Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 20 Parte Extra

Lucia Grayson:

Estaba entregándole unos regalos a los niños de este hogar que se encontraba en el centro de la cuidad, yo venía aquí desde los 15 años, me sentía acogida por estos niños que les faltaba tanto y yo podía aportar con un pequeño granito de arena, a pesar de que no recuerdo mi vida antes de que papá y mamá me adoptarán siempre supe que no era su hija biológica, por eso siempre me sentí atraída a poder ayudar a los niños que no habían tenido la misma suerte que yo, mamá y papá llegaron a mi vida cuando yo tenía algunos meses de nacida, recuerdo la historia que me contaron, me vieron y supieron que era yo, jamás lo dudaron a pesar de tener a Dash en sus vidas me vieron y me escogieron como su hija.

Le entregue unos juguetes y ropa a cada niño de este pequeño lugar, papá me había dejado una tarjeta de libre acceso, la verdad es que a mi no me faltaba nada, tampoco era de esas chicas que porque sus padres tienen dinero se creen el centro del universo, se gastan todo en ropa y en cosas que realmente no valen la pena.

Yo si me compro mis cosas y aun así evitó gastar mucho, lo que tenemos no es nuestro es de papá, y tampoco me gustaba aprovecharme de la situación, lo que no gastaba en mi, prefería gastarlo en ellos, el ver esa sonrisa y como corrían hacia mí cada vez que me veían, eran 15 niños en este hogar, algunos más grandes que otros, pero todos ellos se alegraba al verme, sabían que traía ropa o juguetes cada vez que venía.

Estas semanas con todo lo acontecido en el país había venido menos, las cosas estaban peligrosas y mamá estaba aterrada por el hecho de que saliera, pero yo siempre era cuidadosa, miraba la hora antes de irme y asegurarme de que los disturbios o que fuerzas especiales aun no comenzarán con lo gases lacrimogenas y las balaceras.

Me despedí de una pequeña niña que había llegado hace poco, se llamaba Pía, tenía sólo 4 años y me recordaba mucho a mi de pequeña, se parecía a las fotos que tenía mamá colgadas por la casa o las que tenía papá en la oficina.

Me despedí de ella con un gran abrazo y un beso en su cabezita, salí contenta, esto era un secreto que le daba vitalidad a mi alma.

Cuando salí vi a Dash apoyado en la entrada del hogar, estaba fumando, sus ojos contactaron con los míos y boto el cigarro.

— ¿Que haces aquí?

— Solo quería asegurarme de que estés a salvo, mamá está paranoica —

— ¡No me gusta que me sigas! ¡Ya te lo he dicho!

— no se porque lo mantienes en secreto, no es que estés haciendo algo mal Lu.

— No te metas Dash, jamás lo entenderías.

— ¡Ese es el problema, debes dejar atras tu pasado y recordarte siempre que nosotros no somos tu familia, te queremos como tal y deja de darle vueltas de una puta vez! — dijo exaltado, él sabia que yo siempre me autorecordaba mi fragilidad al saber que mis padres no me habían querido.

— ¡No lo entiendes! ¡A ti siempre te esperaron!

— Sabes que eso no es cierto.

— ¡Sabes que si lo es! ¡Desde que papá supo de ti, te esperaban dash!

— ¿y eso que? ¡A ti te escogieron para ser uno de los nuestros!

Ambos dejamos de discutir al escuchar como los caminos y los manifestantes venían a nosotros, un hombre de fuerzas especiales me tomó a la fuerza y comenzó a apretarme y hacerme daño intentando llevarme hacia un carro gigante de las fuerzas especiales.

Dash no dudo un segundo y se lanzó contra él, me soltó y el hombre se defendió lanzando alfo en sus ojos.

Todo paso demasiado lento, el comenzó a gritar y el hombre desapareció, en ese momento solo me importaba mi hermano.

— ¡ah....!, ¡no veo Lu, me arde! — gritaba desesperado y yo me desespere al ver una mancha que rodeaba sus ojos le tomé la mano y el seguía gritando — ¡no puedo ver! — gritaba repetitivamente con desesperación, yo estaba angustiada por la situación cuando un hombre se acercó a nosotros, no se lo que dijo pero yo me deje guiar, nos subió a su coche y nos dejó en la clínica.

Ingresamos por el pasillo de emergencia y él estaba en una camilla, y sostenía mi mano de forma dolorosa pero yo soportaba el dolor al ver su angustia reflejada en el rostro, siguió gritando hasta que entraron a un lugar donde a mi no me permitieron entrar

— Señorita no puede entrar— yo no hice nada, ni siquiera pelie por entrar con él, porque me derrumbe en piso y me puse a llorar, no sabía que hacer, no sabía cómo eliminar esta sensación en mi pecho, llore por variós minutos hasta que mi teléfono sonó, vi el numero de papá reflejado en la pantalla y no sabía que decirle.

— papá — dije llorando sintiendo como la angustia aumentaba en mi pecho.

— ¿Donde están? — dijo asustado y yo no decía nada.

— en la clínica  alemana — dije casi sin voz

— ¿cómo que en la clínica? ¿Que pasó?, no se muevan de ahí. 

Corto la llamada y yo seguí llorando, no podía sacarme de mi cabeza los gritos de Dash, ni el dolor de su rostro.

-💜-

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro