CAPÍTULO 21
Cesar:
Estábamos en la sala de espera y un hombre llegó asustado.
— quería consultar por un chico, el llegó por algo en sus ojos, estaban en las manifestaciones, yo los dejé aquí, pero tuve que irme— la secretaria asintió y yo me levante, ella le dijo que eramos su familia y el se dirigió a nosotros.
— ¿cómo se encuentra? — dijo preocupado.
— está con los ojos vendados, con quemaduras por la irritación química.
— Lo lamento mucho.
— Gracias — dije yo y le di un abrazo.— no sabría que hubiese sucedido si tu no los traes aquí, de verdad te lo agradezco, si puedo compenzarte de alguna manera te entregaré una tarjeta.
— Tranquilo no necesito que me conpenses nada— le entregue de todos modos mi tarjeta y él me dejo su numero para que le informará de la situación de Dash.
La noche transcurría de forma lenta hasta que llegó Roger a la sala de emergencias, me vio y me abrazo y consoló a Isa y a Lu que estaba desbastada.
No podía imaginarme como se podrían cuando se enteracen de que mi hijo quedara ciego, camine con Roger lejos de ella y le conté las noticias.
— Quedará ciego — dije por primera vez en voz alta y él me miró y me abrazo.
— Lo lamento — dijo y yo asentí, no quería derrumbarme de nuevo, mi familia me necesitaba entero en estos momentos— no se como darles la noticia a Lu y a Isa.
— Yo se las daré, déjame hablar con el oftarmologo a cargo, yo estoy haciendo una especialidad en oftafmologia, hermano te prometo que haremos todo lo posible para que Dash recupere su vista.
Asentí con un poco de esperanza. Me acerque a Isa y ella sonreía, vi en sus lindos ojitos que tomó mi rol por un momento, vio a su hija hundida y está intentando sacarle una sonrisa.
Me vio y sonrió de forma poco sincera, pero le devolví la sonrisa, me acerque a ellas y me arme de valor.
— Hable con el oftarmologo que vio a Dash— dije con un hilo de voz y Roger me dio un toque en la espalda para infundirme ánimos — las quemaduras son muy severas— Isa comenzó a llorar tratando de ser fuerte a la vez y eso me destrozó — y Dash... Quedara... Ciego — dije casi sin voz, Lu se lanzó a los brazos de Roger e Isa a los míos, pero me sorprendió su actitud.
— todo estará bien — dijo casi en silencio — nuestro hijo es fuerte, y nos tendrá a todos apoyando este proceso. — yo asentí y le abrace con fuerza — lamento haberte dejado solo en esto, pasaremos esto juntos ¿ok? — yo solo asentí y nos reunimos nuevamente, entregando en un abrazo la fuerza que nadie tenía.
***
Llegamos a casa y Dash lo traiamos en un silla de ruedas y tenía sus dos ojos con parches, el contorno de sus ojos aun estaba de un color gris, recordé las curaciones que le hicieron antes de traerlo a casa, todo el contorno de sus ojos estaba de un color gris, sus ojos estaban desorbitados y de un color que no sabría describir, Roger me dijo que eran por las quemaduras químicas.
Cuando llegamos a casa habían algunos amigos de la facultad en casa, todos se quedaron en silencio al vernos entrar, Lu se acercó en silencio y con sus ojos llenos de lágrimas.
— ¿que pasa no hay nadie? — preguntó Dash y Lu solloso, y le tomó la mano.
— Aquí estoy hermano — sollosaba mientras hablaba.
— Tranquila Lu, todo saldrá bien, solo estoy jugando a la gallinita ciega por un momento— ella nos miró a nosotros y a Roger, aún no le decíamos a Dash que su ceguera no era transitoria, se acercaron sus amigos a saludarlo.
— de verdad es un gusto escucharlod, espero poder hacer una nueva junta cuando me saquen los parches —dijo a Isa le corrierom lagrimas silenciosas por sus ojos.
— Así será amigo — dijo uno de sus mejores amigos según nos había contado Lu.
— te llevaremos a tu habitación para que descanses — dijo Roger y levantó la silla con mi ayuda y lo subimos a su habitación, habíamos mandado a convertir aquella habitación donde ellos dormían cuando pequeños para hacer el nuevo cuarto de Dash y que no tenga el problema de las escaleras.
Bajamos al primer piso y Lu estaba despidiendo y agradeciendo a todos los que habían venido.
Ella nos vio y corrió hacia nosotros.
— Lo siento papá, lo siento mamá, yo no debí, debi haberme quedado en casa...
Estaba llorando en nuestros brazos, sabía que se sentiría culpable, con Isa la abrazamos y dejamos que se desahogara.
— esto no es tu culpa.
— Claro que lo es, él salió tras de mi, para protegerme, y discutimos, el me defendió por eso el hombre le atacó con eso en sus ojos — dijo llorando y apenas se entendía lo que decía.
— todo estará bien ¿ok?, saldremos de esto como la gran familia que somos — comenzó isa tomando el control de la situación — y no quiero mas lágrimas ¿ok?, todo va estar bien — lo último lo dijo en un hilo de voz, sabía que quería ser positiva, ese siempre fue su ser, ver el lado bueno de todo.
Ella miró a Roger y le preguntó aquello que sabíamos que en algún momento preguntaría.
— Tío Roger, dime que Dash podrá volver a ver — él negó y Lu lloro desconsolada — tienen que decírselo — dijo casi sin voz.
— pensamos decircelo aquí en casa, no en la clínica, recordándole que estamos con él— ella asintió e Isa intento hacer sonreirnos, pero no funcionaba.
— Ok, alegremos la situación un poquito, que alguien cuente algo alegre, un chiste o algo — todos la miramos sin entender, pero sabía que ella no quería derrumbarse como sucedió en la clínica, era su manera de sobrellevar la situación.
— que hace en las mañanas el Tigre de los cereales — preguntó y Roger y Lu la miraron sin entender — se lava zucarita — dijo y yo sonrei levemente e Isa seguía llorando pero sin sollozar.
— por favor rianse — dijo sin habla y con lágrimas en los ojos, se tapó con sus manos las lágrimas y yo la mire y respire profundo. — por favor que alguien se ría — dijo sin aguantar las lágrimas
— como estornuda un tomate — dije intentando alegrar la situación — ketchup — Lu y Roger sonrieron y nos abrazamos
– Si quieren yo se lo puedo decir— hablo Roger después de varios minutos, todos estábamos en los sillones intentando sobrellevar esto, yo negué.
— Tranquilo yo se lo diré — dije levantándome y tomando la mano de Isa, caminamos hacia su habitación, el estaba rodeando su habitación y reconociendo todo con las manos.
— ¿Dash, podemos hablar? — el asintió y camino tanteando las cosas hasta su cama.
— ¿Que pasa papá? — mi corazón se quedó en la garganta y no pude hablar
— ¿recuerdas lo que ocurrió? — el3 asintió y comenzó a decir lo que recordaba.
— fui tras de Lu, porque no quería que le sucediera nada, cuando ella salió me vio, y se enojo por que la seguí, ella estaba en un lugar que no les puedo decir, ese es su secreto y a ella le corresponde — dijo y sonrei al saber lo leal que era — discutimos en la calle no se cuanto tiempo, escuchamos que los disturbios venían hacia nosotros y un hombre la tomó por la fuerza, yo la defendí y el lanzó algo en mis ojos, desde ahí solo recuerdo el dolor, no se que me hecho papá, pero quemaba como nada. —
El terminó de hablar y yo no podía decir nada, solloce porque esto era mucho más difícil de lo que esperaba.
— ¿papá? ¿Estas ahí?
— Aquí estamos mi amor — dijo Isa y la vi con su carita llena de lágrimas.
— ¿por qué el silencio? ¿Lu está bien?, ¿aquel hombre le hizo daño?
— tranquilo tu hermana está bien — dije tranquilizandolo — me esperas un momento vuelvo de inmediato — dije y salí de la habitación, afuera estaba Roger con Lu, él me abrazo y solté las lágrimas que tenía, el pecho se me apretaba.
— no se como decirle, no se como decirle que jamás podrá volver a ver a su madre y a su hermana. ¡A sus jodidos mejores amigos! — grite de frustración un poco más lejos de su habitación— esto es mi culpa Roger, prometi cuidarlos, protegerlos por siempre, y falle — dije cayendo de rodillas al piso sin sentir fuerza para volverme a ponerme de pie — falle, no supe cuidarlos, no supe cumplir mi promesa, todo esto es mi culpa y ahora ni siquiera tengo los cojones de plantarme frente de él y decirle que se quedo ciego.
— Vamos Cesar, tu sabes que lo que dices es mentira, tu no eres el culpable de esto, la vida no es así de fácil, no puedes plantarte frente de ellos o pagar para que vivan en una burbuja, si alguien te dijo que la vida era fácil te mintieron, no podías haber hecho nada, aunque quisieras Cesar, esto estaba fuera de tus manos, y no puedo creer que te estés culpando de esto — me levanto del suelo y me abrazo — necesito que seas fuerte, que vayas y le digas lo que ocurrió, y que le abraces y lo contengas hasta que deje de llorar, porque mi amigo, con el que yo crecí, aquel que me confío la salud de su hermana pequeña no es un hombre que renuncia a lo irrenunciable, el se pone de frente contra las balas por su familia, y quiero ver a mi amigo ahora, no te puedes derrumbar, necesitas ser la fortaleza para tu hijo, él tendrá que salir adelante y para eso te necesitará entero, a ti, a Isa a su hermana, y bueno de extra me tendrá a mi.
— daría todo por que mis ojos fueran los de él Roger —
— yo se que si hermano, pero la vida no es así de fácil, a cada uno le toca lo que le toca y lo importante como dijo Isa es la forma en la que lo sacamos adelante, sonriendo y con una buena perspectiva de las cosas.
—dime la buena perspectiva por favor — dije con una leve sonrisa.
— Ahí te equivocaste, eso debes preguntárselo a Isa, no a mi— sonrei y le di una palmada, respire y volví a la habitación
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