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CALEB

Ella era especial...

Transmitía Paz y tranquilidad...

Tenia un alma pura, inocente...

Todo de ella me encantaba...

— ¿cómo te fue? — me preguntó Elias

— bien — sonreí

— ¿solo bien? — arqueó una de sus cejas

— fue increíble...hablamos, y es...es una chica diferente...

— ¿diferente en qué aspecto?

— tiene algo especial, algo que no he visto en nadie más...

— eso es bueno

— lo es — dije...

Ambos seguimos conversando hasta que el profesor llegó y fue entonces que guardamos silencio.

— buenos días chicos, el día de hoy haremos algo diferente...— comenzó a decir...

Posteriormente como indicación del maestro, todos nos dirijimos hacia uno de los laboratorios del campus.

Era un espacio grande y vacío, solo unas cuantas sillas estaban colocadas en el centro.

— ¿qué hacemos aquí? — me preguntó Elias quien se encontraba detrás de mi.

— no tengo idea — le respondí

— ¡se que se estarán preguntado ¿qué hacemos aquí?...hoy veremos el universo — dijo el profesor mostrando una sonrisa — así que tomen asiento, pónganse cómodos y presenten atención porque de todo esto harán un reporte.

Dicho esto, el maestro apagó las luces, quedando todo completamente oscuro, luego en medio del techo justo arriba de donde nosotros estábamos sentados, una luz resplandecio y se esparció por todo el techo y parte de las paredes...

La luz eran tan intensa que tuvimos que cerrar los ojos, cuando los abrimos era algo...¡¡Asombroso!!...era como si estuviéramos viendo realmente el universo y todo lo que en el hay: las galaxias, las estrellas...todo...

— wow, es tan hermoso — exclamó mi amigo embobado.

Cuando todo aquello apareció el profesor dijo:

— Hoy hablaremos acerca del universo.
Primeramente ¿qué es el universo?
¿Alguien sabe?

Nadie respondió.

— El universo es la totalidad de formas de materia, energía, espacio-tiempo y leyes físicas que las rigen.
En el universo encontramos las galaxias, las estrellas...todo eso forma parte de el.

Al escuchar eso, me puse a reflexionar en todo, en como Dios es tan asombroso y hacedor de cosas realmente maravillosas.

Quizás de nosotros mismos no podemos comprender todo, pero por medio de la fe podemos creer y entender que todo fue creado por Dios.

Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Hebreos 11:3

Posteriormente seguimos viendo aquel hermoso panorama en el techo de aquel edificio, miles de puntos brillando.

— hay aproximadamente: 200 mil millones de billones de estrellas en todo el universo...

— Wow, son demasiadas — pensé e inmediatamente a mi mente llegó un versículo de la biblia que tiempo atrás había leído.

El cuenta el número de las estrellas;
A todas ellas llama por sus nombres.

Salmos 147:4

¡¡Dios es realmente asombroso!!!

A cada estrella llama por su nombre, y imagina cuantas estrellas hay en el universo, millones de billones.

Dios sabe el nombre de cada estrella que existe. Y nosotros somos como estrellas, él nos conoce, a cada ser humano, Dios llama por su nombre.

Conoce cada parte de nosotros, en especial aquello que nos hace diferente.
Por que si lo has notado, cada estrella brilla a su manera, algunos más otros menos pero al final de cuentas todas son importantes, todas cumplen una función en específico, por ejemplo: algunas forman parte de las constelaciones.

En medio de la oscuridad nos hace brillar...

[.....]

10:30 a.m

— ¡vamos a las mesas de la esquina! — dijo Elias, yo solo lo seguí, ambos estábamos en la cafetería con la bandeja de comida en nuestras manos.

Nos sentamos en el lugar antes mencionado y en silencio comenzamos a comer.

De pronto mi vista se posó en una bella chica que caminaba hacia el interior de la cafetería acompañada de otra joven de pelo negro corto, supuse que era su amiga.

Pensé en acercarme y hablarle, tan siquiera saludarla, pero cuando lo hiba a hacer alguien se me adelantó.

Un chico caminó hacia ella y ambos comenzaron a platicar, reían, parecía que su relación fuera más que una simple amistad y me pregunté: ¿tendré oportunidad con ella o no?

— pobre manzana — escuché que dijo Elias

— ¿qué?

— Mira lo que le hiciste...

Bajé mi vista hasta la bandeja, la manzana que estaba ahí tenía hoyos por todos lados producto de los pinchazos que le di con el tenedor.

— oh — murmure

— ¿estás celoso?

— ¿qué? Claro que no — hice un ademán de restandole importancia.

— entonces ve y háblale

— iré — dije mientras me ponía de pie y caminaba hacia donde estaba ella.

Al llegar, un poco nervioso, saludé:

— Hola sol

— Hola Caleb — me brindó una cálida sonrisa — eh, Te presento a Iris — señaló a la chica de cabello negro a su lado — y él — miró al chico — es Mateo, ambos son amigos míos.

— ¿amigos? Pensé que éramos más que eso mi sol...— exclamó aquel muchacho

¿Mi sol?...No....llegué tarde...

Sol lo miró con cierto enojo en su rostro.

— Mateo, no es el momento...

El chico iba a decir algo pero se detuvo.
El ambiente entre nosotros se tensó.

— gusto en conocerte Caleb — dijo Iris tratando de alivianar el ambiente.

— Igualmente — le respondí — y también es un gusto conocerte Mateo

— Lo mismo digo, Caleb

— Ahora que todos se han presentado, creo que debo irme — exclamó Sol

— claro, te veré luego — dije

Sol sonrió y se dió la vuelta para irse junto a Iris.

Mateo me miró detenidamente y posteriormente se fue.

<El está enamorado de ella...¿y ella lo está de el?>

[.....]

A la hora de la salida me diriji hacia la biblioteca a estudiar un rato, no quise hacerlo en mi departamento porque sabía que después de leer un pequeño párrafo me quedaría dormido.

La Biblioteca era un espacio grande, agradable, lleno de estantes con miles de libros, en un espacio libre había mesas y varias sillas.

Recorrí con mi vista todo el lugar, en una esquina logré divisarla a ella.

Estaba sola, muy concentrada leyendo un libro, dudé algunos momentos en si acercarme o no, al final lo hice, me acerqué.

— Hola

— Hola — levantó la vista de su libro cuando respondió

— espero no interrumpir

— no para nada, solo leía

— debe ser un libro muy interesante — le dije mientras me sentaba frente a ella.

— Lo es — sonrió

Que hermosa sonrisa

— ¿vienes a estudiar?

— si — dije — en casa no puedo concentrarme

— lo mismo me pasa a mi, por eso prefiero estudiar aquí

— ¿puedo saber que leias?

— es un libro que habla acerca de las estrellas...

— oh, genial — sonreí

— si, encontré un párrafo que me gustó mucho — hojeo el libro — listo ya lo encontré

— ¿qué dice? — pregunté impaciente

— Dios creó el cielo y a su lado las estrellas, para que nuestras noches fueran tan hermosas...

Y te creó a ti para hacer mi vida más bella...