CAPÍTULO 1
Había amado a Simón desde que tenía uso de razón; empezamos a salir cuando estaba en primero medio, lo amaba desde siempre, o al menos desde el momento en el que nuestra relación empezó.
Él es un hombre grandioso; amable, comprensible, cariñoso, protector y todo lo bueno que puedo decir de él se queda corto. Es un chico guapo, mide 1.75, tiene el pelo castaño claro, es moreno y sus ojos son de color café claro, cuando estudiábamos, todas estaban locas por él, típico chico deportista y guapo, aquel que, por supuesto yo miraba a escondidas, siempre evitando llamar mucho la atención, él me enseño y aumento claramente mi autoestima, de cierto modo, él se había fijado en mi por alguna razón.
Lo nuestro comenzó aquel día, yo estaba leyendo en el gimnasio del liceo, él y sus amigos llegaron a prepararse antes de un gran partido, yo siempre lo observaba en los ensayos, ese día su mirada se posó en mí, y me entrego una linda sonrisa, mi libro cayo por las escalera, ya que me sonroje como una estúpida y sote el libro para cubrirme las mejillas, baje por mi libro y cuando llegue a el primer escalón de aquellas escaleras, él tenía mi libro en sus manos, aquel día me dijo que me quedara a ver su juego, siempre notaba que me iba antes de verlos jugar, aquello me sorprendió, porque si lo notaba, significaba que me miraba, que sabía que lo observaba desde aquella escalera fingiendo leer mientras ellos practicaban, aquel día vi su partido, me dedico algunos puntos que marco y todas me miraban enfadas, nuestra historia era aquella típica historia de wattpad, él aquel chico popular y guapo, se había fijado en mí.
Llevábamos tanto tiempo juntos que obviamente él había sido el primer hombre en mi vida, había aprendido todo lo que se a su lado, obviamente yo no había sido la primera mujer de él, antes de estar conmigo tenía su reputación bastante establecida, por eso siempre fui cuidadosa con los pasos que dábamos juntos, no quería avanzar y terminar con el corazón destrozado o enterándome que era una simple apuesta con sus amigos.
Ok, leía demasiado, pero aunque a veces nos confiemos que esas cosas solo pasan en los libros, sabia por mis amigas que era real, habían rumores de las apuestas del equipo, y de las infidelidades que habían hecho que Simón terminara su antigua relación con la líder de las porristas que apoyaban cada uno de sus juegos, supongo que a Simón le gustaban esas cosas clichés, porque había estado con la chica popular y ahora estaba conmigo, aunque aquella etapa la abandonamos hace unos años.
Hoy hace unos cuantos años nos habíamos besado por primera vez, aquel día que me invito a ver su partido, que después me llevo a casa, y se despidió de mi con un suave beso en los labios, caminaba hacia su departamento para celebrar que hoy habían pasado 5 años desde aquel día, él siempre era muy detallista, por lo que celebrábamos hasta lo más mínimo, como aquel día que sus labios se posaron sobre los míos por primera vez.
Siempre venía por mí a la universidad, pero ese día salí más temprano que de costumbre. Eran como las 7 de la tarde por lo que decidí darle una sorpresa para que notara que yo también recordaba esas cosas.
Era un día soleado en Valdivia, apenas había nubes en el cielo y eso ya era raro dado que en esta ciudad casi siempre llueve. Seguí caminando hacia su departamento y al llegar busqué en mi bolso la llave que él me había entregado cuando cumplimos 3 años de novios. Al entrar al departamento se escuchaban algunos ruidos, en primera instancia me asusté, pensé que podían ser ladrones, pero esas sospechan se esfumaron al escuchan un gemido con su nombre, y cuando la puerta se abrió completamente no podía creer lo que mis ojos veían, había ropa femenina tirada en el suelo junto a la ropa de Simón, sentí como si a mi corazón lo hubieran pisoteado, no sabía porque estaba tan sorprendida, supongo que debí asimilarlo al escuchar aquel gemido con su nombre.
Pero, aun así, me costaba decidir, ¿debía seguir avanzando o salir corriendo?
No podía controlar mis emociones y sin darme cuenta las tibias lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas.
Me decidí por la primera opción, no podía irme de aquí y dejar que me mintiera en la cara, así que me llene de fuerzas, y con mis piernas débiles avancé en dirección a su habitación abrí la puerta lentamente, y cuando se abrió por completo vi aquello que me negaba a creer.
¡Mi novio estaba en la cama con alguien!
Las lágrimas no dejaban de correr por mi cara, y sentía mi corazón palpitando como si no hubiese un mañana, de mis labios se me escapó un sollozo, y ambos dejaron de moverse y se giraron en mi dirección.
—¡Isa! — gritó Simón exaltado cuando me vio, y se separó de la otra persona. Sentí como mi mundo se derrumbaba por segunda vez en menos de una hora, cuando noté a la mujer que estaba bajo el cuerpo de mi novio en la cama.
¿Regina?
Mi mejor amiga estaba en la cama con aquel hombre que yo consideraba el amor de mi vida.
Antes de que pudieran decir algo, me giré y salí corriendo en dirección a no sé dónde; lo único que quería era desaparecer. Llegué a las escaleras del departamento y sentí que alguien me afirmó de un brazo. Cuando me giré, vi que era Simón — sólo en bóxer— que trataba de detenerme, claramente no pensó bien las cosas, el verlo así solo había logrado que mi enojo aumentara.
—Isa puedo explicar esto. ¡No es lo que piensas! — mi mundo se había derrumbado al verlo en la cama con Regina, a la que yo consideraba mi mejor amiga y él me venía con esa puta frase.
No lo dejé continuar y estampé mi mano en su cara. Lo observé llevarse una mano a la zona golpeada y le grité llena de furia.
—¿¡En serio no es lo que pienso!? ¡Te estabas acostando con mi mejor amiga! —sentía como las lágrimas no dejaban de caer por mi rostro, noté mi voz quebrarse y no me lo permití, no podía verme peor de lo que estaba, y no quería derrumbarme aquí frente a él, y cuando mi mejor amiga seguía en su cama.
—Sólo ha sido esta vez. Te lo juro. —
—¡Sólo esta vez! — grité con sarcasmo. —¿¡En serio me crees tan estúpida!? ¿¡Vas a tratar de explicármelo cuando te vi montado encima de ella!?—
Él iba a intentar hablar, pero detrás de nosotros apareció ella, con una maldita cara de preocupación que simplemente no se la creía, y lo peor fue verla salir de su departamento con una de sus poleras. Más específicamente, ¡con la polera que yo me ponía cuando me quedaba a dormir con él!
Esto no puede ser cierto, pensé, y me mordí el labio para intentar controlar aquella frustración.
Al verla vestida de ese modo, exploté de la rabia y las primeras palabras que mis labios articularon fueron:
—¡Vete al carajo, Simón!, ¡hemos terminado! —
Sali de ahí, escuchando como la voz de mi mejor amiga gritaba mi nombre, no podía ser tan idiota de pensar que me detendría para poder hablar con ella, con ella específicamente, aquella mejor amiga que le confié mis secretos, todos y cada uno de mis problemas con Simón, deje de correr cuando estaba lo suficientemente lejos de su departamento, llegue a un lugar y me arrodille a llorar, no podía seguir caminando con el corazón destrozado, quería tirarme en cualquier lugar y llorar hasta que esta maldita sensación desapareciera, no pude evitar ver mi pasado con Simón, vi nuestros aniversarios a los que obviamente mi mejor amiga asistía, cuando me alegre de que ellos se llevaban tan bien que a veces salían juntos para organizar sorpresas para mí, ahora no podía dejar de imaginarlos juntos, y cada recuerdo que tenía con él se empaño con aquella imágenes.
-💜-
Esta es la primera historia que escribo.
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Besos ❤❤
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