CAPÍTULO 7
Cesar:
La tenía en mi pecho, le había preguntado si ella pensaba en casarse conmigo en algún momento, ella respondió que sí, pero me apresure al decir que me gustaría tener más hijos.
Eramos padres recientemente y supongo que le asustó el hecho de que quisiera correr con ella.
Pero Joder amaba esta mujer como jamás pensé amar a nadie en mi puta vida, ella junto a mi hijo se habían vuelto lo más importante en todo este mundo.
Ella alegraba cada mal momento en mi vida, hoy había sido un día difícil en el casino de la cuidad, Anna estaba aquí, los guardias le habían dejado acceder a mi oficina de reuniones como si nada.
Ella se colo y la vi, mi mundo se detuvo, no quería recordar la última discusión que habíamos tenido, yo siempre fui claro con ella
Sabía que la había lastimado, después de eso, dejó de buscarme, hasta aquella fecha en navidad donde estaba con Isa en Madrid.
— ¡Que haces aquí! Pensé que había dejado claro que lo nuestro había acabado, es mas jamas volvió a surgir desde la primera vez que acabo.
Reconozco que cuando quería era un verdadero capullo, cuando quería lastimar a alguien lo hacía.
Sus ojos me miraron fijamente y estaban llenos de lágrimas.
— Necesito hablar contigo... Si no fuese necesario... Creme que me ahorraría todo esto.
— no tengo nada que hablar contigo, ¡fuera de mi oficina de juntas!
Se acercó a mi y habló bajito, casi en un susurro.
— Estoy enferma, necesito ayuda...
La mire pensando que mentía, porque sabía que era capaz de muchas cosas.
— ¿enferma? — pregunté dudoso — si es así, deberías ir a un médico, no se que haces aquí...
Ella me observó y sus ojos botaron unas cuantas lágrimas.
— Lo... Siento... De verdad que lo siento...
Vi por la mampara de vidrio que había llegado Isabella y no quería que ella reviviese aquella traición que había ocurrido hace tanto.
— Que pasa Anna... Porque lo sientes...
— Yo... Yo... No puedo...
Iba a salir de la oficina y no se lo permiti.
Le dije que me esperara, salí enojado conmigo mismo, por ocultar algo que no estaba haciendo, pero me aterra a perder a esta mujer que amaba.
Entre con ella a mi oficina, estaba furioso, no sabía a qué había venido, a remover cosas del pasado que pensé que se habían borrado.
El ver a Isa alegro mi día, e intente borrar esa sensación de que Anna vienese a este país y a esta cuidad a decirme que estaba enferma, no veía la razón lógica de esto.
Pero deje de pensarlo cuando me cogi a Isa en mi oficina.
Era una pequeña fantasía que hace mucho quería cumplir, y hoy había sido el día perfecto.
Al día siguiente era un día domingo soleado, mi madre estaba en la casa, y la madre de Isa viajaba, ya que llegaba mañana a la cuidad.
Estábamos todos tomando desayuno cuando el timbre de nuestra casa suena, me levanto porque Isa tiene en brazos a Dash.
Me sorprende el no ver nadie en la puerta, solo una pequeña niña en una cuna, con una pequeña mamadera con leche, sus ojos azules impactaron mi vida.
Coji aquella pequeña nota y vi el remitente.
Anna
Isa llega a mi espalda y me abraza, mi corazón estaba por salirse, escondí aquella carta y subí a nuestro cuarto.
No tome a esa niña y tampoco le explique a Isa lo que ocurría, necesitaba encerrarme un momento.
Mis manos temblaban y abrí la carta.
Querido Cesar:
Se que no te esperabas nada de esto, y de verdad siento no poder haberte mirado a la cara y confesarte que tienes una pequeña hija.
Esta pequeña niña tiene tus hermosos ojos, siempre que me mira me recuerda a ti. Si te preguntas porque nunca supiste de ella, es porque me aterraba tu forma de tomar la noticia.
La última vez que estuviste conmigo, me dejaste muy en claro que solo me querías para sexo casual y poder distraer tu mente de lo que habías formado con Isabella Morgan.
Me aterraba que me dijeses que me desaga de ese pequeño ser que habíamos creado juntos. Y se que piensas que jamás te ame, pero no te imaginas cuanto tiempo sufrí después de perderte.
A medida mi embarazo avanzaba me entere que estaba enferma, que esta pequeña niña de ojos claros se llevaría los últimas fuerzas de vida al dar a luz, intente buscarte aquella Navidad que pasaste en Madrid, pero no puedo culpar a tu madre de prohibirme volver a tu vida, no después de el daño que te había hecho.
Sabía que perderia mis fuerzas al dar a luz, pero quería que ella se las llevara, no se como explicar la sensación, pero siento que vine a este mundo para esto.
Y puede que sea un pensamiento egoísta porque no me tendrá en su vida.
Me estoy muriendo Cesar, y no tengo con quien dejar a este pequeño ser, se que puedes dudar de mi palabra, por lo que te adjunto un examen de Adn. De todos modos puedes repetirlo cuantas veces quieras.
Necesito que sepas que nadie más que tu puede hacerce cargo de ella, espero que ese amor que llegaste a sentír con Isabella cambiará tu forma de pensar, y apelo a esa mujer que una vez borracho me contaste que era, y a todo ese amor que dices tenerle, y espero sinceramente que puedan aceptar a mi pequeña en su familia. Y que ella no termine en un horfanato o en un hogar me menores.
De verdad lamento esto, daría todo lo que tengo por poder ver como crece.
Debajo de aquella manta que la envuelve está un pequeña targeta con dinero que he dejado, la clave y todo está en un posit pegado al reverso.
Por favor no la abandones.
Atte: Anna
No entendía como Anna había logrado embarazarse, no recuerdo hacer dejado de lado el puto condon ninguna noche, pero si recordaba noches en las que solo amanecía con ella.
Tome aquello en mi cajón que había dejado desde que Isa estaba embarazada. Tomé un cigarrillo y lo encendi, le di una honda calada y exale el humo.
Mis ojos estaban llenos de lágrimas, como le explico a Isa que esa pequeña niña es mi hija, que cuando estuve en España por esos 3 meses pase la mayoría de mis noches en la cama con Anna.
— ¡Joder! — golpee mi escritorio.
— Creí que lo habías dejado— comenta cuando me ve dando una calada a mi cigarrillo, boto el humo a un lado y respiro.
— lo había dejado, es solo por esta vez.
— ¿Que dice aquella carta que quisiste esconder sin que lo notará?
Me Volteo y la miró a los ojos, joder... No quiero perderla, no le mentiré en la cara, no me jugaré lo que tengo con ella por ser un puto cobarde.
— Dice que es mi hija... — sus ojos quedan fijos en los míos y pierden ese brillo que tanto amo.
— Esa niña es menor que Dash... — se limpia las lágrimas — Me estas diciendo que...
— Que cuando estuve en España... — no podía mirarla a los ojos, baje la mirada.
— No... — me tomó la cara he hizo que la mirara fijamente— Si tienes que decirme algo... Me lo dirás mirándome a los ojos...
Me dolía verla así por mi culpa, porque todo esto tenía que pasar cuando estábamos tan bien.
— Dime... Que paso en España...
— Yo me acostaba con Anna — dije y vi su corazón romperce con solo mirarla a los ojos.
— O sea... Que esa historia de... Me vine por mi madre... Sabía que te había perdido por un error... Que seguías repitiendo en su cama...
Se voltea y yo tomo su brazo para que me deje explicarle.
Si mano cruza mi cara de una bofetada.
— OK. Me lo merecía... Pero Joder tu y yo no estábamos juntos, veía imágenes tuya con Guille en su departamento...
— ¡NO!, ¡NO TE ESTOY RECRIMINANSO QUE TE ACOSTARAS CON ELLA!,— se detuvo y bajó la voz— porque sabes... Tienes razón, no estábamos juntos te habías largado como un maldito cobarde cuando viste que te estabas enamorando de mi. — suspiró enajada —¡TE RECRIMINÓ QUE NO ME DIJIERAS!, ¡TE VOLVÍ A DAR MI CORAZÓN EN BANDEJA DE PLATA!...
Se que quería seguir recriminando cosas pero su voz se quebró.
— ¡PERO AHORA TE ESYOY DANDO LA CARA!, no te estoy mintiendo...
— Joder.... Gracias — aplaude y se marcha.
Golpeo el escritorio y veo aquel anillo que había comprado, espero que todo esto no se vaya al carajo.
Cuando baje al primer piso después de fumarme casi 10 cigarrillo solo de los putos nervios, veo a la pequeña junto a mi madre.
— Es hermosa... ¿Quien se habrá atrevido a dejarla sólita y desamparada?
La miró con extrañeza.
— ¿No has hablado con Isa? — pregunté buscando a Isa con la mirada.
— No.¿Que pasó?, ella bajó un poco enojada me preguntó si podía ver a Dash cuando despertará y salió.
— esa beba que tienes en los brazos al parecer es mi hija— su mirada y sus movimientos se pausaron.
Cuando reaccionó dejó a la bebé en la cuna en la que la habían dejado y me miró.
— ¿Anna?
Asiento levemente
— ¿porque no me dijiste que estaba embaraza ese día que fue a casa en navidad? — saque mis cálculos y solo se lleva meses con Dash, por lo que cuando fue a casa, su embarazo debía ser visible, ella era delgada, por lo que asumo que debía notarse.
— No le creí, tú estabas bien con Isa, esa mujer te había hecho daño jamás la habría dejado que te volviese a engañar... Yo..
— mamá... — trato de tranquilizarla — no te estoy culpando de nada, se que querías protegerme... Anna esta enferma, dejo una carta con una prueba de Adn que demuestra que es mía...
— ¿tu le crees a ese Adn?
— Que hago si no?, no podría dejar a esa pequeña en un hogar mamá, ahora que tengo a Dash mi perspectiva de las cosas han cambiado.
— Isa se lo tomo mal... ¿No?
— no sabía que me había estado acostando con ella mientras estaba en España... Digamos que yo me había saltado esa parte de la historia.
— te la saltaste convenientemente...
— Venía a recuperarla mamá... Querías que partiera con una dedicatoria... Llevo 3 meses en Madrid extrañándote, pero acostandome con Anna...
— Joder... Lo entiendo — vuelve a tomar la niña en brazos y la acaricia... — se parece mucho a violeta — suspiro y asiento.
— de todos modos repetiré el examen, Roger llegará esta semana a la cuidad, el es confianza.
— ¿Que pasará si sale negativo?
— No lo sé mamá... Tampoco me veo capaz de dejarla desamparada, y se que Isa pasándole el enojo va adorar a la niña.
— no más mentiras con ella Cesar, es una gran persona, no creo que quieras perderla por estar ocultando cosas de ti o de tu pasado.
Asiento y le pregunto.
— ¿puedes cuidar de ellos?, necesito salir.
Ella asiente mientras mueve a la pequeña en sus brazos.
Tomó mi coche y tomó la calle central para llegar al cementerio.
Busco la tumba de Andrea y la veo, esta llorando, la lastime, me quedo a la distancia para darle su tiempo.
Su mirada sube y se conecta con la mía, me acerco cauteloso y digo bajito.
— Al parecer tenemos la misma confidente— ella sonríe despacio — lamento haber mentido, prometo no más mentiras, no quiero perder todo lo que formamos por ocultar cosas, apenas lleguemos a casa te dejaré la carta que venía con la pequeña.
— saldremos de esto— se acerca a mi cuerpo y apoya su cabeza en mi hombro—y si, por favor no más mentiras— me acerco a su lado y la rodeo con mis brazos.
— no tienes idea de cuanto te amo pequeña.
Nos quedamos ahí unos minutos mirando la tumba de aquella mujer que aun extrañabamos con todo nuestro ser.
Porque aveces la vida es injusta, se lleva a quien no se lo merece, pero tampoco me pondré a juzgar los planes del de arriba, supongo que todo pasa por algo.
Se que Isa la extraña tanto como yo, sigue teniendo a Guille y María, pero nada es igual desde que Andrea no esta en nuestras vidas.
Nos levantamos y dejó en su tumba las flores y un remolino lleno de color igual como lo era ella en nuestras vidas.
— te extrañamos — susurro en su tumba y le dejó un beso en la frente a Isa y caminamos hacia el estacionamiento.
— ¿los pequeños quedaron con tu madre? — pregunta preocupada, yo asintió porque está mujer es genial, la amo como nunca pensé amar a nadie.
— Si. —
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Opiniones sobre el capitulo por aquí
Los quiero 💜
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