Cesar:

Llegue a casa, Isa me saluda con un dulce beso, camine hasta el cuarto de Lu, ella me miró y solto el libro que tenía en las manos, había aprendido de Isa, ella siempre incentivó su vida literaria, teníamos una gran biblioteca en casa, juntando los libros de Isa y los que hemos comprado para Lu, la mire y me senté en su cama, ella me abrazo y apoyo su cara en mi regazo, acaricie su pelo, no podía creer lo grande que estaban mis hijos.

— Necesito que hablemos. —

— En algún momento sabía que tendríamos que hacerlo.

— Que pasa con ese tio que se pelio tu hermano.

— Estuvimos saliendo por un tiempo, nada del otro mundo, salíamos por ahí con amigos en común.

— ¿te enamoraste de él?

— Claro que no papá, era una linda ilusión. El era muy guapo, a mi me gustaba y él me miraba mucho cada vez que salíamos, yo sabía que él tenía su reputación y aun así decidí salir con él, sin compromisos, debes entender que yo no soy la niña que tu piensas, Cesar se pelio con él porque le escucho hablar de mi con sus amigos, ese mismo día deje lo que teníamos, no soy tan idiota como para dejarme pisotear por un hombre.

— y si sabías cómo iba todo, y la reputación que tenía porque decidiste involucrarte con él princesa. — dije intentando entender la situación de mi hija.

— no lo sé papá, las mujeres tenemos esa sensación de querer cambiar al chico malo, y que todo se vuelva una linda historia de amor, así como la tuya con mamá, siempre pensé que él cambiaría por mi, que se daría cuenta que le quería, que dejaría de lado esa parte de ser mujeriego y gilipollas, pero no pasó, y me aleje — se encogió de hombros, y yo le abrace.

— ¿así que mi historia con la de tu mamá es como de esas novelas que les gusta leer? — pregunté para que sonriera.

— Claro — dijo sonriendo y me alegre al co seguir mi cometido —tu eras el chico malo de otro país, y mamá era la chica de otra cuidad que cayó en tus brazos, pero lo lindo de esto es que tu la amas como a nadie, formaron una gran familia, aquella familia que siempre he agradecido por aceptarme.

— Tu siempre fuiste parte de ella, llegaste a nosotros cuando Dash era pequeño, siempre fuiste nuestra princesa — bese su frente, muchas veces hablamos por las noches con Isa, preguntándonos si debíamos decirle que yo era su padre biológico. En mis peores pesadillas, ella enfermaba, de cierto modo la leucemia me perseguía, mi hermana la padeció y Anna también, ella se enfermaba y se enteraba que yo era su padre porque yo podía donar mi médula para ella, y me odiaba, por ocultarle la verdad por tanto.

— ¿Me prometes que todo está bien? — pregunté sabiendo que le había costado hablar del tema.

— Esta todo bien papá— me levante y la mire de la puerta tomar el libro que había soltado cuando había llegado, antes de irme le dije.

— Por cierto... Le prohibí la entrada al casino— ella abrió sus ojos por la sorpresa y se rio fuertemente.

— Papá, ahora nadie se acercará a mi, en la universidad, mi hermano le pega a la persona con la que salgo y tu le prohíbes la entrada al casino — dijo riéndose de la situación, me encongi de hombros, iba alejándome de su cuarto y le grite cuando me alejaba de la puerta.

— y puede que le diera algún golpe por hablar mal de mi princesa.

Volví a la cocina donde estaba mi amada esposa. La abrace por la espalda y le susure.

— ¿Así que soy el bad boy de la relación? — le susure al oído.

— puede que le contará nuestra historia, además se nota a la distancia lo bad boy que eras— dijo sonriendo, la bese y la pegue a la mesa.

— Fuiste la chica que me envolvió para poder enderezar mi camino y darme una hermosa familia— la bese suave — gracias.— dije y ella sonrió mirándome a los ojos.

Lu llegó a la cocina y se voltio al vernos muy apegados, nos alejamos y le avisamos que se podía voltear.

— Por favor no en la cocina — dijo en forma de burla.

— por lo que se los bad boy hacíamos lo que queríamos —dije dejando un beso dulce en los labios de Isa, Lu se rio con nosotros y sonó el timbre.

— Papá, quería avisarles que saldré con mis amigas. —

— ¿a dónde? — preguntó Isa inmediatamente.

— al casino de papá, ya que mi ex ya no puede entrar nada me impide ir a divertirme. — Isa me miró y negó con la cabeza, yo solo la abrace.

— después te cuento — ella se apoyo en mi hombro y sonrió hacia nuestra hija.

— Ve con cuidado, Dash también está allá con unos amigos, te vienes con él. — ella sintió y salió sin coche porque la llevaban sus amigas.

Nos relajamos sabiendo que nuestros hijos no están en casa, tomó a mi mujer de la mano y la guió hacia nuestro dormitorio, hacemos el amor de forma alocada como siempre nos ha gustado, estamos descansando ella en mi pecho respirando suavemente cuando mi celular suena.

— Señor Grayson — dice uno de los administrativos preocupado al otro lado de la línea — El casino está siendo atacado por manifestantes — el ruido traspasa la línea telefónica, me levanto de la cama despertando la preocupación de Isa.

— ¿Como que esta siendo atacado?

— Hay manifestaciones en el puente en contra del gobierno, rompiendo vidrios e intentan entrar, pero hemos tapado las salidas. —

— Necesito que corras en busca de mis hijos, no me importa que destruyan el casino, mientras mis hijos estén bien. ¿Entendido?

— Si señor.

Busco mi ropa rápidamente y comienzo a vestirme.

— ¿Que pasa amor? — pregunta Isa preocupada.

— Hay manifestaciones cerca del casino, iré por los chicos. —

— ¿Manifestaciones de que? ¿Como las de santiago? — yo asíento y ella toma su teléfono y le marca a Dash.

— ¡Hijo! — le responde Isa al teléfono y mi corazón no deja de latir, ella coloca el altavoz y escucho la voz de mi hijo mayor — Mamá estoy caminando hacia el estacionamiento junto a Lu, sus amigas vienen con nosotros.

— Salgan por la parte trasera, dile al guardia que se las Indique— dije pensando que por esa salida no habrían disturbios.

— OK. Papá, mamá no te preocupes, nos vemos en casa, los quiero. —

Cortarmos la llamada e Isa se vistio rápidamente.

Esperamos abajo. Yo no podía dejar de caminar de un lado para otro, e Isa estaba sentada moviendo las piernas, demostrando el nerviosismo.

Sentí el auto y me asome a la salida, vivíamos lo suficientemente cerca del casino para lo mucho que tradaron en llegar, respire tranquilo cuando los vi.

— Lo siento papá, tuvimos que esquivar las barricadas en las calles.— mire hacia la dirección del casino. Se notaba el humo de lo que estaban quemando.

Entre nuevamente a casa y me uni al abrazo de mis hijos con la mujer que amaba.

— Papá tu casino está siendo destruido — dice Lu preocupada.

— Lo único que me importa es que ustedes estén a salvo — dije sinceramente, las cosas materiales eran eso, solo cosas, la seguridad de mis hijos era lo más importante.

Los chicos fueron a ducharse para olvidar lo mal vivido.

Yo volví a llamar para saber como iba todo en el local, para asegurarme de que no habían heridos.

El jefe de los guardias me dijo que los vidrios de la fachada del casino estaban destrozados, que la gente aún seguía fuera del puente que une la cuidad de Valdivia con la salida hacia la parte costera de la cuidad, que estaban tapando la entrada de los autos y habían incidentes, que incluso se hablaba de muertos.
Me aseguraron que las personas que estaban en el casino ya habían desalojado, solo quedaban los trabajadores, les deje bien en claro que su seguridad era lo primordial, todo lo que fuese destruido después lo reponeriamos, pero no quería a mi personal herido.

Esa noche no logramos dormir, los ruidos de bomberos y policías camino hacia los disturbios no dejaban dormir, además las redes sociales no dejaban de subir videos sobre los destrozos, habían muchos lugares como el McDonald de la cuidad que había sido completamente destruido y además  habían quemado las instalaciones, suspiré frustrado por la situación, entendía el descontento social, pero las empresas que habían en esta pequeña cuidad no tenían la culpa, menos esas empresas pequeñas como los pequeños locales que asaltaron y quemaron, al día siguiente nadie salió de casa, mi madre llamó preocupada porque la situación se había viralizado a los otros países, Isa llamaba preocupada a su madre ya que ella estaba en santiago, donde todo había comenzado, allá todo estaba peor, no había metro para viajar, y estaban casi todas las estaciones quemadas, aprovechamos ese día para pasarlo en familia, pero era difícil mantener la calma con todo lo que estaba ocurriendo, por momentos se habló de generar toque de queda, me preocupaba la situación del país, pero para mí lo primordial era mantener a mi familia segura.

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N/A:

Hola panditas, quería contarles que todas estas cosas realmente pasaron en Chile y en la cuidad en la que esta basada la historia.

Quiero decir que no estoy en contra de nada y tampoco me pondré a favor de nada, esto es un historia ficticia y solo trata de reflejar el conflicto social que presentaba el país el año pasado, pasarán muchas cosas entonrno a eso, y como siempre digo, no todo lo que escribo lo apoyo, no siempre apoyo las decisiones de los personas, espero lograr transmitir mucho con esta situación. Así como siempre he logrado transmitirles lo que escribo.

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No sé olviden de su estrellita.

Los quiero 💜