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CAPÍTULO 28 (penúltimo)

Isabel:

Estaba en mi cama, no la que recordaba, pero estaba con mi familia y no en ese estado de transición donde sabía lo que ocurría pero no sabía cómo ni en qué momento.

Estaba acostada con un libro en mano, mis piernas a pesar de lo que Roger había dicho, yo no las sentía débiles. Cuando me desperté lo primero que hice fue levantarme y poner los pies en el piso, la temperatura helada del piso me hizo sentir nuevamente aquí, no sabría como explicar lo que se sentía, pero definitivamente estaba feliz de estar de vuelta.

Cesar estaba con su laptop en una esquina del cuarto que tenía un escritorio pequeño, busque en la ropa que me habían traído de Chile, y no había casi nada, supongo que tendré que ir de compras, quería hacer algo sensual, pero no encontré ningún pijama sexy para provocarlo, sabía que no cedería fácilmente, pero yo con las ganas no me quedaría, él había estado evitando este momento por semanas y definitivamente yo no podía seguir esperando.

Busque un lindo conjunto mientras el seguía mirando fijamente su laptop y encontré uno negro pequeño, mi vientre ya estaba un poco abultado, pero sonreí mientras lo veía cuando me ponía en plan seducción.

Me apoye encima de su escritorio solo en ropa interior y me miró de forma deseosa, sus ojos brillaron y sonrió negando con la cabeza.

— ¿Que intentas hacer princesa? — pase una de mis piernas por encima y la ubique en su silla la cual se giro y quedó mirándo mi cuerpo.

— intento provocarte — dije de forma sincera.

—No quiero hacerte daño.

—no me harás daño —me baje y moví mi cuerpo hasta su regado y me apoye en él — miralo como si fuese un antojo — dije buscando la forma de convencerlo.

—¿un antojo? ¿Se te antoja que follemis?

— más que nada —dije besando sus labios.

Su calor me invadió y él tenía sus manos detrás de la silla, sabía que se estaba resistiendo, pero también sabía que no duraría mucho, intensifique el beso metiendo mi lengua y logrando el contacto con la suya y gimió, comencé a moverme y note su hombría apuntando ese lugar que me volvía loca, se rindió y una de sus manos se fue a mi cuerpo, me tocó con calma y delicadeza, me levanto suavemente y me bajó de su regazo, le mire frunciendo el ceño.

— Princesa... —dijo con los ojos cerrados. — estuviste en coma, no quiero arriesgarme, y si sigues con esto solo me lo pones mas difícil.

— se que serás cuidadoso, como cuando estaba embarazada de d
Dash, eras cuidadoso conmigo, se que podemos lograrlo.

—no quiero poner en riesgo al bebé.

—el bebé estará bien, seremos cuidadosos — dije acercándome — entiende que es difícil despertar, desearte cómo te deseo, y que tu me rechaces y me evites.

— sabes que no es ese tipo de rechazo—

— del tipo que sea amor, quiero tenerte, siempre fuimos muy cómplices en la cama, y sinceramente me apetece hacer muchas cosas, pero por ahora me conformó con que me hagas el amor.

El sonrió y se acerco caminando lento, quito su camiseta en un movimiento y yo mordi mis labios.
Es que si lo vieran entenderían porque quiero y deseo esto mas que nada.

Estaba más ejercitado, más marcado que antes y eso subía mi temperatura, me guió lentamente a la cama y con cuidado acarició mi cuerpo, gemi cuando una de sus manos de forma cuidados se metio entre mis bragas y alucine ante sus toques.

Guie mi mano hacia su ereccion y el la quito y me miró fijamente con sus ojos de un tono más oscuro.

— llevó sin hacer esto por mucho, si me tocas no lograré complacerte, y sabes que jamas permitiría eso — asentí y deje que se encargará de todo.

Fue cuidadoso al embastirme, y cuando intentaba acelerar mi ritmo el me detenía, quería hacerlo fuerte y rápido, pero el logro llevarme al cielo solo con movimientos lentos, pausados y llenos de amor.

Sonrei cuando me encontré en su pecho descansando, el dormía plácidamente y yo quise levantarme pero su brazo rodeaba mi cintura.
Así que dormí tranquila a su lado.

***

Me levante cuando el seguía durmiendo y revise el closet, busque algo de ropa y encontré un buzo gris y me lo puse, definitivamente tenia que salir de compras, hice la colada para poder avanzar las cosas de la casa, esta casa a diferencia de la que teníamos en Chile, era muchísimo más grande, pero me alegraba estar haciendo cosas tan simples como poner a la lavar la ropa.

— ¡no! ¡Que haces! — grito Cesar y se me cayó de las manos la cesta que tenía con ropa.

— me asustaste — dije un poco exaltada, el se acercó a mí y me abrazo.

— ¿que haces princesa?

— lavar ropa — dije lo obvio.

— la señora de la limpieza viene hoy, no te preocupes.

— ¿señora de la limpieza?

— estábamos muy concentrado en todo lo de Dash y tu estado de coma, así que contrate a alguien. — dijo sonriendo.

— puedo hacer esto, aunque no lo creas, me siento bien haciendo esto.

— no quiero arriesgarme. — suspiré y asentí— ¿bajamos a desayunar? — sonrei y el me bajo en sus brazos.

— sabes que puedo bajar escaleras ¿cierto?

— ¿sabes cuantos accidentes de escaleras sufre las personas a diario?, es mas ¿cuantas embarazadas se accidental en las escaleras?, No...

— me ariesgare — complete cuando me dejó con los pies en el piso.

— exacto princesa, no me arriesgare, te tengo de vuelta, y no volveré a perderte.

Llegamos al comedor y estaban todos, sonreían y había una luz increíble, no hablaba de iluminación, hablaba de la sensación de luz, esa sensación de que todo va bien.

***

Estabamos de compras en Madrid, junto a Lu, María y Leticia.
Entramos a tiendas de maternidad, al parecer desde que desperté mi hambre se había multiplicado, y mi abdomen había crecido al cambiar mi alimentación por sonda a la alimentación normal, Roger dijo que era normal que mi embarazo estaba saludable, así que debemos estar tranquilos.

Eso era una gran noticia, Cesar me trataba con algodones en todos los aspectos, y yo quería una vida normal, no como si aun estuviese mitad aquí y mi otra mitad siguiera en coma.

Llegamos a casa con muchas compras, María me contó que las cosas en Chile seguían mal, yo ya había hablado con mi madre, dijo que a penas tuviese vacaciones vendría a Madrid, explicó porque no había venido, no se lo reproche, porque la verdad no quería más gente aquí sufriendo al verme tumbada en una cama, con lo mal que se sentían mis hijos y Cesar tenía suficiente.

Llegué a casa y me coloque la ropa nueva, un buzo para estar cómoda y un top, aquí en España a diferencia de Chile hacia mucho calor, por lo que no necesita cubrirme tanto para estar en casa, y me hacia ilusión ver mi pancita crecer.

Tomé una foto para guardar en el álbum que me había hecho cesar, el estaba apoyado en la puerta y lo quedé mirando embobada

No sé cómo pretendía que mis hormonas se controlarán con él así, me abrazo y acarició mi abdomen, le bese instintivamente, el respondió y me alejo suavemente, yo me acerque suavemente y toque su abdomen, el me miró seductor intentando controlarse, me aleje y cerré la puerta de nuestra habitación.

Volví y le quite lentamente su camiseta oscura. Ante mis ojos quedó su abdomen trabajado, pase mis manos tocando de la forma que se que le gusta, llegue a la cinturilla de su chandal y me detuvo rápidamente.

— donde vas pequeña traviesa— dijo y no pude evitar sonreir recordando cuando eramos más jóvenes.

— ¿dónde crees que voy? — le pregunté mientras mordía mi labio. — complaceme — dije soltando sus manos de las mías y guiandolas nuevamente al rumbo que buscaba.

— creeme que esto me complacerá más a mí, ¿de verdad lo quieres? — asiento mientras acaricio su ereccion sobre su bóxer, el gimió y yo baje sus bóxer solo lo necesario para hacer lo que me apetecía.

Me arrodillé y lo vi ahí desde mi ángulo, me miraba deseoso, pasé mi lengua y el tembló, sonrei sintiendo como el calor rodeaba todo mi cuerpo, lo metí en mi boca y me lleno tal cual lo recordaba, saborie y seguí jugando con él, él gemia y me levanto antes de que llenará mi boca y yo lo observe molesta, me tomo con cuidado y me llevó a la cama, quito mi ropa con cuidado y se introdujo en mi, me lleno la sensación y gemi demasiado fuerte, sus embestidas y sus movimientos siempre me encantaron, me beso y su sabor seguía en mi boca, explote unos segundos después, cuando un orgasmo devastador abandono mi cuerpo, quedé estirada en la cama satisfecha como siempre y enamorada, le bese y sonrei, él me miró diciéndome que siempre conseguía lo que quería. Yo le abrace sabiendo que era cierto.

Nos vestimos cuando recordamos que todos estaban en casa y no podíamos quedarnos regaloneando en la cama.

Bajamos, María y Guille notaron mi sonrisa y me miraron y lo miraron a él, dando a entender que sabían porque habíamos desaparecido.

Me acerque a mi hija y le pregunté por aquel chico que habíamos hablado mientras estábamos de compras, me gustaba saber que mis hijos se habían adaptado bien a esta cuidad, a este país, la verdad siempre mi plan fue estar en mi país, y ahora se complicaba sabiendo que ellos estaban haciendo amigos y armando sus vidas aquí, Dash tenía a la chica con la que iba a terapia, y Lu tenía a este chico que había conocido en un café donde pasaba sus ratos leyendo mientras esperaba a su hermano.

Le pregunté por él , y dijo que habían intercambiado números, me gustó verla sonrojar y recordé lo que Cesar me había dicho. Ella sabía que él era su padre, y que su madre era Anna.

— Hija— ella volteo a verme sonriendo — quiero mostrarte algo, ¿puedes venir?

Ella asintió y me siguió a mi cuarto, busque la foto que había guardado de Anna, en ella salía con la pequeña bebé en brazos, estaba envuelta en la Manta en la que la dejó aquel día en casa. Cesar sabía de ella, pero en su momento ambos estábamos seguros de que ella no se enteraría, cuando le vi crecer las dudas las busque, la deje en una caja donde guardaba mis joyas, sabía que él jamás buscaría nada en aquella caja, la mire y se la entregue.

— Se que siempre supiste que yo no era tu madre — le dije mientras ella miraba la foto — le prometimos que no sabrías de ella, no se que pasó para que tu padre te lo dijera, pero estoy feliz, siempre serás mi hija, a pesar de no llevar mi sangre. Y aunque no llevases la de tu papá, y hubiésemos decidido adopatarte también serias tan hija mía como ahora. Guarde la foto por si querías conocerla, saber como era — ella me miró agradecida.

— no se parece tanto a mi— dijo limpiando sus lágrimas — supongo que soy más parecida a papá —

— si te pareces a ella, tienes su nariz, y los rasgos de la cara también se parecen. —

— mamá... — preguntó mirándome yo la mire para que siguiera hablando — ¿alguna vez me viste como el recuerdo de la infedilidad de papá?

— Claro que no... Cuando tu padre estuvo con Anna, yo no estaba con él, yo estaba en Chile, con tu tío Guille, eramos grandes amigos, nosotros estábamos separados, y yo te ame desde el primer momento, eras nuestra princesa.

— promete que seguiré siento vuestra princesa.

— siempre lo será mi amor —

-💜-

N/A:

Penúltimo Capitulo, mañana tendrán el final de esta novelita, me siento un poquito Nostálgica.

También quería comentarles que una vez terminando de acyrualizar esta novela, intentaré centrarme en Dentist Heart así que cuando tenga algunos capítulos comenzaré a actualizar ♥️.

No se olviden de votar y comentar, los quiero 💜.

Fer Roses

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