Unos meses después

✎ Logan ✎

Estaba histérico.

Las últimas semanas habían sido muy intensas. No me podía creer lo bien que habían aceptado mis lectores el lanzamiento de Índigo. Hubo mucha expectación, mucho fangirleo e incluso me había animado a hacer un par de directos en Instagram para estar más en contacto con mis encantados.

Porque después de haber revelado quién estaba tras la imagen de Mr. Encantador mi cuenta había crecido una barbaridad. Más con el anuncio de que publicaría Índigo. Las redes explotaron ante el aluvión de comentarios, mensajes y menciones que recibí. Fue una auténtica locura.

Ahora, unos meses después, creía que seguía viviendo un sueño. El libro ni siquiera llevaba dos días a la venta y en algunas librerías ya se había agotado. Habíamos llegado a la segunda edición en el mismo día del lanzamiento. ¡Era una fantasía! El día que el libro se publicó Felicity y yo recorrimos todas las librerías de la ciudad y a mí casi me da algo cuando vi que mi pequeño estaba en el escaparate de muchas de las librerías de Wilmington.

Ni en un millón de años me habría imaginado que podría tener una novela publicada.

Felicity me dio un tirón en el brazo que me llevó de vuelta al mundo real. La escuché reír.

—Te estaba preguntando que si quieres que vayamos ya a la librería. Sé que aún faltan quince minutos, pero entre que vamos y todo lo demás nos dará la hora.

Porque ese día era uno de los más importantes de mi vida: mi primera presentación y firma de libros. Estaba muy nervioso, si os soy sincero. Sabía que todo iría bien, que no tenía de qué preocuparme. Estaría con Sky, quien sería la encargada de dirigir toda la presentación, y Felicity estaría en primera fila junto a Garret.

Estaba todo bajo control.

Pero aun así no pude evitar sentir que el estómago me daba un vuelco y que el pulso me latía acelerado, tener las manos pegajosas por el sudor.

—¿Y si no viene nadie? —pregunté con una punzada de terror. Mi mayor miedo era que a la firma solo fueran mis amigos.

Justo en ese instante a ella le vibró el teléfono. Soltó una risita.

—Creo que alguien sí irá —dijo sarcástica mostrándome el teléfono.

Abrí los ojos de par en par. La librería estaba a rebosar de gente; vamos, que no cabía ni un solo alfiler. Había muchas personas sentadas en las sillas que habían dispuesto en la zona de la firma y muchos otras de pie justo detrás. ¿En serio tantos lectores estaban haciendo cola por mí? Y es que en la otra imagen había al menos treinta personas esperando fuera. ¡A saber las que habría dentro! Junto a ella había un mensaje que decía: «¡Esto está llenísimo! Ni la Taylor Swift tiene tantos fans, chica».

Sonreí. Lynn se había encargado de preparar el evento. Estaba ilusionado ante la idea de que fuera mi mejor amiga quien me organizara todo, pues al final era ella quien mejor me conocía.

—¡Wow! ¿Hay tanta gente?

—¡Está padrísimo! —Con nuestros dedos entrelazados, tiró de mí hacia la librería, a cinco minutos de donde nos encontrábamos, en una de las calles comerciales de Wilmington—. Vamos, Logan, no quiero que llegues tarde.

Felicity pagó la cuenta —dijo algo de que quería invitarme a modo de agradecimiento por las historias que había escrito— y salimos de la pequeña cafetería que había a tan solo unas calles. Me empezó a palpitar el corazón con más fuerza a medida que nos íbamos acercando. Cuando llegamos, las chicas que había en la cola empezaron a gritar «¡Logan!» o «¡Es él!» como si de verdad fuera un sex symbol.

Fue increíble.

Ya dentro, Lynn me dio un abrazo de bienvenida.

—Hasta que por fin te dejas caer, escritor estrella.

—Calla, calla. No me pongas más nervioso —le dije con un pequeño manotazo.

Señaló una zona de la librería que había acomodado para la ocasión. Había una mesa con un par de ejemplares del libro en atriles y dos botellas de agua, y al menos cincuenta sillas todas ocupadas. De pie se habían quedado un montón de personas también.

Tragué saliva.

—Está todo listo. Sky está al caer. La he mandado con Kylie y Levi a la tienda de golosinas. Rezad para que no los haya malcriado.

Esos dos enanos iban a asistir también, aunque solo fuera porque la canguro la había vuelto a fallar.

Felicity hizo una mueca mirando hacia atrás.

—Me da a mí que este par se la han camelado.

Los niños llegaron corriendo hacia donde estaba su madre. Cada uno tenía una bolsa de gominolas.

—¡Mila, mamá! Nos las ha llegalado tita Sky —chilló Levi súper contento.

—Tita Sky es la mejjóh.

Su madre los tomó entre sus brazos y les dio un beso a cada uno.

—Vaya manipuladores estáis hechos.

Ambos enterraron la carita en su pecho con una risita infantil.

La rubia apareció ante nosotros. Estaba radiante. Llevaba un vestido primaveral de flores de un color lila muy llamativo. El cabello suelto en ondas y el maquillaje suave le daban un aire encantador.

—¿Habéis visto cuánta gente ha venido a verme? —se jactó.

Me aclaré la garganta.

—Será para verme a mí. No olvides que el protagonista de la presentación soy yo.

—Voy a usar todos mis encantos para venderte hasta el último ejemplar, querido. —Me guiñó un ojo, pícara.

Troné los dedos.

—Que empiece el juego.

❀ ❀ ❀

Todo fue sobre ruedas. Sky hizo muy bien su papel de presentadora. Me hizo preguntas acerca de la novela y de mí, y, al final, consiguió que el público interactuara.

—Vamos, no seáis tímidos. ¿Quién sabe cuándo será la próxima vez que tengáis a Mr. Encantador delante de vuestras narices? —Hizo una pausa dramática mientras paseaba la mirada por cada silla ocupada y persona que había de pie hasta que al final señaló a una chica que estaba susurrándole algo a la de al lado—. Venga, tú. La que lleva ese jersey tan mono. Sí, sé que sabes que te estoy hablando a ti. ¿Qué quieres preguntarle a este chico tan guapo que tengo al lado?

Los demás soltaron una pequeña carcajada. La muchacha parecía estar muriéndose de la vergüenza, pero aun así, tomó el micro que mi mejor amiga le tendía y se animó a preguntarme con la cara roja como un tomate:

—A mí me gustaría saber cómo creas las historias. Ya sabes, ¿eres escritor brújula o mapa?

—¡Qué buena pregunta! —la felicitó con una sonrisa amable—. Para los que no lo sepáis, un escritor brújula es aquel que va a la aventura y escribe sobre la marcha. Uno de mapa es quien planea todo con antelación.

Tomé un sorbo de agua antes de contestar.

—Me considero una mezcla de los dos. Antes de escribir me gusta hacer un pequeño brainstorming sobre la trama, una contracubierta provisional, las fichas de los personajes, algunas escenas que se me ocurren... Lo tengo todo guardado aquí. —Levanté el cuaderno con estampado tropical de colores llamativos—. Tengo todo lo relacionado con A fuego lento, la novela que actualmente actualizo en Wattpad, anotado en esta libreta. Me gusta ser coherente y que esté lo más perfecto posible.

»Pero debo admitir que una vez que empiezo a escribir improviso. Hay escenas que no tenía planeadas y que siento que me las piden los personajes. Otras las escribo porque vosotros, queridos lectores, me las dais a modo de teoría. Son cosas que al principio no había pensado, como esa escena suculenta en la bañera en Como estrellas en el firmamento.

—¡Esa escena es brutal! —escuché que alguien del fondo gritaba y, acto seguido, se extendió un murmullo por toda la sala.

Una chica de la primera fila levantó la mano.

—¿Qué le dirías a alguien que está empezando en Wattpad?

La miré directamente a los ojos y sonreí.

—Lo primero de todo, que escriba lo que le gustaría leer y nunca por moda. Créeme, se nota mucho cuando un autor escribe sobre un tema que no le gusta nada solo porque está en auge. Es importante satisfacer a nuestro lector interior, ser nosotros mismos cuando escribimos.

»Lo segundo que le diría es que tenga mucha paciencia. Empecé en Wattpad cuando tenía quince años...

—Hola, bebé —se mofó la rubia interrumpiéndome. Se escucharon unas carcajadas entre el público.

Me aclaré la garganta.

—Ahora tengo veintidós —continué en cuanto las risitas hubieron cesado—. Toma mucho tiempo hacerse conocido. He tenido que moverme por las redes sociales, no caer en el spam, no darme por vencido al ver que mis historias al principio no eran nada conocidas... No tengáis prisa por ser famosos. Muy pocos llegan a lo más alto. Solo disfrutad del camino.

»Por último, es importante que sepas que una vez que pruebes Wattpad no podrás dejarlo. Me han ofrecido estar en otras plataformas, pero he rechazado cualquiera de ellas porque estoy muy cómodo. Empecé publicando una historia y ya llevo más de diez en la actualidad. ¡Es verdaderamente adictivo!

Sky asintió con la cabeza.

—Estoy de acuerdo. Como lectora, es increíble la capacidad que tienen los escritores de engancharme con una buena trama.

La ronda de preguntas se extendió y, para cuando comenzó la firma, llevábamos media hora de retraso según lo que habíamos esperado. Por suerte, aún quedaban un par de horas hasta que la librería cerrase.

Nunca habría imaginado que mi primera firma fuera a ser tan fantástica. Firmé ejemplares, me saqué fotos con los lectores e incluso me dieron algún que otro regalo. Para cuando terminamos, la librería ya había cerrado y me había quedado en un banco firmando. Me sentía tan feliz que lo único que quería era gritarlo a los cuatro vientos.

❀ ❀ ❀

Desde pequeño escribir siempre había sido mi vía de escape. Me enamoré muy pronto de las historias que leía en los libros y ya con trece años di mis primeros pasos en el mundillo escribiendo pequeños relatos. No podía creerme que mi vida hubiese cambiado tanto en apenas unos años.

Mr. Encantador nació como una manera de expresar todo lo que tenía dentro. Era mi terapia particular. Nunca pensé que un tiempo después vería uno de mis libros publicado en papel ni mucho menos tener tantos seguidores en mis redes.

Nunca fui un chico popular. Me consideraba el no héroe del cuento, el personaje secundario y había pasado de ser un chico invisible a mostrarme tal cual era, a protagonizar mi propia historia.

Porque ser uno mismo puede darnos miedo, querido lector, pero ¿dónde está la gracia de escondernos y ser como los demás? Lo normal es aburrido. Las normas están para romperse y no seguirlas está de moda ahora. Extiende las alas, vuela bien alto y toma las riendas de tu propia historia, porque tú eres el protagonista de tu vida.