Artista imagen multimedia: MerisiPop (twitter).

—Me gustaría ir a casa primero, realmente necesito una ducha —dijo Adora.

—Sí Adora, estás apestosa —se burló Catra, riéndose.

—Igual que tú, así que vendrás conmigo —le respondió Adora, por lo que Catra respondió haciendo un puchero.

—Eso me recuerda, la última vez que nos bañamos, me engañaste, es hora de pagar Adora —le dijo Catra, simulando una voz amenazante. La rubia no contestó, sólo se rio.

Cuando llegaron al apartamento, tal como aquella noche cuando regresaban de la fiesta de compromiso, comenzaron a besarse apenas entraron. Arrancándose la ropa la una a la otra, como si sentir la piel de la otra fuera una necesidad. Adora fue guiando a Catra hacia la ducha, sin dejar de besarla, por lo que dejaron un camino de prendas hasta el baño.

La felina se dio cuenta de lo que pasaba, pero no le importaba, el olor de la rubia le gustaba demasiado, le hacía querer estar cerca de ella, incluso bajo el agua. Todos sus instintos le decían que debía estar con Adora, y sus instintos nunca fallaban.

Desnudas, con el agua corriendo por sus cuerpos, Adora y Catra exploraban el cuerpo de la otra con caricias, besos húmedos, suaves mordiscos y apretones, en una especie de frenesí, como si nada más que ellas dos existieran en ese momento. Catra sólo pensaba en fundirse en Adora, al igual que la rubia sólo esperaba que la felina hiciera lo que quisiera con ella, su corazón, su alma, su cuerpo y espíritu le pertenecían completamente.

No salieron de la ducha hasta que Adora alcanzó el clímax gimiendo el nombre de Catra, que por fin obtuvo su "venganza", aunque no estaba segura si eso contaba como tal, pero ver el rostro de placer de Adora valía totalmente la pena. De alguna manera, terminaron en la cama, donde los juegos continuaron como si no hubiera un mañana.

Cuando estaban descansando, Catra recordó lo que se había prometido cuando Adora descansaba luego de regresarlos a todos a la realidad a la que pertenecían. Pero por alguna razón, se sentía nerviosa de sugerirle la idea a Adora. Abrazada a ella, recostada en su pecho, viendo su hermoso cuerpo desnudo, se sentía confiada y en paz, pero la sola idea de decirle lo que quería hacía que su corazón se acelerara.

Al final, se convenció a sí misma que lo mejor era que lo sacara de su sistema.

—Adora... cuando estabas descansando en la cámara de Summa, después de volver a nuestra realidad, me di cuenta de algo muy importante —se aclaró la garganta antes de continuar— que eres la mujer con la que quiero caminar el resto de mi vida... yo... quiero hacer el ritual de unión eterna contigo.

Adora, que había escuchado atentamente mientras la felina dibujaba círculos en su pecho, lo que indicaba que estaba nerviosa, sentía que su corazón podría estallar de alegría en ese momento. Levantó el mentón de Catra para mirarla directamente a los ojos, sentía que los suyos se humedecían, por lo que decidió besarla.

—Por supuesto que eres la mujer con la que quiero compartir el resto de mi vida— le respondió por fin Adora, sonriendo.

Ambas se fundieron en un abrazo, suspirando con cierto alivio. Estuvieron así un largo rato, hasta que Catra pareció recordar algo.

—Adora, ¿no deberías ir por tu nave?

Adora se sobresaltó tanto que se levantó súbitamente, haciendo que Catra saltara en dirección contraria por el susto.

—¡Es verdad! ¡Tengo que sacar a Mara de ahí, no se puede quedar en ese hangar!

Catra sólo se rio por toda respuesta, pero comenzó a vestirse con rapidez, al igual que Adora, y, como si fuera una especie de talismán, se llevó a Melog puesto también.

Cuando llegaron al hangar donde había dejado su nave Adora, se encontraron con una tremenda sorpresa. Netossa y Spinnerella luchaban contra Frosta, y estaban haciendo un tremendo desastre. Eran un buen equipo, al igual que Adora y Catra, luchaban en perfecta sincronía. El problema era que Frosta era difícil de controlar, sus ataques eran potentes y efectivos.

Catra le lanzó una mirada engreída a Adora.

—Creo que nosotras lo hacemos mejor —se mofó la felina.

Adora negó con la cabeza, en señal de desaprobación por su comentario. Pero de todas maneras, se transformó en She-ra y corrió hacia Frosta para atacar. Catra tenía a Melog, por lo que se volvió invisible para correr hacia la chica de hielo, esquivando sus ataques, que consistía en hacer emerger filosos bloques de hielo, o bien lanzarlos utilizando a su favor la humedad del aire.

La rubia miró de forma amenazante a Frosta, quien perdió los nervios al verla, lanzando una serie de ataques simultáneos en su dirección, lo que Spinnerella quiso aprovechar atacándola con un tornado, pero la chica lo vio venir y levantó una muralla de hielo justo a tiempo.

Netossa intentó apresarla con sus redes en vano, porque Frosta la esquivó con facilidad, pero notó por el rabillo del ojo que una silueta se movía cerca de la peliazul. De pronto, Frosta se quejaba del dolor, había recibido un potente zarpazo detrás de la rodilla, pero no pudo dañar a la felina.

Adora aprovechó ese instante para lanzar un ataque directo, el cual fue a duras penas bloqueado. Sonrió, sólo tenía que esperar a que Catra siguiera debilitándola. Siguió lanzándoles ataques de magia concentrada con su espada, mientras Frosta seguía recibiendo zarpazos por la espalda.

Finalmente, cayó de rodillas, para terminar apoyándose en sus manos, estaba agotada, por lo que gritó que se rendía. Catra se mantuvo invisible por cualquier cosa, mientras Netossa y Spinnerella se acercaban para apresarla. Una vez que tuvo el collar y las esposas colocadas, la felina se hizo visible de nuevo.

—¡Vaya dúo! Ustedes dos son imparables, deberían unirse a la Federación—dijo Netossa luego de asegurar a Frosta.

Adora y Catra sonrieron por la sugerencia, ya que era lo que querían hacer.

—De hecho, no estaría nada mal —respondió Catra, mientras que Adora asintió con un gesto.

—Querida, deberías dejar que se tomen un descanso, déjalas por lo menos disfrutar de su amor —dijo sonriendo Spinnerella, avergonzándolas, por lo que desviaron la mirada sonrojadas. Netossa se rio ante la sugerencia de su esposa.

—Tienes razón, el amor joven es demandante —afirmó entre risas.

—De hecho, haremos el ritual de unión eterna, por si quieren venir —dijo de pronto con entusiasmo, Catra la miró sorprendida, no esperaba que hiciera eso.

—¡Claro que vendremos, tienes mi palabra! Por ahora nos llevaremos a los prisioneros de vuelta a la Atalaya, incluso Summa vendrá con nosotras. Estaremos en contacto —le respondió Netossa.

Una nave desconocida que probablemente era de la Federación Estelar arribó en ese instante, por lo que aquello era una despedida.

—Les deseo toda la felicidad del universo, chicas, se lo merecen —dijo sonriendo Spinnerella.

Luego de aquella breve despedida, Adora y Catra se enfocaron en los preparativos del ritual, no sin antes explicarle al capitán Kyle toda su aventura para que las dejara tranquila.

El ritual de unión eterna se hacía cuando dos o más etherianos decidían pasar el resto de su vida junto a otra persona o personas, y consistía en una ceremonia donde los amigos y familiares celebraban junto a ellos rodeándolos en un círculo. Mientras están tomados de las manos, el líder de turno de los hechiceros amarra su unión con un hilo rojo que simboliza la unión eterna, que no puede romperse. Luego de eso, los comprometidos deben decir sus votos, sellar su unión con un beso, para finalmente celebrar con sus seres queridos.

Fue un día muy feliz para Adora y Catra, el banquete posterior estuvo lleno de comida deliciosa, bebidas de todo tipo, juegos y tradiciones tanto del reino hordiano como otros reinos, ya que invitaron no sólo a sus compañeros de la milicia, también a las princesas Glimmer y Mermista con sus acompañantes. También se presentó Perfuma junto a Scorpia, e incluso Entrapta apareció.

Al final, llegaron a estar Netossa y Spinnerella, quienes les dejaron una invitación formal para visitar la Atalaya y ser reclutadas. Eran tiempos de paz para Etheria al fin, y sus habitantes por fin podían vivir tranquilos gracias a She-ra.

Adora y Catra se tomaron unos meses más de descanso, disfrutando suamor, conociéndose más profundamente aún, y pasando el tiempo juntas, inclusorecorrieron Etheria en búsqueda de manjares locales. Sin embargo, su amor porla aventura también era grande, por lo que pronto partieron en la nave de Adoraa buscar la Atalaya, donde se unieron oficialmente a la Federación Estelar,para convertirse en guardianes del universo.

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Nota autora:  Recuerdo que comencé a escribir este fanfic algo así como una semana después de haber visto la temporada final de Spop porque no era capaz de superar que sólo se hayan dado un beso y no mostraran que sucedía después. Después de hartos meses (que recién vengo a notar), he terminado esta historia antes de fin de año, lo que me deja muy satisfecha. Les dejaré un pequeño extra como regalo que estoy segura les va gustar, muchas gracias por leerme, por todos sus comentarios y votos, su apoyo significó mucho para mí en este proceso y me ayudó a continuarlo hasta el final :)

PD: Si les agradó la realidad alterna donde Catra y Adora son licántropos, pásense por mi nueva historia Shifters, guárdenla en la biblioteca y todo eso ;)