Cesar:

Aún la tenía abrazada en mi pecho cuando escuché a Dash carraspear.

— Lamento lo que dije — dijo sincero — siempre serás mi hermana pequeñita, la que le ayudaba a fugarse del instituto — la mire fijamente y sonrei — lamento lo que dije papá, se que quieres lo mejor para nosotros y lo que hiciste lo hiciste porque pensaste que era lo mejor—golpie una parte del piso para que se sentará a mi lado, él entró como si conociera todo, toco mi cabeza y se agachó despacio y se sentó, abrace a uno por cada lado y así nos quedamos por minutos.

Aún estábamos en la misma posición y pensé en contarle lo que Roger me había contado.

— Dash, hablé con Roger, existe una gran posibilidad de que te operen la vista— el se tenso — es una prueba de una cirugía de reconstrucción de retina.

— ¿pero? — preguntó él y yo sonrei.

— pero en España — dije y él se apoyo nuevamente en mi hombro.

— papá, no me quiero ir y dejar a mamá aquí, gracias a la ceguera he desarrollado mis otros sentidos, tampoco es tan malo — dijo y yo sonrei.

— se que no es tan malo, y que mucha gente vive así, pero si existe la posibilidad, quiero que la tomes, quiero que cuando tu mamá despierte, te vea a los ojos y tu puedas ver su sonrisa, y si esque su vientre se abulto — todos reímos.

— no me quiero ir papá, si he esperado tanto por la operación, puedo esperar a que mamá despierte y luego ir, no me quiero ir sabiendo que mamá está aquí en coma.

— nos iríamos todos — dije y Lu se levantó de mi hombro tan rápido como Dash.

— ¿como que nos iríamos todos?

— hablé con Roger y dice que podemos trasladar a tu mamá sin ningún problema, nos iríamos a España y tu estarías en tu operación y tratamiento y mamá estaría en casa.

— papá, aun no cerramos el año en la universidad.

— solo les quedan unas semanas, mientras tanto yo puedo mover las cosas en Madrid, puedo buscar una casa, para que no vivamos con la abuela, debo hacer los tramites para poder tener todo para su mamá allá, pero necesito que me digan que me apoyan con esto.

— Dash podrás volver a verme... — dijo Lu emocionada.

— ese no fue el mejor incentivo — dijo bromeando y ella lo golpio — es mentira hermanita.

— gilipollas — dijo ella y yo sonrei.

— ¿entonces?

— yo me voy feliz, adoro pasar las vacaciones allá.

— Si Lu esta dispuesta yo voy — dijo Dash intentando ocultar la emoción.

— me pondré a preparar todo, ambos se levantaron y Lu ayudo a Dash para salir de su cuarto.

— ¡hijos! — dije y ellos se pararon. — Los amo, jamás lo olviden.

— nosotros a ti papá — dijo Dash y siguió caminado.

***

— Vamos papá, cuando vas a rehacer tu vida, ya han pasado meses desde que mamá murió — me decía Dash.

Desperté exaltado y vi mi mano tomada a la de Isa en la clínica, respire agitado y me calme al verla.

Las semanas habían pasado y habíamos decidido dejar a Isa en la clínica y trasladarla directamente desde aquí hacia la nueva casa que teníamos en Madrid, cada día miraba su abdomen y no veía que crecía y eso me asustaba, le había solicitado una radiografía extra a Roger y me dijo que cuando lleguemos a España haríamos todos los chequeos y una nueva ecografia, pero debía recordar que el embarazo anterior de Isa se comenzó a notar varias semanas después.

Me tranquilice sabiendo que tenía razón.

Llame a España y también a la mamá de Isa, ambas me pedían un reporte por día, mamá estaba emocionada de que nos fuésemos a España, le había encantado la casa nueva y ella misma la había decorado de forma básica, para cuando Isa despierte pueda decorar como quiera.

Su madre también estaba contenta, ella desistió de irse con nosotros, de todos modos, hace mucho que Isa ya hizo su vida, como siempre viajará para las vacaciones y nos veremos en donde estemos viviendo en ese momento, por lo que le había dejado pasajes abiertos para cuando ella quiera viajar, porque no le gustaba la idea de viajar en el avión de la empresa.

Me voltie al escuchar ruido y eran mis hijos que habían llegado.

— ¿como les fue en el último examen? — pregunté y ambos sonrieron, no estudiaban lo mismo y dado a la nueva condición de Dash el había rendido su examen por vía oral, pero por la sonrisa sabía que había aprobado.

***

Estaba todo listo para irnos, estaba en casa, todo quedaba aquí, yo sabía que Isa amaba este país y está pequeña cuidad, así que deje todo a cargo de mis mejores amigos.

La pequeña Leticia estába devastada porque nos íbamos, le dije que podría viajar cuando quiera a visitarnos, de hecho ella tenía un cuarto en la nueva casa, esa niña era como otra hija más.

Le entregue unos papeles a Guille y el sonrió pero me miró suspirando.

— ¿estas seguro de esto?

— Claro que lo estoy, en manos de quien más dejaría el bufete de abogados si no es de ustedes. Ese será el patrimonio de Leti, y tómenlo como un regalo de despedida.

— no es una despedida, no te lograrás deshacer de nosotros tan fácilmente, y lo sabes.

Me acerque a ellos y los abrace, mis hijos ya se habían despedido y habían viajado en un avión distinto al que ti viajaría junto a Isa y a Roger.

***

Habíamos aterrizado en Madrid y ahora estábamos camino a casa, cuando llegue mis hijos estaban maravillados con la nueva casa.

Esta a diferencia de la que teníamos en Chile era mucho más grande, tenía una pieza especial para el cuidado de Isa y varios dormitorios de invitados, no sabíamos cuanto iba a durar esto, pero estando en plenas vacaciones chilenas tenía previsto habitaciones para todo aquel que quisiera viajar.

Lu le relataba todo a Dash y él andaba por la casa tocando todo para reconocer donde caminar.

Bobby también jugaba mientras Dash caminaba, me sorprendía ese perro, cada vez que estába modo lazarillo era un perro serio, el guiaba a Dash como si su vida dependiera de ello, pero cada vez que Dash lo dejaba suelto era como un cachorro jugando con todos.

Cuando Isa estuvo instalada en la pieza me acomode a su lado, esta era mi nueva rutina, pasaba con mis hijos las horas de comida y resto del tiempo me traía mi compudor y trabajaba a su lado, pueden pensar que es una tontera pero su presencia calmaba mi ansiedad.

Dash se fue a su cuarto rápidamente, estaba cansado y mañana sería un gran día para él.

También tenía que comenzar a ir a unas charlas de personas no videntes, todos ellos eran las personas que se someterán a esta prueba.

Sabía que estaba nervioso, Lu por su parte estaba feliz, llamó a Leti para contarle todo, como era la casa, lo soleado que estaba el día y lo grande de su cuarto para cuando decidiera viajar.

Roger llegó unas cuantas horas más tarde y me encontró como siempre en el cuarto con isa.

— estaba ultimando los detalles del preoperatorio de Dash —

— ¿todo en orden? — pregunye y el asintió.

— traje la implementacion para hacer la ecogragia, pero he estado pensando que yo si le veo el abdomen más abultado, quizás tú no lo notas donde estas pegado a ella todo el día.

— no puedo estar lejos de ella, aun no superó que no duerma a mi lado, sigo con las pesadilla de que mis hijos me ruegan que reaga mi vida porque ya perdí a su madre.

— todo estará bien, te lo prometo. Hacemos la ecografia de todos modos para que estés tranquilo ¿ok?, de todos modos en un tiempo más le iban a hacer una tío— dijo con el español que nos caracteriza, me había acostumbrado al tono chileno, así que ahora sonreía al escuchar nuestro modismos —así que si quieres estar tranquilo hagamos esto.

Asentí y él fue en busca de todo, le levantó la ropa a la altura del abdomen y sonrei, porque sin ropa se notaba más abultado.

Roger hecho el gel y recordé lo aprensivo que era la primera ecografia de Dash.

Esta vez por razones obvias no se había movido al sentir lo helado del gel.

El sonrió porque Isa aun se burlaba de mí por aquella primera ecografia.

Comenzó a mover el sensor y su rostro me alarmó, cerré los ojos antes de que dijera cualquier cosa, el pecho se me apretó y tenía un nudo en la garganta, tenía ganas de llorar, quería golpear algo, porque la vida se empeñaba en no dejarme ser feliz, ¿que había hecho tan malo en la vida? ¿No podía pasar un maldito mes sin complicaciones?

Abrí mis ojos y Roger seguía moviendo el sensor supongo que intentando que lo que veía tenía alguna otra explicación a la que tenía en mente.

Me miró y yo le mire con los ojos llenos de lágrimas.

— solo dímelo — dije con un gran nudo y un gran peso en mi cuerpo.

— Eran dos — dice y las lágrimas corren por mis ojos, llore con el corazón destrozado, recordé el sueño que tuve con esos dos niños en el primer embarazo de Isa, intente mantener la calma y le dije...

— ¿eran? — dije intentando mantener la última esperanza.

— uno de los bebés dejó de crecer el día del accidente, su desarrollo se detuvo, esta del tamaño de unas cuantas semanas. — vi una pequeña esperanza en medio de tanta maldita oscuridad.

—¿y el otro? — El sonrió y asintió, hice un gesto de que por favor vervalizara lo que quería decirme.

— el otro pequeño está bien, tiene el tamaño que debe y podremos escuchar sus latidos si quieres.

Negué y el se sorprendió, no quería escuchar solo a uno de mis hijos, no recien enterandome que uno de ellos ya no llegaría a mi vida.

No dije nada más y salí de la habitación, fui a la parte inferior de la casa y me encerré en el gimnasio, tomé mis guantes y comencé a golpear el saco de box aun sin sacarme ni siquiera el poleron de chandal, comencé a golpear desquitando todo el dolor que la vida me había entregado de una forma tan oportuna y seguída, golpe hasta quedar sin aliento, me quite los guantes, el chandal y la camiseta, estaba sudado y enojado con la vida.

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