tenía porque lo hiciera. Me encanta que me diga cosas sucias con ese acento que me vuelve loca... Quiero seguir y poder complacerlo, pero entiendo que quiere que este seguro de este paso, y eso me encanta.

Me alejo para poder darle una mejor visión de mi cuerpo, y comienzo a quitarme mi blusa y luego me quito el short, quedo solo en ropa interior de encaje blanco, y veo como sus ojos se llenan de deseo. Él se acerca y me lanza a la cama y se monta sobre mí, comienza a bezar mis pechos por encima del sostén mientras me lo quita, siento mi sexo completamente húmedo, me mata la espera... Mientras besa mis pezones, rompe mi tanga y colocas su mano sobre mis pliegues y yo suelto un gemido.

—Me encanta lo húmeda que estas. — me dice y provoca que más gemidos salgan de mi boca, sin darme cuenta siento uno de sus dedos dentro de mí, lo que hace que gima su nombre. Agarro las sabanas mientras siento que exploto mientras sus dedos siguen saliendo y entrando.

Veo que pasa sus dedos por su boca, lo que me provoca una sensación inmensa de placer, que no sé cómo explicar.

—Me encanta tu sabor. Me enloqueces

Siento que se aleja de mi centro y exclamo en forma de reproche, y veo que está sacando un preservativo de su pantalón, me alegra que se preocupe de esas cosas, porque con todo el placer y ganas que tengo de sentirlo en mi interior, se me olvido por completo la protección.

Veo como se comienza a sacar sus pantalones y sus bóxer, y su erección queda a mi disposición para poder mirar cómo se coloca el condón, cuando desvió la mirada a su rostro veo una gran sonrisa, al parecer le encanta que lo mire, se monta sobre mí, me toma por la cintura y grito al sentir como se introduce en mi interior, me embiste con más fuerza que la noche anterior, y me vuelvo loca de deseo, pensé que la noche de ayer no podría ser mejorada, y estaba muy equivocada. Siento como mi interior arde, y me muerdo el labio frente a un desgarrador orgasmo siento que se desprende sobre mí, se apoya un momento en mi pecho y luego se levanta, para quitarse el condón y lo deja en un cesto de basura que deje cerca de mi cama. Se acomoda a mi lado y no puedo evitar preguntar:

—¿Hoy también vas a marcharte cuando me duerma?

—No princesa hoy puedo quedarme a dormir un rato. así desayunamos juntos. —doy una gran sonrisa.

Tengo muchas dudas sobre la relación que me ofrece, por lo que decido aclararlas.

— Si tenemos algo sin compromiso. ¿Eso quiere decir que no seré la única?

—Eso quiere decir que tendremos algo exclusivo mientras estoy en Chile, pero cuando yo me suba a un avión de vuelta hacía Madrid, tu podrás estar con quien quieras y yo por mi parte igual.

Me tranquiliza que el igual quiera exclusividad, no quiero repetir lo de Simón, aunque yo lo compartía sin saberlo, me hizo mucho daño, saber que no era la única. en cuanto a lo de esperarlo yo estoy dispuesta a esperar mientras vuelve a Chile.

—¿Y si quiero esperarte?

—No quiero que me esperes Isa, después de este viaje no sé si vuelva, solo me faltan unos papeles para poder manejar desde Madrid la empresa.

Eso me duele un poco, no quiero que se valla, pero prefiero disfrutarlo lo más posible mientras este aquí a mi lado, que alejarme ahora.

—Ok. Entonces disfrutemos del ahora. — digo acomodándome sobre su pecho y al sentir su respiración y su olor me duermo plácidamente, esperando ansiosa poder compartir el desayuno con el cuándo amanezca.

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