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SOL

1 año después.

— ¡Estaremos recibiendo al grupo musical "Relucientes Estrellas! — enunció el encargado de dirigir el evento.

El público estalló en aplausos. Nos posicionamos en nuestros respectivos lugares, tomé el micrófono y dije:

— ¡Buenas noches a todos! ¡estamos muy felices de estar aquí con ustedes!

Hace unos meses habíamos recibido la invitación de participar en un concierto de música cristiana, y después de orar por eso habíamos aceptado, y aquí nos encontrábamos, en un evento donde miles de jóvenes inundaban el auditorio, y más 5 grupos de música participarían.

Llevábamos un año ya de haber iniciado, y en todo ese tiempo habíamos podido ver el respaldo de Dios con nosotros.
Los primeros meses comenzamos cantando en la iglesia local, y luego empezaron a llegarnos invitaciones para visitar otras Iglesias, luego casi a medio año nos llegó la primer invitación para tocar en un congreso.

Luego de eso nos salió una propuesta de grabar nuestra música y subirla a la plataforma de YouTube, claro, antes de decir que si lo consultamos con Dios, por que eso ya era otra cosa que no debíamos tomar a la ligera.
Luego de recibir la respuesta afirmativa de Dios, accedimos, pero algo que siempre hemos tenido en cuenta es no dejarnos llevar por el mundo de la fama, sino que siempre recordamos que toda la gloria y la honra es para Dios, solo para él.

Mis padres cuidaban de Stella cuando tenía que participar, pero el resto del tiempo permanecía a su lado.
Mi pequeña estaba por cumplir dos años ya, y cada vez estaba más grande y hermosa.

— Tu luz en mi brilló, mi corazón rescataste, no hay nada que me aparte, de la luz de vida que me has dado — cantaba Elías.

— y en medio de tanta oscuridad
Tú me haces brillar, Jesús
Tú luz has puesto en mi, y yo brillaré
Reflejandote a ti.
Mi luz, mi luz, mi luz eres tú.

En la parte del coro nuestras voces se unieron.
La primera vez que cantamos, algo se encendió dentro de mi al ver a Elías pero decidí ignorar eso, no era tiempo para pensar en otras cosas.

Mientras estaba ahí cantando, los episodios de mi vida comenzaron a aparecer en mi mente como una película.

El primer encuentro con Caleb.

La primera salida.

Su confesión y mi respuesta.

Los momentos que pasábamos juntos, al aire libre observando las estrellas.

El primer beso y lo que ocurrió cuando Mateo se enteró.

La noche que llegó a casa todo golpeado y con el rostro ensangrentado.

Los episodios que pasaron después.

Aquella noche donde estamos en el parque, él cantandome aquella canción.

Te amo tanto y mi amor por ti
llega hasta el cielo
Pasa las estrellas, llega a la luna
Y sigue más allá del sol.

Más allá del sol, yo te amo mi amor
Más allá del sol, mi amor por ti permanece
Más allá del sol, donde el tiempo no existe, donde nada ni nadie podrá separarnos
Te amo de aquí hasta la eternidad,
hasta más allá del sol.

Lo que ocurrió después, Mateo lleno de odio y haciéndome daño para luego dispararle a Caleb.

Su funeral.

Cuando me entere que Stella venía en camino.

Aquella experiencia en la clínica.

Su nacimiento.

Todo lo que vino después.

Al recordar todo lo vivido solo pude decir: Gracias Dios, por que se que en todos esos momentos estuviste a mi lado, tal vez no te podía ver o sentir, pero se que estabas ahí, sosteniendome y dándome las fuerzas para continuar.

Dios es bueno y su fidelidad dura eternamente.

Continuamos cantando otros cantos más hasta que llegó el momento de contar la forma en la que habíamos comenzado con la formación del grupo.

Suspiré antes de hablar y decir:

— En el universo hay miles y millones de estrellas, demasiadas, algunas brillan más otras menos pero todas cumplen una función en específico, otras forman parte de las constelaciones que podemos apreciar en el cielo, pero todas brillan...todas alumbran en medio de la oscuridad.

Hace mucho tiempo cuando tenía 8 años, conocí a un niño en la playa, se que sonará un poco loco, pero en instante en el que lo vi me enamoré de él.

Pasaron años y no supe nada de él, pero siempre estaba en mi mente y me era imposible olvidarlo.

Justo cuando estaba por renunciar a él, a resignarme a que nunca más lo vería, él apareció, nos reencontramos en la universidad, lo reconocí en el instante en el que lo vi a pesar de que físicamente hubiera cambiado, pero mi corazón me decía: es él, es él.
Comenzamos una bonita amistad que después se convirtió en algo más.
Yo estaba muy feliz a su lado, y le agradecía a Dios por haberme dado la oportunidad de nuevamente verlo.

Lo nuestro duró no más de tres meses por una tragedia que sucedió, jamás olvidaré sus ultimas palabras.

Te amo, te amo hasta más allá del Sol y por toda la eternidad.

Luego de su muerte, pasé por un tiempo difícil, lo extrañaba tanto...
Pero aún en esos momentos Dios me mostró que estaba a mi lado, sosteniendome como a una estrella del cielo en una noche oscura.

Fueron tiempos difíciles los que pasé, pero luego todo fue restaurado cuando dejé que Dios me abrazara y curara mis heridas.

Un año después de la muerte de Caleb, encontré el cuaderno de donde él escribía sus pensamientos y canciones para Dios, y fue en ese instante cuando Dios me hizo saber que era lo que debía hacer.

Debía esparcir esos mensajes que él había dejado, para mostrar que ni la muerte puede detener los propósitos de Dios.

Y después de tanto esfuerzo y dedicación y con ayuda de Dios, 7 meses después este grupo comenzó.

Y hasta aquí, Dios ha sido fiel.
Nunca nos ha dejado y confiamos en que nunca nos dejará.

Suspiré y mire todo el auditorio lleno de expectantes que escuchaban con atención todo lo que decía.

— Caleb era un amante del universo, podía pasar horas admirando la belleza del cielo, las estrellas...
Estudiaba Astronomia y su sueño era alhun día formar parte de la NASA y viajar al espacio exterior.

Tal vez nunca lo logró.

Pero logró más que eso.

Logró viajar hasta más allá del sol.