Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2

Felicity

James era un imbécil. Se pensaba que solo por ser el hijo de uno de los rectores de la universidad era el dueño de la misma.

Já.

Había cometido el error de acostarme con él a principios de primero de carrera. Desde ese momento no pude quitármelo de encima y, pese a que a veces era peor que un grano en el culo, mientras no interfiriera en mi vida privada podía hacer lo que quisiera.

Total, bastante rota estaba.

No podía dejar de pensar en el pobre chico que había sufrido sus humillaciones solo porque se le había puesto en la punta de la polla. Él no tenía la culpa de su mal humor. Nadie la tenía.

Aparté la vista del teléfono móvil en cuanto escuché que alguien entraba. Aparte de mí, la clase estaba vacía y, sinceramente, empezaba a sospechar que era la única que se había apuntado.

Formé una "O" en la boca. Era él de nuevo, con sus gafas enormes que le resaltaba los ojos verdes, su camiseta azul lisa y sus pantalones vaqueros. Ya no tenía las mejillas ruborizadas ni la mandíbula tensa. Se me volvió a revolver el estómago de solo recordar lo que había pasado, lo capullo que James había sido.

Me saludó con una pequeña sonrisa. Me puse en pie y me acerqué a él.

—¡Hola! Soy Felicity —me presenté con la voz cantarina.

—Logan.

Corto y conciso.

Justo en esos momentos, escuché el repiqueteo de unos tacones. Se me iluminó el rostro nada más ver quién estaba ahí. ¿Cómo no?

—¡Sky!

Corrí donde ella para abrazarla.

—¿Acaso dudabas de que no me apuntara?

Le di un beso en la mejilla.

—Pensaba que estarías muy ocupada con el taller de robótica y el club de los mega empollones.

Esa rubita chasqueó la lengua.

—Me subestimas, hermana.

Sky era mi hermanastra, la hija del marido de mi madre. Éramos como uña y carne, inseparables. Nos lo contábamos todo; era la hermana que no pude tener. Una tía muy guay.

Le toqueteé el pelo.

—¿Dónde has dejado a tu novio?

Esbozó una sonrisa maligna.

—Tranquila, Lizzie, que tu mejor amigo está muy ocupado con la preparación del recital que los de su clase van a hacer en la universidad a final de año.

—Cierto. Ojalá pueda quedar con él esta semana. No me lo secuestres más de lo necesario, que yo también quiero tener un poco de Adam.

Porque Adam, su novio, también era mi mejor amigo.

Se le dibujó una sonrisita de niña buena. Puse los ojos en blanco. Sí, claro, como si no nos conociéramos ni nada.

—No es mi culpa que me prefiera.

—Y un cuerno.

Ambas reímos, cómplices.

La arrastré hacia donde estaba sentada, en una de las sillas que formaban una medialuna en torno a una pequeña tarima de parqué, la pizarra de tiza a las espaldas. La clase no era muy grande y no estaba equipada con mesas. A decir verdad, parecía más un almacén que un aula.

Logan nos observaba con disimulo mientras fingía estar muy atento a la pantalla de su móvil. Era la vieja confiable, aquella a la que había recurrido en más de una ocasión.

De repente, entró un hombre de mediana edad que, de no haberse presentado como el señor Morrison —Drew para los amigos, nos había dicho— habría pensado que se trataba de una cámara oculta. De entrada, vestía con aires muy a lo hippie, con camisas y pantalones sueltos muy coloridos. Pude ver cómo mi hermana torcía el gesto al verlo. Ella era una amante de la moda actual, así que verle con ese look tan anticuado no le hacía nada de gracia.

Nos dedicó una sonrisa jovial.

—Bienvenidos a este maravilloso club de lectura —habló tras habernos presentado. Se toqueteó la larga barba castaña con una mano antes de continuar—. No quiero que me veáis como uno de esos profesores aburridos. Soy Drew y nos lo vamos a pasar de puta madre.

Vale, ese tío estaba como una cabra. Me recordaba al profesor loco de la serie Victorius.

Drew intentó seguir con la introducción de lo que sería el club, pero un torbellino andante lo interrumpió. Era un chico de nuestra edad, más o menos, alto y musculoso. Era muy guapo, la clase de tío de la que podría pillarme.

Me recriminé mentalmente. No, me había prohibido enamorarme, no después de lo que había pasado. No quería volver a salir con un chico para que luego intentara manipularme a su antojo. Felicity no era una niña tonta con la que jugar. Había madurado y ya no era la misma muchacha de antaño.

El chico tiró una silla en su carrera.

—¡Lo siento, lo siento!

Drew se aclaró la garganta.

—¿Y tú eres? —lo interrogó.

El chaval se remangó las mangas de la camisa que llevaba y que le resaltaba cada uno de los músculos del cuerpo. Estaba cañón, para parar un tren. Encima tenía los brazos llenos de venitas, mi debilidad.

—Soy Garret Taylor, señor. Siento haber llegado tarde al taller. El profesor de Marketing nos ha tenido más tiempo de la cuenta —se disculpó él.

Él le restó importancia con la mano.

—Nada de formalidades. Soy Drew para los amigos. Siéntate ahí, al lazo del mozo de las gafas.

—Me lla...llamo Logan —murmuró por lo bajo.

Sky me dio un codazo.

—¿Has visto al nuevo? Es tu tipo.

La observé al mismo tiempo que alzaba una ceja.

—¿Mi tipo? —susurré para que nadie más nos escuchara.

Me lanzó una miradita coqueta.

—Ya sabes, la clase de tío que te pone. Es alto, rubio, con ricitos y unos brazos que, ya sabes... —Hizo un movimiento de manos sugerente—... se nota que hace ejercicio.

Ahora fue mi turno de meterme con ella. ¿Quería jugar a ese juego? Pues bien, jugaría.

Le lancé una miradita llena de malicia.

—Uy, Sky. ¿Problemas en el paraíso? ¿Hay algo que tengas que contarme sobre Adam?

Me dio una pequeña toba en la cabeza.

—Adam y yo estamos estupendamente, zorda. Que tú andes de sequía amorosa no quiere decir que yo no tenga ojos en la cara. Garret es un buenorro, pero mi hoyuelos le da mil vueltas. Tenemos mucha química.

Puse los ojos en blanco.

—Y cuando estáis juntos saltan chispas. Lo sé, lo sé.

Drew se volvió hacia nosotras.

—Señoritas, ¿algo que queráis compartir con el resto? —nos preguntó. Hizo una pausa breve antes de volver a hablar—. No, en serio, soltad el chisme. Ahora todos queremos saberlo.

Vale, no sabía de dónde había salido ese hombre, pero he de decir que, pese a lo extraño de la situación, me caía bien.

Sky soltó una risita. Mientras, yo negué con un gesto de la mano.

—Nada importante. Solo son temas de chicas, ya sabéis. La regla y esas cosas.

Como suponía, fue mencionar a la que siempre viene una vez al mes y ponerlos incómodos.

—Oh, en ese caso, podéis ir al baño si queréis.

—Seguro que estabais hablando de chicos —habló Garret. Se señaló—. No me extraña. Con este cuerpazo que tengo es normal que os distraigáis, chicas.

—Y tienes el ego más alto que las nubes —rebatió Sky con todo su desparpajo.

Drew volvió a tomar las riendas.

—Bueno, ahora que todos nos conocemos mejor, es hora de ponernos un poco serios. ¡Bienvenidos al club de lectura Books Riders! Como ya os he explicado antes, no solo vamos a leer libros. Vamos a hacer debates, comentarios y tertulias dialógicas. Como amante de la lectura que soy, espero por vuestro bien un completo compromiso. De lo contrario..., mejor no querréis saberlo. ¡Es hora de que decidamos cuál va a ser nuestra primera lectura! ¿Estáis listos, equipo? Books Riders va a cambiar vuestras vidas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro