10
—Llevo mucho tiempo vagando por el universo, guardiana de Etheria. Estuve cuando se inició y se conformó la República Intergaláctica. Incluso podría decirse que ayudé a fundarla. Eso fue hace un tiempo atrás para mi larga existencia. En un principio, la República buscaba la paz en todo el universo, ayudando a planetas sumidos en el caos y conflicto. Entonces, yo propuse que debía existir una liga de los mejores guerreros de todas las galaxias, que protegieran esa paz. Y así nació la Federación Estelar. Pero con el tiempo, hubo algunos miembros de la República que comenzaron a tener intereses egoístas. Mi decepción fue grande, pero intenté alejar a la Federación de sus posibles influencias, para que mantuviera su espíritu protector. Pero la República se volvió contra mí, y de un momento a otro, tuve que huir. Tu gente, Los primeros, como ustedes los llaman, me ayudaron a huir, me hablaron de Etheria, de su guardiana, que si la encontraba, podría salvar el universo de la corrupción de la República.
—¿Conocías a Los primeros? —preguntó con asombro Adora.
—Así es, pero me temo que la República se encargó de aniquilarlos. No pude hacer nada para salvarlos, cuando me enteré de lo que pasaba, ya era demasiado tarde.
—¿Cómo puedo saber si lo que dices es cierto? Puedes leer mi mente y la de mi gente, ¿verdad? Podrías haberte inventado todo esto.
—Aunque puedo leer tu mente o la de tu gente, sólo es superficialmente. Tengo otros métodos para acceder a tu memoria o la de cualquier ser. Pero, si necesitas pruebas de lo que digo, le daré acceso a mi banco de memoria a tu compañera. Ella te podrá confirmar todo lo que he dicho.
—¿Y cómo sé que esto no es una trampa? —dijo Adora en tono de duda.
—Adora, sé que no hay razones para que confíes en mí, pero, si me ayudas, prometo que te ayudaré a liberar el corazón de Etheria, para que no pueda ser utilizado como arma nunca más, y de esa manera evitar las continuas invasiones. ¿No deseas la paz para tu hogar? ¿Para Catra?
Adora se tensó al escuchar el nombre de Catra. Apretó la mandíbula antes de finalmente hablar.
—Entrégame a Catra, ya cumplí mi parte.
—¿Me ayudarás?
—Lo pensaré, hablaré con mi equipo primero.
—Está bien, te entregaré a Catra. Reúnete conmigo dentro de 3 días.Tómate tu tiempo para pensar sobre lo que te he dicho. Gracias por escucharme,Adora.
Dicho esto, el rostro se esfumó, y tras Adora aparecieron dos clones que escoltaban a Catra, quien estaba un tanto somnolienta. La rubia corrió a abrazarla con fuerza, hasta que la felina le reclamó.
—Estaba muy preocupada, Catra —dijo con ojos brillosos Adora.
—Estoy bien, Adora —sonrió con sutileza. Catra sentía como si hubiera dormido un día entero.
Los clones las guiaron nuevamente hacia la salida, al parecer todo había vuelto a la normalidad en el laboratorio, ya que al salir del recinto no estaban rodeadas de clones. Adora volvió a su forma normal, y junto a Catra caminaron hasta la base, donde Perfuma las recibió, ya que las percibió antes gracias a los cactus alrededor del campamento.
Catra no parecía muy de acuerdo en cooperar con Summa, pero a la vez le parecía extraño que le revelara tanta información a Adora. Sin embargo, la guerrera decidió reunirse con todos en la tienda donde estaban descansando Bow y Sea Hawk, para que también escucharan sobre la charla que tuvo con Summa.
Una vez que les resumió toda la situación, todos voltearon a mirar a Entrapta, esperando su opinión.
—Tal vez sea una trampa, pero, hay algo que descubrí al investigar los datos de Summa. Quería ver si era posible implantar falsos recuerdos en su memoria, para así poder utilizarlo a nuestro favor, pero me fue imposible. En otras palabras, sus recuerdos no pueden ser manipulados ni reescritos. Lo que nos puede llevar a la verdad, pero también, a su debilidad. Si estuvo huyendo todo este tiempo, es porque tiene una debilidad Adora, y la República, o mejor dicho, la facción que quiso deshacerse de Summa, puede que lo sepa.
—Summa dijo que tenía otros métodos para leer nuestra mente y ese tipo de cosas, ¿crees que le haya hecho algo a Catra? —preguntó Adora nuevamente.
—Es posible, tengo que hacerle unas pruebas para determinarlo.
—¿Entonces nos vamos a arriesgar? —cuestionó Mermista.
—Podría ser una trampa, pero no creo que tengamos muchas alternativas —soltó Perfuma.
—No estamos en posición de volver a enfrentarlo, ya tenemos dos heridos y la próxima vez podrían ser más —alegó Glimmer.
—Es cierto, y tal vez Summa me hizo algo mientras estuve inconsciente para rastrearnos, lo que significaría que no tendríamos dónde escondernos tampoco —dijo Catra.
La reunión terminó con las palabras de Catra, y Adora esperó por ella mientras Entrapta le hacía las pruebas. No dejaba de darle vueltas a lo que había hablado con Summa, y le preocupaba que le hubiera hecho algo a la felina. El resto del equipo, sobre todo Mermista y Glimmer, habían nuevamente perdido la esperanza en la misión, y asumían que estaban en otro callejón sin salida.
—Entrapta dice que estoy bien, que no hay ningún cambio en mi cuerpo o mente.
—Me alivia mucho escucharlo. Pero si no obtuvo toda esa información de ti, entonces...
Adora se quedó pensando unos segundos hasta dar con la respuesta.
—¡DT! ¡Debe ser prisionero de Summa, y a él le sacó toda la información acerca de nosotros!
—Tienes razón, y eso me recuerda, que Perfuma no preguntó por él a pesar de que hablaste con Summa.
—Es cierto —le respondió Adora. De pronto ambas se detuvieron, y echaron a correr tras Perfuma, que justo en aquel momento iba a salir del campamento.
Ambas la derribaron, haciendo que la mujer se quejara, ya que le dolió la caída.
—¡¿Qué pasa con ustedes?! —les gritó.
—Haz crecer un cactus, ¡ahora! —la increpó Adora.
—Sabemos que no eres Perfuma realmente —dijo en tono de suficiencia Catra.
Perfuma utilizó unas raíces del suelo que la levantaron unos metros por sobre Adora y Catra, estaba profundamente enojada y con los brazos cruzados.
—Espera, ¿sí eres Perfuma? —entró en pánico Adora.
—¡Claro que lo soy! ¡Ahora explíquenme el significado de esto!
—¡Pensábamos que eras DT! —soltó Catra, en un intento de apaciguarla— las pruebas que me hizo Entrapta indicaron que Summa no me hizo nada, así que lo lógico es que le hayan sacado la información a tu compañero perdido.
Perfuma se tranquilizó, y devolvió las raíces a la tierra.
—Eso es lo que supuse, y creo que ya no hay esperanzas para él. Tal vez Summa se haya deshecho de él. O tal vez lo amenazó para que no vuelva. Lo único que nos queda es seguir adelante y confiar en Entrapta.
Tanto Adora como Catra guardaron silencio. Habían perdido incontables compañeros en muchas batallas, por lo que comprendían lo que quería decir Perfuma, después de todo, ellas se mantenían juntas todavía porque aquella promesa de tenerse siempre la una para la otra les daba la fuerza para sobrevivir.
—Sino tienen nada más de lo que acusarme, me retiraré a patrullar. Necesito distraerme un poco de la nefasta misión de hoy.
Perfuma salió del campamento dejándolas en silencio. Siempre habían confiado en sus instintos, pero esta vez, habían sido erróneos y dañinos. Catra tomó la mano de Adora, dándole un ligero apretón.
—Deberíamos descansar, Adora, hoy fue un largo día.
La rubia le sonrió y la siguió camino a la nave, con la única intención de descansar de ese horrible día.
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