⭑ Felicity ⭑

Garret me había enviado un mensaje diez minutos antes de que saliera de clase.

«⚠️ Urgencia ⚠️. Necesito hablar contigo.»

«Quedamos en el aula del club de lectura.»

«¿Es una cita? 😏»

«¡Qué más quisieras!»

«Cierto, olvidaba que Logan te pone a mil. 🔥»

«¡CIERRA LA BOCA! Maldito metiche.»

Iba a matarlo.

Justo nada más cruzar la puerta, el rubiales se levantó a todo correr de una de las sillas y se acercó a mí a grandes zancadas.

—¿Puedo pedirte un favor?

—Lo primero, hola, ¿cómo estás? ¡Genial! Gracias por preocuparte por mí, Garret —ironicé con una sonrisita malvada.

El chico se sentó en la silla que tenía al lado. La miradita que me lanzó era un claro grito de auxilio. Se me borró el gesto.

—¿Qué pasa? —pregunté al verlo tan alterado.

Se pasó las manos por el pelo, un ligero temblor en sus manos. Vale, ¿dónde se había escondido el hombre seguro de sí mismo que conocía?

—Yo... necesito tu ayuda.

—Cuéntame.

Tras exhalar un gran suspiro, habló por fin:

—Estoy bloqueado. No sé cómo continuar la historia que estoy escribiendo y, bueno, como tú la estás leyendo, he pensado que estaría bien que me dijeras qué es lo que esperas. Me gustaría que leyeras el resto, si es que puedes o quieres. No estás obligada a...

Solté una risita.

—Por supuesto que quiero. Soy una lectora intensa, ¿recuerdas?

Pareció que mis palabras lo aliviaron hasta tal punto de destensar los hombros.

—¿En serio harías eso por mí? Sé que andas muy liada con la carrera y...

Lo corté.

—Garret, deja de darle tantas vueltas. Obvio que voy a ayudarte. ¡Qué padre que me hayas pedido ser tu lectora beta! Tengo mil teorías sobre lo que puede pasar.

Me sonrió y el gesto le formó pequeñas arruguitas en los ojos.

—Muchas gracias. Eres una amiga de verdad. Yo... he traído el ordenador.

Lo siguiente que pasó es que estuve la siguiente media hora leyendo los cinco capítulos extras que tenía escritos. En algún punto, se nos unió Sky y, como ella, al igual que yo, se había vuelto una de sus lectoras, también le dejó leer en exclusiva.

—Yo creo que hasta este punto has creado una trama muy fuerte con unos personajes con los que cualquier lector se sentirá identificado. El romantasy no suele ser mi fuerte, pero me gusta mucho que sea rollo Acotar. ¡Es muy buena!

—A mí me fascina. Creo que deberías ponerle un par de obstáculos a los personajes principales para que no lo tengan todo tan fácil. Además, se nota que entre los dos co-protagonistas hay mucha química. Intenta explotar eso, que haya encuentros suculentos y alguna que otra indirecta. —Sky hizo una pausa y lo siguiente que dijo lo hizo con una mueca malvada en los labios cereza, sus ojos muy clavados en los míos—. Quizás ella podría tirársele encima y provocarlo en una de sus borracheras. Solo piénsalo. Sería una escena épica.

Se me encendió toda la cara, orejas incluidas. ¿Cómo se le ocurría decir algo así? De haberlo sabido, no le habría contado nada. Porque justo cuando se fue Logan de mi casa, me había presentado en la suya para contarles a Adam y a ella lo que la Felicity borracha había hecho. Lo peor es que cada día me acordaba de más cosas. Era humillante.

Aunque no podía quitármelo de la cabeza. Logan estaba marcado a fuego en lo más profundo de mi corazón. Su sonrisa, lo respetuoso que había sido conmigo —no cualquiera habría hecho lo que él hizo esa noche en mi piso—, la confianza que despertaba en mí, la calma que sentía cuando estábamos a solas...

Y me odiaba por eso. No quería volver a sufrir, no quería abrirme a los demás. No estaba lista para dejar que él se adueñara de todo.

Garret la señaló con el dedo y con ese simple gesto volví a la realidad.

—Me gusta cómo piensas, mi flamante amiga rubia.

Mi hermana chasqueó la lengua.

—No vayas por ahí, musculitos.

Entre mi hermana y yo le dimos ideas no solo para terminar la historia, sino para una posible continuación. Entre las dos maquinamos una trama cada vez más compleja que me gustaba cada vez más y más.

—Vas a tener que cambiar la portada. No encaja con la trama —le sugerí yo cuando me metí en Wattpad para revisar su cuenta.

Sky asintió, de acuerdo conmigo.

—Mira, ¿sabes una cosa? Voy a probar unos diseños en Photoshop que creo que le van a ir de perlas a La hechicera de las sombras.

Claro, a ella nada se le daba mal. Era una experta en Photoshop y eso que había aprendido a base de tutoriales en una sola tarde. Me daba mucha envidia. Ojalá yo tuviera su misma maña. Si para aprender a hacer los peinados que sabía hacer me había tirado años.

Para cuando nos quisimos dar cuenta, ya solo faltaban diez minutos para que comenzara la sesión. Logan aún no había llegado y eso me alivió y me entristeció a partes iguales. Me daba mucha vergüenza lo que había pasado entre nosotros, pero, al mismo tiempo, tenía muchas ganas de verlo. ¿Quién me entendía?

Justo antes de salir de Wattpad, me saltó un anuncio y solté un chillido.

—Han subido ya toda la información sobre la WattCon de este año.

Wattpad hacía una mega reunión anual donde escritores y lectores se juntaban. Era el evento más esperado del año y gracias a él los autores más populares hacían conferencias, talleres y encuentros con sus lectores. Ese sería al primero que iría —porque sí, ya estaba decidido, aunque no solo tuviera que pagar por la inscripción, sino que también por el transporte y el alojamiento—. ¡Tenía muchas ganas de conocer a mis autores favoritos en persona y conseguir sus libros firmados!

—¡Tenemos que ir! —exclamó Sky uniéndose a mi grito fangirl.

Ambas éramos muy frikis del universo Wattpad. El año pasado no pudimos ir a la WattCon porque nos pusimos muy malas, así que las ganas eran el doble de grandes.

—Tienes que venir, Garret. Va a estar la crème de la crème.

—¿Cuándo es?

—En diciembre, el día quince.

—Creo que lo tengo libre —afirmó dándose golpecitos con el dedo en la barbilla—. ¿Me dejáis que lo revise con más tranquilidad en casa? Podríamos organizar un viaje grupal. ¿Creéis que Logan se unirá a nosotros? Le pega mucho leer en Wattpad.

—Pues el tío es lector de la plataforma. Yo creo que si le decimos, se va a unir a nosotros fijo —declaré muy segura de mis palabras—. Últimamente está más abierto a hacer planes grupales.

Garret me lanzó una miradita llena de picardía y mi hermana sonrió con malicia.

—Por ti irá a cualquier parte. Está coladito por tus huesos, Lizzie.

Sky se le unió.

—Si supieras cómo te mira, hermanita...

Puse los ojos en blanco. Parecía que se habían aliado solo para molestarme.

—No seáis pesados. Él no gusta de mí.

—Repítetelo hasta que te lo creas. Se pone tan nervioso al verte... ¡Es tan mono! Qué morro tienes, tía. Ojalá estuviera pillado por mí. Tiene un cuerpazo esculpido por los mismísimos dioses.

Resoplé.

—¿Podemos dejar de hablar de Logan? No quiero que entre y nos encuentre parloteando sobre él.

—Sí, a ver si así se entera de que te encanta. —Garret puso morritos.

Fruncí los labios.

—No estoy loca por él. Vale, lo admito, me atrae un poco, pero no creo que seamos compatibles.

—¿Cómo lo sabes si no te animas a probarlo? —apostilló mi hermana.

Tenían razón, pero me asustaba tanto lo que pudiera pasar después.

Chasqueé la lengua.

—Como sea, no sé si se animará.

—Pídeselo.

Nos enfrascamos en una conversación sobre la plataforma y sobre nuestras historias y escritores favoritos, cómo habíamos encontrado Wattpad y lo que esperábamos de la famosa WattCon.

—¿Creéis que Mr. Encantador irá? —preguntó Garret. La ilusión chisporroteaba en sus ojos marrones.

Arrugué el morro.

—A ver, podría ir, pero dudo que lo reconozcamos. No creo que vaya en calidad de escritor. Ya sabéis que es totalmente anónimo.

Garret soltó un quejido.

—Ojalá supiéramos quién es.

—Me encantaría que por fin mostrara su cara en las redes —suspiré con ojitos soñadores.

Justo en ese mismo instante, el teléfono de Sky emitió una ligera vibración. Esbozó una amplia sonrisa.

—Y hablando del rey de Roma... —Pero se quedó callada al desbloquearlo y leer lo que fuera que hubiera actualizado. Apretó los labios con fuerza y frunció el ceño. Tardó unos minutos en volver a hablar—. Vale, fantástico.

—¿Qué pasa? —le pregunté mientras agarraba el mío, pero no llegué siquiera a desbloquearlo cuando Logan llegó.

Me quedé mirándolo, embobada. Estaba guapísimo, como siempre. El jersey ajustado le marcaba cada músculo de su cuerpo. Solo de pensar en ellos más recuerdos salieron a la superficie: la suavidad de su piel, su respiración entrecortada, la mirada ardiente que me dedicó cuando me puse sobre él...

Cada día estaba más seguro de sí mismo y se animaba más a salir de su zona de confort. La extroversión estaba sustituyendo a su lado más introvertido y eso me gustaba muchísimo. Me atraía cuando era espontáneo, cuando por fin superaba la barrera de la timidez y no se mordía la lengua.

Me encantaba que fuera él mismo.

¡Te pone muchísimo!

Salí de mi burbuja de nube de azúcar al ver la expresión de mi hermana. Se había quedado pálida, con los ojos abiertos de par en par y la mandíbula desencajada. Parecía que había visto un fantasma. Logan se detuve en seco al ser consciente de cómo ella lo miraba. Incluso pude escuchar cómo los engranajes del cerebro de mi hermanastra giraban a toda velocidad.

Pero, ¿qué...?

No estaba preparada para la bomba que iba a soltar:

—¡No puede ser! Mr. Encantador eres tú.