Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31

Logan

Felicity me sorprendió aquella tarde de otoño cuando me arrastró consigo nada más terminar las clases.

—Quiero enseñarte mi plan de ensueño —me había dicho y ya con eso no tuvo que suplicar más.

Nuestra primera parada fue la librería en la que trabajaba Lynn, por supuesto. En cuanto la castaña nos vio, se acercó a nosotros trotando.

—Chicos, ¡qué genial veros! —nos saludó con una sonrisa, que amplió al ver nuestras manos unidas.

Claro que sabía lo que había pasado entre Felicity y yo. Se lo había contado la misma noche en que tuve la mejor cita de la historia. Habíamos hecho una videollamada que había durado horas.

Le di un abrazo a mi mejor amiga.

—¿Qué tal? Te ves guapísima.

Lynn le quitó importancia con una risita nerviosa.

—Oh, calla, calla. Vas a hacer que todo el mundo me mire.

—Que lo hagan. Te quiero tanto, amiga mía.

Me señaló, mirando a Felicity.

—¿Qué le pasa?

La susodicha se encogió de hombros, las mejillas encendidas como pequeños farolillos. Radiante. Hermosa. Única.

—Qué se yo.

—Me da a mí que que esté tan contento tiene que ver con cierta mujer. —Le guiñó un ojo.

Se le encendieron aún más las mejillas.

—Yo... Yo...

Aquella fue una de las pocas veces que Felicity se quedaba sin palabras.

Mi amiga se echó a reír.

—Oh, chicos, me alegro muchísimo de que hayáis dado el paso. Sois adorables.

—Solo déjalo. Nos estás avergonzando.

La librería no estaba muy llena de gente. Había un par de clientes en la sección de novela negra y una familia en la de literatura infantil. Su jefa estaba atendiendo a una señora mayor.

Lynn me dio un puñetazo cariñoso en el hombro.

—Te aguantas. Yo tuve que soportar que le hicieras a Kyle un test de drogas, así que estate feliz de que lo único que haga sea preguntas. Podría ser peor.

Lo dijo en tono jovial, pero tal y como pasaba cada vez que mencionábamos a su primer amor, sus ojos se nublaron. Fueron tan solo unos segundos, pero lo suficientes para que me diera cuenta de la nube que había tapado el sol.

La abracé contra mí. Intenté que la tormenta no se desatara haciendo una pequeña broma.

—Pues mi primera opción era pasearme con el rifle que mi padre tiene colgado en la pared, pero me pareció excesivo.

—Capullo.

Felicity y yo compartimos una carcajada cómplice. Mi chica me dio un ligero tirón en la mano que tenía unida a la de ella.

—¿Alguna vez te he dicho que me gusta mucho cuando te pones a hacer bromas? —comentó con una sonrisita hermosa.

La pegué a mí.

—No, pero está bien saberlo. —Le di un beso en la mejilla—. ¿Por qué no vas y coges el libro que quieras? Invito yo.

Se le iluminó la mirada.

—¿En serio?

—Ujum.

Infló los mofletes.

—No es justo. Esta cita se supone que la he planeado yo.

Lynn le guiñó un ojo.

—Liz, aprovecha ahora que puedes. Quién sabe cuándo será la próxima vez que invite.

—¡Oye, no seas mala! —refunfuñé con una mirada amenazadora.

En un visto y no visto, Felicity se fue a la sección juvenil. Sonreí. Me gustaba que compartiéramos gustos literarios.

Mi mejor amiga soltó todo el aire que guardaba en los pulmones.

—Estás asquerosamente enamorado —me dijo en cuanto nos quedamos a solas.

Sonreí como un tonto.

—No puedo creerme que la chica que ha sido mi crush desde el primer año de carrera quiera estar conmigo. Estoy en las nubes.

—Espero que aterrices pronto. La tienes loquita por ti. —Me guiñó un ojo—. Será mejor que vuelva al trabajo. No quiero que mi jefa se enfade conmigo.

—Pero si te adora.

Se sacudió el pelo con una mano, muy diva ella.

—Eso ya lo sé.

Me despedí de ella con una sonrisa y me uní a Felicity, quien tenía ya un par de libros en la mano; uno de ellos era el de Evil Morgana que ya había comprado la vez esa en la que coincidimos en la librería hacía unas largas semanas atrás.

—¿Quieres otro? —pregunté, sorprendido.

Liz levantó la mirada de un sobresalto. Estuvo a punto de tirar los libros.

—¡Qué susto! Eres peor que el gato de una amiga, que se te tira encima casi sin que lo esperes. —Suspiró—. Quiero comprárselo a mi hermana por su cumpleaños. Le encanta la autora y con todo el tema de la liga de los súper empollones no ha podido comprárselo.

El equipo de la NCU iba a participar en la primera ronda del concurso Multidisciplinar ese mismo fin de semana. Sky estaba en él, así que no dudaba de que pasarían a la siguiente eliminatoria. Si no hubiese sido por todo el tiempo que me comía la escritura, me habría apuntado. Pero, lo siento, mi pasión era escribir.

—Me encanta que os llevéis tan bien.

—No tienes ni idea de cuánto valoro lo unidas que estamos. —Le brillaban tanto los ojos cada vez que hablaba de ella... Me recordó a lo bien que me llevaba con mi hermano—. Ojalá Evil Morgana hiciera una firma. Sería la guinda del pastel.

—¿Quieres que le diga a ver si podemos quedar un día y te lo firma?

Se le cayeron los libros al suelo, y su boca casi los siguió.

—¿Perdona? ¡¿Cómo es eso de que conoces a mi autora favorita y no me habías dicho nada?!

—¿Ups?

Empezó a dar unos saltitos en el sitio. La señora mayor empezó a mirarnos.

—¡Qué fuerte, qué fuerte, qué fuerte! ¡No me lo creo! Ahora me caes mucho mejor.

—¡Eh!

—No sabes cuánto admiro a Evil Morgana.

—Y yo que pensaba que Mr. Encantador era tu autor favorito.

Puso los ojos en blanco.

—Tú lo has dicho: autor. Masculino, primera persona del singular del presente del indicativo. Evil Morgana es mi escritora favorita, femenina. La sigo desde que Sky me recomendó sus libros. —Se agachó y recogió los dos tomos. Señaló uno de ellos, cuya portada mostraba una ilustración muy chula de la pareja principal del libro rodeados de un fondo azul eléctrico—. Este es el que me recomendó. Por eso me dolió tanto que esas niñas lo criticaran. Evil Morgana no sería capaz de plagiar nada, ya lo dijo en sus redes.

—Y no lo hace. Doy fe de que sus novelas son cien por cien originales. Si nos fuimos el verano pasado una semana de escapada escritoril y todo. No veas lo trabajadora que es.

Felicity se mordisqueó el labio.

—¿En serio podrías decirle que me lo firmara?

Asentí, muy seguro.

—Claro que puedo.

—¿Podrías pedirle que también me firme mi ejemplar? —Sus mejillas sonrosadas eran lo más bonito que había visto—. Yo... soy muy fan de su trabajo.

—Podrás pedírselo cuando quedemos con ella.

Abrió los ojos de par en par.

—¡¿Cómo que "cuando quedemos con ella"?!

La miré como quien mira a un tonto.

—¿No quieres venir? Quiero presentártela. Es muy maja.

Se abanicó con las manos.

—Bua, ¡me muero, me muero, me muero! Este es el mejor día de mi vida. No sabes lo feliz que me has hecho. ¡Voy a conocer a mi escritora favorita!

Reí.

—Y si te comportas, podrás conocer a más. No tienes ni idea de con quiénes hablo.

Felicity estaba flipando.

—Pero, pero. ¡Qué fantasía! Tengo un novio famoso.

—Deja de chillar, a ver si la gente se va a enterar de... —refunfuñé, pero, de repente, caí en la cuenta de un pequeño detalle que había pasado por alto—. Espera, ¿novio?

Apartó la mirada y se tapó la cara con el pelo para que no viera cuánto se había ruborizado.

—Oh, eso. Pensaba que... ya sabes... como ha pasado...

Dios, se veía tan tierna cuando se ponía tan nerviosa. No pude evitar tomarla entre mis brazos y dejarle pequeños besos por todo el rostro.

—¡Logan! —chilló cuando la cargué y di vueltas sobre mí mismo con ella encima, ambos riendo a carcajadas. La gente nos miraba como si nos hubiésemos vuelto locos y por primera vez me dio igual llamar tanto la atención. Estaba tan feliz que nada podía estropearlo.

—Con que novios, ¿eh? —Junté nuestras frentes cuando la bajé, mis ojos bien conectados con los suyos.

—No seas capullo.

La besé en los labios, apenas un roce ligero.

—Quiero que vivamos el momento con intensidad. Seremos tú y yo contra el mundo, pequeña lectora.

Enredó los dedos en las finas hebras de mi pelo, sus pupilas brillantes de la emoción.

—Escribamos nuestra propia historia, mi sexy escritor.

—¿Cómo se llamaría? —quise saber con curiosidad.

—Más de mil razones.

—¿Por qué?

—Porque tengo más de mil razones para amarte.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro